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domingo, 8 de septiembre de 2013

Colombia sin fútbol para todos

Mientras en Argentina se ve el torneo local por televisión abierta, en Colombia resulta sumamente costoso acceder a las transmisiones del fútbol profesional.

Por Camilo Angarita

Hasta hace sólo dos años los colombianos podían disfrutar casi de todos los partidos del campeonato profesional que era transmitido por Telmex y Une, cableoperadores que eran muy comunes entre las personas de cualquier clase social en Colombia. Si bien no se transmitía libremente por televisión abierta, si una gran cantidad de hinchas podía disfrutar los partidos de su equipo gracias a la parabólica que era de fácil acceso para la gente.

Luego de 2012 la Dimayor vendió los derechos del fútbol profesional colombiano a la multinacional Directv, argumentando que Telmex y Une no lograban pagar lo que necesitaba el fútbol colombiano por los derechos de televisión. La decisión dejó a la mayoría de los fanáticos sin fútbol y haciendo cuentas para ver si podían tener el cable que ahora era el dueño de la transmisiones, que por un poco menos de 100.000 pesos colombianos (unos 50 dólares) ofrecía los partidos de la primera división y uno de la B los lunes. ¡Qué caro se volvió ver fútbol!

El caso contrario lo podemos observar en nuestro mismo continente, en el país de la pasión futbolera: Argentina. Por mucho tiempo los argentinos no tenían acceso al fútbol ya que los derechos le pertenecían al grupo Clarín, que con su filosofía de "pagar para ver" hizo que la mayoría del pueblo no supiera lo que era un Boca-River en vivo y en directo.

Luego de esto, de la mano de la presidenta argentina, Cristina Fernandez de Kirchner, se creó el Fútbol Para Todos que le devolvió a la gente el campeonato local, para que se pueda ver por televisión abierta. Algo así como si acá viéramos Liga ''Postobón'' por Señal Colombia, Canal Capital, Teleantioquia, Telepacifico, Telecaribe, etc, etc, etc.  (Ver video de cómo se manejan los derechos de tv en el fútbol argentino)



Ya van cuatro campeonatos seguidos en los que la mayoría de los colombianos tuvimos que volver a los tiempos del radio para enterarnos cómo va el partido de nuestro equipo, algunos intentan aprovecharse del Internet para poder observar la liga, pero como es obvio las dificultades de la red hacen difícil vivir la pasión del fútbol. Estamos entre sólo dos opciones: o va al estadio o paga Directv, si usted no está en la ciudad dónde juega su equipo se jodió. A pagar para ver.

Van a seguir pasando los campeonatos, los semestres y los años teniendo a Colombia sin fútbol para todos. Si nosotros los fanáticos de la pelota no nos hacemos escuchar, para pedir un fútbol más popular, más de la gente y menos capitalista nada va cambiar. Porque a nuestros dirigentes se les olvidó que el principal patrocinador del fútbol en su esencia, es la gente.

Habrá que buscar la manera de hacernos escuchar, y lamentablemente, parece ser que la única manera es tocarle el bolsillo a los dueños del fútbol. Puede que hayan mil maneras más de lograr que el país y la Dimayor se enteren que los hinchas estamos inconformes y que queremos un cambio en el manejo de los derechos del campeonato. Pensar cuáles son las formas de recuperar el carácter popular y social en las transmisiones es una tarea de todos los futboleros, de cualquier manera todos debemos tener claro que la solución no va ser suscribirnos al cable que ultra-privatizo el FPC.

viernes, 16 de noviembre de 2012

San Lorenzo vuelve a Boedo

Por Camilo Angarita 



Este jueves 15 de noviembre de 2012 será un día histórico para toda la hinchada del club argentino San Lorenzo de Almagro. La legislatura de la ciudad de Buenos Aires aprobó lo que parecía una utopía hace algunos años, la restitución histórica con el club y la expropiación a un importante supermercado es un hecho. San Lorenzo podrá volver en los próximos años a su barrio del que fue sacado por la dictadura militar.

En Argentina a diferencia de nuestro país el barrio importa mucho. Las copas, la ciudad, los colores pasan a un segundo plano en el país gaucho. Acá la historia cultural del fútbol está marcada por el barrio y San Lorenzo representa al barrio de Boedo históricamente, aunque desde 1979 no juegue allí debido a una expropiación de los militares con la excusa de la urbanización del barrio. Desde ese año desapareció el viejo Gasometro (nombre del estadio) y el predio estuvo sin usar hasta que en 1981 lo compro el supermercado francés Carrefour que hasta el día de hoy sigue teniendo un almacén en lo que era la antigua cancha de los cuervos.

San Lorenzo estuvo 14 años sin estadio propio y tuvo que hacer de local en los estadios de Boca, River Plate, Vélez Sarfield, Atlanta, Ferrocaril, y Huracan. Hasta que en 1993 construyó su actual cancha, el Nuevo Gasometro, ubicado en el sector del Bajo Flores que aún estando en Buenos Aires se encuentra en un barrio que no tiene nada que ver con la historia del club.

La hinchada en cada partido canta por volver a Boedo, el equipo pelea descenso y a la gente no le importa. El equipo salió campeón y la hinchada no perdió de vista su objetivo de volver al barrio. Es por eso que son muchas las banderas y los cantos que nombran al barrio del que salieron hace ya 33 años. Porque ser de Boedo es ser de San Lorenzo y ser de San Lorenzo también es ser de Boedo.

La subcomisión del hincha trabajo muchos años por la utopía de volver al barrio, pero no se le veía mucha forma al sueño. Pero en el 2012 la gente se hizo sentir más que los años anteriores, se juntaron en más de una oportunidad masivamente, parando el tráfico de la ciudad, pidiéndole al gobierno que les devuelva lo que les quitó la dictadura. La gente de los otros clubes (y hasta algunos del mismo San Lorenzo) veían imposible la vuelta a Boedo, pero ayer el sueño de los cuervos se hizo realidad. Aprobada la expropiación del predio, Carrefour tendrá que entregarle a San Lorenzo los 4.500 metros cuadrados que actualmente posee.

El hincha de San Lorenzo está feliz y anoche celebró hasta altas horas de la noche. Desde ahora el club comienza a trabajar para volver a tener una sede deportiva y cultural en el mítico barrio de Boedo y esperan en algunos años poder construir el estadio en el mismo lugar donde estaba el viejo Gasometro. La vuelta a Boedo es costosa. San Lorenzo tendrá que pagarle a Carrefour 94 millones de pesos argentinos, unos 35.700 millones de pesos colombianos. De los cuales no saldrá ni un sólo peso del club, todo el dinero lo juntará la hinchada, porque como dicen muchos cantos de la Gloriosa Butteler, la vuelta a Boedo la ''banca'' la gente.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El fútbol a sol y sombra

Por Camilo Angarita



"La historia del fútbol es un viaje del placer al deber. A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí".

Así comienza a''El fútbol a sol y sombra''. Desde las primeras lineas el escritor uruguayo Eduardo Galeano nos va adelantando el rumbo del libro. Palabra a palabra Galeano hace una declaración de amor publica al fútbol, al fútbol de verdad, ése que se ve en la cancha de un barrio cualquiera con niños que sólo les interesa divertirse persiguiendo la pelota. Pero también nos deja clara su postura en contra del fútbol moderno donde ya no se disfruta el deporte, si no que se juega por obligación, a ganar como sea. No importa si el hincha no está conforme con el juego de su equipo, la industria del fútbol ya irá creando hinchas a su medida.

Además de hacer un recuento histórico de los mundiales, las historias y los máximos exponentes del fútbol, el escritor uruguayo hace un excelente homenaje a los protagonistas naturales del deporte: La pelota como bandera política y también revolucionaria. El estadio con su silencio sepulcral si no rueda una pelota. El hincha abrazando extraños en el momento del gol sin importar que éstos sean de otra religión, clase social, o ideología política. El fanático incomprendido arropado solamente con la bandera con los colores de su equipo. El jugador envidiado por todas las profesiones pues se salvo de la oficina o de la fábrica y además le pagan por divertirse. El arquero amado 89 minutos si ataja todo y odiado una vida entera si falla en el último minuto. El gol y su orgasmo inmediato que siempre se busca y cada vez menos se encuentra. Y el ídolo que nace abrazando la pelota y ésta lo persigue por siempre rogándole ser acariciada por el despreciado pie.

El Fútbol a sol y sombra, además de ser poesía pura para los que estamos enamorados de la pelota, es también una vitamina, un remedio en medio de este fútbol-negocio que ahora nos toca vivir. Basta con leer el libro para querer llamar a los amigos y proponer un partido de fútbol para el fin de semana, alentar a los niños para jueguen más con la pelota y pasen menos tiempo en la computadora, apagar la televisión e ir comprar una entrada para vivir la verdadera pasión del deporte en las tribunas. Pero sobre todo, nos invita a pedir más fútbol y menos negocio, más gambetas y menos empresas, más jugadores y menos modelos disfrazados de futbolistas.

Este 3 de septiembre cumple 72 años el creador de está obra maestra que nos reconforta y nos llena de esperanza, por eso éste espacio dedica estas letras a Eduardo Galeano, uno de los mayores referentes del fútbol como literatura.

jueves, 23 de agosto de 2012

Prohibido dedicar un gol

Por Camilo Angarita
@camiloangaritta


Hace algunos años era común ver que los goles en un partido de fútbol significaban la perdida de la cordura para los jugadores. El momento más lindo del deporte lo expresaban los futbolistas corriendo por toda la cancha, quitándose la camiseta y trepándose a las tribunas. Para minutos después volver a la seriedad del hombre común.

De un tiempo para acá la FIFA comenzó una realizar una serie de prohibiciones que van contra de la esencia del fútbol, la pasión y el gol. Para proteger a los patrocinadores que pagan millones y millones para poner el nombre de sus marcas en las camisetas, ''los dueños'' del deporte más popular decidieron exigir a los árbitros que a cada futbolista que celebre un gol quitándose la camiseta se le amonestará con una tarjeta amarilla. No era suficiente con que los hinchas tuvieran que soportar ver en las camisetas de sus equipos el nombre de una marca mucho más grande que el mismo escudo del equipo. Tenían que censurar también los goles.


El pasado fin de semana David Villa, que volvía a jugar fútbol después de 8 meses por una lesión, luego de anotar un gol para el Barcelona se quito la camiseta y exhibió una camiseta en honor a su esposa y sus dos hijas que decía ''Imposible sin vosotras''. Como si no fuera demasiado con tener que recibir una tarjeta amarilla por esta muestra de amor para su familia, la federación española de fútbol decidió ponerle una sanción al jugador del Barcelona que va de los 2000 a los 3000 euros.

El fútbol moderno quiere negar la naturalidad del deporte y su esencia popular. Ya no importa la pasión, la alegría, la fiesta, la pelota. A los actuales dirigentes en el mundo lo único que les importa es hacer leyes que beneficien el negocio del fútbol. Los que amamos este deporte no queremos más camisetas llenas de publicidades de marcas que no nos interesan, los fanáticos de la pelota no queremos estadios con nombres de empresas, los enamorados del fútbol no queremos que multen a un futbolista por dedicarle un gol a su familia.