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domingo, 10 de agosto de 2025

Salah cuestiona el ‘adiós’ de la UEFA al exjugador palestino Suleiman Obeid

Un futbolista de 41 años fue asesinado por las fuerzas israelíes mientras esperaba ayuda humanitaria en Gaza.



Mohamed Salah cuestionó la “despedida” que le dio la UEFA al exfutbolista palestino Suleiman Obeid, quien, según informes, fue asesinado a tiros por fuerzas israelíes mientras esperaba ayuda en Gaza.

"¿Puedes decirnos cómo murió, dónde y por qué?”, preguntó Salah en la red social X.

Salah pedía respuesta a una publicación de la UEFA que decía: “Despedida a Suleiman al-Obeid, el ‘Pelé palestino’. Un talento que dio esperanza a innumerables niños, incluso en los momentos más oscuros”.

Obeid, de 41 años, fue fatalmente herido por disparos de fuerzas israelíes el miércoles mientras esperaba entre multitudes por ayuda cerca de un sitio de distribución en el sur de Gaza, según informó la Asociación de Fútbol de Palestina. Deja atrás a una esposa y cinco hijos.

La oficina de derechos humanos de la ONU dijo el mes pasado que unos 1.400 palestinos han sido asesinados buscando ayuda en Gaza desde mayo, casi todos por fuego israelí.

La campaña aérea y terrestre de Israel ha matado a decenas de miles de personas en Gaza, desplazado a la mayor parte de la población, destruido vastas áreas y empujado al territorio hacia la hambruna.

Con información de AP

martes, 15 de octubre de 2024

El doble rasero de la FIFA con Israel

El organismo rector del fútbol prohibió a Sudáfrica el apartheid y a Rusia invadir Ucrania, pero no hace nada con respecto a Israel.


Redacción
Fútbol Rebelde

La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), organismo rector del fútbol mundial, sigue aplazando una decisión con respecto a Israel por violaciones graves a los derechos humanos y a las infracciones del derecho internacional cometidas por su liga profesional.

Esta situación contrasta con su accionar frente a Rusia. Cuando este país atacó Ucrania en febrero del 2022, la FIFA prohibió, en tiempo récord, que sus seleccionados y clubes participaran en torneos internacionales. Tan sólo tomó cuatro días para que la FIFA y la UEFA tomaran esta drástica determinación, mientras que lleva más de un año eludiendo una decisión sobre la demanda de la Asociación Palestina de Fútbol para que suspenda a Israel.

“Hasta la fecha, los jefes del fútbol no han expresado esos sentimientos de solidaridad con la población de Gaza, donde más de 41.000 personas han sido asesinadas por las Fuerzas de Defensa de Israel”, dicen los periodistas Jules Boykoff y Dave Zirin en un reportaje sobre el tema publicado en la revista The Nation.

Según la Asociación Palestina de Fútbol, con corte a julio del 2024 iban 343 deportistas palestinos asesinados por Israel desde la ofensiva del 7 de octubre del 2023. Entre ellos, sobresalen los jugadores de fútbol, con 242 víctimas.

La inacción de la FIFA es similar a la actitud del Comité Olímpico Internacional frente a la participación de Israel en los Juegos Olímpicos de París. Mientras los atletas rusos fueron obligados a participar como “atletas neutrales” (con la prohibición de exhibir símbolos nacionales), los deportistas israelíes tuvieron libertad para competir bajo su bandera y con su himno nacional. No importaron las protestas.

“Israel debería ser excluido de los deportes debido a sus extremas violaciones de los derechos humanos. Para mí no es una cuestión política. Es una cuestión moral. Es una cuestión legal. Es una cuestión ética”, dijo Jibril Rajoub, presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, para el reportaje de Boykoff y Zirin.

A las graves violaciones de los derechos humanos y a las infracciones al Derecho Internacional Humanitario cometidas por Israel en Gaza, Cisjordania y el Líbano se suman irregularidades de la liga de fútbol hebrea. Expertos de las Naciones Unidas señalaron a la FIFA que se estaba violando el derecho internacional, pues al menos ocho clubes de fútbol israelíes vienen jugando en asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada.

Esta denuncia la replica Human Rights Watch, quien ha documentado cómo los clubes de Israel vienen organizando partidos en asentamientos ilegales. “Al celebrar partidos en tierras robadas, la FIFA está empañando el hermoso juego del fútbol”, afirmó esa organización.

“Ni siquiera las enormes muertes de civiles en Palestina han hecho que Infantino y la FIFA actúen de otro modo. Pensar que la FIFA cumpliría con los principios fundamentales consagrados en sus propias reglas es vivir en un mundo de fantasía”, concluyen los periodistas de The Nation.

Mientras que Sudáfrica fue prohibida en 1961 por el apartheid, Yugoslavia no pudo jugar la Eurocopa de 1992 por la Guerra de los Balcanes y Rusia está marginada de toda competición desde la guerra con Ucrania, Israel se mantiene impune en su sangrienta ofensiva contra el pueblo palestino.

martes, 23 de julio de 2024

En París marchan contra la participación israelí en los Juegos Olímpicos

El movimiento La Francia Insumisa pide que la bandera y el himno israelíes no sean autorizados en París 2024.


Manifestantes propalestinos marcharon por las calles de París este sábado 20 de julio para exigir que se prohíba la participación de Israel en los Juegos Olímpicos 2024.

Los protestantes levantaron banderas y símbolos palestinos mientras coreaban consignas propalestinas. También se exhibieron carteles con leyendas como “¡No a la participación de Israel en los Juegos Olímpicos!”, “El genocidio no es una prueba olímpica” y “Palestina no será silenciada”.

La manifestación pidió al gobierno francés y al Comité Olímpico Internacional que impidan a Israel participar en el certamen mientras se llevan a cabo sus acciones criminales en la Franja de Gaza, que ya van por su décimo mes.

“No son bienvenidos”

Diputados del Nuevo Frente Popular, coalición ganadora de las pasadas elecciones francesas, también rechazaron la participación israelí en el encuentro deportivo.

“Los deportistas israelíes no son bienvenidos en los Juegos Olímpicos de París”, dijo, por ejemplo, Thomas Portes, del movimiento La Francia Insumisa (LFI).

“Creo que la diplomacia francesa debe presionar al Comité Olímpico Internacional para que la bandera y el himno israelíes no sean autorizados durante estos Juegos Olímpicos, como es el caso de Rusia. Hay que acabar con el doble rasero”, agregó Manuel Bompard, líder de LFI.

Por su parte, el gobierno de Irán y el Comité Olímpico de Palestina pidieron excluir a los atletas israelíes de los Juegos Olímpicos porque le dan legitimidad al “régimen sionista del apartheid”, que es “asesino de niños”.

La embestida del Estado de Israel sobre la Franja de Gaza a partir del 7 de octubre del 2023 ha dejado miles de víctimas civiles, buena parte de ellas menores de edad. 

Con información de Al Manar y Radio Francia Internacional

viernes, 12 de julio de 2024

Jugar al fútbol en Gaza: el “jogo bonito” en medio de la masacre

El fútbol es más que un simple juego. Ha sido durante mucho tiempo un faro de unidad, paz y esperanza para miles de personas en Gaza.


Por Amy Goodman y Denis Moynihan
Democracy Now!

Israel atacó el martes (9 de julio) las instalaciones de una escuela en Gaza. El ataque produjo la muerte de al menos a 29 personas que se refugiaban allí y dejó heridas a decenas más. El momento en que estalló la bomba fue capturado en video por una persona que filmaba un partido de fútbol juvenil que se estaba disputando en el patio de la escuela Al-Awda. La pelota de fútbol estaba en el aire cuando la bomba explotó. El periódico The New York Times, mediante imágenes de la agencia de noticias Reuters, identificó que la munición utilizada para el ataque fue una bomba guiada GBU-39 de unos 115 kilos, fabricada por la empresa Boeing y suministrada a Israel por Estados Unidos. El video, difundido por la cadena Al Jazeera, capta el caos que se desató tras la explosión y la masacre que ésta produjo en el exterior de la escuela: cadáveres por todas partes y personas heridas desangrándose entre los escombros, sin recibir ninguna atención.

Asmaa Qudeih, una mujer que sobrevivió al ataque, relató el horror que se vivió:

“Estábamos sentados, pasando una tarde relativamente tranquila. De repente, cayó un misil. […] Las escuelas estaban abarrotadas de gente y la calle también. De pronto, un misil impactó y destruyó todo el lugar. Había cadáveres y cuerpos desmembrados. Se veían cuerpos y partes de cuerpos volando por los aires. No sé cómo describirlo. No puedo describirlo”.

Según se informa, además de quienes estaban participando del partido de fútbol, muchas otras personas estaban agrupadas alrededor de un punto de acceso a una señal de wifi, intentando acceder a internet. Estas personas, que buscaban conectarse con el mundo exterior desde el asediado gueto de Gaza, fueron aniquiladas.

La masacre de la escuela Al-Awda, como ha sido nombrado el hecho, ocurrió justo cuando la guerra de Israel contra Gaza entra en su décimo mes y casi diez años después del día en que cuatro niños palestinos perdieron la vida a causa de una bomba israelí que estalló mientras jugaban al fútbol en la playa, el 16 de julio de 2014.

Tyler Hicks, un reportero gráfico del periódico The New York Times, ganador de un premio Pulitzer, fue testigo de aquel ataque. Durante una entrevista que mantuvo en ese momento con Democracy Now!, Hicks describía así detalles de lo sucedido:

“Mi habitación del hotel tiene vista a la playa. […] Escuché una explosión muy fuerte, un gran sonido de impacto del otro lado de la ventana. Inmediatamente miré hacia afuera […] y pude ver a un niño que corría en la arena huyendo de la explosión. Yo sabía que era alta la posibilidad de que hubiera heridos o muertes tras el hecho, por lo que rápidamente tomé mi cámara y mi chaleco antibalas. Ahí fue cuando se produjo la segunda explosión, 30 segundos después de la primera. Cuando volví a mirar hacia fuera, ese mismo niño que había visto correr yacía sin vida: había muerto en la playa, al aire libre, junto con otros tres chicos que estaban jugando con él”.

Ayman Mohyeldin, actualmente presentador del canal de noticias MSNBC, también fue testigo de la muerte de esos niños. El periodista dijo en aquel entonces que había estado jugando a la pelota con los niños apenas unos minutos antes. Tras sus impactantes informes sobre el ataque, la cadena NBC News decidió sacar de Gaza a Ayman.

En mayo de este año, en el sitio web de la Plataforma Internacional sobre Deporte y Desarrollo, Badr Alzaharna, oriundo de Gaza, publicó un ensayo sobre la importancia que tiene el fútbol en Gaza. En un fragmento del ensayo, Alzaharna, expresa:

“Para los jóvenes y mayores de Gaza, el fútbol es más que un simple juego. Ha sido durante mucho tiempo un faro de unidad, paz y esperanza para miles de personas en Gaza, trascendiendo las luchas prolongadas que enfrentamos. Al igual que los fanáticos de todo el mundo, somos seguidores dedicados del 'jogo bonito' y alentamos a nuestros equipos y jugadores favoritos”.

La expresión “jogo bonito” (juego bonito, en español) fue popularizada por la fallecida gran leyenda del fútbol brasileño Pelé. En su ensayo, Alzaharna agregó:

“Jugar al fútbol no era simplemente un pasatiempo, sino también un salvavidas para miles de jóvenes. Un salvavidas que brindaba consuelo en medio del caos, amistades en la soledad, alivio ante la ansiedad y siempre un objetivo que ansiar. […]. El fútbol era un interludio del dolor, una breve distracción de los sonidos de los bombardeos de guerras anteriores que quedaron grabados en nuestras cabezas”.

La mitad de la población de la Franja de Gaza, un territorio con 2,3 millones de habitantes, tiene menos de 18 años de edad. Los jóvenes y niños que nacieron en 2006 o en años posteriores han vivido toda su vida bajo el brutal bloqueo israelí de Gaza, territorio que ha sido descrito como “la cárcel a cielo abierto más grande del mundo”.

Mientras la Corte Internacional de Justicia delibera acerca de la demanda por genocidio que Sudáfrica presentó contra Israel, ese millón de niños y niñas atrapados bajo los constantes bombardeos israelíes necesitan alimentos, agua y educación. Pero también necesitan disfrutar de actividades recreativas y comunitarias, como el fútbol. La mayoría de esos niños y niñas solo han conocido la escasez, la ocupación y la guerra a lo largo de sus cortas vidas.

Esta semana, mientras en Doha, la capital catarí, continúan las interminables negociaciones para alcanzar un acuerdo de alto el fuego en el enclave ocupado, Israel ordenó la evacuación total de la ciudad de Gaza. La organización israelí para los derechos humanos B’Tselem calificó la orden de “locura absoluta” y agregó: “De acuerdo a las acciones que está llevando a cabo Israel, parece que tiene la intención de continuar luchando de manera indefinida, sembrando destrucción y matando a miles de personas en el futuro próximo”.

Cuando la antorcha olímpica llegue a París a finales de este mes para inaugurar los Juegos Olímpicos, no olvidemos las llamas que ardieron en el campo de fútbol de la escuela Al-Awda, en Jan Yunis, y a esos jóvenes que estaban jugando al “jogo bonito” en Gaza, en medio de la fealdad de la guerra. 

jueves, 27 de junio de 2024

El futbolista Ahmad Abu al-Atta y su familia mueren en ataque aéreo israelí en Gaza

Más de 300 atletas, árbitros y funcionarios deportivos palestinos han sido asesinados desde la incursión de Israel en octubre del 2023. 


El futbolista palestino Ahmad Abu al-Atta y su familia murieron en su casa por un ataque aéreo israelí en Gaza, informó la Asociación Palestina de Fútbol (PFA).

Abu al-Atta, que jugaba como defensor para el equipo de la Franja de Gaza, Al-Ahly Gaza, murió junto con su esposa Ruba Esmael Abu al-Atta, una profesional médica, y sus dos hijos después de que el ataque aéreo alcanzara su casa en la ciudad de Gaza, dijo la PFA en un comunicado publicado el sábado 22 de junio.

La PFA también reportó que el árbitro internacional Hani Mesmeh había muerto después de sufrir heridas en un ataque aéreo israelí en la Franja de Gaza en mayo pasado.

Más de 300 atletas, árbitros y funcionarios deportivos han sido asesinados desde el inicio del conflicto en Gaza en octubre de 2023 y todas las instalaciones deportivas en Gaza fueron demolidas, dijo el presidente del Comité Olímpico Palestino, Jibril Rajoub.

Entre las víctimas está el futbolista Mohammed Barakat, que murió en un ataque aéreo israelí en Khan Younis en marzo, y al árbitro internacional de la FIFA Mohammed Khattab, que murió junto con su esposa y sus cuatro hijos en un ataque israelí a la ciudad de Gaza en febrero.

Al menos 37.598 palestinos han muerto y otros 86.032 han resultado heridos en la ofensiva militar de Israel en Gaza desde el 7 de octubre, dijo el Ministerio de Salud de Gaza, con cifras al 23 de junio.

En mayo, el organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, ordenó una evaluación legal urgente de una propuesta de la PFA, respaldada por la Confederación Asiática de Fútbol, ​​para suspender a Israel de todas las competiciones nacionales y de clubes por la guerra en Gaza. La FIFA dijo que abordaría el tema en una reunión extraordinaria de su consejo en julio.

Con información de Reuters

domingo, 23 de junio de 2024

Footballer Ahmad Abu al-Atta killed by airstrike in Gaza

Abu al-Atta who played as a defender for the Gaza Strip team Al-Ahly Gaza, died along with his wife Ruba Esmael Abu al-Atta, a medical professional, and their two children after the airstrike hit their home in Gaza City.


Reuters

Palestinian soccer player Ahmad Abu al-Atta and his family were killed in their home by an Israeli airstrike in Gaza, the Palestinian Football Association (PFA) said.

Abu al-Atta who played as a defender for the Gaza Strip team Al-Ahly Gaza, died along with his wife Ruba Esmael Abu al-Atta, a medical professional, and their two children after the airstrike hit their home in Gaza City, the PFA said in a statement released on Saturday.

Local media reported that the airstrike took place on Friday, but the PFA did not give a date.

Last Monday, the PFA said international referee Hani Mesmeh had died after sustaining wounds from an Israeli airstrike in the Gaza Strip in May.

More than 300 athletes, referees and sports officials have been killed since the start of the conflict in Gaza in October 2023 with all sports facilities in Gaza demolished, President of the Palestinian Olympic Committee Jibril Rajoub said this month.

They also included soccer player Mohammed Barakat, who was killed in an Israeli airstrike in Khan Younis in March, and FIFA International Assistant Referee Mohammed Khattab, who was killed along with his wife and four children in an Israeli assault in the Gazan neighbourhood of Deir Al Balah in February.

At least 37,598 Palestinians have been killed and 86,032 others injured in Israel's military offensive in Gaza since Oct. 7, the Gaza health ministry said on Sunday.

By Israel's count more than 1,200 people were killed and 250 taken hostage in the Oct 7 cross-border attacks by Hamas which sparked the military retaliation in Gaza.

In May, global soccer governing body FIFA ordered an urgent legal evaluation of a proposal by the Palestinian Football Association (PFA), backed by the Asian Football Confederation, to suspend Israel from all club and national competitions over the war in Gaza. FIFA said it would address the issue at an extraordinary meeting of its council in July.

domingo, 19 de mayo de 2024

Exhiben imagen de Gustavo Petro en la final de la Champions League de África

Los hinchas locales expusieron imágenes gigantes en mosaico con figuras a favor de Palestina.



En el duelo de ida de la final de la Champions League de África, los aficionados locales del equipo ES Tunis expresaron su apoyo a los palestinos, exhibiendo imágenes gigantes de dirigentes políticos que se han pronunciado en contra del genocidio en Gaza.

En el mosaico gigante que se expuso en las graderías del estadio donde el ES Tunis se medía al Al-Ahly de Egipto, se alcanzó a reconocer entre los personajes al presidente Gustavo Petro.


Los hinchas le rindieron homenaje a los periodistas que han perdido la vida en su labor en Gaza, como también a rehenes que han sido asesinados en la guerra entre Israel y el movimiento islamita Hamás, que empezó en octubre del año pasado y ya ajusta 6 meses dejando miles de víctimas.

La imagen de Petro aparece en el mosaico que tiene la frase “en el lado correcto de la historia”, junto a estudiantes de Estados Unidos que también se han pronunciado para que paren el genocidio.

Otro mosaico también mostró imágenes de víctimas de la guerra y mensajes para que se dé un alto al fuego en el conflicto palestino-israelí, que ha dejado destrucción y muerte, con afectación para la población civil.

Petro, quien es bastante activo en redes, de inmediato respondió en su cuenta de X. “Cuando en lugares tan remotos para Colombia como Túnez, las hinchadas populares de fútbol levantan las banderas palestinas y entre ellas el rostro del presidente de Colombia, es porque algo bueno hemos hecho. Estar del lado de la justicia y contra el oprobio”.

La semana pasada, el presidente le había pedido a la Comisión Distrital que le dejaran ingresar una bandera gigante de Palestina al estadio El Campín, en el duelo entre Millonarios y Palestino de Chile, por la Copa Libertadores, petición que fue denegada por la Conmebol.

Al final, la bandera gigante fue exhibida en las afueras del estadio por un grupo de manifestantes.

*Tomado de El Colombiano

jueves, 25 de enero de 2024

Ocupación israelí toma el estadio Yarmouk y lo convierte en centro de detención

Durante la ofensiva israelí contra Gaza, que ha cobrado la vida de 85 atletas, fue ocupado un estadio de fútbol para volverlo campo de concentración de palestinos.


Por Camilo Rueda Navarro

Las fuerzas israelíes convirtieron el estadio de fútbol Al Yarmouk, de la ciudad de Gaza, en un campo de concentración de prisioneros, denunció la Asociación Palestina de Fútbol. Entre los detenidos figuran niños, adultos mayores y personas con discapacidades, que han sido sometidos a condiciones degradantes, reportaron medios internacionales.

Algunas cadenas reprodujeron fotos y videos del escenario, donde se pueden observar largas filas de prisioneros arrodillados en el suelo, con las manos atadas a la espalda y la cabeza gacha. Sin embargo, no está confirmada la fecha exacta de las imágenes.

El canal Al Jazeera reprodujo testimonios de algunos prisioneros que estuvieron detenidos en el estadio Al Yarmouk. “Nos esposaron, nos vendaron los ojos y nos golpearon constantemente”, narró, por ejemplo, Saquer al-Jamal.

Naif Ali, otro de los cautivos, contó que estuvo 18 días detenido, durante los cuales recibió golpes y humillaciones por parte de los soldados hebreos.

La ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza ya completa más de tres meses y en ella han perdido la vida más de 21.000 palestinos, la mayoría civiles, entre ellos niños y mujeres. Además, la cifra de heridos ya supera los 55.000.

Entre las víctimas mortales se encuentran 85 atletas o funcionarios deportivos (55 de ellos vinculados al fútbol y 30 a otras disciplinas).

En su embestida, las tropas israelíes ya controlan todo el norte de la Franja de Gaza, en cuya incursión han desplazado a cerca de dos millones de palestinos, un 85 por ciento de la población gazatí.

lunes, 16 de octubre de 2023

Hinchas del Arsenal critican al club por postura sobre Gaza

Aficionados del Arsenal en ocho países expresaron su “decepción” por una declaración emitida por el club sobre la situación en Gaza, territorio palestino sometido a un brutal ataque israelí.


Los clubes oficiales de hinchas del Arsenal en Medio Oriente y el norte de África criticaron al club por una declaración sobre la situación en Gaza, territorio palestino que sufre actualmente intensos bombardeos y un asfixiante bloqueo por parte de Israel.

La declaración del Arsenal expresaba su "profundo pesar por todos los afectados por los ataques en Israel” (...) y la “tragedia humana” que “cobró vidas inocentes tanto en Israel como en Gaza". Este pronunciamiento generó una fuerte reacción por parte de los clubes oficiales de aficionados del Arsenal en Argelia, Egipto, Kuwait, Líbano, Marruecos, Omán, Siria y Sudán.

En su comunicado, estos clubes de hinchas expresaron su decepción por la ausencia de reconocimiento del “genocidio” que está teniendo lugar en Gaza. Además, señalaron la diferencia en el vocabulario utilizado por el Arsenal para describir los eventos en Israel como un “ataque”, mientras que lo que ocurre en Gaza se denomina una “tragedia humana en desarrollo”, como si fuera un desastre natural. Esta distinción en el lenguaje ha suscitado críticas y ha sido interpretada como un intento de minimizar la gravedad de la situación en Gaza.

Los clubes de aficionados también aprovecharon la ocasión para reiterar su fuerte apoyo al pueblo palestino y su derecho a resistir contra el régimen del apartheid bajo el que han vivido durante 75 años. Este mensaje refleja la solidaridad de una parte significativa de la comunidad de hinchas del Arsenal con la causa palestina.

El Arsenal, al republicar una declaración emitida por la Liga Premier sobre el conflicto, expresó su pesar por los afectados tanto en Israel como en Gaza, subrayando su apoyo a las comunidades afectadas en todo el mundo. Además, anunció que en próximos partidos se rendirá homenaje a aquellos que han perdido la vida.

El pasado fin de semana se guardó un minuto de silencio en el partido femenino entre el Arsenal y el Aston Villa, y se ha programado otro para el juego masculino entre el Arsenal y el Chelsea. Estos actos simbólicos buscan honrar a las víctimas del conflicto y enviar un mensaje de paz y solidaridad.

El conflicto también ha tenido repercusiones en el ámbito de los jugadores. Alex Zinchenko, jugador del Arsenal de origen ucraniano, fue criticado por compartir una publicación de apoyo a Israel. Este gesto generó controversia entre la afición.

En cambio, Mohamed Elneny, originario de Egipto, ha mostrado su apoyo a Palestina al cambiar su foto de perfil por la bandera palestina. Este gesto refleja la diversidad de opiniones y sensibilidades de los jugadores en torno a un conflicto que ha generado impacto a nivel global.

La postura oficial del Arsenal se encuentra ahora cuestionada por sus aficionados, tanto en Inglaterra como en otras naciones del globo. La postura de este grupo de hinchas le demandan un mayor compromiso humanitario por la situación que se vive en Gaza.


lunes, 11 de septiembre de 2023

Estadio Nacional: de templo del fútbol a campo de tortura

Militares chilenos ejecutaron al menos a 38 prisioneros en 1973.


Juan Manuel Vázquez
La Jornada

Cuando las tropas golpistas de Augusto Pinochet consumaron la ignominia el 11 de septiembre de 1973, todo perdió sentido. El Estadio Nacional, un recinto dedicado a la consagración de los valores fraternos del deporte, fue durante más de dos meses un campo concentración y tortura donde los militares ejecutaron al menos a 38 prisioneros. Por sus gradas y galerías pasaron unos 12 mil detenidos, hombres y mujeres.

Fueron aprehendidos sin orden judicial, sólo por ser sospechosos o pertenecer a organizaciones proscritas, o como consecuencia de delaciones, allanamientos y arrestos arbitrarios, en los días posteriores al asalto del Palacio de La Moneda, donde murió el presidente Salvador Allende.

Desde las primeras horas llegaron camiones cargados de presos políticos. El estadio que albergó una Copa del Mundo en 1962 y que más partidos de Copa América ha recibido, fue habilitado como cárcel clandestina y centro de tortura.

Nada tenía sentido entonces. Uno de los detenidos, el periodista Fernando Villagrán, recuerda lo absurdo que resultaba estar preso en un campo donde el pueblo chileno seguía a clubes como Colo-Colo o a la selección de aquel país. En ese coloso, que admite casi 100 mil espectadores y que está ubicado en avenida Grecia, en el barrio de Ñuñoa, en Santiago, se alcanzaron niveles inconcebibles de degradación humana.

“Veía esa cancha verde tan luminosa que pensaba que de pronto saldrían unos futbolistas y jugarían. Pero recordaba: ¡estás preso, güevón!”, narra Villagrán en el documental Estadio Nacional, de Carmen Luz Parot.

Cada mañana se pasaba lista, mientras los presos políticos aguardaban en esas gradas en las que más de uno acudió a apoyar a su equipo de futbol. Eran citados para los interrogatorios, como llamaban a esas sesiones de tortura que arrancaban alaridos a los atormentados. La mezcla de la música que salía de los altavoces, la Marcha Radetzky, de Johann Strauss, por ejemplo, y los gritos de los martirios hacían de aquellos días algo parecido a una pesadilla.

“Muchos testigos de esas horas de desesperación relatan todavía la intensidad de los gritos, en algunos casos convertidos en alaridos, de quienes eran ‘interrogados’ por los especialistas del servicio de inteligencia militar”, escribió el periodista mexicano Manuel Mejido en su libro Esto pasó en Chile, apenas unos meses después de aquel episodio.

No sólo era el sinsentido de los acontecimientos, el terror y la incertidumbre de quienes fueron apresados. También había demasiada precariedad en los primeros días de reclusión clandestina. Relata Mejido: “La sorpresa de los arrestos, lo inesperado de los allanamientos, llevaron a cientos de personas hasta el Estadio Nacional, sin más pertenencias que lo puesto. No había comida, ni siquiera se había pensado en eso, para distribuir entre los encarcelados. El hambre no tardó en presentarse con sus inseparables características: reblandecimiento de la voluntad, tensión nerviosa, irritabilidad y el brote de los instintos animales en el hombre: pleitos a puñetazos por un pedazo de pan, insultos por una galleta. Hasta los hombres más enteros flaquearon carcomidos por el estómago vacío”.

No sólo fueron torturados de maneras directas sobre la carne, con golpes brutales y descargas eléctricas: también hubo simulacros de fusilamientos, puestas en escena que quebraban de terror a los detenidos que suponían iban a ser asesinados.

En esa eternidad de un par de meses, los prisioneros esperaban en las gradas durante horas interminables e inventaban cualquier argucia para engañar al tiempo y al miedo, eran momentos de zozobra, pero que dejaban espacio para ciertas formas del humor más macabro. En el documental de Luz Parot, uno de los sobrevivientes recuerda cómo miraban aburridos el paso de las podadoras de motor que se afanaban sobre el césped de la cancha. Todos estaban atentos de los recorridos del pequeño vehículo como si se tratara de un habilidoso jugador. Cuando la máquina entró a la portería para continuar con su labor, todos los que miraban gritaron emocionados: “¡Goool!”

El Estadio Nacional como campo de concentración funcionó hasta principios de noviembre. La razón por la que fue desalojado resultó siniestra: la selección chilena debía jugar el partido de vuelta del repechaje rumbo al Mundial de Alemania 1974 ante la Unión Soviética en ese mes. La FIFA tenía que inspeccionar antes y, si lo aprobaba, dar su visto bueno para realizar el juego.

El gobierno golpista intentaba ocultar a cualquier costo lo que ocurría dentro del estadio. Afuera, una multitud de mujeres se amotinaba para exigir información de sus desaparecidos, mientras la dictadura hacía esfuerzos ridículos por difundir propaganda en la que negaban la violación sistemática de los derechos humanos y que se recuperaba una normalidad. Con esa intención, buscaron la aprobación de la FIFA para enviar un mensaje al mundo de que en Chile todo estaba bajo control.

El 24 de octubre, una comisión internacional de la FIFA recorrió la cancha del Estadio Nacional. Los prisioneros no salieron ese día a las gradas, los dejaron encerrados en las galerías para ocultar lo que ahí ocurría.

Después de esa visita, algunos diarios cómplices del golpe publicaron: “La FIFA informa al mundo que la vida en Chile es normal”.

Como consecuencia de la aprobación del organismo rector del futbol, la primera semana de noviembre fueron liberados unos 5 mil presos políticos. Casi un millar fue trasladado a otros centros de detención, la mayoría fue enviada a la salitrera de Chacabuco en el desierto de Atacama.

El 21 de noviembre de 1973 se disputó ese partido para acudir a la Copa del Mundo. Fue uno de los partidos más vergonzosos de la historia. En el Estadio Nacional, la selección chilena anotó un gol ante un rival inexistente, a una portería vacía. La Unión Soviética nunca se presentó.

El gol más triste de Chile

En 1973, la selección trasandina tuvo que enfrentar a la Unión Soviética en un reprechaje para Alemania '74. El golpe de Pinochet, las denuncias del Kremlin y un partido que nunca se jugó.



Por Pablo Aro Geraldes



El camino al primer Mundial de Alemania, el de 1974, estuvo lleno de imprevistos para la selección chilena: el grupo eliminatorio que integraba con Perú y Venezuela quedó reducido a un simple partido y revancha tras la deserción de los venezolanos. Un 2-0 abajo en Lima y el resultado inverso en Santiago obligaron a un tercer partido de desempate, en Montevideo. En el estadio Centenario el triunfo fue para Chile, pero los pasajes para la Copa del Mundo no estaban listos aún, faltaba una escala poco conocida. El fixture preveía una instancia más para el ganador del grupo 3 sudamericano: debía enfrentar en un último repechaje al vencedor de la zona 9 europea.

Con los papeles en la mano, la amenaza tenía los colores de Francia, pero un empate inesperado de los galos ante la República de Irlanda en París dejó al equipo dirigido por Georges Boulogne en la obligación de vencer a la Unión Soviética en Moscú, pero el conjunto de la sigla CCCP en el pecho pegó fuerte y con el 2-0 hizo sonar el despertador en medio del sueño mundialista trasandino. La cita de los chilenos se programaba entonces para el 26 de septiembre de 1973, pero no en París, como imaginaban, sino en el Estadio Lenin de Moscú. Un país amigo. Con la mente puesta en el repechaje con los soviéticos, planearon una gira de preparación por Guatemala, El Salvador y México, que luego de varias escalas los llevaría a tierras rusas. La mano venía bien. Antes de partir golearon 5-0 a un combinado de Porto Alegre. La despedida se fijó para el 11 de septiembre, pero…

Chile vivía uno de los momentos más oscuros de su historia. El 11 de septiembre de aquel año la furia asesina de un general llamado Augusto Pinochet pisoteaba el mandato democrático del presidente Salvador Allende e imponía una de las dictaduras más crueles y sangrientas de la historia. Esa mañana, mientras el Palacio de la Moneda (sede del gobierno de Chile) ardía bajo los bombardeos y Allende moría intentando defender el mandato popular, la selección chilena debía presentarse en el campo de entrenamiento de Juan Pinto Durán para ultimar detalles con vistas a la visita a Moscú. Esa práctica jamás llegó a realizarse. El lateral izquierdo Eduardo Herrera jugaba en Wanderers de Valparaíso y durante sus días en Santiago se hospedaba en el Hotel Carrera, a 100 metros del escenario del golpe de Estado. Él tiene fresca la memoria de esa mañana con olor a pólvora: “Al llegar al campo de entrenamiento el técnico Luis Álamos nos ordenó que volviéramos a casa. Pero yo tenía que llegar hasta el hotel y en el trayecto me detuvieron los militares una decena de veces: Me salvé de ser detenido porque tenía el bolso con la inscripción ‘Selección Chilena de Fútbol’”.

El fútbol del mundo siguió rodando normalmente en medio de dictadores y tiranos, de reyes despóticos y megalómanos con aires mesiánicos, incluso llegó a presenciar un Mundial en plena dictadura argentina, pero en aquel 1973 la Guerra Fría disparó un misil que dio de lleno en la pelota.

Durante el gobierno socialista de Allende, Chile mantuvo estrechas relaciones con el Kremlin y todo el bloque soviético. Con la irrupción de Pinochet y su dictadura apoyada desde los Estados Unidos hubo cambios: once días después del golpe, la Unión Soviética rompió relaciones diplomáticas con Chile, le ordenó a su personal diplomático que regresara al país y decretó el cierre de la embajada chilena en Moscú.

Al márgen de la cordillera todo era dolor y desconcierto. Tres días después del golpe era asesinado el cantautor Víctor Jara, una de las voces representativas de los trabajadores chilenos. Más lágrimas siguieron cayendo cuando el 23 de septiembre el poeta Pablo Neruda se murió rodeado de otras muertes y desapariciones, víctima de un cáncer que no le dio tregua. Y lo enterraron en soledad, sin sus amigos ni sus camaradas del Partido Comunista, todos perseguidos, en una tumba del cementerio General de Santiago, lejos de su amada playa de Isla Negra y su Premio Nobel de literatura.
El fútbol era lo de menos por entonces, pero la Selección Chilena conducida por Luis Álamos debía viajar hacia Moscú para cumplir su compromiso eliminatorio en medio de un clima sumamente hostil. Jugadores como Carlos Caszely y Leonardo Véliz, puntales del equipo y muy identificados con el gobierno socialista, temían por la suerte de sus familiares mientras ellos estuvieran de viaje.

El encuentro corría riesgo de no jugarse porque la dictadura decretó que no se podía abandonar el país. La Federación de Fútbol de Chile debía acatar la medida, pero el médico de la Selección, Dr. Jacobo Helo, resultó ser una influencia decisiva para que los chilenos pudiesen jugar en terreno moscovita: era medico personal del general Gustavo Leigh, Jefe de la Fuerza Aérea, y convenció al alto mando militar de que la participación del equipo favorecería la imagen internacional del gobierno militar. Finalmente, la Junta permitió el viaje, vía Buenos Aires. El largo sufrimiento comenzaba para muchos de los jugadores, amenazados. Les advirtieron sin eufemismos: “Si hablan, sus familias sufrirán las consecuencias”. El vuelo hizo escalas en Sao Paulo, Río de Janeiro y Panamá hasta que finalmente llegó a México. Una victoria 2-1 ante los aztecas sirvió como un relax para afrontar el siguiente tramo hacia Suiza (triunfo sobre el Xamax Neuchatel) y finalmente poner rumbo a Moscú.

El clima era terriblemente hostil. Antes de subir al último avión, los jugadores chilenos sintieron el miedo en carne propia cuando les advirtieron que si ingresaban a la URSS serían tomados como rehenes para cambiarlos por presos políticos de Chile.

Ya en Rusia, todo se agravó en la víspera del match, cuando el gobierno de los Estados Unidos reconoció oficialmente a la Junta Militar chilena. Para los rusos, el enemigo estaba de visita y buscaron hacerlo notar. Apenas llegados al aeropuerto Sheremetyevo, Caszely y Figueroa fueron retenidos algunas horas “por diferencias en las fotos de sus pasaportes”. Eran sólo jugadores de fútbol, pero para los soviéticos eran los representantes del país que derrocó al gobierno socialista.

Y así fue que el 26 de septiembre, a sólo dos semanas del golpe en Chile, el Estadio Lenin presenció un pálido cero a cero en medio de un frío inusual para el otoño que recién comenzaba: 5 grados bajo cero. Las actuaciónes notables de los centrales Elías Figueroa y Alberto Quintano hicieron posible el empate 0-0, pero hubo algo más que la gran tarea defensiva: Hugo Gasc, el único periodista chileno que estuvo en Rusia, contó alguna vez: “Por suerte el árbitro era un anticomunista rabioso. Junto a Francisco Fluxá, el presidente de la delegación, lo habíamos convencido de que no nos podía dejar perder en Moscú, y la verdad es que su arbitraje nos ayudó bastante”.

Igualmente, las actuaciones defensivas hicieron posible el empate y le pintaron a los chilenos un alentador panorama para la revancha en Santiago, pactada para el 21 de noviembre, en el Estadio Nacional de Santiago. Pero...

Otra vez “pero”. En el barrio de Ñuñoa, el Estadio Nacional se había convertido en algo más que el escenario de encuentros deportivos. Aunque la mayoría de los chilenos lo ignoraba (por censura de algunos medios y complicidad de otros) en las tribunas blancas, los militares habían montado un insospechado campo de concentración. Gregorio Mena Barrales era Gobernador de la localidad de Puente Alto –vecina a Santiago– por el partido socialista cuando fue detenido y trasladado al Estadio. Años después él relató: “Todos los días dejaban libres a veinte, cincuenta personas... Los llamaban por los altavoces. Los encuestaban. Les obligaban a firmar un documento declarando ‘no haber recibido malos tratos en el Estadio’ (aunque algunos aún lucieran muestras de las torturas y los golpes). Todos firmaban, era el precio que había que pagar. Muchos volvieron a caer (nadie es libre en una dictadura y menos en una como la chilena). La mayoría de ellos se incorporaba a la lucha clandestina. Todos esperábamos oír nuestro nombre alguna vez en las ‘Listas de Libertad’, era lógico y legítimo. No éramos culpables de otra cosa que la de ser defensores de legitimidad constitucional. Sin embargo cerca de mil quinientos nunca fuimos llamados.

Con el correr de los días las graderías se fueron despoblando: muchos libres, otros asesinados en las noches y un par de suicidas...".


Y el partido no empezaba... En medio del tormento, los militares cuidaban con tanta dedicación a sus prisioneros como al campo de juego. “El match de fútbol con la Unión Soviética debía realizarse allí, por ello cuidaban el césped con más cariño que el que le daban a una ametralladora”, destacó Mena Barrales, mientras recordaba que esa comisión de la FIFA y de la Federación de Fútbol de Chile “visitó el campo, se paseó por la cancha, miró con ojos lejanos a los presos y se fue dejando un dictamen: ‘En el estadio se podía jugar’”.
Conscientes del uso que le daban los militares al Estadio Nacional, en un momento las autoridades del fútbol chileno le propusieron al gobierno de Pinochet jugar la revancha en el Sausalito, de Viña del Mar, pero la Junta insistió con que debía jugarse en el Nacional, para mostrarle al mundo una cara pacífica de Chile. Francisco Fluxá era presidente de la Asociación Central de Fútbol (ACF) desde febrero de 1973 y le contó hace unos años al diario La Tercera que “entonces, los militares nos dijeron que no teníamos que decir que el Estadio Nacional era un ‘centro de tránsito, donde se identificaba a la gente que no tenía documentos’. Y para evitar problemas, propusimos el Sausalito como alternativa. Me comuniqué con el general Leigh y me explicó que ‘por órdenes de arriba no se puede en Sausalito: se juega en el Nacional o no se juega’”.

Sí, esta comitiva (integrada por el vicepresidente Abilio D’Almeida, brasileño, y el secretario general Helmuth Kaeser, suizo) visitó Chile el 24 de octubre y se quedó 48 horas en Santiago. Los militares limpiaron con esmero todo rastro de sangre, todo vestigio de tortura,aunque es muy probable que, amparados por su impunidad, los hayan dejado algunos detenidos a la vista, sabiendo que la FIFA no sospecharía de esas personas.


Los inspectores visitaron el estadio en el que permanecían aún unos 7 mil detenidos. Finalmente, estos emisarios ofrecieron una conferencia de prensa con el ministro de defensa, almirante Patricio Carvajal, a quien le obsequiaron un traba-corbata y un prendedor de oro con el logo de FIFA: “El informe que elevaremos a nuestras autoridades será el reflejo de lo que vimos: tranquilidad total”. El emisario brasileño se permitió aconsejar a los usurpadores del poder: “No se inquieten por la campaña periodística internacional contra Chile. A Brasil le sucedió lo mismo, pronto va a pasar”.

La FIFA había dado el OK. Pero claro, les habían ocultado el horror. “Después supimos que mientras estaba la gente de la FIFA en el estadio, varias decenas de detenidos fueron encerrados en pequeños camarines, con el fin de ocultarlos. Pero lo importante para nosotros era que el Nacional pasara la revisión”,
decía casi treinta años después el ex dirigente Fluxá, quien como única autocrítica aceptó que en el afán de ir al mundial se cometieron actos “éticamente cuestionables”. “Ahora pienso que no fue ético negar que en el Estadio Nacional había detenidos, pero en ese momento lo único que pensábamos era en llegar al Mundial de Alemania”, concluyó.

Sí, a pesar de todo el dolor, y de los reclamos soviéticos ante la FIFA (inclusive Bulgaria, Polonia y la Alemania Oriental amenazaron con boicotear el Mundial, cosa que finalmente no hicieron), Ñuñoa esperaba el repechaje para la Copa del Mundo Alemania 74. Pero...

Los soviéticos se negaron a viajar a Santiago, en un manifiesto repudio al régimen de Pinochet. Uno de los integrantes de aquel equipo soviético era el ucraniano Oleg Blokhin, quien no tiene buenos recuerdos de aquella eliminatoria: “Estuve presente en el 0-0 jugado en Moscú. Pero hablamos con el plantel y decidimos no jugar la revancha. No quisimos hacerlo porque estaba Pinochet en el gobierno. Para nosotros era peligroso viajar a Chile y le llevamos nuestra preocupación a la federación de fútbol. Al final se decidió abandonar la eliminatoria”. El Kremlin apoyó la decisión. Blokhin fue hasta 2006 diputado por el partido socialdemócrata de Ucrania a la vez que dirigió a la Selección nacional en Alemania 2006. Hoy es el técnico del FC Moscú.

La Federación de Fútbol de la Unión Soviética divulgó un comunicado para explicarle al mundo que no disputarían un match allí donde miles de supuestos opositores al régimen de Pinochet habían sido torturados y asesinados: “por consideraciones morales los deportistas soviéticos no pueden en este momento jugar en el estadio de Santiago, salpicado con la sangre de los patriotas chilenos (...) La Unión Soviética hace una resuelta protesta y declara que en las actuales condiciones, cuando la FIFA, obrando contra los dictados del sentido común, permite que los reaccionarios chilenos le lleven de la mano, tiene que negarse a participar en el partido de eliminación en suelo chileno y responsabiliza por el hecho a la administración de la FIFA”, explicaba la nota difundida a través de la agencia UPI.

Ante esta negativa, un integrante del Comité Ejecutivo de la FIFA se animó a vociferar: “Si Granatkin (presidente de la federación soviética) dice que el Estadio Nacional está ocupado con detenidos, yo saco una carta en la cual el Gobierno de Chile asegura que varios días antes del 21 de noviembre ese escenario estará a disposición del fútbol”. No les importaba nada, ni la sangre, ni la tortura, ni la muerte. La farsa debía continuar.

La noticia de la suspensión del partido llegó a la selección chilena en la medianoche previa al encuentro. El delantero Carlos Caszely hoy lo recuerda: “Esperábamos en la concentración de Juan Pinto Durán cuando nos comunicaron que los soviéticos no vendrían. Todo aquello, para quienes estábamos comprometidos con la libertad era de una tristeza terrible. Los familiares de los desaparecidos se me acercaban y me pedían: ‘Chino, tu que estarás en el estadio, por favor, averíguate si está mi hijo, o mi compañero de la universidad”.


El delantero Leonardo Véliz tiene recuerdos horribles de aquella tarde del 21 de noviembre. “Fue escalofriante. Creo que aún había rastros de lo que había acontecido en los vestuarios y fue algo muy difícil de asumir”, recordó 30 años más tarde.

Desde fines de octubre ya no quedaban detenidos bajo los graderíos del estadio. A la hora señalada, Chile y el árbitro local Rafael Hormazábal salieron al campo de juego. Era puro formalismo, para obtener el paso al mundial por descalificación de los soviéticos. La parodia se completó con una banda de Carabineros tocando el himno chileno mientras se izaba la bandera nacional.

Los jugadores de rojo –qué paradoja– sacaron del medio y trotaron torpemente pasándose la pelota ante un arco vacío. Hasta que Francisco Valdés, el Chamaco, llegó a la línea y esperó a que los fotógrafos enfocasen bien para empujarla de derecha. Tremenda payasada tenía un objetivo: Chile estaría en el Mundial Alemania ’74. Para otros, se trataba de una victoria del régimen pinochetista sobre el comunismo soviético.

Después, para entretener a las 18.000 personas que habían comprado su ticket, se improvisó un amistoso ante Santos de Brasil, que estaba en Chile. En vez de festejar la clasificación a la Copa del Mundo, se volvieron a casa con la amargura de un 0-5 humillante.

Entre el público que había ido a ver Chile-Unión Soviética estaba Mena Barrales, que volvía al estadio, ahora sin cadenas ni mordazas. “Fuimos los espectadores más ‘fanáticos’. Esperamos sentados, a la fuerza, un partido que nunca se efectuó”.
Igual, Chile tuvo que esperar hasta el 5 de enero de 1974. Ese día la FIFA aprobó su participación en la Copa.

La Selección Chilena participó en el Mundial de Alemania y se despidió sin ganar ningún partido. Tampoco consiguió victorias en sus dos participaciones siguientes, España ’82 y Francia ’98. En enero de 1998, en su hogar adoptivo de Austria, Mena Barrales esperaba la Copa del Mundo de Francia. Imaginaba viajar a Saint-Etienne para ver Chile-Austria, sus tierras queridas. Pero la muerte, la misma que esquivó bajo las tribunas del Estadio Nacional, esta vez se acordó de él. Ya no existían la Unión Soviética ni la Guerra Fría. La dictadura de Augusto Pinochet se prolongó hasta el 11 de marzo de 1990.


Artículo publicado en la revista Fox Sports, en octubre de 2008. Tomado de http://arogeraldes.blogspot.com.ar/

lunes, 16 de septiembre de 2019

Gimnasia y Esgrima homenajea a los desaparecidos de "La noche de los lápices"

El Club de Gimnasia y Esgrima La Plata homenajeará a los desaparecidos en septiembre de 1976, en el marco de La Noche de Los Lápices. Además, ha nombrado socias honorarias a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: Mirta Baravalle, Elia Espen y Nora Cortiñas, a quienes les entregará los respectivos carnets.


Por Gimnasia y Esgrima La Plata

A través de un pedido del grupo de socios Frente Popular Gimnasista, y con aprobación de la Comisión Directiva, el Club ha nombrado socias honorarias a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: Mirta Baravalle, Elia Espen y Nora Cortiñas; por su inquebrantable lucha en busca de la verdad. La entrega de los carnets se realizará este lunes 16, en los jardines del Estadio Juan Carmelo Zerillo.

A su vez, el martes 17 se realizará un homenaje y una charla abierta con los familiares de las víctimas de La Noche de los Lápices, a 43 años de este hecho aberrante y trágico, sucedido el 16 de septiembre de 1976, cuando un grupo de tareas de la dictadura militar apresó, secuestró y desapareció a seis estudiantes que habían participado de reclamos en la lucha por el Boleto Estudiantil Secundario, en la ciudad de La Plata.

Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Daniel Alberto Racero, fueron detenidos y desaparecidos, mientras que Emilce Moler y Gustavo Calotti, estuvieron detenidos y fueron liberados posteriormente. Los cinco, además de su fuerte sentido de lucha, tienen un vínculo afectivo que los une a Gimnasia.

martes, 25 de junio de 2019

En la Copa América, una hincha se puso la camiseta de los líderes sociales asesinados


Angie Catalina llegó desde Colombia para apoyar a la selección en la Copa América de Brasil 2019.



En los tres partidos de la fase de grupos estuvo en los estadios con un letrero con el que recuerda la muerte de los líderes sociales del país. Quiere hablarle al continente sobre lo que está pasando.

Tomado de El Espectador

miércoles, 12 de octubre de 2016

"Las colonias israelíes son ilegales", le dice la ONU a la FIFA

Los asentamientos israelíes en territorio ocupado no tienen validez legal, violan la ley internacional y obstruyen lograr una paz total, justa y duradera


El asesor especial del secretario general de la ONU de Deportes para el Desarrollo y la Paz, Wilfried Lemke, le dijo a la FIFA que las colonias israelíes en territorio ocupado son ilegales y sus equipos no deben jugar en la liga israelí.

"Los asentamientos israelíes en territorio ocupado no tienen validez legal, violan la ley internacional y obstruyen lograr una paz total, justa y duradera en Oriente Medio", señala Lemke en referencia a la disputa entre la Federación de Fútbol Israelí (FFI) y la Asociación de Fútbol Palestina (AFP), en una carta fechada el pasado 7 de octubre.

Pese a que la organización internacional "reconoce el deporte como un derecho humano y lo promueve", señala que "todos los equipos que jueguen en competiciones reconocidas por la FIFA deben cumplir las reglas del juego".

Insta por tanto a la federación internacional a que "resuelva toda disputa en línea con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU" y con sus propios estatutos (que prohíben a una federación jugar en territorio de otra sin permiso) y que lo haga, además, "en un plazo de tiempo razonable".

Lemke también insta a que se garantice "el libre movimiento de atletas, entrenadores y oficiales entre y alrededor de Israel y Palestina" para entrenarse y participar en eventos deportivos, movimiento que en ocasiones impide Israel apelando a razones de seguridad.

La misiva se conoce poco antes de que comience este jueves la reunión del Consejo de la FIFA en Zurich, que tiene previsto debatir la cuestión.

La ONG internacional Avaaz llevó a cabo ayer una acción para arrojar luz sobre el problema en el asentamiento de Maalé Adumim, donde un grupo de menores palestinos y futbolistas del equipo nacional femenino acudieron a jugar al campo de fútbol.

Fuerzas israelíes impidieron el paso al grupo, del que formaban parte una quincena de palestinos de las localidades de Duma y Jabal Al Babam (Cisjordania), según aseguró un vocero de Avaaz, que añadió que lo sucedido demuestra que "los palestinos no pueden entrar ni jugar en los asentamientos israelíes".

El pasado septiembre Human Rights Watch (HRW) instó también a la FIFA a exigir a Israel que impida partidos de fútbol en los asentamientos judíos.

"A fin de cumplir con sus responsabilidades en derechos humanos, la FIFA debe solicitar a su filial, la Asociación de Fútbol de Israel, que tiene negocios en los asentamientos ilegales fuera del alcance de los palestinos, que traslade todos los partidos y actividades sancionadas al interior de Israel", reclamó en un comunicado.

También el mes pasado, 66 europarlamentarios (más de una decena de ellos españoles) escribieron al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, reclamando que "de acuerdo a sus estatutos, la ley internacional, los precedentes existentes y el compromiso adquirido con los derechos humanos" exija la exclusión de los equipos afectados -los de las colonias de Maalé Adumim, Ariel, Kiryat Arbá, Bikat Hayarden y Givat Zeev- de la liga israelí.

Con información de EFE

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Argentina: abren espacio sobre deportes y derechos humanos

Se inaugura en Buenos Aires un proyecto que integra los deportes y los derechos humanos desde la perspectiva de la memoria histórica


Por Rodolfo Chisleanschi
El País

Tiene los parámetros de diseño y montaje propios de la museística moderna, pero no es exactamente un museo. Expone ante los ojos elementos y objetos que atrapan la atención del visitante, pero no podría calificarse como una exposición. ¿Qué es entonces el Espacio Deportes y Derechos Humanos, inaugurado el lunes en el predio de la exESMA, el mayor centro clandestino de detención y tortura que funcionó en Buenos Aires durante la dictadura militar 1976-83? Precisamente eso, un espacio. Conmovedor e histórico, con la mirada puesta en el pasado y enormes ventanas abiertas hacia un porvenir más venturoso.

La exESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada) es un gigantesco predio en el ángulo noreste de la ciudad, a algunos cientos de metros del estadio Monumental, donde se disputaron varios de los partidos del Mundial de Fútbol de 1978, incluida la final.

Desde 1924 fue una academia militar pero alcanzó su trágica y nefasta fama en tiempos de la última dictadura argentina. Se calcula que por sus múltiples edificios pasaron alrededor de 5.000 detenidos-desaparecidos, muchísimos de ellos más tarde pasajeros de “los vuelos de la muerte”, que practicaba aquel régimen del terror contra quienes calificaba de adversarios políticos. En 2004, el lugar dejó de ser un instituto militar para convertirse en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, que alberga varios museos y donde tienen su sede los organismos que se ocupan de investigar lo ocurrido entre 1976 y 1983, pero también de mantener vivo el recuerdo de quienes sufrieron aquella barbarie.

Es en ese contexto y en el edificio donde tiene su lugar de trabajo la Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas donde surgió este espacio innovador, que conjuga dos conceptos habitualmente disociados.

El hermano mayor de Claudio Morresi, exfutbolista de Huracán y River y Secretario de Deportes de la Nación durante el gobierno de Cristina F. de Kirchner, se llamaba Norberto e integra la lista de desaparecidos en aquellos años. Hoy, Claudio es el coordinador y responsable de la muestra que se acaba de inaugurar: “Los derechos humanos atraviesan todo el espacio”, señala, “y esto no abarca solo lo ocurrido durante la dictadura”.

Diseñado por el arquitecto Hernán Bisman y los curadores Alejandra Naftal y Roberto Busnelli, el espacio principal consiste en 14 octógonos -“Una manera de remedar los gajos de las pelotas de fútbol”, explica Naftal- que encierran una minipista de atletismo en donde varias pantallas repiten escenas de acontecimientos del deporte argentino, cada uno de ellos representando alguno de los valores que se pretenden rescatar.

“Los mensajes centrales son la defensa de la lucha por los derechos humanos, el recuerdo de la memoria de los desaparecidos, la apelación al juego limpio y a la importancia del deporte como factor social”, indica el periodista Juan José Panno, quien se ocupó de delinear los contenidos de esos octógonos junto a sus colegas Roberto Fernández y Christian Rémoli.

Deportes y Derechos Humanos es el primer espacio museístico de la Argentina que nuclea los grandes hitos de algo que enciende la pasión nacional quizás como ninguna otra actividad, y el corazón del mismo se encuentra en el interior de cada uno de esos octógonos. “En el dedicado al programa de los Juegos Evita se habla de lo que significa la posibilidad de acceder a la práctica deportiva para cualquier persona, tenga la condición social que tenga y viva donde viva”, ejemplifica Morresi, “y lo mismo sucede con el octógono dedicado a los libros, a la radio, al juego limpio o al acceso de la mujer al deporte”.

Entre espacio y espacio, una pared traslúcida refleja los ojos de alguno de los más de 50 deportistas y exdeportistas desaparecidos durante la dictadura militar de los años 70, quienes por supuesto tienen su propio octógono. “Una cosa son las cifras frías, otra son los rostros de los que ya no están, y otra muy diferente es introducirse en la vida de cada joven que desapareció”, dice el coordinador de la muestra.

En las pantallas y en las fotos desfilan Los Pumas del rugby, las Leonas del hockey sobre césped, la Generación Dorada del básquetbol, Maradona, Messi y Mascherano… “Pero todo deportista federado tiene que ver con la historia del deporte argentino”, subraya Claudio Morresi. Por eso en Deportes y Derechos Humanos están representados todos. Los de ayer y los de hoy, los que están y a quienes la barbarie les impidió seguir estando. Porque es un espacio de memoria y homenaje, pero también un mensaje de amor y de esperanza futura que va más allá de colores y fronteras.

viernes, 15 de julio de 2016

¿Y cuándo hablamos de paramilitares en el fútbol?

Mucho se viene hablando y escribiendo sobre la presencia de narcotraficantes en el fútbol, pero pocos hablan de la injerencia paramilitar en este deporte. ¿Será porque es muy reciente y sus efectos aún se sienten?


Por Juan Diego Restrepo E.*

Un directivo del equipo capitalino de los Millonarios abrió una puerta que muchos contribuyeron a cerrar en el pasado con gruesas aldabas para que no brotaran verdades que involucran a un sector como el fútbol, deporte en el que algunos de sus protagonistas –directivos, futbolistas, árbitros, empresarios y periodistas– operan como una logia en la que se tapan todos los hechos “sucios” e impera la ley del silencio.

Tal como lo han reseñado algunos analistas, observadores, hinchas y hasta ciudadanos del común, el directivo fue osado al abrir la puerta de la historia del narcotráfico en el fútbol a través de un valiente gesto simbólico al proponer la devolución de dos estrellas, las que, al parecer, fueron ganadas gracias a la presencia económica del narcotraficante José Gonzalo Rodríguez Gacha, ‘El Mexicano’, en el equipo. El debate aún sigue abierto.

Sin embargo, hay un capítulo que debería complementar la reflexión que vienen haciendo varios sectores del país en relación con la presencia de capitales ilegales en este deporte. Se trata de la injerencia paramilitar de finales de la década del noventa y durante buena parte de la década del 2000 en la dinámica de algunos equipos de la división profesional y aficionada.

Esa es una verdad a la que pocos hacen referencia y si la de los narcotraficantes estuvo bajo llave por varios años a pesar de las evidencias, la del paramilitarismo está, si se me permite la figura, en una pesada caja fuerte, que nadie quiere abrir. Es más, ni siquiera ha surgido en los tribunales de Justicia y Paz, donde se juzga a los exmiembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Diversos análisis explican que los narcotraficantes se “metieron” al fútbol por varias razones, entre las que se destacan la inserción social, exhibición de poderío económico y lavado de activos provenientes de sus negocios ilegales. Pero los paramilitares fueron más allá y convirtieron sus gustos por este deporte no sólo en un circo, sino en un entramado donde confluyeron capitales legales e ilegales, públicos y privados, y eso ya le da otro cariz al tema.

¿Van a negar algunos futbolistas de primera división, aún activos, que atendieron invitaciones que poderosos jefes paramilitares extraditados a Estados Unidos les extendieron para que asistieran a sus fincas a jugar aquellos famosos ‘picaditos’ con el fin de satisfacer sus gustos, estimular las apuestas y brindar espectáculos a los hombres en armas? Jamás podrán alegar que viajaron a esas zonas bajo presión, porque a estas alturas esa excusa no sería creíble. Fueron porque, como dirían ellos, los invitó “el patrón”; además, les pagaban hasta diez millones de pesos por partido, una suma generosa y un “sobresueldo”.

¿Cómo entender que en zonas de fuerte presencia paramilitar y en la que muchas de las inversiones provenían de sus arcas, se crearan equipos de fútbol que hoy no existen? ¿Serán capaces directivos, técnicos, jugares de fútbol y hasta exalcaldes de hacer memoria y contar cómo fueron esas épocas, que son recientes realmente, y explicar cómo fue el sistema de contratación, cuánto ganaban, cómo se articulaban las administraciones locales y por qué hoy ya no existen o vendieron sin ningún problema su ficha deportiva a otros equipos?

Ese poderío también se sintió en algunos estadios del país. Hace varios meses me contaron la siguiente historia: en un estadio repleto de espectadores a finales del 2003 se iba a jugar un encuentro de Copa Libertadores. En esa ocasión y por disposiciones de seguridad, se prohibió que los jugadores saltaran a la cancha con menores de edad, como es habitual en partidos locales.

Pese a ello, uno de los jugadores del equipo local quería salir al gramado con un niño en brazos; de inmediato, fue abordado por un directivo quien le explicó que, en esa ocasión, eso no estaba permitido. El jugador le respondió que lo tenía que hacer y agregó: “usted no sabe de quién es este niño, lo mejor es que me deje llevarlo”. El directivo insistió en la prohibición, pero alguien fue hasta el sitio donde estaba el jefe paramilitar y le explicó lo que pasaba. El tipo bajó de la tribuna a la zona de camerinos, golpeó al directivo y exigió que su hijo saliera a la cancha con el equipo, lo que en efecto pasó. Varias personas se le acercaron al directivo y le recomendaron que no hiciera nada contra el agresor, “es mejor que se quede quieto, que usted no sabe quién es”. Una vez enterado del asunto, el directivo se vio obligado a pedirle disculpas al paramilitar.

Hay jugadores también, hoy en retiro y aún jóvenes, que deberían explicar cómo, de la noche a la mañana, se convirtieron en empresarios del fútbol. ¿De dónde sacaron el capital con el cual comenzaron a comprar fichas de jugadores extranjeros y a venderlos en equipos colombianos? ¿Será que estuvieron “apadrinados” por jefes paramilitares y por eso tanto silencio?

Pero hay más gente que debería hablar, sólo para hacer memoria, si quieren. Se trata de líderes de las barras de algunos equipos de fútbol que, por varios años, fueron controladas y patrocinadas por jefes paramilitares. Esa injerencia allí tuvo que ver con una dinámica de control urbano mucho más amplia en tiempos que había que cuidar la imagen de una de las principales ciudades del país.

En el año 2003, las barras de uno y otro equipo, rivales históricos, se descompusieron y comenzaron una serie de refriegas callejeras inaguantables no sólo para los hinchas que iban con sus familias al estadio, sino para los vecinos del complejo deportivo. Para poner orden, aparecieron mandos medios de una organización paramilitar y dejaron un mensaje muy claro: “o se componen o los componemos”. Ese disciplinamiento costó varios muertos. ¿Negarían los líderes de las barras aquellas tensas reuniones con un experimentado paramilitar y narcotraficante que los citaba “para saber cómo iban las cosas” y les imponían condiciones para mantener a los integrantes de las barras calmados?

Si se trata de hacer memoria de la presencia de sectores ilegales en el fútbol, que sea integral y no por episodios distantes. Aún hay mucho responsable de esa injerencia paramilitar en la calle que hoy posa de “hombre de bien” y que debería, por lo menos, estar contando la verdad. Sólo eso.

* Periodista e investigador. Texto publicado originalmente en Semana.com

sábado, 21 de mayo de 2016

Un juez permite las esteladas en la final de la Copa del Rey

El magistrado, en contra del criterio del fiscal, rechaza que la bandera independentista incite a la violencia


Por Reyes Rincón
El País

Los aficionados podrán entrar el domingo con esteladas en el estadio Vicente Calderón y exhibirlas durante la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Sevilla. Un juzgado de Madrid ha acordado este viernes dejar sin efecto el veto a las banderas independentistas dictado el pasado miércoles por la Delegación del Gobierno de Madrid. “En ningún caso ha resultado probado que la exhibición de la llamada estelada puede incitar a la violencia, el racismo o la xenofobia”, concluye el juez.

El juez Jesús Torres, titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 11 de Madrid, ha acabado en apenas tres horas con la tormenta política y social que provocó la decisión de la Delegación del Gobierno de Madrid de prohibir las esteladas en la final de la Copa del Rey del próximo domingo. El juez ha estimado parcialmente el recurso presentado el jueves por la asociación de abogados El Drets, en representación de varios aficionados, contra la medida decretada por la delegada del Gobierno, Dolores Dancausa. Y lo ha hecho dejando en evidencia a la representante del Ejecutivo y en contra del criterio de la fiscalía, que horas antes le había pedido que mantuviera el veto a las banderas independentistas.

En un auto de nueve páginas, el juez da la vuelta a los argumentos del Gobierno y de la fiscalía para concluir que la prohibición de las esteladas supone una limitación de la libertad de expresión, un derecho fundamental que solo puede restringirse en circunstancias excepcionales que deben estar bien motivadas. En este caso, afirma, no lo están.

La delegación del Gobierno basó su prohibición en la Ley del Deporte, de 2007, que establece que no se puede acceder a recintos deportivos con banderas o símbolos “que inciten a la violencia o al terrorismo o que incluyan mensajes de carácter racista, xenófobo o intolerante”. Pero, según el juez de lo Contencioso 11 de Madrid, no está probado “en ningún caso” que la estelada tenga estos efectos.

“Como manifestación de una ideología política o creencia no se justifica en qué medida infringe el orden jurídico existente y en qué medida pudiera seguirse perturbación grave de los intereses generales”, advierte el juez. Según el magistrado de Madrid, las esteladas no son un símbolo de odio o violencia sino “una mera manifestación de la libertad ideológica y del derecho a difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción”, recogido y protegido en el artículo 20.1 de la Constitución.

“Perjuicio irreparable”

El magistrado rechaza los argumentos de la Fiscalía Provincial de Madrid sobre las consecuencias de mantener el veto a las banderas independentistas. La jurisprudencia del Tribunal Supremo establece que se deben adoptar medidas cautelares cuando, no hacerlo, pueda generar un “perjuicio irreparable” a la parte recurrente. Pero, según el fiscal, el recurso presentado por la asociación de abogados no concreta ese supuesto “perjuicio irreparable” a la libertad de expresión que causa a la prohibición de la bandera.

El juez, sin embargo, ha optado por aceptar la medida cautelar porque, de no hacerlo ahora, advierte, se perdería la finalidad del recurso, dado que el partido se celebra mañana. Si se mantuviera el veto, apunta el juez, se estaría perjudicando a los aficionados que quisieran portar banderas independentistas sin que la Delegación del Gobierno haya probado “debidamente” que permitir las esteladas pueda suponer “una perturbación grave de los intereses generales o de un tercero”.

“Más bien la actuación de la Administración genera un daño al recurrente por cuanto le impide, de forma pacífica, manifestar y expresar su ideología política con la exhibición de la bandera estelada, sin que concurran razones y motivos con la entidad suficiente como para poder restringir el uso de un derecho fundamental”, sostiene el auto, que incluye un alegato a favor de la convivencia y del pluralismo: “El valor del pluralismo político comporta la libertad para pensar, expresarse y participar o no participar en los procesos políticos en condiciones de transparencia e igualdad con los demás actores políticos, y en la medida en que la democracia implica pluralismo, ampara la discrepancia y las formas en las que ésta pueda manifestarse, siempre que esa expresión sea, a su vez, respetuosa con los derechos de los demás”, afirma el magistrado.

El juez solo ha rechazado una de las pretensiones de la asociación recurrente: ordenar a la delegada del Gobierno la emisión de una nueva orden a la policía en la que se declare, de forma expresa, que a las esteladas no se les puede aplicar el artículo 2 de la Ley del Deporte y que, por tanto, pueden ser portadas y exhibidas en el estado Vicente Calderón.

martes, 26 de abril de 2016

La tragedia de Hillsborough fue un homicidio, no un accidente

Los fallos de la policía provocaron 96 víctimas en un partido en Inglaterra en 1989. El jurado exime a los aficionados del Liverpool




Por Pablo Guimón
El País

La muerte por aplastamiento de 96 personas el estadio de Hillsborough, hace ahora 27 años, no fue un accidente. Aquellos fans del Liverpool, con edades comprendidas entre los 10 y los 67 años, fueron víctimas de un homicidio imprudente, atribuible a la policía. Esa es la conclusión a la que ha llegado este mediodía el jurado, formado por seis mujeres y tres hombres, constituido hace dos años.

Familiares de las víctimas se abrazaban emocionados a las puertas del edificio de Warrington, en el norte de Inglaterra, donde los miembros del jurado se reunían desde marzo de 2014 y donde pasadas las 11 de la mañana ha comunicado su decisión. Unos y otros podrán, al fin, pasar la página del proceso judicial más largo de la historia legal británica. (Leer también Todo Liverpool se vuelca en homenaje a las víctimas de Hillsborough).

El jurado ha llegado a la conclusión de que los fallecidos fueron víctimas de homicidio, atribuible a la deficiente actuación policial, antes y durante el partido. También ha concluido que el comportamiento de los hinchas del Liverpool no causó ni contribuyó a la tragedia. Tras una campaña de 27 años por parte de los familiares de las víctimas, la memoria de la afición del Liverpool ha quedado limpia. Un canto espontáneo de You’ll never walk alone, el himno del equipo, acompañó a la salida del juzgado las lágrimas de los familiares.


La decisión supone el fin de un doloroso proceso. El 15 de abril de 1989, durante la semifinal de la Copa de Inglaterra entre el Liverpool y el Nottingham Forest, se escribió la página más trágica del fútbol inglés. Las semifinales, como las finales, se juegan en partido único en campo neutral, y aquella se celebró en el estadio de Hillsborough, en Sheffield. El partido duró solo seis minutos, pero la afición del Liverpool no lo olvidará nunca.

A pesar de que habían acudido muchos más aficionados reds, al Liverpool se le asignó la parte más pequeña del estadio. En las gradas centrales, detrás de una de las porterías, se amontonaba de pie el doble de público de lo permitido. Miles de aficionados presionaban en el exterior del estadio para entrar, y se tomó la decisión de permitir que accedieran, lo que agravó aún más la situación. La grada se convirtió en una trampa mortal.

Las rejas que separaban al público del césped impedían a la gente escapar. Los movimientos en la grada hacían pensar a la policía que se preparaba una invasión del campo, y pidieron refuerzos para controlar esa posible invasión. Hay que recordar que no estaba lejos el auge del fenómeno hooligan: sólo habían pasado cuatro años desde la tragedia de Heysel.

La situación era ya grave pero el partido empezó a su hora. La tensión creció con un tiro al palo en el minuto 4 en la portería opuesta. Poco después, la policía al fin se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo y ordenó parar el partido y abrir las pequeñas puertas de acceso al terreno de juego. Unos escapaban hacia el campo, otros se encaramaban a la grada. Los heridos eran trasladados encima de anuncios que hacían las veces de camillas. El balance fue de 96 muertos y casi 800 heridos.

En diciembre de 2012 se ordenó una nueva investigación de los hechos, después de que el Tribunal Supremo londinense anulara los veredictos de muerte accidental dictados 21 años antes. Una investigación independiente había aportado nuevas pruebas que exoneraban de cualquier responsabilidad a los hinchas. (Ver Policía británica alteró pruebas de la tragedia de Hillsborough).

Hasta 58 personas perdieron a un padre o una madre en la tragedia. Algunos de ellos han acudido cada día a las sesiones del juicio. Las familias de las víctimas, a través de un comunicado, han declarado que las conclusiones del jurado “compensan completamente” la larga lucha por la justicia.

miércoles, 23 de marzo de 2016

El estadio del horror

La dictadura militar que castigó a Chile entre 1973 y 1990 utilizó al principal escenario del fútbol como centro clandestino de detención y tortura


Por Diego Borinsky
El Gráfico

Los que pasamos los 40 años hemos escuchado la historia más de una vez. Y, a quienes nos ha interesado particularmente el tema, le hemos entrado con atención leyendo libros y viendo documentales. Aun así, una cosa es haberse informado y sumergido en la historia, y otra es entrar en el túnel lúgubre del escenario real. Sentir los latidos de quienes caminaron por allí.

El Estadio Nacional de Chile es blanco por fuera. Los portones de ingreso se denominan “escotillas”. Al llegar a la N°8, resalta una especie de pasacalles que sintetiza el horror: “Estas graderías son un sitio de memoria. El 11 de septiembre de 1973, tras el golpe de Estado, las Fuerzas Armadas convirtieron al Estadio Nacional en el Campo de Concentración más grande del país. Más de 20.000 ciudadanos, mujeres, hombres y niños, chilenos y extranjeros, estuvieron prisioneros en las escotillas y camarines del Coliseo y la Piscina. El trabajo de la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional ex Prisioneros Políticos tiene como objetivo preservar su valor histórico y conmemorar a las víctimas”. El Coliseo es el estadio propiamente dicho.

El portón de la escotilla 8 está levemente abierto, no hay gente, sí una cinta que dice “prohibido pasar”, pero está cortada en algún punto impreciso. Predomina una sensación de abandono a tres días de la fiesta inaugural en este mismo sitio, pero como al fin de cuenta somos argentinos, nos asomamos al interior para descubrir de qué se trata todo esto que anuncia la bandera. Salvo algún que otro trabajador que cruza el recinto esporádicamente para terminar de arreglar algo, no se ve a nadie. Frente a ese marco solitario, rodeado de polvillo, con tablas desordenadas y manteles de plástico en el piso, como si estuvieran por pintar y arreglar contra reloj, observar las fotos y leer los letreros que las acompañan produce escalofrío.


Hay imágenes de los prisioneros asesinados, pero también de manifestaciones populares del gobierno de Salvador Allende. Incluso hay una secuencia que estremece: una foto de Allende con su mujer, saludando desde el Palacio de La Moneda; y una pegadita, al lado, del mismo balcón, ya sin ellos, y arruinado por la balacera y los bombardeos.

“Prisioneros y prisioneras de guerra del Estadio Nacional”, se lee en uno de los carteles. Y sigue: “En los primeros días del Golpe Militar de 1973, miles de personas fueron trasladadas en calidad de prisioneros al improvisado centro de detención del Estadio Nacional. Sus rejas fueron punto fijo para los familiares que buscaban a sus seres queridos. Aferrados a las rejas, creían poder lograr un intercambio visual y, con suerte, verbal con los hacinados en las escotillas cercanas”. Y enseguida, una descripción brutal: “La arquitectura sui géneris del Estadio Nacional hace de él una edificación ideal para la represión: los pasillos que llevan a los camarines se encuentran bajo las graderías, totalmente ocultos de la vista exterior del complejo, los 28 camarines que tiene el Coliseo fueron utilizados como celdas, en cada camarín hacinaban a más de 100 ciudadanos. Los hombres y mujeres se encontraban en completo aislamiento del mundo exterior”.

Momento: no sólo se utilizó el estadio en sí mismo. “La piscina olímpica –explica el texto que acompaña las imágenes– fue el lugar de confinamiento de las mujeres que ingresaron al Estadio Nacional. Su muralla frontal también se utilizó como paredón de fusilamiento. En el camarín Norte estaban prisioneras las mujeres chilenas y en el camarín Sur tenían prisioneras a las extranjeras. Según testimonios de las propias prisioneras, la piscina alcanzó a albergar a mil mujeres”. Cuesta imaginarlo.

El recorrido por este auténtico laberinto del terror finaliza con otro testimonio adherido a una de las paredes de este pequeño museo, ubicado en las entrañas del Estadio Nacional, debajo de sus tribunas, detrás de uno de los arcos. Su título es “Recuerdo” y está firmado por Felipe Agüero, ex prisionero de guerra: “Las salas de tortura bajo la marquesina, las lúgubres formaciones de prisioneros regresando del velódromo, los túneles malolientes camino a las sesiones de electricidad, los ancianos tropezando a golpes de culata por las graderías, todo aquí aludía al Infierno del Dante. El descenso a cavidades cada vez más profundas de horror y maldad, que nunca tocaba fondo. Aquí Chile conectó por primera vez con su propio infierno”.

Aquí, Chile lo recuerda para que no ocurra nunca más.

*Artículo publicado originalmente en julio del 2015