viernes, 5 de junio de 2009
Grandes rivalidades: Celtic – Rangers (Glasgow, Escocia)
Glasgow es el escenario de una de las mayores rivalidades del fútbol mundial. Palpita en ella el conflicto británico-irlandés. Cada equipo de la ciudad es una orilla opuesta: el Celtic es irlandés, católico y de izquierda. Rangers, protestante, probritánico y de derecha. Por eso, este clásico trasciende la esfera del fútbol para convertirse en una explosiva rivalidad religiosa, política y social.
Por Camilo Rueda Navarro
Glasgow recibió por muchos años una gran migración de irlandeses católicos que buscaban una vida mejor. En 1888 la colonia irlandesa en la ciudad funda un equipo de fútbol para recolectar recursos con el objetivo de financiar obras benéficas. Es así que nace el Celtic.
Al lado contrapuesto, un obispo protestante funda el Rangers, con una adscripción británica y protestante. Rangers se convirtió así en el equipo de los que despreciaban a los irlandeses que llegaban a Escocia.
Pronto la rivalidad entre los dos equipos polarizó la ciudad, ya que el Celtic encarnó a los inmigrantes irlandeses y sus descendientes, a los católicos, a los nacionalistas y a los sectores pobres, mientras que el Rangers fue la escuadra de los protestantes, de los unionistas partidarios del imperio británico y de la élite de la ciudad.
A tal nivel llegó la polarización, que la directiva del Rangers determinó como política no contratar jugadores católicos para sus filas. Esta actitud excluyente resultó favoreciendo al Celtic, que con una postura pluralista, se hizo a los mejores jugadores de la ciudad, sin importar su origen religioso. Años después el Rangers debió rectificar esta política que sólo lo perjudicaba.
“Los leones de Lisboa”
En 1967 el Celtic llegó a la cumbre del fútbol internacional. Esa escuadra estaba conformada en su totalidad por jugadores nacidos en Glasgow. Ganó la liga escocesa, la copa de Glasgow y la copa de Europa, y se convirtió en el primer club británico en obtener el más importante título de clubes europeo. Este conjunto, catalogado como uno de los mejores de la historia, se caracterizó por jugar un fútbol ofensivo, creativo y estético.
Esta generación fue bautizada como “los leones de Lisboa” por la heroicidad mostrada en la final europea, disputada en la capital portuguesa frente al Internazionale de Milán, que practicaba el tradicional esquema ultradefensivo italiano. Los interistas se fueron arriba a los siete minutos de juego con un penalti dudoso. De ahí en adelante los italianos defendían a muerte el resultado, pero el Celtic logró empatar a los 18 del segundo tiempo, y consiguió el gol de la victoria apenas a seis minutos del final.
La historia del “Old Firm”
Celtic y Rangers han dominado el fútbol de Escocia. Los dos conjuntos se reparten la casi totalidad de campeonatos de la liga de ése país (entre los dos suman 94 títulos). El clásico o derby es conocido como “Old firm” (la vieja empresa) nombre dado desde principios del siglo XX por la opinión de que ambos conjuntos se benefician económicamente de la antipatía que se profesan. La rivalidad es abismal, pero paradójicamente fuera del campo son uno: negocian todo conjuntamente, como los patrocinios, los derechos de televisión o su eventual ingreso a la Premier League inglesa. Incluso han llevado el mismo patrocinador en sus camisetas a causa de que las empresas no quieren arriesgarse a las pérdidas que traería el saboteo de una u otra hinchada.
En el “Old Firm” suelen haber incidentes, disturbios, arrestos y batallas campales. El juego se programa a mediodía con el fin de evitar que los hinchas lleguen en estado de embriaguez al estadio. Durante la década de 1970 fue particularmente violento.
Las gradas del Celtic Park han sido espacio de la rebeldía de su hinchada, abiertamente izquierdista. Ondean banderas irlandesas e incluso insignias del Ejército Republicano Irlandés. Así mismo, ha hecho amistad con otras hinchadas de izquierda del continente, como la del St. Pauli alemán, el Livorno italiano y el Liverpool inglés. Incluso los hinchas verdes asumieron como propio el himno de éste último, You’ll never walk alone, que es entonado en cada partido.
Por su parte, los hinchas del Rangers enarbolan los símbolos del Reino Unido de Gran Bretaña y están hermanados con el Chelsea, uno de los máximos exponentes del nacionalismo británico. Y para completar entonan cánticos anticatólicos.
Entre política y religión
El portero polaco del Celtic, Artur Boruc, ha sido uno de los símbolos del club. Su nacionalidad está estrechamente vinculada a la religión católica, más por el pontificado de su compatriota Juan Pablo II. Por esto ha protagonizado polémicas en los últimos años. Es el gran héroe para una afición y el elemento más odiado por la otra. Una vez fue sancionado por santiguarse al entrar al campo de juego, por ser considerado esto como una incitación a la violencia.
A raíz de esto, Boro es increpado por las aficiones locales por ser católico polaco. Y para ello cantan contra el Papa difunto como modo de provocación. Como respuesta, en el último clásico, y para celebrar el triunfo, el guardameta lució una camiseta con una foto de Juan Pablo II que decía “Dios bendiga al Papa” con la que se paseó por la cancha saludando a su afición.
El último suceso de ésta rivalidad fue el trágico asesinato de un hincha del Celtic en el municipio de Coleraine, Irlanda del Norte, a manos de una turba de protestantes unionistas, al parecer miembros de un grupo paramilitar probritánico, teóricamente desmovilizado. La víctima fue Kevin McDaid, obrero católico, que fue atacado al regreso de un partido del Celtic.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Excelente artículo. Te felicito por este aporte. Saludos desde Venezuela.
Gran artículo!! Muchas gracias.
Excelente historia de este derby. Que viva el Celtic!!!
Que buen artículo.Felicitaciones!!! me has ayudado mucho
Buen articulo .... vamos glasgow loco !
Publicar un comentario