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domingo, 10 de agosto de 2025

Sergio Blanco: Antifascista militante

Fundador del Frente Antifascista de Suba y parte de una generación redskin que entendió que la lucha contra el fascismo se libra en los barrios, en las canchas y en la organización popular.


Por Revuelta Radio

Las calles de Bogotá están más frías hoy, el 6 de agosto de 2025, la música y el caos se mezclaron en el Movistar Arena de Bogotá. Lo que debía ser una noche de cumbia villera con Damas Gratis terminó en una batalla campal organizada por unos pocos. Sergio Blanco, compañero, militante antifascista y luchador incansable por la justicia social, fue arrebatado por la violencia que tanto combatió. Su nombre no es solo una línea en las noticias: es símbolo de resistencia, de coherencia y de entrega a la clase obrera.

Según testimonios de su hermana Mónica y sus compañeras, Sergio ni siquiera alcanzó a entrar al concierto. Grupos de barras bravas, armados con cuchillos y palos, iniciaron una cacería contra hinchas de equipos contrarios. En medio del pánico, Sergio y sus amigas intentaron defenderse con lo que tenían—piedras contra armas—pero la desproporción era brutal. En el intento por escapar de las brutales agresiones falleció Sergio, arrollado por un vehículo en las calles aledañas al recinto (hecho que no debe quedar impune por un conductor que huyó después de arrollarlo).

Militante de hechos, no de palabras, Sergio, conocido como Blanco o Blanquito, fue miembro fundador del Frente Antifascista Suba (FAS) y parte de una generación de redskins que entendió que la lucha contra el fascismo no se libra solo en consignas, sino en las aceras, en los barrios, en las canchas y en la organización popular. No era un idealista de escritorio: era un hombre de acción.

Desde la Localidad Z-11 en Bogotá, trabajó incansablemente para tejer redes de solidaridad, demostrando que su compromiso con los oprimidos iba más allá de lo discursivo. Creía en el pueblo organizado, y por eso dedicó su vida a construir poder desde abajo.

Fútbol, punk y resistencia

Para Sergio, el fútbol no era solo un juego: era un espacio de lucha de clases. Como hincha de Santa Fe, vivió la pasión del estadio como un territorio más donde el fascismo intenta avanzar, y donde la resistencia obrera debe plantarse firme. Sabía que en las gradas, como en las calles, la organización y la solidaridad son el único antídoto contra el odio.

Dentro de La Guardia Albi-Roja Sur y como integrante del Parche 10 siempre promovió el barrismo social y se caracterizó porque impulsaba actividades para hinchas en condición de discapacidad. Además también estuvo vinculado al programa Aguante Popular por la Vida del Ministerio de la Igualdad, donde trabajaba para transformar el fútbol en herramienta de inclusión. Promovía el diálogo entre barras, demostrando que el respeto y la organización popular son posibles incluso en las canchas.

Su militancia también estuvo ligada a la contracultura. Seguidor de la escena punk y skinhead antifascista, entendió que la música no es solo ruido: es un arma para despertar conciencias. La música no sonaba solo en sus audífonos, sino en su corazón combativo.

La mejor forma de frenar al enemigo es con el ejemplo

Blanco no predicaba lo que no practicaba. Era humilde, sencillo y leal, un hombre que jamás dio la espalda a sus compañeros ni a sus principios. Como padre, hijo, hermano y amigo, dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron. Su coherencia era su escudo.

Hoy, mientras el poder intenta reducir su muerte a un “incidente”, los que lo conocen saben que Sergio Blanco cayó luchando. No fue una víctima pasiva: fue un militante que enfrentó al sistema hasta el final.

Memoria, dignidad y justicia

El mejor homenaje que podemos hacerle no es solo recordarlo, sino seguir su ejemplo:

– Organizándonos en nuestros territorios.

– Confrontando al fascismo en todas sus formas.

– Defendiendo los espacios populares, desde las canchas hasta los barrios.

La mejor forma de frenar a los enemigos de la clase obrera es con el ejemplo y la militancia activa.

¡Hasta la victoria siempre, compañero!

lunes, 10 de marzo de 2025

Hinchadas argentinas se suman a las marchas de los jubilados

Se acumulan los llamados por redes sociales para que participen del reclamo. El gobierno amenazó con “medidas especiales” a quienes participen.


Por La Nación

La marcha de los miércoles que realizan jubilados para reclamar mejoras en sus haberes sumó la semana pasada la presencia de un puñado de hinchas de Chacarita Juniors, en un movimiento que esta semana promete multiplicarse a partir de la convocatoria a simpatizantes de otros clubes, un llamado que corre por las redes sociales en imágenes decoradas con los más variados escudos, tanto de instituciones de la Liga Profesional de fútbol como de los torneos de ascenso.

En los últimos días, circularon invitaciones para marchar de sectores de las parcialidades de Boca, River, Independiente, Racing, Estudiantes, Gimnasia y Esgrima La Plata, Argentinos Juniors, Tigre, Lanús, Ferro Carril Oeste, All Boys, Atlanta, Temperley, Almirante Brown, Excursionistas, Deportivo Morón, Quilmes, Nueva Chicago, Los Andes, entre otros clubes. Las consignas suelen ser similares y van desde frases como “Estamos con los jubilados” o “Iremos a la marcha”, hasta otras más provocadoras, como “Basta de pegarles a nuestros viejos” o “Si tocan a los viejos, qué quilombo se va a armar”, además de la sentencia de Diego Maradona: “Tenemos que ser muy cagones para no defender a los jubilados” (que el exfutbolista pronunció en 1992, durante un tumulto cuando le robaron una gorra en plena calle, mientras se desarrollaba una marcha de jubilados y pensionados).

Algunas de las convocatorias lanzadas en los últimos días llevan las firmas de ciertos sectores de las parcialidades, como los casos del “Movimiento Peronista Riverplatense” o los “Hinchas de Gimnasia Autoconvocados”, pero en su mayoría se trata de mensajes sin una firma por detrás, más allá del escudo de cada institución.

La movilización de hinchas frente al Congreso generó reparos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que adelantó medidas contra “los barras” que decidan participar. “A los barras les vamos a encontrar una medida especial. Ya tenemos el derecho de admisión, le vamos a encontrar una medida especial si comienzan a ir”, dijo en declaraciones a LN+. “Si querés ir y quedarte parado, podés quedarte parado. Le levantás una mano a un policía y vas preso”, abundó, en un reportaje con Infobae.

No se espera que en la manifestación de los jubilados se presenten barrabravas reconocidos, aunque no se descarta la presencia de segundas o terceras líneas, y de hinchas sin pertenencia a las barras, como lo son los agrupados en peñas, según comentó a LA NACION un dirigente político al tanto del armado y la articulación de los hinchas.

Entre figuras del fútbol también circularon mensajes de apoyo al reclamo de los jubilados. Héctor “Negro” Enrique, campeón del mundo en 1986, felicitó a los hinchas de Chacarita que se hicieron presentes el miércoles pasado, cuando hubo enfrentamientos con la policía, que intentaba impedir que la manifestación interrumpiera el tránsito. “Saludar y agradecer a los hinchas de Chacarita que se pusieron a la par de los jubilados, no para pelear pero sí para que nuestros jubilados y jubiladas no se se sientan más solos. Y ojalá se sumen más hinchas e hinchadas”, dijo Enrique en un video.

En la marcha de la semana pasada también se vieron hinchas del Deportivo Laferrere (hinchada amiga de Chacarita). Algunos simpatizantes de Vélez Sársfield se mostraron en el lugar.

El director técnico Ángel Cappa apuntó contra Bullrich por sus advertencias antes de la manifestación del miércoles. “Ya mandó más de mil policías contra la gente mayor que reclama lo justo, lo que les roban, lo que les quitan y les corresponde. Ahora dice que los que van son barras que producen violencia. Y, generalmente, en las manifestaciones Bullrich introduce infiltrados para provocar”, sostuvo el exentrenador de Huracán, River, Racing y Gimnasia y esgrima La Plata, entre otros clubes.

martes, 25 de febrero de 2025

Tarjeta roja a Israel: campaña se toma las gradas del mundo

La consigna "Show Israel the red card" se exhibe en estadios de todo el globo.


A raíz de un llamamiento de Green Brigade, barra del Celtic de Glasgow, hinchas de todo el mundo iniciaron la campaña "Saca tarjeta roja a Israel".

Esta iniciativa busca presionar a las autoridades del fútbol, en concreto a la Uefa y a la Fifa, para que prohiban la participación israelí en sus competiciones hasta que cese le genocidio contra el pueblo palestino.

Los aficionados denuncian el uso de un doble estándar cuando se trata de Israel y exigen que se tomen medidas sancionatorias como las que se han aplicado en el pasado contra otros países, como Rusia y Yugoslavia.

La campaña ha llegado a las tribunas de varios países en todos los continentes, partiendo de Escocia, pasando por España y Chile, y llegando hasta Indonesia y Estados Unidos.

domingo, 19 de mayo de 2024

Exhiben imagen de Gustavo Petro en la final de la Champions League de África

Los hinchas locales expusieron imágenes gigantes en mosaico con figuras a favor de Palestina.



En el duelo de ida de la final de la Champions League de África, los aficionados locales del equipo ES Tunis expresaron su apoyo a los palestinos, exhibiendo imágenes gigantes de dirigentes políticos que se han pronunciado en contra del genocidio en Gaza.

En el mosaico gigante que se expuso en las graderías del estadio donde el ES Tunis se medía al Al-Ahly de Egipto, se alcanzó a reconocer entre los personajes al presidente Gustavo Petro.


Los hinchas le rindieron homenaje a los periodistas que han perdido la vida en su labor en Gaza, como también a rehenes que han sido asesinados en la guerra entre Israel y el movimiento islamita Hamás, que empezó en octubre del año pasado y ya ajusta 6 meses dejando miles de víctimas.

La imagen de Petro aparece en el mosaico que tiene la frase “en el lado correcto de la historia”, junto a estudiantes de Estados Unidos que también se han pronunciado para que paren el genocidio.

Otro mosaico también mostró imágenes de víctimas de la guerra y mensajes para que se dé un alto al fuego en el conflicto palestino-israelí, que ha dejado destrucción y muerte, con afectación para la población civil.

Petro, quien es bastante activo en redes, de inmediato respondió en su cuenta de X. “Cuando en lugares tan remotos para Colombia como Túnez, las hinchadas populares de fútbol levantan las banderas palestinas y entre ellas el rostro del presidente de Colombia, es porque algo bueno hemos hecho. Estar del lado de la justicia y contra el oprobio”.

La semana pasada, el presidente le había pedido a la Comisión Distrital que le dejaran ingresar una bandera gigante de Palestina al estadio El Campín, en el duelo entre Millonarios y Palestino de Chile, por la Copa Libertadores, petición que fue denegada por la Conmebol.

Al final, la bandera gigante fue exhibida en las afueras del estadio por un grupo de manifestantes.

*Tomado de El Colombiano

domingo, 26 de noviembre de 2023

Decepción entre aficionados del St. Pauli por postura sobre Palestina

Varios clubes de hinchas del Sankt Pauli alemán cesaron su actividad en protesta por su comportamiento proisraelí.


Por Camilo Rueda Navarro

Todo un cisma se produjo entre aficionados y simpatizantes del FC Sankt Pauli a raíz de la situación palestina. Varias agrupaciones organizadas, como la de Atenas y Bilbao, cesaron su actividad. Otras, como la de Barcelona, suspendieron su funcionamiento en protesta por la postura que ha tomado la institución de Hamburgo.

“Nos encontramos de repente ante una situación en la que el club que amamos defiende unos valores opuestos a los que siempre hemos defendido, la solidaridad no se puede tomar a la carta, a tu antojo. No puedes ignorar el sufrimiento de Palestina”, expresó el club de fans del St. Pauli de Atenas en un comunicado.

Esto se debe a que el St. Pauli se convirtió en un ícono internacional, al funcionar como un club asambleario donde los socios someten todo a votación, y en el que expresamente asumieron los valores del antifascismo, al antirracismo y el antimachismo. Además, el St. Pauli se había convertido en estandarte de la cultura punk y de los sectores populares habitualmente presentes en su barrio, como marineros y prostitutas.

Por estas razones, miles de personas de todo el mundo volcaron su simpatía hacia él y crearon clubes de fans, presentes en muchos países de todos los continentes. Pero esta situación cambiaría a partir del 7 de octubre pasado, cuando se produjeron los ataques del grupo Hamás en el sur de Israel y la violenta ofensiva israelí contra la Franja de Gaza en represalia.

Mientras el entorno donde tiene simpatías el St. Pauli se solidarizó con Palestina, el club tomó partido por Israel y por las víctimas hebreas, a la vez que acusó al activismo propalestino como “antisemitismo”, con el pretexto de que apoyar al pueblo palestino es apoyar a Hamás. 

“Nos han acusado de apoyar a terroristas, de ser antisemitas, tanto desde el club como desde los clubs de fans con sede en Alemania. No es aceptable. Sentimos vergüenza y tristeza. Se han prohibido manifestaciones y banderas, se ha señalado como antisemita a todo el que no defienda el relato oficial”, dice la comunicación de los aficionados del St. Pauli, al que adhirieron buena parte de clubes internacionales del cuadro pirata.

“En los últimos días hemos visto ataques a compañeros que querían tener un debate crítico. Si sólo puede haber un relato dentro de la afición del St. Pauli, donde se pasa por alto el asesinato de civiles, el apartheid, la ocupación y la colonización, éste ha dejado de ser nuestro espacio”, agrega la misiva.

El Millerntor, estadio del St. Pauli, suele estar decorado con grafitis y calcomanías alusivas al Che Guevara y a consignas antifascistas. Estos últimos días, se agregaron carteles con los rostros de los israelíes secuestrados por Hamás, pero ninguna expresión que se refiera a las miles de víctimas palestinas.

Ruptura con el Celtic

La postura del St. Pauli y su afición en Hamburgo generó también una ruptura con una hinchada con la que tenían una buena y antigua relación, la del Celtic de Glasgow, que siempre porta banderas palestinas. Tras la ofensiva contra Gaza, esta solidaridad provocó incluso un rifirrafe con la directiva del club, que ha intentado prohibir las banderas palestinas para evitar multas.

En respuesta, la afición del St. Pauli mostró una pancarta donde se podía leer “De Gaza a Glasgow, luchamos contra el antisemitismo. Viva Gaza libre de Hamás”. Este desaire provocó la respuesta de los escoceses, que, indignados, acusaron al St. Pauli de haberse convertido en un club hipster.

“A veces da la sensación de que los aficionados del St. Pauli alemanes estarán contentos si se quedan solos y nos vamos a los demás”, dijo un miembro del club de fans del St. Pauli de Glasgow, citado en un reportaje del periodista Toni Padilla, y quien también sigue al Celtic.

“La afición del Celtic es de origen irlandés y entiende a la perfección la problemática de naciones que no tienen reconocimiento o carecen de libertades, por eso apoyamos a Palestina”, opinó.

“Estamos contra el antisemitismo, pero lo que no es posible es que denunciar los crímenes del ejército de Israel o desear que Palestina tenga un estado libre sea tildado de antisemitismo. ¿Cómo hacer grandes comunicados cuando se produjo el ataque de Hamás y casi no decir nada después con los miles de muertos en Gaza? ¿Cómo puedes condenar cada ataque palestino, pero llevar años ignorando lo que ocurre en Palestina?”, agregó.

Este escocés, como muchos otros aficionados, admite que ya no quiere seguir los partidos del St. Pauli y que se siente decepcionado.

El debate suscitado por la causa palestina ha generado distintas reacciones. La mayoría de clubes cesaron acciones, como el de Barcelona, donde se podían seguir los partidos en un local. Otros han decidido desintegrarse totalmente, como el de Bilbao. Algunos más, como Piratas del Sur, con sede en Argentina, han querido mantenerse al margen del debate y en un ambiguo comunicado explicaron que condenan todo acto de violencia y que están con todas las víctimas.

Mientras tanto, otras muchas aficiones han realizado acciones de solidaridad con el martirizado pueblo palestino, que en el primer mes de la ofensiva israelí ha padecido más de diez mil víctimas civiles, entre ellas unos cuatro mil niños. Los ataques han incluido bombardeos de hospitales, colegios y refugios.

viernes, 10 de noviembre de 2023

Sancionan a barra del Celtic por su apoyo a Palestina

Tras un banderazo en partido de la Liga de Campeones, la directiva del club suspendió indefinidamente el ingreso a la barra Green Brigade.


Durante el reciente partido de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid, las gradas del estadio Celtic Park se convirtieron en un mar de banderas palestinas en muestra de solidaridad con las víctimas del ataque israelí en Gaza.

La manifestación fue liderada por Green Brigade, barra del Celtic reconocida por su republicanismo irlandés y su firme respaldo a la causa palestina. La junta directiva del club, políticamente más conservadora que su afición, había instado a desatender la convocatoria de Green Brigade, temiendo sanciones de las autoridades del fútbol. 

Además, el club había prohibido a la Green Brigade asistir a los partidos en condición de visitante. Tras el banderazo ante el Atlético de Madrid, la prohibición se extendió a los partidos de local, lo que abrió un conflicto entre la hinchada y la dirigencia del club de Glasgow.

En una carta a su afición, la institución mencionó varios motivos para la sanción, incluyendo un presunto comportamiento violento y el uso de pirotecnia. Pero la Green Brigade está convencida de que la verdadera razón es su muestra de apoyo a Palestina, según un reportaje del periodista Liam O'Hare.

La directiva, según la Green Brigade, ha expresado previamente su preocupación por su imagen y responsabilidad corporativa hacia los accionistas. A pesar de las medidas disciplinarias, la Green Brigade reafirmó su apoyo inquebrantable a Palestina, alegando que la junta directiva está utilizando otros problemas como una cortina de humo para sancionarlos.

La prohibición ha generado descontento entre los aficionados, y otras agrupaciones como The Celtic Trust y Bhoys Celtic han condenado la medida. Los Bhoys Celtic, incluso, protestaron durante el último juego contra St. Mirren. 

La sanción es indefinida y está pendiente de una revisión adicional. A pesar de las tensiones con la directiva de su equipo, la muestra de solidaridad de los hinchas del Celtic con Palestina sigue firme. La Green Brigade dijo que seguirá respaldando a su pueblo pese a las represalias. Este gesto ha resonado en Gaza, donde la población ha agradecido a los fanáticos del Celtic por este gesto ante su difícil situación. 

El conflicto también plantea preguntas sobre la posición de las autoridades del fútbol en temas políticos, especialmente en comparación con situaciones anteriores, como el apoyo generalizado a Ucrania tras la invasión rusa, y los duros vetos impuestos a clubes y seleccionados rusos en las competencias internacionales. 

Desde el 7 de octubre pasado, en represalia por un ataque del grupo Hamás en el sur de Israel, las Fuerzas Militares de ese estado lanzaron una ofensiva indiscriminada contra la Franja de Gaza, que en un mes ha dejado más de diez mil víctimas palestinas. El operativo ha incluido el bombardeo de blancos civiles, como hospitales, escuelas y refugios.

jueves, 2 de noviembre de 2023

Celtic’s growing feud over Palestine

A chasm grows between the Glasgow club’s board and fans expressing solidarity with Gaza amid Israel’s assault.


By Liam O'Hare
Al Jazeera

The atmosphere at Celtic Park on European nights needs few added extras, the electricity in the air on such occasions is enough to light up the Glasgow skyline several times over.

But as 60,000 Celtic fans flocked to the famous arena last Wednesday evening for the Champions League tie against Atletico Madrid, it was not just anticipation for the game powering the pre-match energy.

As kickoff neared, the stadium transformed into a sea of Palestinian flags, every stand awash with the colours of Palestine in a show of solidarity with those in Gaza under Israeli assault.

A few days before, when Celtic fans displayed Palestinian flags at a domestic away fixture, television networks were accused of purposefully avoiding the display. They had no such option this time. The display was beamed around the world, and quickly shared millions of times on social media.

The main flag bearers, literally and figuratively, are the Green Brigade – an “ultras” group formed in 2006, renowned for their Irish Republicanism and unflinching support for the Palestinian cause.

It’s a position that has attracted many admirers but often puts them at loggerheads with the club’s board, which is more politically conservative than the fanbase.

Fearful of penalties from football’s governing bodies, the club urged fans not to heed the Green Brigade’s call to show support for Palestine at the Atletico Madrid game, releasing a statement asking “that banners, flags and symbols relating to the conflict and those countries involved in it are not displayed at Celtic Park at this time”.

A few days prior to the match, in an apparent warning to the group, Celtic banned the Green Brigade from all away games. Following the display against Atletico Madrid, that ban has been extended to all home games.

In a letter to fans, the club outlined several reasons for the ban, including anti-social behaviour, the use of pyrotechnics and crucially “against Atletico Madrid, another unauthorised display, breaching the restrictions previously communicated”.

For the Green Brigade, there’s little doubt that it was the Palestine display which has led to the ban.

“The other issues are a smokescreen,” the Green Brigade told Al Jazeera. “The club are very clever and cynical. They want to sanction us, they want to punish us. They want to send us a message to try to keep us in line and deter us from doing further action.

But they know very well that on the issue of Palestine, they’re not on strong ground as they don’t have a lot of support amongst the wider fanbase on that issue. So they’re using other issues that they think they will have support on to sanction us.”

The Green Brigade also told Al Jazeera that senior Celtic officials had previously told them privately that they were most concerned with “their corporate image and corporate responsibilities” to shareholders.

“But we’re unashamed of and unequivocal of our support for Palestine and that will continue,” the group said.

“And once again the wider Celtic support showed that they too had the courage and conviction to stand and be counted. To side with the right side of history and voice support for the underdog, which in this case is the Palestinians.”

The club did not respond to Al Jazeera’s requests for comment.

‘They give us hope we’re not alone’

For those familiar with Celtic’s origin story, as a club born from the Irish Catholic diaspora in Scotland, the fans’ solidarity with the assault on Gaza was no surprise. Support for left-wing, anti-imperialist causes among the fanbase is common.

Banning the Green Brigades is a risky escalation by the club, as the group are popular among the wider Celtic support.

Indeed, flags supporting Palestine at Celtic Park predate the group’s formation. Both the shareholders group The Celtic Trust and fellow ultras group Bhoys Celtic have condemned the ban, with the latter staging a walkout in protest at the recent game against St Mirren.

“There will be no return to normality from us while this absurd and entirely avoidable situation is allowed to continue,” Bhoys Celtic said in a statement, suggesting that further walkouts or boycotts could take place.

With the ban on the 300 or so supporters being indefinite “pending further review”, the situation leaves Celtic a club at civil war at a crucial time in the season.

Some fans believe their political displays can occasionally go too far, but all agree that their absence will negatively impact the atmosphere at games.

There is also precedent for Celtic fans uniting on the issue of Palestine. When the Green Brigade showed support for Palestine in a tie against the Israeli club Hapoel Be’er Sheva in 2016, the club were fined by UEFA for the display of “illicit banners”.

The wider fanbase swung behind a fundraising campaign; not to pay the fine, but to support charities in Palestine.

More than 175,000 pounds ($214,000) was raised, which helped to fund the formation of Aida Celtic, a football team in Aida refugee camp in Bethlehem, the occupied West Bank. The links established then have solidified in the seven years since, with regular exchange visits made as part of a deepening of fans’ education of the Palestine issue.

Indeed, while the Celtic board may have shifted uncomfortably in their seats as they saw the Palestinian flags unfurled last Wednesday, the intended recipients of the gesture, the people of Gaza, welcomed it warmly.

“We thank Celtic fans for this stand and for their ongoing solidarity to the Palestinian people in Gaza,” Hazem Tabash, the manager of the Benn’a Sports Club in Gaza told Al Jazeera, who saw the images online despite Israel’s communication blackouts and widespread bombing in the besieged territory.

The Benn’a youth centre’s footballers have played previously in green and white hoops of Celtic.

But its pitch currently lies desolate, if not destroyed. Located near the border fence in the eastern Gaza Strip, all staff and volunteers were forced to flee when the Israeli bombing started on October 7, after Hamas launched deadly attacks in Israel that killed 1,405 people, most of whom were Israeli civilians.

Israel’s retaliatory attacks have killed at least 9,061 people, including 3,760 children.

“[The fans’] actions are important to raise awareness of the public in Western countries where governments give Israel full support to continue its crimes against Palestinians in Gaza,” Tabash said of the display at Celtic Park. “They also help to support us Palestinians on the ground, giving us some hope that we are not alone.

“I call for all fans who believe in justice and freedom to follow the steps of Celtic fans and ask your governments to act immediately to stop this genocide and stop the double standards and the bias when it comes to the Palestine-Israel conflict.”

Accusations of double standards relate not just to how governments are acting on this matter, but also to football authorities. There was widespread support for Ukraine in the footballing world when it was invaded by Russia last year. Indeed, Russian clubs were even banned from European competition.

But a very different approach is taken to any display of support for Palestinians.

“Why are the football authorities uncomfortable with football fans expressing solidarity with the Palestinian people?” said David Webber, a senior research fellow at Solent University specialising in football and politics.

“UEFA and FIFA were quite quick to exclude Russia from international competition and club competition. But we don’t see that same treatment of Israel. Does it really just boil down to the fact the Palestinians are brown and not white?”

“It’s all part of trying to neutralise football as a product but what that does is it starves the game of its authenticity. The values that the fans have matter and are inextricable to the clubs they support. However much the clubs might want to expunge it, these values are not just left at the turnstile.”

The Green Brigade, meanwhile, told Al Jazeera they intend to stick to their motto: Until The Last Rebel.

“The political class like to tell working-class people that they don’t know what they’re talking about or that they can’t have an opinion on certain issues,” they said.

“We’re a proudly politically conscious group. We won’t be dictated to by anyone.”

viernes, 25 de agosto de 2023

"Derrotar a los nazis": afición del Aris de Grecia

Aficionados del Aris griego, durante el partido contra el Dynamo de Kiev, exhiben pancartas pidiendo derrotar al Batallón Azov.


Por Bruno Matapay

Durante el primer partido de la tercera ronda de clasificación de la Liga Conferencia entre el Aris griego y el Dynamo de Kiev, los aficionados del equipo griego colocaron en las gradas pancartas con las inscripciones "Derrotar a los nazis de Azov" y "Patea a los nazis fuera del fútbol". El resultado del partido fue la derrota del equipo de Ucrania por 0-1. El único gol lo marcó el delantero del Aris Luis Palma, que convirtió de penalti.

Según los medios ucranianos, pronto los fanáticos tuvieron que enrollar pancartas que eran objetables para la agenda occidental, pero los medios de comunicación ya habían logrado capturarlas, en relación con lo cual estalló un escándalo. 

A pesar de la tendencia general de impulsar la “agenda ucraniana” en deportes inicialmente apolíticos, muchos aficionados ya están cansados ​​de esto y se atreven a expresar su opinión independiente.

Azov es reconocida como una organización terrorista, prohibida en la Federación de Rusia.

lunes, 19 de septiembre de 2022

La Green Brigade y tres momentos de reivindicación histórica

El conflicto norirlandés, las Brigadas Internacionales y el repudio a la Corona Británica fueron avivados en las gradas por la afición del Celtic.


Por Camilo Rueda Navarro

La afición del Celtic de Glasgow, y en particular la barra Green Brigade, han estado figurando en medios deportivos y en las redes sociales el último mes, remarcando su identidad política.

Primero fue en el clásico de la ciudad, el célebre Old Firm ante el Rangers. En esta ocasión, la agrupación exhibió un mosaico que evoca el conflicto norirlandés: un niño con máscara antigas y una bomba molotov, originada en una fotografía captada en la Batalla del Bogside de 1969.

La imagen original se produjo en medio de revueltas entre residentes católicos del barrio Bogside, en Derry, y la policía. Los disturbios se prolongaron por tres días y causaron varios muertos y centenares de heridos. La llamada Batalla del Bogside agudizó el conflicto entre nacionalistas republicanos y unionistas probritánicos.

La foto del niño se volvió un ícono de Bogside y años después fue recreada en uno de los murales de Derry, un sector identificado con el nacionalismo irlandés. Este 4 de septiembre fue revivida en una bandera desplegada por la Green Brigade, barra del Celtic, acompañada por el eslogan “Today we dare to win” (Hoy nos atrevemos a ganar).

Que viva la República

En el partido siguiente, las banderas del Celtic volvieron a recorrer los pantallazos y registros fotográficos. Esta vez ante el Real Madrid, en partido por la Liga de Campeones de Europa. Entre el verde y blanco del Celtic, ondeó la bandera de las Brigadas Internacionales, que reunieron a combatientes de múltiples nacionalidades que se vincularon al bando republicano en la Guerra Civil Española (1936-1939).

Para luchar contra el franquismo, miles de voluntarios de todo el mundo se vincularon a las brigadas, entre ellos británicos e irlandeses, cuyo legado es motivo de honores, como este del Celtic.

¡Aplaude!

La hinchada del Celtic siguió dando de qué hablar tras la muerte de la reina británica Isabel II. En otro partido de la Liga de Campeones, y tras la muerte de la monarca, exhibió una bandera con la frase “Fuck the Crown” (Que se joda la Corona).

Mientras que la UEFA abrió un proceso contra el Celtic por esta pancarta, la Liga Escocesa optó por cambiar el tradicional minuto de silencio por uno de aplausos en el partido de este club ante el St. Mirren. Con esta medida se buscaba neutralizar un eventual abucheo de la parcial verde.


Sin embargo, se produjo un nuevo saboteo al tributo real, pues la afición del Celtic desplegó una nueva pancarta que decía “If you hate the royal family, clap your hands” (Si odias a la familia real, aplaude), a la vez que entonaba cantos con este mismo llamado, haciendo una ingeniosa burla de quienes se sumaron a los aplausos por la fallecida monarca.

Si bien el Celtic tiene su sede en territorio escocés, su origen está fuertemente entrelazado con la migración irlandesa del siglo XIX, identificada con el catolicismo y el republicanismo antimonárquico.

lunes, 18 de julio de 2022

El fútbol ruso: en el vacío y sin aficionados

Ha comenzado el campeonato de fútbol ruso más inusual y al mismo tiempo más triste.


Por Kirill Shulika

Sovetsky Sport*

Hasta el momento, pocas personas son conscientes de lo que sucederá con el fútbol ruso en su total aislamiento. Además, tanto del mundo como de sus propios hinchas. No puedes influir mucho, pero puedes salvar el espectáculo, el entretenimiento y crear un lugar donde la gente vaya en momentos difíciles por emociones positivas. Pero por ahora solo queda el deseo de los funcionarios de no mostrar a nadie lo que sucede en los estadios.

Larga prohibición del fútbol ruso

Es simbólico que el día del primer partido de la nueva temporada de la Liga Premier de Rusia (RPL) se diera a conocer la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS), que conservó la prohibición mundial de nuestro fútbol, ​​tanto a nivel de clubes como a nivel de selecciones. Es decir, ahora no quedan mecanismos reales para volver rápidamente a la familia del fútbol.

Los jueces de arbitraje deportivo en su comunicado se centraron en la seguridad de los participantes en la competición, al tiempo que subrayaron que no existe una responsabilidad colectiva por lo que está pasando con los jugadores.

Sin embargo, la cuestión de la seguridad se resuelve de forma bastante sencilla. Los clubes y equipos nacionales de Bielorrusia juegan en campos neutrales y sin espectadores. Así que es más que un problema de seguridad. La participación de clubes y equipos rusos en torneos internacionales podría poner en peligro el principio deportivo. El hecho es que pocas personas están listas para jugar con equipos rusos. Ya en marzo, nuestros potenciales rivales antes de los play-offs, que decidían el destino de los últimos viajes europeos al Mundial, es decir, los polacos, checos y suecos, anunciaron que no jugarían con la selección rusa que tuvo que renunciar a sus ambiciones de participar en el principal evento futbolístico durante cuatro años.

Después de 2014, las selecciones y clubes nacionales de Rusia y Ucrania simplemente se separaron según la parrilla y solo pudieron enfrentarse en los playoffs. Hay tales ejemplos que no están en el espacio postsoviético, por ejemplo, Serbia y Kosovo se están separando. Pero ahora, ¿con quién acomodar el equipo ruso? De hecho, de los países de la Unión Europea, muy probablemente, solo Hungría podría jugar con nuestros equipos, así como Serbia, Turquía y parte de los países postsoviéticos. Tome la Liga de las Naciones, donde los rivales de Rusia podrían ser Israel, Islandia y Albania. Probablemente, habría jugado dos partidos con Israel, y luego los pupilos de Valery Karpin tendrían 12 puntos debido a las derrotas técnicas de sus oponentes. Teóricamente, de esta manera generalmente puedes convertirte en campeón mundial, pero, además, ¿quién necesita ese fútbol, ​​incluso en Rusia? La FIFA y la UEFA simplemente no tienen mecanismos para obligar a alguien a jugar, esto es un asunto puramente voluntario. Por lo tanto, la participación de la selección rusa en torneos internacionales violaría el mismo principio deportivo, donde el ganador no es el que menos juega, debido a las victorias técnicas, sino el más fuerte.

Por supuesto, todo esto afecta la reputación del fútbol ruso y, como resultado, la calidad de los jugadores extranjeros atraídos por los clubes. Además, tras la eliminación de los torneos internacionales y la difícil situación económica, habrá menos dinero en el fútbol ruso. Pero lo principal ni siquiera es eso, sino la incertidumbre. Si todas las prohibiciones por dopaje tuvieran un límite de tiempo establecido, entonces se podrían hacer planes, pero ahora ni una sola persona en el mundo sabe cuándo los rivales de los países de la UE querrán jugar contra los equipos rusos. E incluso cuando esto suceda de repente, seguro que todo comenzará con partidos en campos neutrales y sin aficionados. Especialmente si será posible volar a Rusia solo con una escala en Estambul o Belgrado.

Espera "brasileños de playa"

Es con el aislamiento ni siquiera del fútbol, ​​sino de Rusia en su conjunto, que está relacionada la decisión de la FIFA sobre los legionarios, que pueden rescindir contratos sin penalizaciones. Por supuesto, esto en cierta medida socava el sistema de acuerdos entre clubes y jugadores, pero nuevamente surge el tema de la protección de los derechos de los atletas. ¿Cómo pueden reunirse con sus familias si Rusia tiene conexiones aéreas solo con algunos países?

Pero no todo va bien con el tráfico aéreo dentro de Rusia. Tres equipos de la RPL viajarán a los partidos fuera de casa en tren o en autobús. "Antorcha" de Voronezh fue a Krasnodar, donde el aeropuerto tampoco funciona, en autobús con pernoctación en Rostov-on-Don, y "Rostov" vino en tren a Moscú para jugar con "Dynamo" y permanecerá en él para prepararse para "Lokomotiv" . No es de extrañar que Voronezh y Rostov se hayan convertido en unos de los clubes rusos más modestos en cuanto a número de legionarios.

Al mismo tiempo, es bastante obvio que no hay suficientes jugadores para 16 clubes de la RPL en Rusia. Esto quiere decir que tendremos que llevar legionarios que estén listos para acudir a nosotros, prácticamente sin regateo. Por ejemplo, Krasnodar se llevó al serbio Mihailo Banyac del club TSC Bačka Topola por 1,6 millones de euros. El mejor goleador del campeonato ruso, Hamid Agalarov, a modo de comparación, se fue de Ufa a Akhmat por 1,5 millones de euros y otra mitad del costo de una futura venta.

Los futbolistas en Rusia también tendrán que reducir sus expectativas salariales. Teniendo en cuenta el hecho de que ahora es difícil para ellos conseguir un trabajo incluso en Turquía. Por eso Artem Dziuba y Magomed Ozdoev, que dejaron el Zenit, ahora están sin trabajo. Además, a nadie sorprenderá que el primero acabe en la Primera Liga (FNL) en el Rubin y el segundo en los Urales con sueldos muy inferiores a los de los jugadores del antiguo club.

Otro problema señalado por los agentes fue la dificultad para pagar las transferencias debido al virtual aislamiento del sistema bancario ruso. Esto efectivamente corta el mercado europeo y los reclutadores ahora están mirando a América Latina, África, Serbia, Turquía y Medio Oriente. Por tanto, quienes en los años 90 no encontraban a los “brasileños de playa” en casi todos los clubes, Mukunka y Ogunsanya en el Spartak, podrán disfrutarlos ya, al parecer, a partir de la temporada que arrancó.

En este sentido, fue bastante extraño escuchar ideas sobre expandir la RPL a 18 equipos. Probablemente tenía sentido hablar de la reducción de equipos para aumentar la competencia y, en consecuencia, el entretenimiento. De lo contrario, Zenit ya puede ser felicitado por el campeonato, porque puede mantener con sueldos no a la playa, sino a los mejores brasileños con la experiencia de la selección, que necesitarán jugar con seis equipos, el equipo de San Petersburgo será capaz de hacer frente al resto sin ellos.

Ventilador, ¡vamos!

Debido al aislamiento se ha desarrollado una situación bastante triste no solo en el fútbol, ​​sino en casi todos los ámbitos. Y en ellos el Estado realmente está tratando de asegurarse de que las molestias de los ciudadanos sean mínimas. Por ejemplo, se permiten las importaciones paralelas de una serie de productos y ya se proyectan en los cines copias piratas de películas de Hollywood. En general, para los cines, este tipo de proyecciones son una cuestión de supervivencia. Que al menos algún tipo de película, incluso con el doblaje del legendario hombre con una pinza en la nariz, sea mejor que nada.

Y si los cines pueden atraer espectadores gracias al alivio del Gobierno, los clubes de fútbol, ​​por el contrario, se han encontrado en una situación en la que el Estado bloquea los estadios para los fanáticos.

La Fan-ID se introdujo en el estadio de Rostov desde la primera ronda y, según el entrenador en jefe Valery Karpin, si normalmente se vendían entre 6 y 8 mil boletos de temporada al comienzo de la temporada, este año solo se vendieron mil.

En la primera ronda, jugaron en estadios donde aún no se requiere la identificación de los fanáticos, pero solo dos arenas tenían más de 10 mil espectadores: en Dynamo y en Krasnodar. CSKA no vende entradas para el sector de aficionados en absoluto, y Lokomotiv ha cubierto los asientos para aficionados activos con una pancarta.

Pero puedo compartir mis impresiones de ver el partido en el Parque Petrovsky. Cuando el Dynamo jugó con el Rostov, por primera vez en mi vida escuché claramente lo que el árbitro les decía a los jugadores, porque estaba muy tranquilo sin un sector lleno de fanáticos.

Y por cierto, esto no es solo una cuestión de fútbol. Aficionados jóvenes y candentes acudían al estadio para descargar su energía y emociones. ¿Adónde deberían ir después de la introducción de fan-ID? Dado el hecho de que ahora es posible predecir un aumento de la delincuencia debido a la recesión económica, esta pregunta se vuelve bastante relevante.

Además de reducir el número de aficionados, los clubes también perderán porque el Estado no puede permitir la venta de cerveza en los estadios. Incluso con fan-ID. Algunos expresan temores de que los fanáticos comiencen a golpearse entre sí. Al mismo tiempo, se emite una “identificación de aficionado” a Roman Shirokov, quien fue condenado por golpear a un árbitro y recientemente descalificado por la Federación de Fútbol de Moscú por insultar a los árbitros en un torneo juvenil en el que jugaba su hijo. Por cierto, en ninguno de los dos partidos se vendió cerveza.

*Publicado originalmente en ruso. Traducción de David Moreno.



sábado, 18 de septiembre de 2021

¡Falcao sí, Presa no!

Un ruidoso abucheo al presidente del Rayo Vallecano le amargó su presentación de Falcao García.


El repudio a Martín Presa se hizo sentir en la presentación oficial del goleador colombiano Radamel Falcao García como jugador del Rayo Vallecano, este 16 de septiembre en Madrid.

Los gritos "¡Presa vete ya!" y "Falcao sí, Presa no!" aturdieron la bienvenida del nuevo delantero al club del barrio obrero de Vallecas.

El empresario y actual presidente de la institución intentó hablar en la ceremonia, pero fue interrumpido por silbidos y abucheos de la parcial vallecana, en especial de la barra Bukaneros, reconocida por su postura antifascista y reivindicativa.


Presa lleva una década en el club y, durante su gestión, los precios de boletería han aumentado considerablemente, a la par que se han reducido los beneficios para los aficionados.

También se le critica no contar con un plan deportivo para el equipo, por lo cual se han debilitado sus divisiones inferiores y no ha logrado mantenerse en la primera división (a la que regresa esta temporada).

Bukaneros denunció, además, que varias ocasiones se ha retrasado con el pago de nómina del club y que no ha reembolsado el valor de los abonos no disfrutados por la pandemia.

El rechazo llegó a los peores niveles en abril pasado, cuando invitó a políticos de Vox, un partido de extrema derecha, al estadio del club, reconocido por su arraigo en un barrio tradicionalmente obrero y antifascista. Por el hecho, Bukaneros organizó una protesta.

Falcao García debutó este 18 de septiembre en el triunfo por 3-0 ante el Getafe. El delantero samario ingresó en el segundo tiempo y marcó el tercer gol.

domingo, 5 de julio de 2020

"Que la industria del fútbol no descubra que puede prescindir de los espectadores": Bielsa

El entrenador Marcelo Bielsa considera "injusto" dejar de valorar lo que el aficionado representa.


Marcelo Bielsa dijo en una rueda de prensa que desea "que la industria del fútbol no descubra que puede prescindir de los espectadores".

El técnico argentino, actual entrenador del Leeds United en la segunda división del fútbol inglés, se refirió a la reanudación de las ligas europeas sin público en las gradas debido a la pandemia del coronavirus.

"Sinceramente no recuerdo haber pasado por una situación de este tipo de jugar sin público. Sería injusto no valorar lo que el aficionado representa para cada equipo", explicó.

Con la declaratoria de la pandemia, la mayoría de ligas de fútbol profesional suspendieron las competiciones. Algunas de ellas se han reanudado sin la presencia de hinchas en los estadios, como el caso de Inglaterra.

Esta situación excepcional ha sido criticada por agrupaciones de aficionados, que consideran que jugar a puerta cerrada protege los intereses económicos de las transmisiones televisivas, mientras deja de lado a los hinchas y los reduce a telespectadores.

domingo, 17 de mayo de 2020

"No hay fútbol sin hinchas": protestas en la Bundesliga tras su reanudación

Aficionados se resisten a convertirse en meros telespectadores.



Por Claudio Mauri
La Nación

Futbolistas y directores técnicos que reanudaron este fin de semana la competencia oficial en la Bundesliga coincidieron en señalar que sintieron nostalgia por los hinchas, que disputar los partidos a puertas cerradas no fue lo mismo, que el fútbol deja de ser un integrador social. El regreso a la actividad en Alemania, mientras en otros países europeos se pulen los protocolos para que la pelota empiece a rodar en junio, estuvo fuertemente condicionado por las necesidades de los clubes de seguir contando con los ingresos por derechos de televisación. En la Bundesliga, las entidades ya cobraron toda la temporada, pero si no completan las nueve fechas que restaban desde la cancelación por la pandemia del coronavirus debían devolver 300 millones de euros.

Grupos de hinchas de diversos clubes europeos, organizados para elaborar un manifiesto titulado "Paren el fútbol, no hay fútbol sin hinchas", se resisten a convertirse en meros telespectadores, se oponen a que la industria se vuelva a poner en marcha sin que se los tenga en cuenta como actores presenciales en los estadios. Y exponen que "el negocio del fútbol" los deja de lado.

Esos simpatizantes disconformes ocupan los sectores populares en los estadios y comparten tendencias políticas: son de izquierda y proclaman consignas anticapitalistas. En el estadio de Colonia, que este domingo recibió al Mainz, se dio una situación ambivalente. Por un lado, un grupo de hinchas protestó en las inmediaciones del Rhein Energie Stadion, donde exhibieron pancartas con las inscripciones "Nuestro dinero es más importante que tu salud" y "Bundesliga a cualquier precio". Incluso se registró algún incidente que motivó la intervención de la policía. Pero dentro del estadio, sobre los asientos de varias plateas reposaban las camisetas y bufandas de alrededor mil hinchas que se distancian de los más contestatarios.

St. Pauli, club que en sus estatutos consagra principios antifascistas, antirracistas y antisexistas, con hinchas que en 2017 hicieron un acampe en contra de la cumbre del G20 en Hamburgo, jugó este domingo por la segunda división con un cartel reivindicativo, según informa la agencia AP: "El fútbol vive de los hinchas. Reformas ya". El sábado, en la cancha de Augsburgo se podía leer: "El fútbol sobrevivirá. ¡Su negocio está enfermo!". En Berlín, donde Unión Berlín, un club de clase obrera que ascendió en la última temporada, recibió a Bayern Munich con hinchas en las adyacencias, pero sin manifestaciones.

En la semana, una encuesta del Instituto Demoscópico Infratest entre más de 1000 personas había dado por resultado que el 56 por ciento de los consultados prefería que la Bundesliga no se reanudase, mientras un 31 por ciento estuvo en favor, un 12 se mostró desinteresado por el fútbol y un 1% no respondió. La mayoría, más que reparar en la ausencia de simpatizantes, hacía hincapié en que el fútbol no debía contar con un trato preferente por sobre otras actividades económicas del país.

Manifiesto

En Italia, alrededor de 150 tifosi, que representan a la mayoría de los clubes, crearon un movimientos que día a día suma adherentes de España, Francia, Alemania, Portugal, Rumania, Bosnia, Austria, Bulgaria y Grecia. Todos ellos firmaron el documento público "Paren el fútbol, no hay fútbol sin hinchas", cuyos párrafos más salientes son los siguientes:

"Los Gobiernos declararon el bloqueo total, protegiendo así lo más valioso que tenemos: la salud pública. Consideramos que la paralización absoluta del fútbol europeo es más que razonable. En cambio, quienes lo manejan han expresado un solo objetivo: comenzar de nuevo. Creemos firmemente que solo los intereses económicos entran en juego. Esto se confirma por el hecho de que los campeonatos deberían comenzar de nuevo a puerta cerrada, sin el corazón de este deporte popular: los hinchas. Pedimos a los organismos competentes que mantengan suspendidas las competiciones, hasta que ir a un estadio vuelva a ser un hábito libre de riesgos para la salud colectiva. Hoy el fútbol se considera más como una industria que como un deporte. Las televisiones de pago mantienen a los clubes bajo control, en un sistema basado única y exclusivamente en los intereses comerciales y personales. Si no se reduce, provocará la muerte del fútbol. Todo esto tiene que cambiar. Estamos listos para tratar con los que están en funciones, para devolver el fútbol a sus orígenes, para volver a vivir nuestra mayor pasión en primera persona, para asegurarnos de que esto se convierta nuevamente en UN DEPORTE POPULAR".

La semana pasada, tifosi de Torino, vinculados con la clase trabajadora de Turin, ciudad cuya burguesía está representada por Juventus, hicieron una pintada en contra de los dirigentes: "El verdadero virus que hay que erradicar es a ustedes, que quieren volver a jugar".

Mientras algunos hinchas están disgustados con la vuelta del fútbol a puertas cerradas, la televisión alemana tuvo récords de audiencia con los encuentros del sábado. Registró un 24,7 por ciento de share, que representa más de seis millones de televidentes, de los cuales 3,7 millones son de pago. En sistema abierto se transmite lo que se denomina como "carrusel", con imágenes en vivo de todos los partidos. Christian Seifert, CEO de la Bundesliga, respiró aliviado: "Sin partidos, no hay dinero de la televisión. Y sin esos ingresos, varios clubes van a ir a la bancarrota dentro de pocos meses".

jueves, 5 de marzo de 2020

Rebelión en la Bundesliga por censura a protestas contra Hopp, el multimillonario que controla el Hoffenheim

Hinchadas del fútbol alemán repudian que la federación deje de aplicar la regla 50+1 y en cambio imponga sanciones a la afición.


La Bundesliga vive una oleada de protestas contra la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y contra el dueño mayoritario del club Hoffenheim, Dietmar Hopp. Los hinchas cuestionan la omisión de la regla “50+1” de la liga alemana, que protege a los equipos de ser monopolizados por un accionista mayoritario.

Hopp, multimillonario fundador de la compañía de software SAP, obtuvo una excepción a la norma y se convirtió en “mecenas” del Hoffenheim, lo que ha desatado manifestaciones en los partidos de la Bundesliga. Los aficionados también rechazan las sanciones impuestas a raíz de las críticas contra Hopp.


La chispa que prendió la rebelión fue el veto de la federación a hinchas del Borussia Dortmund por lanzar cantos ofensivos contra Hopp. Un hecho que fue repudiado por las tribunas del Borussia Mönchengladbach en la fecha antepasada.

El 29 de febrero, la protesta fue retomada por los aficionados del Bayern, que desplegaron una pancarta crítica de la DFB y de Hopp. Ese día, también hubo protestas de las hinchadas de Borussia Dortmund y de Friburgo.

El domingo pasado, en las tribunas del Unión Berlín se alzaron pancartas contra las sanciones y contra Hopp. El árbitro detuvo el juego en dos ocasiones. Por altavoces se amenazó con suspender el partido.

*Con información de AP.

miércoles, 22 de enero de 2020

Los barristas le ponen pasión al paro

Se sumaron al 21N por tres razones: la desfinanciación de la educación superior y por las posibles reformas pensional y laboral.


Por LaSillaVacia.com

Las movilizaciones sociales que reiniciaron ayer tienen como motor un descontento múltiple y difuso, y se han movido gracias a diferentes grupos organizados, que van más allá de los sindicatos u organizaciones sociales que tradicionalmente impulsan la movilización. Uno de los más visibles, y también más sorprendentes, son los barristas de fútbol.

Es sorprendente porque la percepción usual es que las barras de fútbol tienen que ver con violencia e ilegalidad (luchando contra eso, sus líderes rechazan el apelativo "barras bravas"), y no con activismo político ni posturas ideológicas, una asociación que quizás pueden cambiar imágenes como las que se han visto estas semanas.

Por ejemplo, en Bogotá el 21N salieron unos 400 barristas de Santa Fe.



Y también hubo de Millonarios; en Medellín lo hicieron hinchas del Nacional y el DIM. Y en Santa Marta los del Unión. En Cali, incluso, las barras del América y el Cali, usualmente rivales, se sumaron para apoyar la marcha.

Eso, por no contar la de barristas de Millonarios evitando saqueos en un supermercado al sur de Bogotá durante la escalada de violencia del 22 de noviembre, que junto con las manifestaciones anteriores pueden ayudar a que ser barrista gane legitimidad, y que lo mismo ocurra con el poder que ya han mostrado esos grupos.

¿Por qué salen?

El principal motivo para que los barristas se hayan sumado al paro es uno muy sencillo: la edad.

“Nosotros siempre hemos apoyado los paros, aunque no en masa como lo hemos hecho desde el 21N. Eso se debe sobre todo a que tenemos estudiantes en la barra.” dice Jhon Solano, uno de los líderes de Comandos Azules, la principal barra de Millonarios.

Según explica Diego González, ‘Piojo’, uno de los siete coordinadores de la Guardia Albi Roja Sur, de Santa Fe, la decisión sí incluye la juventud, pero no solamente: dice que se sumaron al 21N “por tres razones: la desfinanciación de la educación superior, porque tenemos muchos estudiantes; y por las posibles reformas pensional y laboral, porque eso afecta a familias como las nuestras”.

Salieron por esos y muchos otros motivos, como nos dijeron varios al preguntarles durante las marchas, pero no salieron solo como jóvenes, sino como barristas. Eso porque ser miembro de una barra da un pegante social fuerte, una sensación de pertenecer a una comunidad, y cuando ella decide salir, algunos que podrían tener menos inclinación a hacerlos se suman.

Como dice un integrante de la barra Frente Radical del Cali (que pidió no citarlo con su nombre para hablar con libertad), “En las barras hay de todo desde droga hasta movimientos culturales, hay delincuencia, gente estudiada, de movimientos sociales, estudiantes, desempleados... hay un encuentro social de gente de estrato 0 hasta el 6. Esa diversidad es lo que le da la potencia, la fuerza y que hace que no se acabe, porque es mucha gente con un mismo ideal y pasión”.

Como tiene esa diversidad y la motivación de la pasión, una barra puede fomentar la inquietud política entre sus miembros.

Así lo explica Maicol Giraldo, miembro de Rexixtenxia Norte, barra del Independendiente Medellín, “las barras europeas han sido un ejemplo en la medida en que nos han hecho “cuestionar y repensar el rol del futbol en la sociedad (...) el fútbol es un lugar transformador de cultura”.

Esa idea de que el fútbol puede transformar la sociedad se concreta en el llamado barrismo social, que ha ido creciendo y las ha llevado a hacer trabajo social en sus ciudades, en los barrios. Por ejemplo, en Rexixtenxia hacen charlas en colegios y barrios marginales para hablar contra la violencia y Fortaleza Leoparda Sur, en Bucaramanga, tiene una fundación desde 2016 para canalizar donaciones para eventos como donar regalos o cuadernos a niños pobres.

Como dice Giraldo, la idea es “utilizar el fútbol como un medio y una excusa para que las personas reaccionen y nos unamos como grupo social organizado”. De hecho, las mismas barras se han organizado y la mayoría de ellas son parte de 'Barras colombianas por la convivencia', un colectivo que busca justamente incentivar esa forma de barrismo, que puede incentivar la sensibilidad social e incluso política.

Eso se nota en cómo terminó la Guardia Albi Roja en el paro, según ‘Piojo’:

“Cuando ya comenzaba a hablarse del paro del 21 de noviembre líderes de parches, por ejemplo de Bosa y Engativá,comenzaron a cuestionar que la barra no se involucrara. Así que dimos el debate y terminamos decidiendo salir, además porque sabíamos que otras barras en otras ciudades iban a salir”.

También se debe a que en otros lados las barras también han ganado liderazgo, como dice David Pombo, líder de la Garra Samaria Norte: “Las barras colombianas tomamos como referencia lo que hacen las barras chilenas, que participan activamente en los eventos sociales del país y fueron claves en las protestas de finales del año pasado”.

Aunque Gustavo Petro les pidió que se sumaran al paro, el liderazgo no viene de él.

“En la barra sí se nota una mayoría antiuribista, pero eso no quiere decir que seamos petristas. Yo, por ejemplo, trabajé en la Alcaldía de Petro como parte del programa Goles en paz, pero ese man me parece un ególatra al que nos tocó decirle en la Alcaldía que así estuviera acompañando nuestros procesos no íbamos a ser un brazo político de él.”, cuenta ‘Piojo’.

Con todo eso, los barristas son un poder nuevo y que puede estar en ascenso, sobre todo en la medida en que el barrismo social sume más miembros y revierta su mala imagen.

Un poder nuevo y creciente

Algunos barristas ya se sienten poderosos. No en el estadio amilanando a un rival, sino en la calle.

“Somos un nuevo poder social que estaba despierto: masas del deporte que estaban siendo mal utilizadas”. dice Giraldo, de Rexixtenxia. Otros barristas suman números.

“El 21N sacamos 1.500 personas oficiales de la barra en Medellín y 10.000 en todo el país, con camisetas, banderas y trapos (pancartas). Un grupo que solo superan los sindicatos y los estudiantes”, dice Felipe Muñoz, de Los del Sur.

Los de Fortaleza Leoparda Sur calculan que llegaron 2 mil personas al punto al que convocaron ellos solos, sin apoyo de otras organizaciones, el 21N; los Comandos Azules calculan haber sumado unas 800 personas en Bogotá; y Luis García, de Barón Rojo Sur del América, cuenta unas 100.

Ese poder ya ha tenido impacto político.

Por ejemplo, Fortaleza Leopardo Sur hizo pedagogía del Acuerdo de La Habana en 2016 y siempre participa en las marchas por el páramo de Santurbán y en 2019 incluso participó como movimiento en elecciones al concejo en cuatro municipios del área metropolitana y apoyaron al hoy alcalde Juan Carlos Cárdenas.

En Bogotá, la Guardia Albi Roja calcula que le puso unos 3 mil votos a Claudia López, tras haberse acercado a tres de las cuatro campañas a la alcaldía de Bogotá y haber logrado mayor conexión con ella (Hollman Morris no los recibió, Carlos Fernando Galán sí y no buscaron a Miguel Uribe porque tuvieron mala relación con Peñalosa).

Y no siempre se mueven hacia los alternativos: en Santa Marta, la Garra Samaria Norte apoyó a Luis Miguel ‘Mello’ Cotes a la Gobernación y no al ganador, el cuestionado Carlos Caicedo, después de que la exsecretaria de Seguridad de Santa Marta, Priscila Zuñiga, se cambió de bando (desde la Alcaldía de Santa Marta Zuñiga los acompañó en varios proyectos sociales e hizo una relación tan cercana que la nombraron “gestora institucional”).

Con esas relaciones más el poder de su activismo y sus números, ya han empezado a presionar cambios.

“A Luis Ernesto Gómez (secretario de Gobierno de Bogotá) lo conocemos desde que era viceministro. Le pedimos cita, dijo que nos recibía y los líderes de las seis barras que hay en Bogotá nos reunimos antes para definir qué propuesta le íbamos a presentar: un programa que quede en el Plan de Desarrollo y por lo tanto que le metan plata, con la idea de llevar a los barrios la paz que ya se vive en los estadios. Ya nos dijeron que sí lo meterán.“, cuenta ‘Piojo’.

Falta ver si eso ocurre y si también logran reivindicaciones como aterrizar el Plan Decenal del Fútbol que hizo el Gobierno Santos, y que pide Jhon Solano, de Comandos Azules, o evitar que los partidos salgan por el nuevo canal premuim Win+ (que cobrará 30 mil pesos mensuales), como pide Edson Rivaldo, líder del Frente Rojiblanco Sur, del Junior de Barranquilla.

Incluso si no lo logran, todo indica que su poder llegó para quedarse.

domingo, 30 de diciembre de 2018

Todos somos Kalidou: contundente mensaje contra el racismo

Hinchada y jugadores napolitanos respaldaron a Kalidou Koulibaly tras los gestos racistas que recibió en la visita ante el Inter de Milán.


Por Redacción
Fútbol Rebelde

En el marco de la victoria 3-2 ante Bolonia, la comunidad napolitana apoyó contundentemente al defensor Kalidou Koulibaly, víctima de gestos racistas el pasado 26 de diciembre en la visita al Inter de Milán.

Koulibaly, francés de padres senegaleses, había recibido la provocación de aficionados interistas, que imitaron aullidos de mono cuando tomaba el balón. Reportes de prensa indican que las autoridades del juego fueron alertadas de la situación, pero decidieron proseguir el encuentro.

Finalmente, Koulibaly fue expulsado luego de recibir dos tarjetas amarillas de forma consecutiva, la segunda por el gesto de aplaudir al árbitro al haberlo amonestado. Tras los incidentes, el Inter fue castigado con dos partidos a puerta cerrada, más un tercero sin los aficionados de la tribuna donde se ubican los “ultras”, presuntos autores del gesto racista.

En las afueras del estadio, un enfrentamiento entre hinchas locales, los napolitanos y la policía terminó con un muerto y varios heridos.

Respaldo en San Paolo

Tres días después de los incidentes, la hinchada napolitana se unió en respaldo del jugador, con la consigna #SiamotuttiKalidou (Todos somos Kalidou), y exhibiendo fotografías de Koulibaly en las tribunas del estadio San Paolo.

Carlo Ancelotti, entrenador del Napoli, advirtió que la próxima vez que haya cánticos racistas contra alguno de sus jugadores, retirará el equipo del campo de juego.


Además, varios jugadores repudiaron los gestos racistas y enviaron mensajes solidarios con Koulibaly. Faouzi Ghoulam calentó con la camiseta de la selección de Senegal con el número 26, propia de su compañero, y ya en el encuentro usó el mismo número con el apellido Koulibaly.

Otras personalidades del fútbol italiano rechazaron la agresión y respaldaron al jugador francosenegalés mediante fotos y mensajes en redes sociales, y en declaraciones a los medios de comunicación.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Grandes rivalidades: Boca Juniors - River Plate

El superclásico argentino

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Por Pablo Aro Geraldes


Se suele decir en la Argentina que los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos. Y en esa broma hay algo de verdad. En el único país (junto a Uruguay) de América Latina que tiene mayor población de origen europeo que autóctono, la mezcla de italianos, españoles, árabes, rusos, ingleses, turcos, constituyó un auténtico crisol de razas de cuya fundición surgió una identidad nacional propia, una forma de ser que en el fútbol distingue al argentino en cualquier parte del planeta: la pasión. Es una manera de vivir el fútbol que nació a finales del siglo XIX, cuando los ingleses amarraban sus buques en el puerto de Buenos Aires y se aventuraban al interior del país para trazar la red ferroviaria. Sin saberlo, en sus horas de ocio contagiaron a la gente de estas tierras el deporte que practicaban con tanto entusiasmo. Y por todo el país se organizaron clubes y equipos. En el 1901 apareció River Plate, en el humilde barrio de La Boca, junto al Río de la Plata. Una zona poblada por trabajadores portuarios de origen mayoritariamente italiano. En 1908 los riverplatenses alcanzaron la Primera División pero la rivalidad más marcada iba creciendo a nivel barrial: en 1905 un grupo de vecinos genoveses había fundado Boca Juniors. Eran años de caballerosidad, propios de los tiempos románticos de una nación que forjaba su destino a un ritmo vertiginoso.

Como destino de todo país del llamado Tercer Mundo, el progreso devino en ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. Y salvando las distancias y con los riesgos y vicios de toda generalización, las clases más acomodadas se fueron identificando con River y los más necesitados tomaron los colores boquenses. Era una rivalidad que trascendía al barrio de La Boca; se había extendido ya por toda Buenos Aires y se conocía en toda la Argentina. Con el ascenso de Boca, llegó el primer choque. Fue el 24 de agosto de 1913 y el calor de la gente no podía estar ausente. Tras la victoria de River ambas hinchadas se trenzaron a golpes y el fuego consumió una bandera de Boca. Ese violento bautismo marcó para siempre la rivalidad. Quien ganara el clásico sería el “dueño” del barrio y algo más.

Pero en 1919 el fútbol nacional se partió en dos y Boca se quedó en la “Asociación Argentina” y River en la “Asociación Amateurs”. Siguieron siete años sin el derby hasta que el 4 de diciembre de 1927 volvieron a chocar. Ganó Boca, como lo seguiría haciendo sobre el final del amateurismo y al principio de la era profesional, que comenzó en 1931. La paternidad se acentuaba, pero el profesionalismo le permitió a River reforzarse y consiguió el pase de Bernabé Ferreyra, el goleador del momento. El alto costo de la transacción le impuso a los riverplatense el mote de “millonarios”. Además, el club se había mudado al elegante Barrio Norte, una zona donde se levantaron las mansiones de los acaudalados de Buenos Aires. Boca, fiel al barrio que lo vio nacer, seguía cerca del puerto, una zona que se inunda rápidamente con las crecidas del Río de la Plata. Los rivales le impusieron a Boca el apodo de “bosteros”, por los desbordes de las cloacas. Lejos de ofenderse, los boquenses lo adoptaron con orgullo y lo conservan. Igual, la broma preferida de los visitantes a La Bombonera es ir al partido con un barbijo. O como hizo durante años Ángel Labruna, quien como jugador, técnico y emblema de River ingresaba a la cancha apretándose su nariz.

El atajo a la gloria

En la historia de Boca y de River hubo jugadores geniales, únicos. Citar a Diego Maradona y Daniel Passarella es una pequeña muestra de los nombres que desfilaron por ambos clubes y se ganaron la admiración de los hinchas. Pero hay otros, cuya trayectoria no fue tan brillante, que se subieron al podio de los favoritos a fuerza de sus actuaciones en el clásico. Labruna fue el gran verdugo de Boca durante los años 40 y 50, y con sus 16 goles se convirtió en el máximo anotador de la historia del “clásico de los clásicos”, como lo bautizó un relator. Pero Boca tuvo un vengador venido del Brasil, Paulo Valentim. Cuando llegó en 1960, Alberto Armando, presidente de Boca, le pidió: “usted hágale goles a River; de los otros partidos no se preocupe”, y el hombre le hizo caso: enfrentó ocho veces a River y le metió 10 goles. Se fue en 1964, pero quedó en la memoria de todos los boquenses. La idolatría se había transformado en canción: “Tim, Tim, Tim... gol de Valentim”, entonaba La Bombonera.

Pero no sólo los goles reservan un lugar en el podio de los corazones de los aficionados de uno y otro equipo. La fidelidad a una camiseta fue siempre reconocida, como le ocurrió a Reinaldo Merlo quien en 35 ocasiones se calzó la banda roja para enfrentar a Boca (1969/84). El xeneize con más clásicos fue Silvio Marzolini con 29 partidos (1960/72). El mismo récord de clásicos lo alcanzó el genial arquero Hugo Gatti, pero repartido entre los dos clubes: 7 en River y 22 en Boca, a lo largo de sus 25 años ininterrumpidos en Primera. Curiosamente Gatti fue querido por todas las hinchadas, pero en la mayoría de los casos, los “traidores” sufren las mismas consecuencias que padeció Figo en su visita a Barcelona con los colores del Real Madrid. Otros casos de grandes jugadores que representaron a los dos clubes más poderosos de la Argentina fueron José Manuel Moreno, Alfredo Rojas, Carlos Morete, Oscar Trossero, Alberto Tarantini, Ricardo Gareca, Oscar Ruggeri, Carlos Tapia, Julio Olarticoechea, Gabriel Batistuta y Claudio Caniggia.

En el siglo XXI


Los clásicos se acumulaban por decenas y las supremacías se alternaban. Todo es motivo de discusión entre River y Boca: la cantidad de convocados a la selección, el tamaño de sus estadios, la fidelidad de sus hinchas, las pintadas de los paredones, el tamaño de las banderas... Es que Boca-River no se vive sólo en la cancha: faltando una semana para el encuentro todo el país habla del partido. Los diarios lo palpitan en sus páginas, los bohemios lo imaginan en las mesas de los bares, los chicos lo sueñan en el colegio y en cada puesto de trabajo se apuesta por el resultado. Hace décadas que este clásico trasciende a Buenos Aires, tanto como que los hinchas de uno y otro están por todo el país. Los de Boca se autodenominan “la mitad más uno”, los de River suman títulos y se autoproclaman “el campeón del siglo”. Y se juega un duelo de ingenio. Cuando River en los años '60 perdió la final de la Copa Libertadores, los de Boca comenzaron a llamarlos “gallinas”. Los de River adoptaron el sobrenombre y responden con imágenes de un cerdo vestido de azul y amarillo. Cuando en 1996 River viajó a Tokio para disputar la Copa Intercontinental, los boquenses agotaron en las tiendas deportivas todas las camisetas de Juventus, su adversario de turno. Lo mismo pasó en el 2000 con las del Real Madrid, compradas por los de River. Entre ellos no existe “el orgullo nacional”. No importa contra qué país se compita, el de Boca quiere una derrota de River y viceversa.

Y cuando llega el encuentro nadie quiere perdérselo. En el único partido argentino en el que se recauda más de un millón de dólares, no importan los vaivenes de la economía nacional y aunque el precio de las entradas se duplica, se agotan. Tampoco importa el maltrato de la policía y los hinchas harán colas desde la madrugada para reservarse su lugar. El derby también bate récords de abonos a la TV codificada (pay per view). Si las tribunas están llenas, los sectores de prensa también: no sólo estarán los medios de toda la Argentina, también habrá periodistas de Europa, Japón, los Estados Unidos y toda Suramérica.


Gol de Martín Palermo a River Plate por los cuartos de final de la Copa Libertadores del año 2000.

La pasión atrapa a todos: los técnicos hacen declaraciones victoriosas, los diputados suspenden sus sesiones, las revistas se agotan... No importa que se juegue por el campeonato local, la Copa Libertadores o un torneo veraniego, todos quieren ganar. Lamentablemente este fervor a veces se traduce en violencia, ya sea por las tristemente conocidas “barras bravas” o por los cantos xenófobos hacia los inmigrantes paraguayos y bolivianos, en su mayoría identificados con Boca.

De padres e hijos

Existe una forma argentina de bromear: la “cargada”. Tras cada partido aparecen los chistes. De regreso al trabajo o a la escuela, el perdedor debe soportar las burlas de sus amigos. Una modalidad que tomo fuerza en la última década fue la de los afiches callejeros. Cuando River sumó su 29º título local, Buenos Aires amaneció empapelada con carteles con la bandera y la leyenda “Gracias por otra alegría”. Pero el 2000 fue el año de Boca y sus hinchas disfrutaron tanto sus victorias como la impotencia de sus “primos”. Ante la avalancha de triunfos boquenses, los de River no disimulaban su malestar y un hincha anónimo mandó a imprimir afiches en los que se veía una gallina recostada en un diván de psicólogo. Nada resumía mejor los estados de ánimo. El 17 de diciembre Boca ganó un nuevo campeonato y la dedicatoria fue al histórico rival: “Ya se acerca Nochebuena / Ya se acerca Navidad / Para todas las gallinas... el regalo de Papá”. La paternidad siempre fue motivo de cargadas. Hoy, el historial dice que de alrededor de 170 partidos, Boca ganó siete más que River. Pero cada década la tendencia se revierte y todos saben que el fútbol siempre da revancha. Eso sí, lo peor que le puede pasar a un hincha de Boca es que su hijo se identifique con River, lo mismo a la inversa. Por eso es una costumbre asociar al bebé antes de que deje el hospital donde acaba de nacer. Así saldrá al mundo con su carnet para que en su adultez pueda decir con orgullo: “soy hincha desde la cuna”.

Bienvenidos a la fiesta

El estadio Munumental (donde se disputó la final del Mundial '78) es la casa de River; una obra imponente enclavada en Núñez, un barrio residencial de clase alta. A pocos kilómetros, La Bombonera es una caja de resonancia en la que se siente como en ningún otro lado la presión de los hinchas. Por las humildes y pintorescas calles de sus alrededores ya se respira el ambiente del fútbol. Cada cancha tiene su secreto. En River esa majestuosa inmensidad que intimida a los rivales, en Boca esa sensación de que el público viste la camiseta número 12.

Desde un satélite que orbite la Tierra sería muy fácil distinguir cuándo se enfrentan Boca y River: Buenos Aires, la gran capital con sus 11 millones de habitantes, va deteniendo su ritmo febril, se aletarga, se enmudece. Todo el calor, el sonido y el color queda reducido a un punto, que según el fixture estará en Núñez o La Boca. Y después de 90 minutos de juego, ese calor y ese sonido invadirán las calles de Buenos Aires y de cada pueblo y ciudad de la Argentina, pero sólo un par de colores adornarán la fiesta. Será todo azul y amarillo o todo blanco y rojo, allí se terminará el arco iris del fútbol. Hasta el próximo clásico.

Versión en español del artículo publicado en la revista FIFA Magazine, en febrero de 2001. Tomado de: http://arogeraldes.blogspot.com/

jueves, 21 de septiembre de 2017

Jugadores del St. Pauli defienden a su hinchada de agresión rival

Durante el calentamiento previo, ultras del Kiel invaden el campo para agredir a la afición visitante, repelida por futbolistas del St. Pauli, que recuperaron una bandera



Varios jugadores y miembros del cuerpo técnico del St. Pauli confrontaron a los ultras del Holstein Kiel que buscaban atacar a su afición.

En el Holstein Stadion, unos 30 hinchas del equipo local invadieron el campo para lanzar bengalas contra la parcial de St. Pauli y pretendieron robar una de sus banderas, que fue recuperada por los propios futbolistas del club del barrio rojo de Hamburgo.



Pese a los incidentes, el partido se jugó con normalidad y el St. Pauli se impuso 1-0 con gol de Johannes Flum.

St. Pauli es un club expresamente antifascista y actualmente compite en la segunda división de Alemania. Su identidad es compartida por toda la institución, incluidas hinchada, jugadores y empleados.

martes, 4 de abril de 2017

San Mamés exige justicia para Iñigo Cabacas

El recuerdo a Iñigo Cabacas, fallecido hace cinco años a causa de un pelotazo de la Ertzaintza, se ha hecho notar en el partido Athletic-Espanyol. Miles de aficionados mostraron cartulinas con mensajes reclamando justicia



Por Naiz

La grada de animación que lleva el nombre de Iñigo Cabacas ha repartido 10.000 cartulinas con la cara del joven aficionado fallecido tras recibir un pelotazo de la Ertzaintza en 2012.

Al cumplirse el minuto 28, miles de aficionados han levantado esos carteles para reclamar justicia para Iñigo Cabacas y apoyar a sus amigos y familiares.

Precisamente, este mes se cumplen cinco años de su muerte después de haber recibido el impacto de una pelota de goma lanzada por la Policía autonómica mientras se encontraba celebrando el pase del Athletic a las semifinales de la Europa League tras ganar al Schalke 04 en San Mamés.

Esta misma semana, se ha conocido que tres mandos de la Ertzaintza serán juzgados por el homicidio imprudente del joven.