domingo, 10 de agosto de 2025
Sergio Blanco: Antifascista militante
lunes, 10 de marzo de 2025
Hinchadas argentinas se suman a las marchas de los jubilados
martes, 25 de febrero de 2025
Tarjeta roja a Israel: campaña se toma las gradas del mundo
domingo, 19 de mayo de 2024
Exhiben imagen de Gustavo Petro en la final de la Champions League de África
domingo, 26 de noviembre de 2023
Decepción entre aficionados del St. Pauli por postura sobre Palestina
viernes, 10 de noviembre de 2023
Sancionan a barra del Celtic por su apoyo a Palestina
jueves, 2 de noviembre de 2023
Celtic’s growing feud over Palestine
viernes, 25 de agosto de 2023
"Derrotar a los nazis": afición del Aris de Grecia
lunes, 19 de septiembre de 2022
La Green Brigade y tres momentos de reivindicación histórica
Primero fue en el clásico de la ciudad, el célebre Old Firm ante el Rangers. En esta ocasión, la agrupación exhibió un mosaico que evoca el conflicto norirlandés: un niño con máscara antigas y una bomba molotov, originada en una fotografía captada en la Batalla del Bogside de 1969.
lunes, 18 de julio de 2022
El fútbol ruso: en el vacío y sin aficionados
Por Kirill Shulika
Sovetsky Sport*Hasta el momento, pocas personas son conscientes de lo que sucederá con el fútbol ruso en su total aislamiento. Además, tanto del mundo como de sus propios hinchas. No puedes influir mucho, pero puedes salvar el espectáculo, el entretenimiento y crear un lugar donde la gente vaya en momentos difíciles por emociones positivas. Pero por ahora solo queda el deseo de los funcionarios de no mostrar a nadie lo que sucede en los estadios.
Larga prohibición del fútbol ruso
Es simbólico que el día del primer partido de la nueva temporada de la Liga Premier de Rusia (RPL) se diera a conocer la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS), que conservó la prohibición mundial de nuestro fútbol, tanto a nivel de clubes como a nivel de selecciones. Es decir, ahora no quedan mecanismos reales para volver rápidamente a la familia del fútbol.
Los jueces de arbitraje deportivo en su comunicado se centraron en la seguridad de los participantes en la competición, al tiempo que subrayaron que no existe una responsabilidad colectiva por lo que está pasando con los jugadores.
Sin embargo, la cuestión de la seguridad se resuelve de forma bastante sencilla. Los clubes y equipos nacionales de Bielorrusia juegan en campos neutrales y sin espectadores. Así que es más que un problema de seguridad. La participación de clubes y equipos rusos en torneos internacionales podría poner en peligro el principio deportivo. El hecho es que pocas personas están listas para jugar con equipos rusos. Ya en marzo, nuestros potenciales rivales antes de los play-offs, que decidían el destino de los últimos viajes europeos al Mundial, es decir, los polacos, checos y suecos, anunciaron que no jugarían con la selección rusa que tuvo que renunciar a sus ambiciones de participar en el principal evento futbolístico durante cuatro años.
Después de 2014, las selecciones y clubes nacionales de Rusia y Ucrania simplemente se separaron según la parrilla y solo pudieron enfrentarse en los playoffs. Hay tales ejemplos que no están en el espacio postsoviético, por ejemplo, Serbia y Kosovo se están separando. Pero ahora, ¿con quién acomodar el equipo ruso? De hecho, de los países de la Unión Europea, muy probablemente, solo Hungría podría jugar con nuestros equipos, así como Serbia, Turquía y parte de los países postsoviéticos. Tome la Liga de las Naciones, donde los rivales de Rusia podrían ser Israel, Islandia y Albania. Probablemente, habría jugado dos partidos con Israel, y luego los pupilos de Valery Karpin tendrían 12 puntos debido a las derrotas técnicas de sus oponentes. Teóricamente, de esta manera generalmente puedes convertirte en campeón mundial, pero, además, ¿quién necesita ese fútbol, incluso en Rusia? La FIFA y la UEFA simplemente no tienen mecanismos para obligar a alguien a jugar, esto es un asunto puramente voluntario. Por lo tanto, la participación de la selección rusa en torneos internacionales violaría el mismo principio deportivo, donde el ganador no es el que menos juega, debido a las victorias técnicas, sino el más fuerte.
Por supuesto, todo esto afecta la reputación del fútbol ruso y, como resultado, la calidad de los jugadores extranjeros atraídos por los clubes. Además, tras la eliminación de los torneos internacionales y la difícil situación económica, habrá menos dinero en el fútbol ruso. Pero lo principal ni siquiera es eso, sino la incertidumbre. Si todas las prohibiciones por dopaje tuvieran un límite de tiempo establecido, entonces se podrían hacer planes, pero ahora ni una sola persona en el mundo sabe cuándo los rivales de los países de la UE querrán jugar contra los equipos rusos. E incluso cuando esto suceda de repente, seguro que todo comenzará con partidos en campos neutrales y sin aficionados. Especialmente si será posible volar a Rusia solo con una escala en Estambul o Belgrado.
Espera "brasileños de playa"
Es con el aislamiento ni siquiera del fútbol, sino de Rusia en su conjunto, que está relacionada la decisión de la FIFA sobre los legionarios, que pueden rescindir contratos sin penalizaciones. Por supuesto, esto en cierta medida socava el sistema de acuerdos entre clubes y jugadores, pero nuevamente surge el tema de la protección de los derechos de los atletas. ¿Cómo pueden reunirse con sus familias si Rusia tiene conexiones aéreas solo con algunos países?
Pero no todo va bien con el tráfico aéreo dentro de Rusia. Tres equipos de la RPL viajarán a los partidos fuera de casa en tren o en autobús. "Antorcha" de Voronezh fue a Krasnodar, donde el aeropuerto tampoco funciona, en autobús con pernoctación en Rostov-on-Don, y "Rostov" vino en tren a Moscú para jugar con "Dynamo" y permanecerá en él para prepararse para "Lokomotiv" . No es de extrañar que Voronezh y Rostov se hayan convertido en unos de los clubes rusos más modestos en cuanto a número de legionarios.
Al mismo tiempo, es bastante obvio que no hay suficientes jugadores para 16 clubes de la RPL en Rusia. Esto quiere decir que tendremos que llevar legionarios que estén listos para acudir a nosotros, prácticamente sin regateo. Por ejemplo, Krasnodar se llevó al serbio Mihailo Banyac del club TSC Bačka Topola por 1,6 millones de euros. El mejor goleador del campeonato ruso, Hamid Agalarov, a modo de comparación, se fue de Ufa a Akhmat por 1,5 millones de euros y otra mitad del costo de una futura venta.
Los futbolistas en Rusia también tendrán que reducir sus expectativas salariales. Teniendo en cuenta el hecho de que ahora es difícil para ellos conseguir un trabajo incluso en Turquía. Por eso Artem Dziuba y Magomed Ozdoev, que dejaron el Zenit, ahora están sin trabajo. Además, a nadie sorprenderá que el primero acabe en la Primera Liga (FNL) en el Rubin y el segundo en los Urales con sueldos muy inferiores a los de los jugadores del antiguo club.
Otro problema señalado por los agentes fue la dificultad para pagar las transferencias debido al virtual aislamiento del sistema bancario ruso. Esto efectivamente corta el mercado europeo y los reclutadores ahora están mirando a América Latina, África, Serbia, Turquía y Medio Oriente. Por tanto, quienes en los años 90 no encontraban a los “brasileños de playa” en casi todos los clubes, Mukunka y Ogunsanya en el Spartak, podrán disfrutarlos ya, al parecer, a partir de la temporada que arrancó.
En este sentido, fue bastante extraño escuchar ideas sobre expandir la RPL a 18 equipos. Probablemente tenía sentido hablar de la reducción de equipos para aumentar la competencia y, en consecuencia, el entretenimiento. De lo contrario, Zenit ya puede ser felicitado por el campeonato, porque puede mantener con sueldos no a la playa, sino a los mejores brasileños con la experiencia de la selección, que necesitarán jugar con seis equipos, el equipo de San Petersburgo será capaz de hacer frente al resto sin ellos.
Ventilador, ¡vamos!
Debido al aislamiento se ha desarrollado una situación bastante triste no solo en el fútbol, sino en casi todos los ámbitos. Y en ellos el Estado realmente está tratando de asegurarse de que las molestias de los ciudadanos sean mínimas. Por ejemplo, se permiten las importaciones paralelas de una serie de productos y ya se proyectan en los cines copias piratas de películas de Hollywood. En general, para los cines, este tipo de proyecciones son una cuestión de supervivencia. Que al menos algún tipo de película, incluso con el doblaje del legendario hombre con una pinza en la nariz, sea mejor que nada.
Y si los cines pueden atraer espectadores gracias al alivio del Gobierno, los clubes de fútbol, por el contrario, se han encontrado en una situación en la que el Estado bloquea los estadios para los fanáticos.
La Fan-ID se introdujo en el estadio de Rostov desde la primera ronda y, según el entrenador en jefe Valery Karpin, si normalmente se vendían entre 6 y 8 mil boletos de temporada al comienzo de la temporada, este año solo se vendieron mil.
En la primera ronda, jugaron en estadios donde aún no se requiere la identificación de los fanáticos, pero solo dos arenas tenían más de 10 mil espectadores: en Dynamo y en Krasnodar. CSKA no vende entradas para el sector de aficionados en absoluto, y Lokomotiv ha cubierto los asientos para aficionados activos con una pancarta.
Pero puedo compartir mis impresiones de ver el partido en el Parque Petrovsky. Cuando el Dynamo jugó con el Rostov, por primera vez en mi vida escuché claramente lo que el árbitro les decía a los jugadores, porque estaba muy tranquilo sin un sector lleno de fanáticos.
Y por cierto, esto no es solo una cuestión de fútbol. Aficionados jóvenes y candentes acudían al estadio para descargar su energía y emociones. ¿Adónde deberían ir después de la introducción de fan-ID? Dado el hecho de que ahora es posible predecir un aumento de la delincuencia debido a la recesión económica, esta pregunta se vuelve bastante relevante.
Además de reducir el número de aficionados, los clubes también perderán porque el Estado no puede permitir la venta de cerveza en los estadios. Incluso con fan-ID. Algunos expresan temores de que los fanáticos comiencen a golpearse entre sí. Al mismo tiempo, se emite una “identificación de aficionado” a Roman Shirokov, quien fue condenado por golpear a un árbitro y recientemente descalificado por la Federación de Fútbol de Moscú por insultar a los árbitros en un torneo juvenil en el que jugaba su hijo. Por cierto, en ninguno de los dos partidos se vendió cerveza.
*Publicado originalmente en ruso. Traducción de David Moreno.
sábado, 18 de septiembre de 2021
¡Falcao sí, Presa no!
Falcao García debutó este 18 de septiembre en el triunfo por 3-0 ante el Getafe. El delantero samario ingresó en el segundo tiempo y marcó el tercer gol.
domingo, 5 de julio de 2020
"Que la industria del fútbol no descubra que puede prescindir de los espectadores": Bielsa
Marcelo Bielsa dijo en una rueda de prensa que desea "que la industria del fútbol no descubra que puede prescindir de los espectadores".
El técnico argentino, actual entrenador del Leeds United en la segunda división del fútbol inglés, se refirió a la reanudación de las ligas europeas sin público en las gradas debido a la pandemia del coronavirus.
"Sinceramente no recuerdo haber pasado por una situación de este tipo de jugar sin público. Sería injusto no valorar lo que el aficionado representa para cada equipo", explicó.
Con la declaratoria de la pandemia, la mayoría de ligas de fútbol profesional suspendieron las competiciones. Algunas de ellas se han reanudado sin la presencia de hinchas en los estadios, como el caso de Inglaterra.
Esta situación excepcional ha sido criticada por agrupaciones de aficionados, que consideran que jugar a puerta cerrada protege los intereses económicos de las transmisiones televisivas, mientras deja de lado a los hinchas y los reduce a telespectadores.
domingo, 17 de mayo de 2020
"No hay fútbol sin hinchas": protestas en la Bundesliga tras su reanudación
Por Claudio Mauri
La Nación
Futbolistas y directores técnicos que reanudaron este fin de semana la competencia oficial en la Bundesliga coincidieron en señalar que sintieron nostalgia por los hinchas, que disputar los partidos a puertas cerradas no fue lo mismo, que el fútbol deja de ser un integrador social. El regreso a la actividad en Alemania, mientras en otros países europeos se pulen los protocolos para que la pelota empiece a rodar en junio, estuvo fuertemente condicionado por las necesidades de los clubes de seguir contando con los ingresos por derechos de televisación. En la Bundesliga, las entidades ya cobraron toda la temporada, pero si no completan las nueve fechas que restaban desde la cancelación por la pandemia del coronavirus debían devolver 300 millones de euros.
Grupos de hinchas de diversos clubes europeos, organizados para elaborar un manifiesto titulado "Paren el fútbol, no hay fútbol sin hinchas", se resisten a convertirse en meros telespectadores, se oponen a que la industria se vuelva a poner en marcha sin que se los tenga en cuenta como actores presenciales en los estadios. Y exponen que "el negocio del fútbol" los deja de lado.
Esos simpatizantes disconformes ocupan los sectores populares en los estadios y comparten tendencias políticas: son de izquierda y proclaman consignas anticapitalistas. En el estadio de Colonia, que este domingo recibió al Mainz, se dio una situación ambivalente. Por un lado, un grupo de hinchas protestó en las inmediaciones del Rhein Energie Stadion, donde exhibieron pancartas con las inscripciones "Nuestro dinero es más importante que tu salud" y "Bundesliga a cualquier precio". Incluso se registró algún incidente que motivó la intervención de la policía. Pero dentro del estadio, sobre los asientos de varias plateas reposaban las camisetas y bufandas de alrededor mil hinchas que se distancian de los más contestatarios.
St. Pauli, club que en sus estatutos consagra principios antifascistas, antirracistas y antisexistas, con hinchas que en 2017 hicieron un acampe en contra de la cumbre del G20 en Hamburgo, jugó este domingo por la segunda división con un cartel reivindicativo, según informa la agencia AP: "El fútbol vive de los hinchas. Reformas ya". El sábado, en la cancha de Augsburgo se podía leer: "El fútbol sobrevivirá. ¡Su negocio está enfermo!". En Berlín, donde Unión Berlín, un club de clase obrera que ascendió en la última temporada, recibió a Bayern Munich con hinchas en las adyacencias, pero sin manifestaciones.
En la semana, una encuesta del Instituto Demoscópico Infratest entre más de 1000 personas había dado por resultado que el 56 por ciento de los consultados prefería que la Bundesliga no se reanudase, mientras un 31 por ciento estuvo en favor, un 12 se mostró desinteresado por el fútbol y un 1% no respondió. La mayoría, más que reparar en la ausencia de simpatizantes, hacía hincapié en que el fútbol no debía contar con un trato preferente por sobre otras actividades económicas del país.
Manifiesto
En Italia, alrededor de 150 tifosi, que representan a la mayoría de los clubes, crearon un movimientos que día a día suma adherentes de España, Francia, Alemania, Portugal, Rumania, Bosnia, Austria, Bulgaria y Grecia. Todos ellos firmaron el documento público "Paren el fútbol, no hay fútbol sin hinchas", cuyos párrafos más salientes son los siguientes:
"Los Gobiernos declararon el bloqueo total, protegiendo así lo más valioso que tenemos: la salud pública. Consideramos que la paralización absoluta del fútbol europeo es más que razonable. En cambio, quienes lo manejan han expresado un solo objetivo: comenzar de nuevo. Creemos firmemente que solo los intereses económicos entran en juego. Esto se confirma por el hecho de que los campeonatos deberían comenzar de nuevo a puerta cerrada, sin el corazón de este deporte popular: los hinchas. Pedimos a los organismos competentes que mantengan suspendidas las competiciones, hasta que ir a un estadio vuelva a ser un hábito libre de riesgos para la salud colectiva. Hoy el fútbol se considera más como una industria que como un deporte. Las televisiones de pago mantienen a los clubes bajo control, en un sistema basado única y exclusivamente en los intereses comerciales y personales. Si no se reduce, provocará la muerte del fútbol. Todo esto tiene que cambiar. Estamos listos para tratar con los que están en funciones, para devolver el fútbol a sus orígenes, para volver a vivir nuestra mayor pasión en primera persona, para asegurarnos de que esto se convierta nuevamente en UN DEPORTE POPULAR".
La semana pasada, tifosi de Torino, vinculados con la clase trabajadora de Turin, ciudad cuya burguesía está representada por Juventus, hicieron una pintada en contra de los dirigentes: "El verdadero virus que hay que erradicar es a ustedes, que quieren volver a jugar".
Mientras algunos hinchas están disgustados con la vuelta del fútbol a puertas cerradas, la televisión alemana tuvo récords de audiencia con los encuentros del sábado. Registró un 24,7 por ciento de share, que representa más de seis millones de televidentes, de los cuales 3,7 millones son de pago. En sistema abierto se transmite lo que se denomina como "carrusel", con imágenes en vivo de todos los partidos. Christian Seifert, CEO de la Bundesliga, respiró aliviado: "Sin partidos, no hay dinero de la televisión. Y sin esos ingresos, varios clubes van a ir a la bancarrota dentro de pocos meses".
jueves, 5 de marzo de 2020
Rebelión en la Bundesliga por censura a protestas contra Hopp, el multimillonario que controla el Hoffenheim
La Bundesliga vive una oleada de protestas contra la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y contra el dueño mayoritario del club Hoffenheim, Dietmar Hopp. Los hinchas cuestionan la omisión de la regla “50+1” de la liga alemana, que protege a los equipos de ser monopolizados por un accionista mayoritario.
Hopp, multimillonario fundador de la compañía de software SAP, obtuvo una excepción a la norma y se convirtió en “mecenas” del Hoffenheim, lo que ha desatado manifestaciones en los partidos de la Bundesliga. Los aficionados también rechazan las sanciones impuestas a raíz de las críticas contra Hopp.
La chispa que prendió la rebelión fue el veto de la federación a hinchas del Borussia Dortmund por lanzar cantos ofensivos contra Hopp. Un hecho que fue repudiado por las tribunas del Borussia Mönchengladbach en la fecha antepasada.
El 29 de febrero, la protesta fue retomada por los aficionados del Bayern, que desplegaron una pancarta crítica de la DFB y de Hopp. Ese día, también hubo protestas de las hinchadas de Borussia Dortmund y de Friburgo.
El domingo pasado, en las tribunas del Unión Berlín se alzaron pancartas contra las sanciones y contra Hopp. El árbitro detuvo el juego en dos ocasiones. Por altavoces se amenazó con suspender el partido.
*Con información de AP.
miércoles, 22 de enero de 2020
Los barristas le ponen pasión al paro
Por LaSillaVacia.com
Las movilizaciones sociales que reiniciaron ayer tienen como motor un descontento múltiple y difuso, y se han movido gracias a diferentes grupos organizados, que van más allá de los sindicatos u organizaciones sociales que tradicionalmente impulsan la movilización. Uno de los más visibles, y también más sorprendentes, son los barristas de fútbol.
Es sorprendente porque la percepción usual es que las barras de fútbol tienen que ver con violencia e ilegalidad (luchando contra eso, sus líderes rechazan el apelativo "barras bravas"), y no con activismo político ni posturas ideológicas, una asociación que quizás pueden cambiar imágenes como las que se han visto estas semanas.
Por ejemplo, en Bogotá el 21N salieron unos 400 barristas de Santa Fe.
Eso, por no contar la de barristas de Millonarios evitando saqueos en un supermercado al sur de Bogotá durante la escalada de violencia del 22 de noviembre, que junto con las manifestaciones anteriores pueden ayudar a que ser barrista gane legitimidad, y que lo mismo ocurra con el poder que ya han mostrado esos grupos.
¿Por qué salen?
El principal motivo para que los barristas se hayan sumado al paro es uno muy sencillo: la edad.
“Nosotros siempre hemos apoyado los paros, aunque no en masa como lo hemos hecho desde el 21N. Eso se debe sobre todo a que tenemos estudiantes en la barra.” dice Jhon Solano, uno de los líderes de Comandos Azules, la principal barra de Millonarios.
Según explica Diego González, ‘Piojo’, uno de los siete coordinadores de la Guardia Albi Roja Sur, de Santa Fe, la decisión sí incluye la juventud, pero no solamente: dice que se sumaron al 21N “por tres razones: la desfinanciación de la educación superior, porque tenemos muchos estudiantes; y por las posibles reformas pensional y laboral, porque eso afecta a familias como las nuestras”.
Salieron por esos y muchos otros motivos, como nos dijeron varios al preguntarles durante las marchas, pero no salieron solo como jóvenes, sino como barristas. Eso porque ser miembro de una barra da un pegante social fuerte, una sensación de pertenecer a una comunidad, y cuando ella decide salir, algunos que podrían tener menos inclinación a hacerlos se suman.
Como dice un integrante de la barra Frente Radical del Cali (que pidió no citarlo con su nombre para hablar con libertad), “En las barras hay de todo desde droga hasta movimientos culturales, hay delincuencia, gente estudiada, de movimientos sociales, estudiantes, desempleados... hay un encuentro social de gente de estrato 0 hasta el 6. Esa diversidad es lo que le da la potencia, la fuerza y que hace que no se acabe, porque es mucha gente con un mismo ideal y pasión”.
Como tiene esa diversidad y la motivación de la pasión, una barra puede fomentar la inquietud política entre sus miembros.
Así lo explica Maicol Giraldo, miembro de Rexixtenxia Norte, barra del Independendiente Medellín, “las barras europeas han sido un ejemplo en la medida en que nos han hecho “cuestionar y repensar el rol del futbol en la sociedad (...) el fútbol es un lugar transformador de cultura”.
Esa idea de que el fútbol puede transformar la sociedad se concreta en el llamado barrismo social, que ha ido creciendo y las ha llevado a hacer trabajo social en sus ciudades, en los barrios. Por ejemplo, en Rexixtenxia hacen charlas en colegios y barrios marginales para hablar contra la violencia y Fortaleza Leoparda Sur, en Bucaramanga, tiene una fundación desde 2016 para canalizar donaciones para eventos como donar regalos o cuadernos a niños pobres.
Como dice Giraldo, la idea es “utilizar el fútbol como un medio y una excusa para que las personas reaccionen y nos unamos como grupo social organizado”. De hecho, las mismas barras se han organizado y la mayoría de ellas son parte de 'Barras colombianas por la convivencia', un colectivo que busca justamente incentivar esa forma de barrismo, que puede incentivar la sensibilidad social e incluso política.
Eso se nota en cómo terminó la Guardia Albi Roja en el paro, según ‘Piojo’:
“Cuando ya comenzaba a hablarse del paro del 21 de noviembre líderes de parches, por ejemplo de Bosa y Engativá,comenzaron a cuestionar que la barra no se involucrara. Así que dimos el debate y terminamos decidiendo salir, además porque sabíamos que otras barras en otras ciudades iban a salir”.
También se debe a que en otros lados las barras también han ganado liderazgo, como dice David Pombo, líder de la Garra Samaria Norte: “Las barras colombianas tomamos como referencia lo que hacen las barras chilenas, que participan activamente en los eventos sociales del país y fueron claves en las protestas de finales del año pasado”.
Aunque Gustavo Petro les pidió que se sumaran al paro, el liderazgo no viene de él.
“En la barra sí se nota una mayoría antiuribista, pero eso no quiere decir que seamos petristas. Yo, por ejemplo, trabajé en la Alcaldía de Petro como parte del programa Goles en paz, pero ese man me parece un ególatra al que nos tocó decirle en la Alcaldía que así estuviera acompañando nuestros procesos no íbamos a ser un brazo político de él.”, cuenta ‘Piojo’.
Con todo eso, los barristas son un poder nuevo y que puede estar en ascenso, sobre todo en la medida en que el barrismo social sume más miembros y revierta su mala imagen.
Un poder nuevo y creciente
Algunos barristas ya se sienten poderosos. No en el estadio amilanando a un rival, sino en la calle.
“Somos un nuevo poder social que estaba despierto: masas del deporte que estaban siendo mal utilizadas”. dice Giraldo, de Rexixtenxia. Otros barristas suman números.
“El 21N sacamos 1.500 personas oficiales de la barra en Medellín y 10.000 en todo el país, con camisetas, banderas y trapos (pancartas). Un grupo que solo superan los sindicatos y los estudiantes”, dice Felipe Muñoz, de Los del Sur.
Los de Fortaleza Leoparda Sur calculan que llegaron 2 mil personas al punto al que convocaron ellos solos, sin apoyo de otras organizaciones, el 21N; los Comandos Azules calculan haber sumado unas 800 personas en Bogotá; y Luis García, de Barón Rojo Sur del América, cuenta unas 100.
Ese poder ya ha tenido impacto político.
Por ejemplo, Fortaleza Leopardo Sur hizo pedagogía del Acuerdo de La Habana en 2016 y siempre participa en las marchas por el páramo de Santurbán y en 2019 incluso participó como movimiento en elecciones al concejo en cuatro municipios del área metropolitana y apoyaron al hoy alcalde Juan Carlos Cárdenas.
En Bogotá, la Guardia Albi Roja calcula que le puso unos 3 mil votos a Claudia López, tras haberse acercado a tres de las cuatro campañas a la alcaldía de Bogotá y haber logrado mayor conexión con ella (Hollman Morris no los recibió, Carlos Fernando Galán sí y no buscaron a Miguel Uribe porque tuvieron mala relación con Peñalosa).
Y no siempre se mueven hacia los alternativos: en Santa Marta, la Garra Samaria Norte apoyó a Luis Miguel ‘Mello’ Cotes a la Gobernación y no al ganador, el cuestionado Carlos Caicedo, después de que la exsecretaria de Seguridad de Santa Marta, Priscila Zuñiga, se cambió de bando (desde la Alcaldía de Santa Marta Zuñiga los acompañó en varios proyectos sociales e hizo una relación tan cercana que la nombraron “gestora institucional”).
Con esas relaciones más el poder de su activismo y sus números, ya han empezado a presionar cambios.
“A Luis Ernesto Gómez (secretario de Gobierno de Bogotá) lo conocemos desde que era viceministro. Le pedimos cita, dijo que nos recibía y los líderes de las seis barras que hay en Bogotá nos reunimos antes para definir qué propuesta le íbamos a presentar: un programa que quede en el Plan de Desarrollo y por lo tanto que le metan plata, con la idea de llevar a los barrios la paz que ya se vive en los estadios. Ya nos dijeron que sí lo meterán.“, cuenta ‘Piojo’.
Falta ver si eso ocurre y si también logran reivindicaciones como aterrizar el Plan Decenal del Fútbol que hizo el Gobierno Santos, y que pide Jhon Solano, de Comandos Azules, o evitar que los partidos salgan por el nuevo canal premuim Win+ (que cobrará 30 mil pesos mensuales), como pide Edson Rivaldo, líder del Frente Rojiblanco Sur, del Junior de Barranquilla.
Incluso si no lo logran, todo indica que su poder llegó para quedarse.
domingo, 30 de diciembre de 2018
Todos somos Kalidou: contundente mensaje contra el racismo
Por Redacción
Fútbol Rebelde
En el marco de la victoria 3-2 ante Bolonia, la comunidad napolitana apoyó contundentemente al defensor Kalidou Koulibaly, víctima de gestos racistas el pasado 26 de diciembre en la visita al Inter de Milán.
Koulibaly, francés de padres senegaleses, había recibido la provocación de aficionados interistas, que imitaron aullidos de mono cuando tomaba el balón. Reportes de prensa indican que las autoridades del juego fueron alertadas de la situación, pero decidieron proseguir el encuentro.
Finalmente, Koulibaly fue expulsado luego de recibir dos tarjetas amarillas de forma consecutiva, la segunda por el gesto de aplaudir al árbitro al haberlo amonestado. Tras los incidentes, el Inter fue castigado con dos partidos a puerta cerrada, más un tercero sin los aficionados de la tribuna donde se ubican los “ultras”, presuntos autores del gesto racista.
En las afueras del estadio, un enfrentamiento entre hinchas locales, los napolitanos y la policía terminó con un muerto y varios heridos.
Respaldo en San Paolo
Tres días después de los incidentes, la hinchada napolitana se unió en respaldo del jugador, con la consigna #SiamotuttiKalidou (Todos somos Kalidou), y exhibiendo fotografías de Koulibaly en las tribunas del estadio San Paolo.
Carlo Ancelotti, entrenador del Napoli, advirtió que la próxima vez que haya cánticos racistas contra alguno de sus jugadores, retirará el equipo del campo de juego.
Además, varios jugadores repudiaron los gestos racistas y enviaron mensajes solidarios con Koulibaly. Faouzi Ghoulam calentó con la camiseta de la selección de Senegal con el número 26, propia de su compañero, y ya en el encuentro usó el mismo número con el apellido Koulibaly.
Otras personalidades del fútbol italiano rechazaron la agresión y respaldaron al jugador francosenegalés mediante fotos y mensajes en redes sociales, y en declaraciones a los medios de comunicación.
sábado, 10 de noviembre de 2018
Grandes rivalidades: Boca Juniors - River Plate
Por Pablo Aro Geraldes
Se suele decir en la Argentina que los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos. Y en esa broma hay algo de verdad. En el único país (junto a Uruguay) de América Latina que tiene mayor población de origen europeo que autóctono, la mezcla de italianos, españoles, árabes, rusos, ingleses, turcos, constituyó un auténtico crisol de razas de cuya fundición surgió una identidad nacional propia, una forma de ser que en el fútbol distingue al argentino en cualquier parte del planeta: la pasión. Es una manera de vivir el fútbol que nació a finales del siglo XIX, cuando los ingleses amarraban sus buques en el puerto de Buenos Aires y se aventuraban al interior del país para trazar la red ferroviaria. Sin saberlo, en sus horas de ocio contagiaron a la gente de estas tierras el deporte que practicaban con tanto entusiasmo. Y por todo el país se organizaron clubes y equipos. En el 1901 apareció River Plate, en el humilde barrio de La Boca, junto al Río de la Plata. Una zona poblada por trabajadores portuarios de origen mayoritariamente italiano. En 1908 los riverplatenses alcanzaron la Primera División pero la rivalidad más marcada iba creciendo a nivel barrial: en 1905 un grupo de vecinos genoveses había fundado Boca Juniors. Eran años de caballerosidad, propios de los tiempos románticos de una nación que forjaba su destino a un ritmo vertiginoso.
Como destino de todo país del llamado Tercer Mundo, el progreso devino en ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. Y salvando las distancias y con los riesgos y vicios de toda generalización, las clases más acomodadas se fueron identificando con River y los más necesitados tomaron los colores boquenses. Era una rivalidad que trascendía al barrio de La Boca; se había extendido ya por toda Buenos Aires y se conocía en toda la Argentina. Con el ascenso de Boca, llegó el primer choque. Fue el 24 de agosto de 1913 y el calor de la gente no podía estar ausente. Tras la victoria de River ambas hinchadas se trenzaron a golpes y el fuego consumió una bandera de Boca. Ese violento bautismo marcó para siempre la rivalidad. Quien ganara el clásico sería el “dueño” del barrio y algo más.
Pero en 1919 el fútbol nacional se partió en dos y Boca se quedó en la “Asociación Argentina” y River en la “Asociación Amateurs”. Siguieron siete años sin el derby hasta que el 4 de diciembre de 1927 volvieron a chocar. Ganó Boca, como lo seguiría haciendo sobre el final del amateurismo y al principio de la era profesional, que comenzó en 1931. La paternidad se acentuaba, pero el profesionalismo le permitió a River reforzarse y consiguió el pase de Bernabé Ferreyra, el goleador del momento. El alto costo de la transacción le impuso a los riverplatense el mote de “millonarios”. Además, el club se había mudado al elegante Barrio Norte, una zona donde se levantaron las mansiones de los acaudalados de Buenos Aires. Boca, fiel al barrio que lo vio nacer, seguía cerca del puerto, una zona que se inunda rápidamente con las crecidas del Río de la Plata. Los rivales le impusieron a Boca el apodo de “bosteros”, por los desbordes de las cloacas. Lejos de ofenderse, los boquenses lo adoptaron con orgullo y lo conservan. Igual, la broma preferida de los visitantes a La Bombonera es ir al partido con un barbijo. O como hizo durante años Ángel Labruna, quien como jugador, técnico y emblema de River ingresaba a la cancha apretándose su nariz.
El atajo a la gloria
En la historia de Boca y de River hubo jugadores geniales, únicos. Citar a Diego Maradona y Daniel Passarella es una pequeña muestra de los nombres que desfilaron por ambos clubes y se ganaron la admiración de los hinchas. Pero hay otros, cuya trayectoria no fue tan brillante, que se subieron al podio de los favoritos a fuerza de sus actuaciones en el clásico. Labruna fue el gran verdugo de Boca durante los años 40 y 50, y con sus 16 goles se convirtió en el máximo anotador de la historia del “clásico de los clásicos”, como lo bautizó un relator. Pero Boca tuvo un vengador venido del Brasil, Paulo Valentim. Cuando llegó en 1960, Alberto Armando, presidente de Boca, le pidió: “usted hágale goles a River; de los otros partidos no se preocupe”, y el hombre le hizo caso: enfrentó ocho veces a River y le metió 10 goles. Se fue en 1964, pero quedó en la memoria de todos los boquenses. La idolatría se había transformado en canción: “Tim, Tim, Tim... gol de Valentim”, entonaba La Bombonera.
Pero no sólo los goles reservan un lugar en el podio de los corazones de los aficionados de uno y otro equipo. La fidelidad a una camiseta fue siempre reconocida, como le ocurrió a Reinaldo Merlo quien en 35 ocasiones se calzó la banda roja para enfrentar a Boca (1969/84). El xeneize con más clásicos fue Silvio Marzolini con 29 partidos (1960/72). El mismo récord de clásicos lo alcanzó el genial arquero Hugo Gatti, pero repartido entre los dos clubes: 7 en River y 22 en Boca, a lo largo de sus 25 años ininterrumpidos en Primera. Curiosamente Gatti fue querido por todas las hinchadas, pero en la mayoría de los casos, los “traidores” sufren las mismas consecuencias que padeció Figo en su visita a Barcelona con los colores del Real Madrid. Otros casos de grandes jugadores que representaron a los dos clubes más poderosos de la Argentina fueron José Manuel Moreno, Alfredo Rojas, Carlos Morete, Oscar Trossero, Alberto Tarantini, Ricardo Gareca, Oscar Ruggeri, Carlos Tapia, Julio Olarticoechea, Gabriel Batistuta y Claudio Caniggia.
En el siglo XXI
Los clásicos se acumulaban por decenas y las supremacías se alternaban. Todo es motivo de discusión entre River y Boca: la cantidad de convocados a la selección, el tamaño de sus estadios, la fidelidad de sus hinchas, las pintadas de los paredones, el tamaño de las banderas... Es que Boca-River no se vive sólo en la cancha: faltando una semana para el encuentro todo el país habla del partido. Los diarios lo palpitan en sus páginas, los bohemios lo imaginan en las mesas de los bares, los chicos lo sueñan en el colegio y en cada puesto de trabajo se apuesta por el resultado. Hace décadas que este clásico trasciende a Buenos Aires, tanto como que los hinchas de uno y otro están por todo el país. Los de Boca se autodenominan “la mitad más uno”, los de River suman títulos y se autoproclaman “el campeón del siglo”. Y se juega un duelo de ingenio. Cuando River en los años '60 perdió la final de la Copa Libertadores, los de Boca comenzaron a llamarlos “gallinas”. Los de River adoptaron el sobrenombre y responden con imágenes de un cerdo vestido de azul y amarillo. Cuando en 1996 River viajó a Tokio para disputar la Copa Intercontinental, los boquenses agotaron en las tiendas deportivas todas las camisetas de Juventus, su adversario de turno. Lo mismo pasó en el 2000 con las del Real Madrid, compradas por los de River. Entre ellos no existe “el orgullo nacional”. No importa contra qué país se compita, el de Boca quiere una derrota de River y viceversa.
Y cuando llega el encuentro nadie quiere perdérselo. En el único partido argentino en el que se recauda más de un millón de dólares, no importan los vaivenes de la economía nacional y aunque el precio de las entradas se duplica, se agotan. Tampoco importa el maltrato de la policía y los hinchas harán colas desde la madrugada para reservarse su lugar. El derby también bate récords de abonos a la TV codificada (pay per view). Si las tribunas están llenas, los sectores de prensa también: no sólo estarán los medios de toda la Argentina, también habrá periodistas de Europa, Japón, los Estados Unidos y toda Suramérica.
La pasión atrapa a todos: los técnicos hacen declaraciones victoriosas, los diputados suspenden sus sesiones, las revistas se agotan... No importa que se juegue por el campeonato local, la Copa Libertadores o un torneo veraniego, todos quieren ganar. Lamentablemente este fervor a veces se traduce en violencia, ya sea por las tristemente conocidas “barras bravas” o por los cantos xenófobos hacia los inmigrantes paraguayos y bolivianos, en su mayoría identificados con Boca.
De padres e hijos
Existe una forma argentina de bromear: la “cargada”. Tras cada partido aparecen los chistes. De regreso al trabajo o a la escuela, el perdedor debe soportar las burlas de sus amigos. Una modalidad que tomo fuerza en la última década fue la de los afiches callejeros. Cuando River sumó su 29º título local, Buenos Aires amaneció empapelada con carteles con la bandera y la leyenda “Gracias por otra alegría”. Pero el 2000 fue el año de Boca y sus hinchas disfrutaron tanto sus victorias como la impotencia de sus “primos”. Ante la avalancha de triunfos boquenses, los de River no disimulaban su malestar y un hincha anónimo mandó a imprimir afiches en los que se veía una gallina recostada en un diván de psicólogo. Nada resumía mejor los estados de ánimo. El 17 de diciembre Boca ganó un nuevo campeonato y la dedicatoria fue al histórico rival: “Ya se acerca Nochebuena / Ya se acerca Navidad / Para todas las gallinas... el regalo de Papá”. La paternidad siempre fue motivo de cargadas. Hoy, el historial dice que de alrededor de 170 partidos, Boca ganó siete más que River. Pero cada década la tendencia se revierte y todos saben que el fútbol siempre da revancha. Eso sí, lo peor que le puede pasar a un hincha de Boca es que su hijo se identifique con River, lo mismo a la inversa. Por eso es una costumbre asociar al bebé antes de que deje el hospital donde acaba de nacer. Así saldrá al mundo con su carnet para que en su adultez pueda decir con orgullo: “soy hincha desde la cuna”.
Bienvenidos a la fiesta
El estadio Munumental (donde se disputó la final del Mundial '78) es la casa de River; una obra imponente enclavada en Núñez, un barrio residencial de clase alta. A pocos kilómetros, La Bombonera es una caja de resonancia en la que se siente como en ningún otro lado la presión de los hinchas. Por las humildes y pintorescas calles de sus alrededores ya se respira el ambiente del fútbol. Cada cancha tiene su secreto. En River esa majestuosa inmensidad que intimida a los rivales, en Boca esa sensación de que el público viste la camiseta número 12.
Desde un satélite que orbite la Tierra sería muy fácil distinguir cuándo se enfrentan Boca y River: Buenos Aires, la gran capital con sus 11 millones de habitantes, va deteniendo su ritmo febril, se aletarga, se enmudece. Todo el calor, el sonido y el color queda reducido a un punto, que según el fixture estará en Núñez o La Boca. Y después de 90 minutos de juego, ese calor y ese sonido invadirán las calles de Buenos Aires y de cada pueblo y ciudad de la Argentina, pero sólo un par de colores adornarán la fiesta. Será todo azul y amarillo o todo blanco y rojo, allí se terminará el arco iris del fútbol. Hasta el próximo clásico.
Versión en español del artículo publicado en la revista FIFA Magazine, en febrero de 2001. Tomado de: http://arogeraldes.blogspot.com/
jueves, 21 de septiembre de 2017
Jugadores del St. Pauli defienden a su hinchada de agresión rival
Varios jugadores y miembros del cuerpo técnico del St. Pauli confrontaron a los ultras del Holstein Kiel que buscaban atacar a su afición.
En el Holstein Stadion, unos 30 hinchas del equipo local invadieron el campo para lanzar bengalas contra la parcial de St. Pauli y pretendieron robar una de sus banderas, que fue recuperada por los propios futbolistas del club del barrio rojo de Hamburgo.
Pese a los incidentes, el partido se jugó con normalidad y el St. Pauli se impuso 1-0 con gol de Johannes Flum.
St. Pauli es un club expresamente antifascista y actualmente compite en la segunda división de Alemania. Su identidad es compartida por toda la institución, incluidas hinchada, jugadores y empleados.
martes, 4 de abril de 2017
San Mamés exige justicia para Iñigo Cabacas
Por Naiz
La grada de animación que lleva el nombre de Iñigo Cabacas ha repartido 10.000 cartulinas con la cara del joven aficionado fallecido tras recibir un pelotazo de la Ertzaintza en 2012.
Al cumplirse el minuto 28, miles de aficionados han levantado esos carteles para reclamar justicia para Iñigo Cabacas y apoyar a sus amigos y familiares.
Precisamente, este mes se cumplen cinco años de su muerte después de haber recibido el impacto de una pelota de goma lanzada por la Policía autonómica mientras se encontraba celebrando el pase del Athletic a las semifinales de la Europa League tras ganar al Schalke 04 en San Mamés.
Esta misma semana, se ha conocido que tres mandos de la Ertzaintza serán juzgados por el homicidio imprudente del joven.