Los orígenes étnicos, sociales y culturales del Club Deportivo Palestino permiten dilucidar la solidaridad que esa institución ha expresado públicamente al pueblo de Palestina.
Por José Abelardo Díaz Jaramillo
En el fútbol de Chile se registra uno de esos casos insólitos que convierten a aquel en un deporte atractivo, capaz de despertar intereses que van más allá de la monotonía del juego. Sucede que, en la liga local, en la cual compiten 16 equipos (entre los que sobresalen Colo Colo y Universidad de Chile), hay un onceno que, más que por su historial deportivo, se destaca por el nombre que posee: Club Deportivo Palestino. En principio, no debería resultar extraño, si se tiene en cuenta que en muchas ligas de fútbol hay equipos con nombres raros o rimbombantes. De hecho, en la liga chilena hay otros equipos que evocan países de Europa: Audax italiano y Unión Española.
La referencia a Palestina, sin embargo, no es un hecho casual: como se demostrará en esta nota, el Club Deportivo Palestino, además de poseer un componente deportivo ligado a la competición futbolística, es un referente que involucra aspectos políticos y culturales de proyección internacional, que merecen conocerse, en un momento en que una ola de indignación recorre el mundo, a raíz del genocidio del pueblo palestino perpetrado por Israel desde octubre de 2023, y que, al día de hoy, ha ocasionado la muerte a más de veintinueve mil palestinos (la gran mayoría, niños y mujeres) y heridas a más de sesenta y ocho mil.
Algo de historia
La historia del equipo de fútbol se remonta a la segunda década del siglo XX, cuando la colonia palestina radicada en la sureña ciudad de Osorno, decidió fundar una institución deportiva a la que dio el nombre de Club Deportivo Palestino. El hecho en sí no era inédito, ya que migrantes de otros países (Chile abrió sin temor sus puertas a extranjeros de distintos países de Europa y Asia) hicieron algo parecido: en 1897, la colonia española fundó el equipo de fútbol Unión Española y, en 1910, la colonia italiana hizo lo mismo, con Audax italiano.
Hay que decir que, desde finales del siglo XIX y de manera sostenida, arribaron a Chile contingentes de palestinos que, con el paso de las décadas, dieron forma a la comunidad palestina más grande fuera del Medio Oriente (las cifras refieren quinientos mil, aproximadamente). Pese a las diferencias culturales, los palestinos lograron adaptarse, compenetrándose de tal modo que, con el paso del tiempo, formaron parte de la clase media, montaron negocios e invirtieron en renglones especiales de la economía, a tal punto que familias de origen palestino llegaron a ser piezas claves en la industria textil y de la construcción.
Algunos datos resaltan la importancia adquirida por los palestinos residentes en Chile: miembros de esa comunidad controlan hoy una parte importante del sistema bancario chileno e incluso cuentan con algunas de las fortunas más grandes del país; cerca del 10% de los diputados del Congreso Nacional de Chile son de origen palestino (lo que ha dado origen a medidas adoptadas por las autoridades, como la prohibición por parte del Congreso de los productos provenientes de asentamientos israelíes y la declaración de Valdivia como «zona libre del apartheid israelí»); también se han promovido rupturas de relaciones con universidades israelíes, vía referéndums, en las facultades de Medicina, Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
Fundación del Palestino
El Club Deportivo Palestino fue fundado en Osorno en 1920, aunque con un nombre distinto: Palestino Football Club. La colonia de palestinos asentada en esa ciudad había organizado unos juegos olímpicos para inmigrantes y de ahí surgió la idea de crear un club deportivo. Luego, la institución deportiva se trasladó a Santiago, en donde ha permanecido hasta hoy. Desde su constitución, la historia del club de fútbol ha tenido variaciones (ya lo vimos con el nombre). Así, y de acuerdo con las fuentes consultadas, se puede establecer que en 1939 los socios del Palestina Sport Club (nombre que había adoptado en 1924) decidieron fusionarse con el Club Palestino, institución social que había sido creada en 1938. Luego de varios diálogos y acuerdos, la fusión entre ambas instituciones fue sellada el 8 de agosto de 1941, fecha en la que surge el nombre de Club Deportivo Palestino, más abarcador en cuanto a deportes se refiere. Desde entonces, el club comenzó a incursionar en deportes como el básquetbol o el hockey sobre patines. Al mismo tiempo, surgió la idea de tener un equipo de fútbol propio, iniciativa que se concretó el 19 de junio de 1949, cuando se reorganizó dicha rama con el objetivo de competir a nivel nacional. En 1952, por solicitud a la federación chilena de fútbol, el Club Deportivo Palestino inició su participación en la segunda división, recién creada, saliendo campeón en su primera temporada de participación, lo que le valió para ascender a la primera división del fútbol.
Siendo –siempre lo ha sido- un equipo modesto, el Palestino registra algunos triunfos destacados: ha obtenido 2 títulos en Primera División, 2 títulos en Segunda División y 3 campeonatos en la Copa Chile. Su primera copa la obtuvo en 1955, año en que logró el ascenso a la primera división. Tiene, además, varias participaciones en la Copa Libertadores, incluyendo la de 2024 (competición en curso, actualmente), y una intervención en la Copa Sudamericana.
Cuatro datos adicionales resaltan el papel y la presencia del club en el fútbol de Chile:
En sus inicios, el club contaba solamente con jugadores de origen palestino.
Tiene el invicto más extenso en la historia de Chile, con 44 partidos seguidos sin perder.
Unión Española y Audax Italiano son sus rivales tradicionales, disputando con ellos el denominado «Clásico de Colonias», enfrentamiento que representa a las colonias extranjeras más numerosas e importantes en el país.
El estadio del equipo se ubica en la comuna del sur de Santiago, La Cisterna, donde se estableció en septiembre de 1988.
La causa palestina
La identificación del Club Deportivo Palestino con la historia y el presente de Palestina no es algo anecdótico o secundario. De hecho, es Palestina el principal componente identitario del club de fútbol. Así se expresa en dispositivos simbólicos como el escudo con los colores de la bandera de Palestina y el himno del equipo, este último compuesto por el músico chileno Luis Dinas (de origen palestino) en 1958. Sus contadas estrofas refieren hechos relacionados con jugadores insignias del equipo, pero también con aspectos de la historia de Palestina y de su resistencia como nación (“Con Palestino hemos de avanzar, porque de Oriente llega la luz”). Hay allí una clara intención de asociar la valentía y resistencia palestina con el trasegar del club de fútbol.
Precisamente, los orígenes étnicos, sociales y culturales del Club Deportivo Palestino, permiten dilucidar la solidaridad que esa institución ha expresado públicamente al pueblo de Palestina y entender la condena abierta a las acciones militares acometidas por Israel. Es, por esos hechos que, además, el club de fútbol ha despertado simpatías y apoyos en el plano internacional, especialmente en la región del Medio Oriente. Detallemos algunos acontecimientos protagonizados por el equipo chileno de fútbol:
En 2014, durante la ofensiva militar que el Ejército israelí desplegó contra la Franja de Gaza, el Club Deportivo Palestino reemplazó el número «1» de sus camisetas (1, 10, 11, 21, etc.) por el mapa de Gaza. A raíz de ese hecho, de una poderosa carga simbólica, la federación chilena de fútbol sancionó al club y prohibió nuevas presentaciones usando el referido “número”. Las camisetas con la Franja de Gaza en el espaldar se convirtieron en las más vendidas del fútbol chileno y en otras partes del mundo.
Pero las acciones del club de fútbol no pararon ahí. En mayo de 2021, en un partido contra Colo Colo, los jugadores del Palestino salieron a la cancha de su estadio con kufiyas (el célebre pañuelo árabe), en un acto de solidaridad con Palestina, sacudida en esos momentos por hechos de guerra de Israel en Jerusalén.
En 2022, el club abrió una escuela de fútbol en Gaza, destinada a la formación deportiva de niños y adolescentes nacidos allí. “No olvidamos nuestras raíces y la mejor forma de recordarlas es estar presente en Palestina a través del fútbol”, fueron las palabras que la institución deportiva chilena emitió al momento de anunciar la noticia.
El 10 de noviembre de 2023, los jugadores del equipo saltaron a la cancha de La Cisterna con kufiyas y cintas negras de luto, en señal de solidaridad con los palestinos asesinados por Israel desde que este inició la invasión al territorio Palestino, el 7 de octubre de ese mismo año. Varios días después, el 23 de noviembre, en duelo deportivo frente al Everton, de nuevo en el estadio de La Cisterna, los jugadores del Palestino saltaron a la cancha con la camiseta de franjas verde, blanca y roja y el mapa de Palestina antes de la “creación” de Israel, estampado en la manga izquierda. Además, guardaron un minuto de silencio por los palestinos asesinados. En la foto de protocolo que quedó para el archivo, se observa a los jugadores junto a niños que portaban la kufiya.
En ese mismo partido, en las tribunas se instaló un cartel con el mensaje «En memoria de los que ya no están» y junto a él, una bandera de los territorios palestinos. «Decidimos que tuviéramos un espacio en nuestra tribuna y dejarla vacía en memoria de quienes ya no están, como un gesto del apoyo al pueblo Palestino y lo que está pasando en Gaza», explicó a la AFP el presidente del Club, Jorge Uauy.
La existencia del club chileno con origen árabe, y los apoyos de directivos, futbolistas e hinchada al pueblo palestino, han despertado una simpatía sin parangón alguno hacia el onceno en distintos países del Medio Oriente. De hecho, la cadena televisiva Al Jazeera suele retransmitir sus partidos. En 2014, por ejemplo, clasificado el Palestino a la Copa Libertadores, Al Jazeera trasmitió los juegos que disputó y tal fue el furor desatado por el equipo chileno, que el club decidió colocar pantallas en el estadio de La Cisterna, en las que se observaba a hinchas alentando desde Gaza y Cisjordania.
Cuatro años después, en el marco de la final de la Copa Chile de 2018, en la que se enfrentaron los equipos Palestino y Audax Italiano (a la postre, resultaría campeón el Palestino), el club recibió una carta de apoyo del presidente de Palestina, Mahnud Abbas, en la que este expresó el orgullo de su pueblo porque sentían como propio el éxito del equipo sudamericano.
En el entretiempo…
El fútbol es más que un simple deporte: es un hecho que involucra aspectos deportivos, por supuesto, pero, además, culturales, religiosos, económicos y políticos. Por esa razón, debe siempre ponerse su interpretación –la del fútbol- en una perspectiva que trascienda el contexto inmediato del juego, con sus tiempos fijos, la aplicación de sus reglamentos y el análisis de los resultados. A través del fútbol, es posible entender cómo funcionan o suceden muchas cosas en la sociedad. Las pasiones, muy presentes al opinar y sentir el fútbol, también se nutren de hechos que trascienden ese deporte.
Lo que ocurre con el Club Deportivo Palestino es interesante porque permite establecer, por ejemplo, que las relaciones entre futbol y principios caros a los pueblos, como la dignidad y la soberanía, están finamente entretejidos. La solidaridad del club de futbol chileno con el pueblo palestino se explica, como ya se anotó, por las raíces árabes del club deportivo. De la misma manera, el apoyo del Medio Oriente al Palestino solo se comprende si no se pierde de vista que un pueblo que ha sido objeto de asesinatos colectivos, humillaciones y despojos materiales e inmateriales, a lo largo del siglo XX y en lo que va del XXI, encuentra en un plantel de futbol de un país lejano, una fuente de solidaridad permanente. Si los palestinos, de generación en generación, han sido presionados por las potencias imperialistas para que se asuman como una nación sin territorio (pareciera que, en realidad, lo que se busca es su exterminio), han encontrado, también, en una plantilla de fútbol, un referente que, sin rubor alguno, reivindica su identidad colectiva y se solidariza ante la cruel tragedia que padecen.
Tomado de elcuartomosquetero.com