viernes, 28 de octubre de 2016

Con la del Rojo en la Décima: crónica futbolera de la Conferencia de las FARC-EP

Uno de los participantes de la Décima Conferencia Nacional Guerrillera habla sobre la pasión por el fútbol que se vivió en los Llanos del Yarí



Por Lucas Carvajal

Esto que escribo no es más que una suma de notas mentales, ideas sueltas, recuerdos preciosos. Se originan todos ellos de mi participación como invitado fraternal al debate de la X Conferencia de las FARC-EP celebrada en los Llanos del Yarí, del 17 al 23 de septiembre pasado. Podría hablar de la trascendencia histórica del momento, del debate fraterno, de la Colombia nueva que se engendró en esas llanuras ardientes. Pero voy a hablar de algo que me gusta, voy a hablar de fútbol.

Que el balompié es el deporte predilecto de nuestro pueblo es cosa conocida. Que, para pesar de algunos seudointelectuales de la izquierda militante -armada o no-, el fanatismo futbolero es mayoritario es también remarcable. Y que en las FARC-EP el fútbol gusta y se practica en cantidades industriales es algo inocultable.



Llegué al Yarí desde La Habana, reencontrándome con buenos amigos y amigas en una geografía desconocida y peculiar. En un escenario apabullante, construido en solo 13 días por el trabajo ejemplar de los combatientes del Bloque Comandante Jorge Briceño, se dio el debate más trascendental que ha enfrentado la guerrillerada fariana en los últimos años: la refrendación o no del Acuerdo Final suscrito en La Habana con el gobierno nacional.

Fueron días de trabajo intenso, de discusión y debate. Mujeres y hombres delegados por sus asambleas de base venían al Yarí con las inquietudes y propuestas de los frentes guerrilleros de todo el país. El resultado lo conoce el mundo: la aprobación unánime del Acuerdo. Y allí, en medio de todo, estuvo el fútbol.

Hinchas de Nacional como Ricardo Téllez y Walter Mendoza. Del América como Marco Calarcá, Fabián Ramírez, Matías Aldecoa y Milena Reyes. De Millonarios como  Andrés París. Del DIM como Pastor Alape y Jaime Nevado. De Santa Fe como Carlos Antonio Lozada, Sergio Marín e Isabella Sanroque. Y los casos curiosos, que nunca faltan: Olga Marín y el Deportes Quindío, Mireya Andrade y el Deportivo Pasto, y Kerly, caqueteña, combatiente del Bloque Occidental y... ¡del Once Caldas!

Haciendo un balance “a ojo”, se destacaba una mayoría aplastante de guerrilleros hinchas de Nacional, matizada por el revival santafereño del Bloque Comandante Jorge Briceño. Y yo, solitario con la camiseta del Rojo de aquí para allá, recordando siempre que al América lo fundó el liberalismo de izquierdas de Cali, que Gaitán nos hizo saque de honor cuando enfrentamos al Sucre de Lima y que la selección soviética nos visitó en el Pascual cuando prefirió perderse el Mundial del 74 a tener que jugar en el infame Estadio Nacional de Pinochet.

Y la sonrisa me la saca un camarada delegado del Frente 36. Antioqueño hasta los tuétanos, se me acerca y se declara americano desde que tiene uso de razón. Charlamos de viejos triunfos, de glorias pasadas y retos presentes. El balón hermana, construye, crea afinidad.

Y en la sala de prensa, de nuevo, el fútbol. Amigos, amigas, contendores políticos y enemigos del proceso, periodistas todos, futboleros la mayoría. Total, en mi breve paso por la sala de prensa, la Conferencia me premia con nuevas adquisiciones para esa iniciada colección que el conflicto interrumpió: una camiseta retro del América de 1983 y la casaca alterna de Chacarita Juniors, ese misterioso club donde anarquismo, guapería y hasta antisemitismo conviven en raro crisol. Regalos fruto del hecho de la confraternidad y compinchería derivada del saberse del mismo club, de querer los mismos colores.

René Higuita demuestra todo este desorden que trato de argumentar. Cuando llega al aeropuerto de La Macarena, la estación de policía se desocupa: todos los agentes quieren una foto con El Loco. Y en la Conferencia ocurre lo mismo: centenares de guerrilleros se agolpan a su alrededor, le piden una foto, un autógrafo, una sonrisa. René, viejo amigo de la paz, está para todos. Parece ser el más consciente de la importancia del momento, del precio de la reconciliación. (Ver artículo: "René Higuita asiste a conferencia guerrillera")

Partidos improvisados bajo el implacable sol del Yarí, discusiones sobre el estado actual de nuestros clubes favoritos, los desalentadores resultados de Colombia en el mundial de futsal, etc. Y hay que decir que allí, también, el fútbol negocio, el deporte bursátil: guerrilleros del Guaviare que discuten sobre los salarios de la Liga española, chicas del Putumayo que deliran por Cristiano Ronaldo, la ansiedad por los resultados de la Champions.

Los días pasan, la Conferencia termina, se esfuman los conciertos, terminan los discursos del camarada Timo y la emoción colectiva de una paz cercana, real. Arranco para Cartagena, a un evento completamente distinto, protocolario, aburrido. Un balance personal indica que siempre preferiré el sol rojo del Yarí, los reencuentros de viejas amistades y las canchas polvorientas.

lunes, 24 de octubre de 2016

Camila Vallejo también habla de fútbol

La diputada comunista chilena reflexiona sobre el deporte más popular del mundo


Por Camilo Rueda Navarro

En una reciente entrevista, Camila Vallejo dio sus opiniones sobre el fútbol. La exdirigente estudiantil y diputada por el Partido Comunista reconoció sus simpatías con la Universidad de Chile, aunque expresó que recientemente siente “mucha cercanía” con Palestino.

“Me regalaron la camiseta y cuando pueda iré a verlos”, contó al periodista Felipe Bianchi, en un diálogo en formato de Twitter publicado en el diario La Tercera.

La diputada explicó que en su viaje a Palestina encontró que el Club Palestino de Chile es como una segunda selección para ellos, y desde entonces, quiere “que siempre les vaya bien”.

“El fútbol puede ser una excelente escuela de vida, como cualquier actividad humana que se conduzca con buenos fines y valores positivos”, respondió la exdirigente estudiantil a una pregunta sobre Albert Camus, que decía que su mejor escuela de vida fue el fútbol.

Vallejo también apoyó el llamado de Jean Beausejour para que la Selección Nacional juegue en regiones y se baje el precio de las entradas. “Totalmente de acuerdo. ‘La Roja’ es de todos y los precios son muy caros”, dijo, avalando la postura del jugador.

Sobre los integrantes de la selección, dijo que su preferido es Gary Medel, “por la garra que pone”, y el propio Beausejour, “porque tiene opinión política y la manifiesta”.

Y sobre la organización del fútbol chileno, manifestó: “La ley SAD permitió la captura de los clubes. Por eso, con Matias Walkerp propusimos algunos cambios inspirados en el futbol alemán”.

También reivindicó al futbolista Carlos Caszely, integrante de la selección cuando iniciaba la dictadura de Augusto Pinochet. “Fue el único que no lo saludó antes de viajar al Mundial 74”, recordó. (Ver artículo "Yo le negué la mano a Pinochet": Carlos Caszely).

Camila Vallejo, de 28 años, fue presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) y en la actualidad es parlamentaria del Partido Comunista.

jueves, 20 de octubre de 2016

El Camp Nou se vuelve a llenar de banderas independentistas catalanas

Durante el último partido de la Liga de Campeones, miles de banderas independentistas se alzaron en apoyo a la presidente del Parlamento Catalán


El estadio Camp Nou de Barcelona se llenó nuevamente de banderas independentistas catalanas. En esta oportunidad, unas 30 mil "esteladas" se ondearon en apoyo a la presidente del Parlamento Catalán, Carme Forcadell, y a las instituciones catalanas.

Este miércoles, con motivo del partido entre el FC Barcelona y el Manchester City por la Liga de Campeones de Europa, la afición catalana volvió a reivindicar la causa independentista.

En el minuto 17 con 14 segundos del partido, el campo se volvió a teñir de "La Estelada" (bandera independentista), en recuerdo de 1714, año de la toma de Barcelona por las tropas borbónicas durante la guerra de Sucesión española.

La manifestación se dio a raíz de que la fiscal general del Estado español, Consuelo Madrigal, ordenara una querella contra la presidente del Parlamento catalán por haber permitido debatir en la Cámara las conclusiones de la comisión de estudio del proceso constituyente.

La iniciativa fue promovida por movimientos como la Asamblea Nacional Catalana, Òmnium Cultural, la Plataforma Pro Selecciones Deportivas Catalanas y la asociación de juristas Drets.

A pesar de que el Barcelona ya había sido sancionado con una multa de 150 mil euros por la UEFA por la presencia de estas banderas en el Camp Nou, el público barcelonista sigue pidiendo "Independencia" y exhibiendo mensajes como "Welcome to Catalonia" ("Bienvenidos a Cataluña").

Con información de Telesur

miércoles, 12 de octubre de 2016

"Las colonias israelíes son ilegales", le dice la ONU a la FIFA

Los asentamientos israelíes en territorio ocupado no tienen validez legal, violan la ley internacional y obstruyen lograr una paz total, justa y duradera


El asesor especial del secretario general de la ONU de Deportes para el Desarrollo y la Paz, Wilfried Lemke, le dijo a la FIFA que las colonias israelíes en territorio ocupado son ilegales y sus equipos no deben jugar en la liga israelí.

"Los asentamientos israelíes en territorio ocupado no tienen validez legal, violan la ley internacional y obstruyen lograr una paz total, justa y duradera en Oriente Medio", señala Lemke en referencia a la disputa entre la Federación de Fútbol Israelí (FFI) y la Asociación de Fútbol Palestina (AFP), en una carta fechada el pasado 7 de octubre.

Pese a que la organización internacional "reconoce el deporte como un derecho humano y lo promueve", señala que "todos los equipos que jueguen en competiciones reconocidas por la FIFA deben cumplir las reglas del juego".

Insta por tanto a la federación internacional a que "resuelva toda disputa en línea con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU" y con sus propios estatutos (que prohíben a una federación jugar en territorio de otra sin permiso) y que lo haga, además, "en un plazo de tiempo razonable".

Lemke también insta a que se garantice "el libre movimiento de atletas, entrenadores y oficiales entre y alrededor de Israel y Palestina" para entrenarse y participar en eventos deportivos, movimiento que en ocasiones impide Israel apelando a razones de seguridad.

La misiva se conoce poco antes de que comience este jueves la reunión del Consejo de la FIFA en Zurich, que tiene previsto debatir la cuestión.

La ONG internacional Avaaz llevó a cabo ayer una acción para arrojar luz sobre el problema en el asentamiento de Maalé Adumim, donde un grupo de menores palestinos y futbolistas del equipo nacional femenino acudieron a jugar al campo de fútbol.

Fuerzas israelíes impidieron el paso al grupo, del que formaban parte una quincena de palestinos de las localidades de Duma y Jabal Al Babam (Cisjordania), según aseguró un vocero de Avaaz, que añadió que lo sucedido demuestra que "los palestinos no pueden entrar ni jugar en los asentamientos israelíes".

El pasado septiembre Human Rights Watch (HRW) instó también a la FIFA a exigir a Israel que impida partidos de fútbol en los asentamientos judíos.

"A fin de cumplir con sus responsabilidades en derechos humanos, la FIFA debe solicitar a su filial, la Asociación de Fútbol de Israel, que tiene negocios en los asentamientos ilegales fuera del alcance de los palestinos, que traslade todos los partidos y actividades sancionadas al interior de Israel", reclamó en un comunicado.

También el mes pasado, 66 europarlamentarios (más de una decena de ellos españoles) escribieron al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, reclamando que "de acuerdo a sus estatutos, la ley internacional, los precedentes existentes y el compromiso adquirido con los derechos humanos" exija la exclusión de los equipos afectados -los de las colonias de Maalé Adumim, Ariel, Kiryat Arbá, Bikat Hayarden y Givat Zeev- de la liga israelí.

Con información de EFE

martes, 11 de octubre de 2016

"Como Franco manda": James ante la paz de Colombia

James Rodríguez, futbolista colombiano al servicio del Real Madrid, pudo ser como Tommie Smith, John Carlos o Muhammad Alí, pero prefirió ser como Franco y no meterse en política


Por Nacio González

A mediados de mes se cumplen 48 años desde que Tommie Smith ganó la final olímpica de los 200 metros en México. Con récord del mundo y siendo la primera persona en correr la distancia en menos de veinte segundos. Pero esa final no pasó a la historia por la marca, lo que de verdad se recuerda es la entrega de medallas. Al sonar el himno de los Estados Unidos, Smith y John Carlos -que fue bronce- agacharon la cabeza y levantaron el puño con un guante negro en la mano en solidaridad con el movimiento Black Power.

El gesto no pasó desapercibido para el Comité Olímpico Internacional, que los amonestó públicamente. Según Avery Brundage, presidente del COI, lo que hicieron iba en contra de los principios fundamentales del espíritu olímpico. El mismo Brundage, que 32 años antes no tuvo problema en celebrar unas olimpiadas en la Alemania nazi de los saludos con el brazo en alto.


El caso de Smith, Carlos o el australiano Norman -plata en la carrera y que sufrió también represalias por apoyar a los estadounidenses- no fue la primera manifestación política de un deportista en copar los titulares en los medios de comunicación. Un año antes, el Gran Jurado Federal de los Estados Unidos declaraba desertor a Muhammad Ali por negarse a ir a la guerra del Vietnam. Por si no fuera suficiente, le quitaban el título mundial de los pesos pesados y lo condenaban a cinco años de cárcel que nunca cumplió.

A lo largo de la historia son muchos los casos y las disciplinas donde deportistas de elite defendieron públicamente causas políticas y sociales. Mientras tanto, los sectores más reaccionarios, disfrazados de apolíticos, quieren convencernos de que no hay que mezclar el deporte con la política, recordándonos mucho aquella frase tan famosa que se pone en boca de Franco: “haga como yo: no se meta en política”. Lo que nunca nos cuenta esa gente es que si hay un sitio ideal donde la política y los negocios se desenvuelven a la perfección son los palcos de los estadios de fútbol.

Este domingo en Colombia se habló mucho de política y algunos deportistas no quisieron ser la excepción. Después de 54 años de guerra se votaba el plebiscito para ratificar o rechazar los acuerdos acordados entre las FARC-EP y el gobierno colombiano tras cuatro años de negociación en La Habana. Un plebiscito que ganaron los enemigos de la paz por menos de 54.000 votos y con más de 60% de abstención.

Todavía tengo delante, cuando escribo estas líneas, el cartel con el que Nairo Quintana se retrató este verano en Asturias a favor de la paz. Una fotografía que revolucionó Colombia, pero que no fue suficiente para que la paz ganara. Nairo dio la cara por una causa justa, igual que hiciera Lucho Herrera hace 29 años al ganar la Vuelta a España. Como la dieron el Pibe Valderrama, René Higuita, Catherine Ibargüen, Esteban Chaves, Radamel Falcao García, Yuberjén Martínez, Mariana Pajón, Cecilia Baena o Miguel Lora, que pidieron el Sí de manera valiente en una campaña crucial para cerrar un conflicto político armado que lleva cientos de miles de muertos y millones de personas desplazadas.


Pero no todo el mundo tiene al pueblo entre sus prioridades, por mucho que éste lo adore hasta en los momentos más difíciles. El periodista inglés John Carlin, autor de “Playing the Enemy” y defensor de la paz en Colombia, le pidió al futbolista del Real Madrid James Rodríguez que se pronunciara por el Sí al igual que estaban haciendo otros deportistas colombianos. Carlin, que conoció de primera mano la dictadura argentina y el apartheid en Sudáfrica, sabía lo mucho que podía ayudar el futbolista cucuteño para traer la paz a su país. Una declaración pública es lo que le pedía Carlin a James en una votación tan igualada y con una abstención de más de la mitad de la población. James es el hombre que abre los informativos todos los fines de semana, sea titular o reserva, y por él se guían millones de personas de tolos estratos sociales. Pero James escogió mirar hacia otra parte. Seguramente esa sea la diferencia entre un campesino de familia humilde como Nairo, que conoce el sufrimiento de la gente, con un futbolista multimillonario al que nada le falta, acostumbrado a vivir y codearse con gente para quien la palabra “guerra” nada significa.

Tommie Smith, con once récords del mundo y una medalla de oro olímpica, tuvo que limpiar coches porque nadie le quería dar trabajo; pero 48 años después sigue estando en los corazones de millones de personas que lo tienen como ejemplo. James seguramente nunca va limpiar ningún coche, ni siquiera el suyo. James pudo ser como Tommie Smith, John Carlos o Muhammad Alí, pero prefirió ser como Franco y no meterse en política.

No seré yo quien diga a los colombianos quiénes han de ser sus ídolos, pero sí les puedo asegurar qué nombre nunca va a llevar mi hijo Xulián en la camiseta de la selección.

*Publicado originalmente en La Voz de Asturias

viernes, 7 de octubre de 2016

Deniz Naki, el futbolista y héroe del pueblo kurdo

El jugador del Amedspor es perseguido por las autoridades turcas por sus mensajes hacia la causa kurda



Redacción
Fútbol Rebelde

El futbolista Deniz Naki, exjugador del St. Pauli y hoy en el Amedspor de la segunda división de Turquía, fue procesado por la justicia de ese país por sus mensajes en redes sociales sobre la situación del pueblo kurdo.

La fiscalía lo señala de realizar “propaganda terrorista” y podría ser condenado con hasta cinco años de cárcel, reportó la prensa turca.

En varias ocasiones, el jugador ha publicado mensajes de solidaridad con el pueblo kurdo y de repudio al Estado Islámico (EI), agrupación que ha azotado a varios países de Medio Oriente donde se asientan las comunidades kurdas, como Irak y Siria.

También ha alabado a las milicias kurdas que defienden el norte de Siria del EI, y criticado al ejército turco por sus operaciones en el suroriente del país –donde se asienta la mayoría del pueblo kurdo-.


Por esta postura, Naki ya fue sancionado con una suspensión de 12 partidos y una multa de 19.500 liras turcas (unos 6.700 dólares), cuando la Federación de Fútbol Turca lo señaló de realizar “propaganda ideológica” tras obtener un triunfo.

En ese momento, Naki dedicó la victoria a los muertos kurdos de su región. Su equipo tiene base en Diyarbakir, una ciudad de mayoría kurda en el suroriente de Turquía. “Ofrecemos esta victoria como regalo a todos aquellos que han sufrido y muerto bajo la opresión. Larga vida a la libertad”, dijo esa vez.

Naki nació en 1989 en Alemania, pero es de familia kurda. Jugó en el St. Pauli, equipo reconocido por su compromiso con diversas causas sociales y que ante la judicialización de su exjugador se solidarizó con él. En un partido amistoso, toda la nómina llevó su apellido y portó camisetas alusivas a él.


En el St. Pauli, Naki es recordado por la celebración en el triunfo ante el Hansa Rostock, reconocido por su hinchada neofascista. Ese día Naki anotó un gol y se lo dedicó con gestos a la tribuna rival, y al final del partido clavó en el césped una bandera del St. Pauli.

En los últimos meses ha publicado en su cuenta de Twitter algunas fotos de las ciudades kurdas de Turquía atacadas por el Ejército. También mensajes sobre Kobane, la ciudad del norte de Siria que fue liberada por la guerrilla kurda en una ardua lucha contra el Estado Islámico.

Hoy Naki es héroe del St. Pauli y del pueblo kurdo, al que defiende sin más armas que la palabra y un balón.

martes, 4 de octubre de 2016

Humilde, goleador y comunista

Así es Cristiano Lucarelli, el ídolo del Livorno


Por Carles Viñas 
Panenka

‘Killer’ del área y todo un mito en su Livorno natal, Cristiano Lucarelli abandonó la práctica del fútbol profesional hace unas temporadas. Este trotamundos del balón colgó las botas en el Napoli tras militar en clubes como el Valencia –donde jugó a finales de los años noventa–, el Shakhtar Donetsk, el Torino, el Lecce, el Parma o su amado Livorno. Más allá de los 102 goles que marcó en las dos etapas en las que vistió la camiseta del conjunto amaranto, Lucarelli se convirtió en el santo y seña del club toscano, con permiso de insignes futbolistas como Igor Protti, por su actitud dentro y fuera del terreno de juego.

Su entrega sobre el césped era intrínseca a su amor por los colores, de pequeño ya era un asiduo de las gradas del vetusto estadio Armando Picchi. Sin embargo Lucarelli trascendió por su militancia comunista, algo común en Livorno, ciudad fundacional del Partido Comunista Italiano en 1921. Como buena parte de sus paisanos nunca ocultó sus preferencias políticas. Algo que en el mundo del fútbol profesional suele pasar factura. En su caso fue a raíz de marcar un gol con la selección italiana sub-21 ante Moldavia en 1997. Preso de la pasión se encaramó a la valla publicitaria para ofrecer el tanto a los aficionados mientras se levantaba la elástica azzurra para mostrar una camiseta con la efigie del Che Guevara y la leyenda ‘Il Livorno e’ una fede’. Un gesto que le valió ser ninguneado por la Federación Italiana, aunque eso a él no le importó. Su deseo no era triunfar con la selección sino con el club de sus amores. Persiguiendo este propósito, el año 2003 rechazó diversas ofertas millonarias de clubes de la Serie A para fichar por el Livorno, recién ascendido a segunda división. “Que se queden con los mil millones”, le espetó a su representante Carlo Pallavicino. Así fue como abandonó el Torino, renunciando a emolumentos considerables para poder cumplir su sueño. Y a fe que lo consiguió. Luciendo el 99 a la espalda –número que rememoraba el año de fundación de las BAL (Brigate Autonome Livornesi), el extinto grupo ultra amaranto– logró el ascenso del Livorno después de 55 años. Cristiano era más pobre pero su felicidad no se compraba con dinero.

Tras abandonar el club, después de clasificarse por primera vez en su historia para una competición europea, Lucarelli puso rumbo a Ucrania. Debutó en la Champions League con el Shakhtar para retornar el año siguiente a Italia. Parma fue su nuevo destino. Allí trabó amistad con su presidente, Tommaso Ghirardi, uno de los principales valedores de su fichaje, al que prometió que cuando colgara las botas ejercería como entrenador en el Parma.

Cristiano fue honesto hasta en su retirada, cuando reconoció que tras sufrir una grave lesión en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda no estaba para el trote que supone ejercer como delantero en el fútbol actual. Según declaró, “no tenía físico para ser el primer defensor del equipo”. Pero cumplió con su palabra. Esa misma temporada fichó por la entidad de Emilia-Romaña para entrenar al equipo alevín. En la rueda de prensa de presentación manifestó que contaba con las energías necesarias para afrontar con ánimo el reto. Lucarelli entendía su nuevo cargo como el mejor trampolín para acceder a banquillos de mayor entidad. Y por lo que parece, la apuesta no le va mal. Cristiano conserva intacta su sonrisa desde la banda, aleccionando a sus jóvenes discípulos cerca del césped. Unos chicos que escuchan atentos las lecciones de un míster atípico, aquel que en su brazo izquierdo luce tatuados los escudos de su ciudad natal y del Livorno. Por ello siempre será “Uno di noi!”