El capitán del St. Pauli, el australiano Jackson Irvine, ha sido acusado de “antisemitismo” por su propia hinchada por expresar su apoyo al pueblo palestino.
Por Camilo Rueda Navarro
El australiano Jackson Irvine, jugador del FC St. Pauli alemán desde el 2021, vive un “viacrucis” por expresar su apoyo al pueblo palestino y denunciar el genocidio que éste padece por parte de las fuerzas de Israel.
Una parte significativa de su afición defiende ciegamente a Israel. Y el caso de Irvine “ilustra cómo la más mínima expresión de solidaridad con Palestina es perseguida allí”, registra Yann Dey-Helle en un editorial de la página Dialectik Football.
“En el St. Pauli, que durante mucho tiempo ha navegado bajo la imagen de un club rebelde y antifascista, no es bueno defender la liberación de Palestina”, explica Dey-Helle.
Esto queda en evidencia con el caso de Jackson Irvine, quien pasó de icono a paria luego de publicar en sus redes sociales una foto como “historia” portando una camiseta con la leyenda “FC Palestine”.
“La humanidad por encima de todo”
“Me pareció profundamente insultante y doloroso ser estigmatizado de esta manera. Nunca he hecho nada en mi vida ni en este club que sea discriminatorio u odioso hacia nadie. Siempre he puesto la humanidad por encima de todo”, expresó Irvine desde Flachau, Austria, donde el St. Pauli se encuentra en pretemporada.
El blog Millernton, que publica información de la afición del St. Pauli, lo criticó por “no distanciarse claramente de cualquier cuestionamiento del derecho de Israel a existir”.
A pesar de su defensa de la diversidad sexual y del movimiento Black Lives Matter (que el club apoya) su postura sobre Palestina le ha valido fuertes críticas, con la etiqueta de “antisemita”.
“Esto ilustra un clima que sigue siendo sofocante en los alrededores del St. Pauli, a pesar de la evidencia del genocidio palestino”, reflexiona Dey-Helle. “Las acusaciones de antisemitismo surgen ante la más mínima crítica al colonialismo israelí en Palestina”, agrega.
Esta actitud causó un cisma en la afición internacional del St. Pauli tras los hechos de octubre del 2023, cuando un ataque de Hamás al sur de Israel originó una ofensiva de este Estado sobre la Franja de Gaza, la cual ya acumula más de 60.000 muertes, la gran mayoría civiles, incluyendo poblaciones especialmente protegidas, como niños, médicos y periodistas.
Tanto el club como la barra oficial del St. Pauli, que se consideran “antifascistas”, tomaron partido por Israel y se limitaron a condenar a Hamás como grupo terrorista. Esto llevó a que varios clubes de fans internacionales le dieran la espalda y optaran por cesar sus actividades o disolverse.
Pese a la postura mayoritaria del St. Pauli, Jackson Irvine ha sido solidario con el pueblo palestino. En noviembre del 2023, fue uno de los impulsores de una campaña de recaudación de fondos de jugadores de la selección australiana destinada a Oxfam para apoyar la ayuda humanitaria a la población de Gaza, registró Pallonate in Faccia. “Posteriormente, el capitán del St. Pauli continuó apoyando públicamente a Palestina en sus redes sociales”, agregó ese medio italiano.
“La muerte de civiles es una tragedia en cualquier conflicto, y ese debe ser el foco principal del debate”, declaró, a su vez, a la cadena ESPN.
Pero esto le ha llevado a que su propia afición le señale, pues “parece que para seguir siendo un ídolo en el St. Pauli uno debe abstenerse de criticar a Israel”, resume el portal Dialectik Football.
Por ahora, Irvine sólo cuenta con el apoyo de algunas pocas voces disidentes en St. Pauli, como la cuenta de Instagram "fcsp.4.falastin", que apoya a Palestina, y los impulsores de la campaña "Show Israel the Red Card", que pide a las autoridades del fútbol excluir a los equipos israelíes de las competiciones internacionales, exhibiendo pancartas en los partidos del fútbol alemán.
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