miércoles, 13 de noviembre de 2024
El racismo de hinchas del Maccabi desata una noche de violencia en Ámsterdam
lunes, 26 de febrero de 2024
La causa palestina y el fútbol: lazos de identidad en tiempos de genocidio
lunes, 16 de octubre de 2023
Hinchas del Arsenal critican al club por postura sobre Gaza
lunes, 18 de julio de 2022
El fútbol ruso: en el vacío y sin aficionados
Por Kirill Shulika
Sovetsky Sport*Hasta el momento, pocas personas son conscientes de lo que sucederá con el fútbol ruso en su total aislamiento. Además, tanto del mundo como de sus propios hinchas. No puedes influir mucho, pero puedes salvar el espectáculo, el entretenimiento y crear un lugar donde la gente vaya en momentos difíciles por emociones positivas. Pero por ahora solo queda el deseo de los funcionarios de no mostrar a nadie lo que sucede en los estadios.
Larga prohibición del fútbol ruso
Es simbólico que el día del primer partido de la nueva temporada de la Liga Premier de Rusia (RPL) se diera a conocer la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS), que conservó la prohibición mundial de nuestro fútbol, tanto a nivel de clubes como a nivel de selecciones. Es decir, ahora no quedan mecanismos reales para volver rápidamente a la familia del fútbol.
Los jueces de arbitraje deportivo en su comunicado se centraron en la seguridad de los participantes en la competición, al tiempo que subrayaron que no existe una responsabilidad colectiva por lo que está pasando con los jugadores.
Sin embargo, la cuestión de la seguridad se resuelve de forma bastante sencilla. Los clubes y equipos nacionales de Bielorrusia juegan en campos neutrales y sin espectadores. Así que es más que un problema de seguridad. La participación de clubes y equipos rusos en torneos internacionales podría poner en peligro el principio deportivo. El hecho es que pocas personas están listas para jugar con equipos rusos. Ya en marzo, nuestros potenciales rivales antes de los play-offs, que decidían el destino de los últimos viajes europeos al Mundial, es decir, los polacos, checos y suecos, anunciaron que no jugarían con la selección rusa que tuvo que renunciar a sus ambiciones de participar en el principal evento futbolístico durante cuatro años.
Después de 2014, las selecciones y clubes nacionales de Rusia y Ucrania simplemente se separaron según la parrilla y solo pudieron enfrentarse en los playoffs. Hay tales ejemplos que no están en el espacio postsoviético, por ejemplo, Serbia y Kosovo se están separando. Pero ahora, ¿con quién acomodar el equipo ruso? De hecho, de los países de la Unión Europea, muy probablemente, solo Hungría podría jugar con nuestros equipos, así como Serbia, Turquía y parte de los países postsoviéticos. Tome la Liga de las Naciones, donde los rivales de Rusia podrían ser Israel, Islandia y Albania. Probablemente, habría jugado dos partidos con Israel, y luego los pupilos de Valery Karpin tendrían 12 puntos debido a las derrotas técnicas de sus oponentes. Teóricamente, de esta manera generalmente puedes convertirte en campeón mundial, pero, además, ¿quién necesita ese fútbol, incluso en Rusia? La FIFA y la UEFA simplemente no tienen mecanismos para obligar a alguien a jugar, esto es un asunto puramente voluntario. Por lo tanto, la participación de la selección rusa en torneos internacionales violaría el mismo principio deportivo, donde el ganador no es el que menos juega, debido a las victorias técnicas, sino el más fuerte.
Por supuesto, todo esto afecta la reputación del fútbol ruso y, como resultado, la calidad de los jugadores extranjeros atraídos por los clubes. Además, tras la eliminación de los torneos internacionales y la difícil situación económica, habrá menos dinero en el fútbol ruso. Pero lo principal ni siquiera es eso, sino la incertidumbre. Si todas las prohibiciones por dopaje tuvieran un límite de tiempo establecido, entonces se podrían hacer planes, pero ahora ni una sola persona en el mundo sabe cuándo los rivales de los países de la UE querrán jugar contra los equipos rusos. E incluso cuando esto suceda de repente, seguro que todo comenzará con partidos en campos neutrales y sin aficionados. Especialmente si será posible volar a Rusia solo con una escala en Estambul o Belgrado.
Espera "brasileños de playa"
Es con el aislamiento ni siquiera del fútbol, sino de Rusia en su conjunto, que está relacionada la decisión de la FIFA sobre los legionarios, que pueden rescindir contratos sin penalizaciones. Por supuesto, esto en cierta medida socava el sistema de acuerdos entre clubes y jugadores, pero nuevamente surge el tema de la protección de los derechos de los atletas. ¿Cómo pueden reunirse con sus familias si Rusia tiene conexiones aéreas solo con algunos países?
Pero no todo va bien con el tráfico aéreo dentro de Rusia. Tres equipos de la RPL viajarán a los partidos fuera de casa en tren o en autobús. "Antorcha" de Voronezh fue a Krasnodar, donde el aeropuerto tampoco funciona, en autobús con pernoctación en Rostov-on-Don, y "Rostov" vino en tren a Moscú para jugar con "Dynamo" y permanecerá en él para prepararse para "Lokomotiv" . No es de extrañar que Voronezh y Rostov se hayan convertido en unos de los clubes rusos más modestos en cuanto a número de legionarios.
Al mismo tiempo, es bastante obvio que no hay suficientes jugadores para 16 clubes de la RPL en Rusia. Esto quiere decir que tendremos que llevar legionarios que estén listos para acudir a nosotros, prácticamente sin regateo. Por ejemplo, Krasnodar se llevó al serbio Mihailo Banyac del club TSC Bačka Topola por 1,6 millones de euros. El mejor goleador del campeonato ruso, Hamid Agalarov, a modo de comparación, se fue de Ufa a Akhmat por 1,5 millones de euros y otra mitad del costo de una futura venta.
Los futbolistas en Rusia también tendrán que reducir sus expectativas salariales. Teniendo en cuenta el hecho de que ahora es difícil para ellos conseguir un trabajo incluso en Turquía. Por eso Artem Dziuba y Magomed Ozdoev, que dejaron el Zenit, ahora están sin trabajo. Además, a nadie sorprenderá que el primero acabe en la Primera Liga (FNL) en el Rubin y el segundo en los Urales con sueldos muy inferiores a los de los jugadores del antiguo club.
Otro problema señalado por los agentes fue la dificultad para pagar las transferencias debido al virtual aislamiento del sistema bancario ruso. Esto efectivamente corta el mercado europeo y los reclutadores ahora están mirando a América Latina, África, Serbia, Turquía y Medio Oriente. Por tanto, quienes en los años 90 no encontraban a los “brasileños de playa” en casi todos los clubes, Mukunka y Ogunsanya en el Spartak, podrán disfrutarlos ya, al parecer, a partir de la temporada que arrancó.
En este sentido, fue bastante extraño escuchar ideas sobre expandir la RPL a 18 equipos. Probablemente tenía sentido hablar de la reducción de equipos para aumentar la competencia y, en consecuencia, el entretenimiento. De lo contrario, Zenit ya puede ser felicitado por el campeonato, porque puede mantener con sueldos no a la playa, sino a los mejores brasileños con la experiencia de la selección, que necesitarán jugar con seis equipos, el equipo de San Petersburgo será capaz de hacer frente al resto sin ellos.
Ventilador, ¡vamos!
Debido al aislamiento se ha desarrollado una situación bastante triste no solo en el fútbol, sino en casi todos los ámbitos. Y en ellos el Estado realmente está tratando de asegurarse de que las molestias de los ciudadanos sean mínimas. Por ejemplo, se permiten las importaciones paralelas de una serie de productos y ya se proyectan en los cines copias piratas de películas de Hollywood. En general, para los cines, este tipo de proyecciones son una cuestión de supervivencia. Que al menos algún tipo de película, incluso con el doblaje del legendario hombre con una pinza en la nariz, sea mejor que nada.
Y si los cines pueden atraer espectadores gracias al alivio del Gobierno, los clubes de fútbol, por el contrario, se han encontrado en una situación en la que el Estado bloquea los estadios para los fanáticos.
La Fan-ID se introdujo en el estadio de Rostov desde la primera ronda y, según el entrenador en jefe Valery Karpin, si normalmente se vendían entre 6 y 8 mil boletos de temporada al comienzo de la temporada, este año solo se vendieron mil.
En la primera ronda, jugaron en estadios donde aún no se requiere la identificación de los fanáticos, pero solo dos arenas tenían más de 10 mil espectadores: en Dynamo y en Krasnodar. CSKA no vende entradas para el sector de aficionados en absoluto, y Lokomotiv ha cubierto los asientos para aficionados activos con una pancarta.
Pero puedo compartir mis impresiones de ver el partido en el Parque Petrovsky. Cuando el Dynamo jugó con el Rostov, por primera vez en mi vida escuché claramente lo que el árbitro les decía a los jugadores, porque estaba muy tranquilo sin un sector lleno de fanáticos.
Y por cierto, esto no es solo una cuestión de fútbol. Aficionados jóvenes y candentes acudían al estadio para descargar su energía y emociones. ¿Adónde deberían ir después de la introducción de fan-ID? Dado el hecho de que ahora es posible predecir un aumento de la delincuencia debido a la recesión económica, esta pregunta se vuelve bastante relevante.
Además de reducir el número de aficionados, los clubes también perderán porque el Estado no puede permitir la venta de cerveza en los estadios. Incluso con fan-ID. Algunos expresan temores de que los fanáticos comiencen a golpearse entre sí. Al mismo tiempo, se emite una “identificación de aficionado” a Roman Shirokov, quien fue condenado por golpear a un árbitro y recientemente descalificado por la Federación de Fútbol de Moscú por insultar a los árbitros en un torneo juvenil en el que jugaba su hijo. Por cierto, en ninguno de los dos partidos se vendió cerveza.
*Publicado originalmente en ruso. Traducción de David Moreno.
jueves, 26 de agosto de 2021
El Sheriff de Transnistria, el club de un territorio anclado en la era soviética que jugará en Champions
El fútbol más elitista del mundo todavía tiene espacio para alguna extraña sorpresa. En la nueva edición de la Champions League, la del súper PSG, debutará el Sheriff Tiraspol, un club que no pertenece a ningún Estado propiamente dicho, que fue fundado en los 90 por un polémico agente de la KGB y cuya plantilla tiene un valor total de 13 millones de euros, calderilla en una competición que reparte más de 2.000 millones entre sus 32 participantes.
martes, 13 de abril de 2021
Futebol e pandemia: a precarização do trabalho e fragilidade dos clubes brasileiros
Criou-se no tempo a ideia de que o futebol seria um mundo a parte – os salários milionários de jogadores e empresários ou a vida de um parça do Neymar podem causar essa sensação aos desavisados, contudo, os interesses políticos e comerciais das patrocinadoras, das Federações e dos governos são preponderante nas decisões, assim como em qualquer esfera da sociedade. Desde as políticas públicas aplicadas na educação básica até o calendário do futebol brasileiro quem manda é o dinheiro.
Passamos por uma pandemia que afetou o mundo inteiro e com o futebol não foi diferente. Somente na primeira divisão do campeonato brasileiro de 2020 foram mais de 300 pessoas contaminadas, a “bolha” que a CBF alega existir como desculpa para a continuidade dos campeonatos em virtudes dos “rígidos protocolos”, consegue ser facilmente estourada. Os surtos de covid dentro dos times refletem o surto de covid na própria sociedade em que vivemos, o vírus fora de controle não atinge somente a população, mas também jogadores, comissão técnica e funcionários dos clubes.
Os atletas enquanto classe são pouco organizados. Foram obrigados a trabalhar em meio a milhares de morte, expondo seus familiares ao mesmo risco, e também esses mesmos jogadores, quando são infectados possuem seu tempo de recuperação encurtado, visto que quanto mais tempo de recuperação da covid o atleta tiver, maior será o tempo fora dos jogos e provavelmente maior será o tempo de recondicionamento, ou seja, maior será o prejuízo financeiro.
Não são poucos os jogadores que passaram mal em jogos e treinamentos depois de pegarem covid, claramente um atentado a carreira e a própria vida dos atletas. A tese da “gripezinha” que o Palácio do Planalto tentou promover não se comprova na realidade, casos como do Raniel, jovem jogador do Santos, fora dos gramados até hoje em decorrência de uma trombose na perna ou também Raphael Veiga do Palmeiras, que afirmou recentemente ter passado muito mal nos treinamentos em seu período de recuperação da covid em meio a um momento da temporada que mais de 20 atletas do clube estavam infectados. Surtos como esse se repetiram no campeonato brasileiro em todas suas divisões. Do roupeiro ao ponta esquerda.
Os funcionários dos clubes são menos privilegiados – se não foram demitidos em meio a crise, também não contam com o mesmo protocolo de segurança submetido aos atletas. Apesar de não serem contabilizados de forma precisa, passam de uma centena o número de funcionários de clubes mortos no nosso país. O trabalhador não recebeu a devida atenção em nenhum das esferas de poder no Brasil durante a pandemia, ao passo que o auxílio emergencial não supriu as necessidades reais do povo que muitas vezes fica sem ter o que comer, no futebol o cenário não foi diferente.
Os técnicos de futebol deixam de ser funcionários, e muitas vezes possuem a idade como fator de risco. No Brasil não foram poucos os casos graves entre os treinadores, como foi com Cuca e Luxemburgo, mas também diversas mortes em divisões inferiores do futebol brasileiro, como o caso de Marcelo Veiga que gerou muita comoção no futebol paulista por suas diversas passagens pelos times do interior.
Os grandes clubes ampliaram suas dívidas durante a pandemia, situação que é ainda mais grave nos times de menor estrutura. Corinthians, Atlético-MG, Botafogo e Cruzeiro já atingiram um bilhão de reais em dívidas, muitas delas com empresários e bancos, mas também trabalhistas.
Como sempre quem sofreu primeiro foram os trabalhadores, mesmo que tenham pouco impacto na folha salarial. Clubes em grave crise financeira como Vasco e Cruzeiro, promoveram demissões em massa nos últimos meses, ao passo que Flamengo e Corinthians são uns dos maiores faturamentos da América Latina, e mesmo assim demitiram vários funcionários ou reduziram seus salários em até 70%, como permitiu a MP 936 editada pelo governo. Times como Internacional, Santos e Sport também demitiram dezenas de funcionários nos últimos meses, já o Palmeiras alega não ter demitido nenhum funcionário durante esse período, sendo o único caso entre os grandes do Brasil.
Nos times de menor estrutura a situação é de calamidade. Até mesmo clubes tradicionais do interior do RS e RJ não possuem dinheiro para manutenção básica do gramado em seus estádios ou para remuneração de seus funcionários, que muitas vezes recebiam apenas um salário mínimo. Jogadores e funcionários dos pequenos clubes passam fome enquanto rios de dinheiro correm dentro da CBF e das Federações, algo assim é o retrato do governo genocida que empurrou milhões de brasileiros para a fome.
Tanto por parte da CBF como por parte do Governo Federal a necessidade de um auxílio é clara e evidente, o dinheiro que sustenta os privilégios da elite precisam se transformar em recurso para ajudar quem está passando fome. O povo brasileiro precisa de um novo auxílio emergencial com um valor que permita o trabalhador alimentar sua família e não se expor ao vírus e aos transportes lotados, e só assim conseguiremos diminuir as milhares de mortes que estão acontecendo todos os dias no país.
jueves, 5 de marzo de 2020
Rebelión en la Bundesliga por censura a protestas contra Hopp, el multimillonario que controla el Hoffenheim
La Bundesliga vive una oleada de protestas contra la Federación Alemana de Fútbol (DFB) y contra el dueño mayoritario del club Hoffenheim, Dietmar Hopp. Los hinchas cuestionan la omisión de la regla “50+1” de la liga alemana, que protege a los equipos de ser monopolizados por un accionista mayoritario.
Hopp, multimillonario fundador de la compañía de software SAP, obtuvo una excepción a la norma y se convirtió en “mecenas” del Hoffenheim, lo que ha desatado manifestaciones en los partidos de la Bundesliga. Los aficionados también rechazan las sanciones impuestas a raíz de las críticas contra Hopp.
La chispa que prendió la rebelión fue el veto de la federación a hinchas del Borussia Dortmund por lanzar cantos ofensivos contra Hopp. Un hecho que fue repudiado por las tribunas del Borussia Mönchengladbach en la fecha antepasada.
El 29 de febrero, la protesta fue retomada por los aficionados del Bayern, que desplegaron una pancarta crítica de la DFB y de Hopp. Ese día, también hubo protestas de las hinchadas de Borussia Dortmund y de Friburgo.
El domingo pasado, en las tribunas del Unión Berlín se alzaron pancartas contra las sanciones y contra Hopp. El árbitro detuvo el juego en dos ocasiones. Por altavoces se amenazó con suspender el partido.
*Con información de AP.
sábado, 16 de noviembre de 2019
La protesta del Santos contra Jair Bolsonaro
Por Página 12
Los futbolistas del primer equipo del club Santos salieron a enfrentar al San Pablo vistiendo en sus camisetas los porcentajes que dan cuenta de los niveles de racismo en distintos sectores de Brasil. Lo particular del hecho fue que decidieron hacerlo frente al presidente Jair Bolsonaro, que asistió al partido.
Las camisetas mostraron los casos de racismo en abogados, directores cinematográficos, presentadores de televisión, cocineros, profesores universitarios, médicos, jueces. También en casos de femicidios, intolerancia religiosa, trabajo infantil, muertes violentas y trabajo esclavo.
“Los números representan no solo la minoría de las personas negras en las profesiones (trabajos), sino también en la educación superior, en las brechas salariales y otros datos alarmantes, como un porcentaje de víctimas de homicidio", dijo el Santos en el comunicado que explicó la decisión de mencionar porcentajes en las espaldas de los jugadores.
El gesto del club se gestó durante una semana en la que trascendió que su técnico, el argentino Jorge Sampaoli, había pedido repudiar la presencia de Bolsonaro. Luego hubo desmentidas al respecto.
No obstante, días atrás hubo una masiva protesta de la torcida del Santos contra la presencia de Bolsonaron en el Vila Belmiro. Igualmente, antes del partido el presidente se paseó por los pasillos del estadio y visitó el museo del club. Hasta fue ovacionado por plateístas.
lunes, 16 de septiembre de 2019
Gimnasia y Esgrima homenajea a los desaparecidos de "La noche de los lápices"
Por Gimnasia y Esgrima La Plata
A través de un pedido del grupo de socios Frente Popular Gimnasista, y con aprobación de la Comisión Directiva, el Club ha nombrado socias honorarias a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: Mirta Baravalle, Elia Espen y Nora Cortiñas; por su inquebrantable lucha en busca de la verdad. La entrega de los carnets se realizará este lunes 16, en los jardines del Estadio Juan Carmelo Zerillo.
A su vez, el martes 17 se realizará un homenaje y una charla abierta con los familiares de las víctimas de La Noche de los Lápices, a 43 años de este hecho aberrante y trágico, sucedido el 16 de septiembre de 1976, cuando un grupo de tareas de la dictadura militar apresó, secuestró y desapareció a seis estudiantes que habían participado de reclamos en la lucha por el Boleto Estudiantil Secundario, en la ciudad de La Plata.
Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Daniel Alberto Racero, fueron detenidos y desaparecidos, mientras que Emilce Moler y Gustavo Calotti, estuvieron detenidos y fueron liberados posteriormente. Los cinco, además de su fuerte sentido de lucha, tienen un vínculo afectivo que los une a Gimnasia.
domingo, 30 de diciembre de 2018
Todos somos Kalidou: contundente mensaje contra el racismo
Por Redacción
Fútbol Rebelde
En el marco de la victoria 3-2 ante Bolonia, la comunidad napolitana apoyó contundentemente al defensor Kalidou Koulibaly, víctima de gestos racistas el pasado 26 de diciembre en la visita al Inter de Milán.
Koulibaly, francés de padres senegaleses, había recibido la provocación de aficionados interistas, que imitaron aullidos de mono cuando tomaba el balón. Reportes de prensa indican que las autoridades del juego fueron alertadas de la situación, pero decidieron proseguir el encuentro.
Finalmente, Koulibaly fue expulsado luego de recibir dos tarjetas amarillas de forma consecutiva, la segunda por el gesto de aplaudir al árbitro al haberlo amonestado. Tras los incidentes, el Inter fue castigado con dos partidos a puerta cerrada, más un tercero sin los aficionados de la tribuna donde se ubican los “ultras”, presuntos autores del gesto racista.
En las afueras del estadio, un enfrentamiento entre hinchas locales, los napolitanos y la policía terminó con un muerto y varios heridos.
Respaldo en San Paolo
Tres días después de los incidentes, la hinchada napolitana se unió en respaldo del jugador, con la consigna #SiamotuttiKalidou (Todos somos Kalidou), y exhibiendo fotografías de Koulibaly en las tribunas del estadio San Paolo.
Carlo Ancelotti, entrenador del Napoli, advirtió que la próxima vez que haya cánticos racistas contra alguno de sus jugadores, retirará el equipo del campo de juego.
Además, varios jugadores repudiaron los gestos racistas y enviaron mensajes solidarios con Koulibaly. Faouzi Ghoulam calentó con la camiseta de la selección de Senegal con el número 26, propia de su compañero, y ya en el encuentro usó el mismo número con el apellido Koulibaly.
Otras personalidades del fútbol italiano rechazaron la agresión y respaldaron al jugador francosenegalés mediante fotos y mensajes en redes sociales, y en declaraciones a los medios de comunicación.
sábado, 10 de noviembre de 2018
Grandes rivalidades: Boca Juniors - River Plate
Por Pablo Aro Geraldes
Se suele decir en la Argentina que los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos. Y en esa broma hay algo de verdad. En el único país (junto a Uruguay) de América Latina que tiene mayor población de origen europeo que autóctono, la mezcla de italianos, españoles, árabes, rusos, ingleses, turcos, constituyó un auténtico crisol de razas de cuya fundición surgió una identidad nacional propia, una forma de ser que en el fútbol distingue al argentino en cualquier parte del planeta: la pasión. Es una manera de vivir el fútbol que nació a finales del siglo XIX, cuando los ingleses amarraban sus buques en el puerto de Buenos Aires y se aventuraban al interior del país para trazar la red ferroviaria. Sin saberlo, en sus horas de ocio contagiaron a la gente de estas tierras el deporte que practicaban con tanto entusiasmo. Y por todo el país se organizaron clubes y equipos. En el 1901 apareció River Plate, en el humilde barrio de La Boca, junto al Río de la Plata. Una zona poblada por trabajadores portuarios de origen mayoritariamente italiano. En 1908 los riverplatenses alcanzaron la Primera División pero la rivalidad más marcada iba creciendo a nivel barrial: en 1905 un grupo de vecinos genoveses había fundado Boca Juniors. Eran años de caballerosidad, propios de los tiempos románticos de una nación que forjaba su destino a un ritmo vertiginoso.
Como destino de todo país del llamado Tercer Mundo, el progreso devino en ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. Y salvando las distancias y con los riesgos y vicios de toda generalización, las clases más acomodadas se fueron identificando con River y los más necesitados tomaron los colores boquenses. Era una rivalidad que trascendía al barrio de La Boca; se había extendido ya por toda Buenos Aires y se conocía en toda la Argentina. Con el ascenso de Boca, llegó el primer choque. Fue el 24 de agosto de 1913 y el calor de la gente no podía estar ausente. Tras la victoria de River ambas hinchadas se trenzaron a golpes y el fuego consumió una bandera de Boca. Ese violento bautismo marcó para siempre la rivalidad. Quien ganara el clásico sería el “dueño” del barrio y algo más.
Pero en 1919 el fútbol nacional se partió en dos y Boca se quedó en la “Asociación Argentina” y River en la “Asociación Amateurs”. Siguieron siete años sin el derby hasta que el 4 de diciembre de 1927 volvieron a chocar. Ganó Boca, como lo seguiría haciendo sobre el final del amateurismo y al principio de la era profesional, que comenzó en 1931. La paternidad se acentuaba, pero el profesionalismo le permitió a River reforzarse y consiguió el pase de Bernabé Ferreyra, el goleador del momento. El alto costo de la transacción le impuso a los riverplatense el mote de “millonarios”. Además, el club se había mudado al elegante Barrio Norte, una zona donde se levantaron las mansiones de los acaudalados de Buenos Aires. Boca, fiel al barrio que lo vio nacer, seguía cerca del puerto, una zona que se inunda rápidamente con las crecidas del Río de la Plata. Los rivales le impusieron a Boca el apodo de “bosteros”, por los desbordes de las cloacas. Lejos de ofenderse, los boquenses lo adoptaron con orgullo y lo conservan. Igual, la broma preferida de los visitantes a La Bombonera es ir al partido con un barbijo. O como hizo durante años Ángel Labruna, quien como jugador, técnico y emblema de River ingresaba a la cancha apretándose su nariz.
El atajo a la gloria
En la historia de Boca y de River hubo jugadores geniales, únicos. Citar a Diego Maradona y Daniel Passarella es una pequeña muestra de los nombres que desfilaron por ambos clubes y se ganaron la admiración de los hinchas. Pero hay otros, cuya trayectoria no fue tan brillante, que se subieron al podio de los favoritos a fuerza de sus actuaciones en el clásico. Labruna fue el gran verdugo de Boca durante los años 40 y 50, y con sus 16 goles se convirtió en el máximo anotador de la historia del “clásico de los clásicos”, como lo bautizó un relator. Pero Boca tuvo un vengador venido del Brasil, Paulo Valentim. Cuando llegó en 1960, Alberto Armando, presidente de Boca, le pidió: “usted hágale goles a River; de los otros partidos no se preocupe”, y el hombre le hizo caso: enfrentó ocho veces a River y le metió 10 goles. Se fue en 1964, pero quedó en la memoria de todos los boquenses. La idolatría se había transformado en canción: “Tim, Tim, Tim... gol de Valentim”, entonaba La Bombonera.
Pero no sólo los goles reservan un lugar en el podio de los corazones de los aficionados de uno y otro equipo. La fidelidad a una camiseta fue siempre reconocida, como le ocurrió a Reinaldo Merlo quien en 35 ocasiones se calzó la banda roja para enfrentar a Boca (1969/84). El xeneize con más clásicos fue Silvio Marzolini con 29 partidos (1960/72). El mismo récord de clásicos lo alcanzó el genial arquero Hugo Gatti, pero repartido entre los dos clubes: 7 en River y 22 en Boca, a lo largo de sus 25 años ininterrumpidos en Primera. Curiosamente Gatti fue querido por todas las hinchadas, pero en la mayoría de los casos, los “traidores” sufren las mismas consecuencias que padeció Figo en su visita a Barcelona con los colores del Real Madrid. Otros casos de grandes jugadores que representaron a los dos clubes más poderosos de la Argentina fueron José Manuel Moreno, Alfredo Rojas, Carlos Morete, Oscar Trossero, Alberto Tarantini, Ricardo Gareca, Oscar Ruggeri, Carlos Tapia, Julio Olarticoechea, Gabriel Batistuta y Claudio Caniggia.
En el siglo XXI
Los clásicos se acumulaban por decenas y las supremacías se alternaban. Todo es motivo de discusión entre River y Boca: la cantidad de convocados a la selección, el tamaño de sus estadios, la fidelidad de sus hinchas, las pintadas de los paredones, el tamaño de las banderas... Es que Boca-River no se vive sólo en la cancha: faltando una semana para el encuentro todo el país habla del partido. Los diarios lo palpitan en sus páginas, los bohemios lo imaginan en las mesas de los bares, los chicos lo sueñan en el colegio y en cada puesto de trabajo se apuesta por el resultado. Hace décadas que este clásico trasciende a Buenos Aires, tanto como que los hinchas de uno y otro están por todo el país. Los de Boca se autodenominan “la mitad más uno”, los de River suman títulos y se autoproclaman “el campeón del siglo”. Y se juega un duelo de ingenio. Cuando River en los años '60 perdió la final de la Copa Libertadores, los de Boca comenzaron a llamarlos “gallinas”. Los de River adoptaron el sobrenombre y responden con imágenes de un cerdo vestido de azul y amarillo. Cuando en 1996 River viajó a Tokio para disputar la Copa Intercontinental, los boquenses agotaron en las tiendas deportivas todas las camisetas de Juventus, su adversario de turno. Lo mismo pasó en el 2000 con las del Real Madrid, compradas por los de River. Entre ellos no existe “el orgullo nacional”. No importa contra qué país se compita, el de Boca quiere una derrota de River y viceversa.
Y cuando llega el encuentro nadie quiere perdérselo. En el único partido argentino en el que se recauda más de un millón de dólares, no importan los vaivenes de la economía nacional y aunque el precio de las entradas se duplica, se agotan. Tampoco importa el maltrato de la policía y los hinchas harán colas desde la madrugada para reservarse su lugar. El derby también bate récords de abonos a la TV codificada (pay per view). Si las tribunas están llenas, los sectores de prensa también: no sólo estarán los medios de toda la Argentina, también habrá periodistas de Europa, Japón, los Estados Unidos y toda Suramérica.
La pasión atrapa a todos: los técnicos hacen declaraciones victoriosas, los diputados suspenden sus sesiones, las revistas se agotan... No importa que se juegue por el campeonato local, la Copa Libertadores o un torneo veraniego, todos quieren ganar. Lamentablemente este fervor a veces se traduce en violencia, ya sea por las tristemente conocidas “barras bravas” o por los cantos xenófobos hacia los inmigrantes paraguayos y bolivianos, en su mayoría identificados con Boca.
De padres e hijos
Existe una forma argentina de bromear: la “cargada”. Tras cada partido aparecen los chistes. De regreso al trabajo o a la escuela, el perdedor debe soportar las burlas de sus amigos. Una modalidad que tomo fuerza en la última década fue la de los afiches callejeros. Cuando River sumó su 29º título local, Buenos Aires amaneció empapelada con carteles con la bandera y la leyenda “Gracias por otra alegría”. Pero el 2000 fue el año de Boca y sus hinchas disfrutaron tanto sus victorias como la impotencia de sus “primos”. Ante la avalancha de triunfos boquenses, los de River no disimulaban su malestar y un hincha anónimo mandó a imprimir afiches en los que se veía una gallina recostada en un diván de psicólogo. Nada resumía mejor los estados de ánimo. El 17 de diciembre Boca ganó un nuevo campeonato y la dedicatoria fue al histórico rival: “Ya se acerca Nochebuena / Ya se acerca Navidad / Para todas las gallinas... el regalo de Papá”. La paternidad siempre fue motivo de cargadas. Hoy, el historial dice que de alrededor de 170 partidos, Boca ganó siete más que River. Pero cada década la tendencia se revierte y todos saben que el fútbol siempre da revancha. Eso sí, lo peor que le puede pasar a un hincha de Boca es que su hijo se identifique con River, lo mismo a la inversa. Por eso es una costumbre asociar al bebé antes de que deje el hospital donde acaba de nacer. Así saldrá al mundo con su carnet para que en su adultez pueda decir con orgullo: “soy hincha desde la cuna”.
Bienvenidos a la fiesta
El estadio Munumental (donde se disputó la final del Mundial '78) es la casa de River; una obra imponente enclavada en Núñez, un barrio residencial de clase alta. A pocos kilómetros, La Bombonera es una caja de resonancia en la que se siente como en ningún otro lado la presión de los hinchas. Por las humildes y pintorescas calles de sus alrededores ya se respira el ambiente del fútbol. Cada cancha tiene su secreto. En River esa majestuosa inmensidad que intimida a los rivales, en Boca esa sensación de que el público viste la camiseta número 12.
Desde un satélite que orbite la Tierra sería muy fácil distinguir cuándo se enfrentan Boca y River: Buenos Aires, la gran capital con sus 11 millones de habitantes, va deteniendo su ritmo febril, se aletarga, se enmudece. Todo el calor, el sonido y el color queda reducido a un punto, que según el fixture estará en Núñez o La Boca. Y después de 90 minutos de juego, ese calor y ese sonido invadirán las calles de Buenos Aires y de cada pueblo y ciudad de la Argentina, pero sólo un par de colores adornarán la fiesta. Será todo azul y amarillo o todo blanco y rojo, allí se terminará el arco iris del fútbol. Hasta el próximo clásico.
Versión en español del artículo publicado en la revista FIFA Magazine, en febrero de 2001. Tomado de: http://arogeraldes.blogspot.com/
jueves, 12 de julio de 2018
Trabajadores de Fiat van a huelga por multimillonaria contratación de Cristiano Ronaldo
El arribo de Cristiano Ronaldo a la Juventus motivó una protesta de trabajadores de la firma Fiat, que consideran inaceptable que se gaste tanto dinero en una empresa que atraviesa una crisis.
Según estimaciones de los medios italianos, la Juventus deberá desembolsar entre 340 y 400 millones de euros por la transferencia, incluidos los 112 millones que le deberá pagar a Real Madrid por el traspaso. Además, se debe añadir el salario neto de Cristiano, que sería de 120 millones de euros por cuatro temporadas, que con impuestos y gravámenes será más del doble.
Esos números provocaron una fuerte discusión en Italia, ya que el presidente del club, Andrea Agnelli, es el jefe del grupo Fiat, que aportaría unos 30 millones de euros, a cambio de que Cristiano forme parte de una campaña publicitaria para la compañía de autos.
Muchos empleados de Fiat, que se han visto obligados a vivir con salarios congelados durante años, no están contentos. Por eso, los representantes de los trabajadores de la planta en Melfi anunciaron una huelga de protesta entre la tarde del 15 de julio y la mañana del 17 de julio.
Para los trabajadores, el negocio con Ronaldo es "inaceptable". "¿Es normal que una sola persona gane millones y miles de familias apenas sobrevivan con su dinero hasta mediados de mes?", se preguntaron los responsables del sindicato.
Con información de Marca y DPA
lunes, 19 de marzo de 2018
Un médico comunista, empleado de Colo-Colo, es "el tipo más querido del Monumental"
Por Disidentes.net
Una historia llena de convicción, política y grandeza es la que rodea al gran Álvaro Reyes, el doctor de 90 años que trabaja en Colo Colo y es considerado “el más querido del Monumental”. Es por eso que desde la entidad del cacique, lo homenajearon en el Estadio Monumental, dándole un galardón por su larga trayectoria en los albos.
A la ceremonia acudió el presidente Aníbal Mosa, el goleador Esteban Paredes, y los históricos Raúl Ormeño, Pablo Contreras y Luis Mena. El jugador que está cerca de los 200 goles, en primera división declaró “me enorgullece que le hagan un homenaje al doctor. Me siento privilegiado de estar con usted hoy y se merece todo esto”.
Y desde afuera también le llegaron los mensajes de cariño y agradecimiento como el crack mundial Arturo Vidal, y el crack noventero Marcelo Barticciotto quien dijo conocer toda su historia y lo consideraba un tipo tremendamente admirable.
En una reciente entrevista, Reyes había hablado de política y del periodo de la Unidad Popular. Acá el texto íntegro:
Por Leonardo Salazar
Colocolo.cl
Tal vez él no lo sabe, pero Álvaro Reyes es el tipo más querido del Monumental. Respetado, admirado y activo, el médico jefe del Fútbol Joven goza con un pasado lleno de historias y emociones, un presente donde enseña y un futuro esplendor que lo espera para seguir cosechando un buen rato más… ¿Sus pasiones? El fútbol, el espíritu crítico, la vida misma.
“Nunca fui jugador”, dice de entrada Álvaro Reyes Bazán a sus 85 años, sentado en su escritorio-consulta en las dependencias del Fútbol Joven. Lo suyo era el rugby. “Jugué por la Universidad Católica y por el Stade Francés”, apunta.
Como hincha sí, ha vibrado desde siempre con el fútbol. Su padre, el también médico Alejandro Reyes Pérez, lo llevaba a ver a Colo-Colo desde pequeño, aunque el jugador que más recuerda con la casaca alba lo comenzó a conocer ya de adulto: Francisco “Chamaco” Valdés.
“Colo-Colo era el equipo que más me entusiasmaba, el que me gustaba de niño. Pero recuerdo también a las dos universidades. El Clásico Universitario era una fiesta popular”, dice.
¿Cómo entra a trabajar en el fútbol?
Mi primera experiencia fue con la famosa Universidad de Chile del Ballet Azul. Yo era cabro, no tenía un año de profesión. Dejé eso porque necesitaba continuar mis estudios de traumatología.
¿Trabajando en la Posta –donde ya era un reconocido anestesista- había llegado a la U?
Yo trabajaba con el doctor Arturo Lavín en la posta y él era director de la U. de Chile. Él me pidió que fuera a trabajar a la U, ad honorem, invitado por él. Ahí conocí el Ballet, dirigidos por el Zorro Álamos. Era una U especial.
Llego y me encuentro que había un médico de planta, dos dentistas, una asistente social, un psicólogo. Y eso llevó a la U a ser campeón y crear al Ballet Azul. Ningún club tenía eso.
¿Cómo sigue?
Después entré a Ferrobádminton porque un amigo y colega mío, el doctor Carlos Salinas Apablaza me empezó a pedir que me fuera a ayudarle a Ferrodádbminton, porque él trabajaba para Ferrocarriles del Estado.
Llegué cuando Ferro estaba en Segunda División. Lo dirigía Francisco Hormazábal que fue un muy buen técnico (N de R: campeón con Colo-Colo en 1970). Y ocurre que salimos campeón y pasamos a Primera.
De ahí se alejó un buen tiempo
Pasó el tiempo. Estando de vacaciones en Papudo, junto con Nicanor Molinare –con quien teníamos una relación de parentesco (los dos éramos casados con las hermanas Zuanic)- me dijo: ‘Anda aquí en Papudo Paco Molina, que es técnico de la Unión Española y necesita un médico ¿Qué te parece que conversemos con él?’.
Cuando me encuentro con Paco Molina le dije: ‘Salí de Ferro porque me cansé’. Yo estaba cansado de la escasez de recursos, de la poca capacidad y creatividad de los dirigentes.
¿Estaba decepcionado?
Quedé con ese sabor un poco amargo, frustrante del fútbol… Me tocó ir a ver a un jugador de Primera División, profesional, un central de Ferrobádminton de apellido Valenzuela, a una población en invierno y tuve que entrar a la casa pisando ladrillos que habían puesto para no meterse al barro. Me meto a la pieza de este jugador y no tenía pavimento, nada, pisando la tierra. Eso es una imagen que le doy para ver las carencias del futbolista de ese tiempo.
Luego, en Papudo, Paco Molina me dice: ‘Hombre, Unión es otra cosa’. Me convencieron entre Paco Molina y Nicanor Molinare. Y me fui a encontrar con Abel Alonso que era el presidente de la rama de fútbol. Conversó conmigo, me dijo que iba a contar con todo lo que quisiera.
Es parte de la Unión tres veces campeón en los 70 y finalista de la Copa Libertadores
Sí, era un gran equipo ese.
También trabaja en la selección
Sí, con el Zorro Álamos. Estábamos jugando con Unión en Asunción, por Copa Libertadores 73, y me piden que desde allí me sume a la selección que jugó unos amistosos en México y Haití. De regreso pasamos a Lima y jugamos con Perú por las Eliminatorias.
Después de eso llega a verme a la Posta un funcionario de la Asociación Central a pedirme el uniforme de la selección. Nada más.
¿Así salió de la selección?
Así me sacaron. Inmediatamente nombran médico a un oficial de la Fuerza Aérea. Evidentemente estaban preparando todo para el Golpe.
¿Cómo vivió el Mundial del 62?
Me aboné. Fui a todos los partidos del Nacional. En esos años no era lujo. Fue grandioso. Nunca he visto una organización mejor que esa. Los partidos eran a las 2 de la tarde y yo entraba a mi turno a la Asistencia Pública a las 16 horas. Salía del fútbol, tomaba mi auto y llegaba a las 16 horas. El tránsito todo de bajada por avenida Grecia. En minutos estaba en Diagonal Paraguay con Portugal.
Y la organización era perfecta, uno tenía su asiento, no se lo quitaba nadie, estaba cómodo. La capacidad estaba muy bien calculada, los horarios eran perfectos…
¿Cuándo llega a Colo-Colo por primera vez?
En 1979, cuando llegó Pedro Morales (como DT). Él me trajo porque habíamos salido campeones en Everton (en 1976).
Después tuve un problema con el presidente Patricio Vildósola (1984) y me sacaron. Ya me habían sacado de la selección para el Mundial del 82.
Pero al poco tiempo volví a Colo-Colo cuando llega Arturo Salah (1986) y desde ahí, hasta ahora. Es toda una vida en Colo-Colo.
VIDA
Álvaro Reyes nació en Concepción, el primer día de 1928. A los 6 años partió junto a su familia a Santiago. Su padre Alejandro y su madre Ana Luisa se trasladaron por razones familiares. “Fue un periodo muy duro. Mi padre tenía muy buena situación en Concepción, era profesor de la Universidad de Concepción. Llegó a Santiago sin tener trabajo. Fue difícil la vida”, narra.
Cuénteme de su llegada a Santiago
Entré al Instituto Alonso de Arcilla y luego al tercer año de secundaria al Instituto Nacional. En el curso inmediatamente anterior al mío estaba el hijo del Presidente de la República de la época, Juan Antonio Ríos. No había ninguna cosa diferente. Era un espacio sumamente democrático. Estaba el hijo del Presidente pero yo tenía otros compañeros hijos de un almacenero, de un carnicero, así.
¿Cómo fue su niñez?
En Concepción, interesante. Mi padre era un hombre extraordinariamente interesante. De gran capacidad intelectual. Artista, escritor, poeta, aparte de ser médico. Tenía una virtud, era un conversador. A él lo invitaban a tertulias para escucharlo.
¿Heredó cosas de él?
Muchas. La parte de las letras. Él me enseñó mucho. Salíamos al cerro Caracol y me enseñaba las plantas. Le gustaba mucho la botánica, escribió un libro sobre el litre. Fue el primer hombre en Chile que se preocupó de la alergia.
¿Su padre también participaba en política?
Sí. Era un hombre de izquierda pero no era militante. Fue parte de la Federación de Estudiantes del año 20, famosa porque tenían un espíritu revolucionario.
Ese ambiente me formó a mí. Mi padre tenía muchos amigos artistas, escritores. Mariano Latorre, Luis Durand visitaban mi casa. Pintores como Pacheco de Altamirano. Había muchos cuadros de ellos en la casa de mis padres en Concepción. Siempre la casa era visitada por gente de mucha cultura. Yo de niño recuerdo que mis padres me llevaron a un concierto de Claudio Arrau. Esas vivencias tengo yo de niño. Leía mucho. Tenía un diccionario enciclopédico, un tomo grande. Lo ojeaba, leía. Aprendí las cosas más insólitas. Solo. Mis padres me decían: ‘Ya, son las 10 de la noche, anda a acostarte’. Y yo entretenido leyendo la enciclopedia. Eso a uno le crea un espíritu inquieto.
Seguramente ese espíritu hace que usted se haga militante del Partido Comunista
No tan pronto. Llegué al Instituto Nacional y me encontré con un ambiente muy diferente a donde yo estaba. Yo nunca fui creyente. Mis padres eran librepensadores, pero concurrían a misa. Me bautizaron de niño-grande, por cuestiones sociales. En el Instituto Alonso de Ercilla entré a los 8 años, salí a los 12. Tenía una voz muy especial. Me escogieron para cantar en el coro del Colegio, una Schola Cantorum.
¿¡Fue cantante!?
La Schola Cantorum era muy conocida en los medios religiosos de Santiago porque cantábamos misa, Te Deum. Los fines de semana, si no estábamos en la Iglesia de Los Sacramentinos, cantábamos en otra iglesia importante en Santiago.
A veces cantaba solo en la misa. Tenía buena voz… Yo nunca tuve fe. Hice mi primera comunión en el colegio, cerca de los 11 años y con todo lo que me habían hablado pensé que iba a sentir algo extraordinario cuando recibiera la hostia… y no pasó na’ (risas). Da risa pero esa fue una cosa especial.
Nos habían dicho que la fe era una gracia de dios y yo no tenía esa gracia. Llegué al Instituto y el ambiente era totalmente librepensador. Cuando estaba en el último año fui presidente del Instituto de Letras y tuve oportunidad de invitar a grandes escritores. Compañero de la Academia de Letras era José Miguel Varas. Ahí conocí a numerosa gente derechamente de izquierda.
POLÍTICA
¿Cuándo entra al Partido Comunista?
Ya después de ser médico. A los 26 años.
En 1972 usted va a La Moneda y atiende a Salvador Allende
Él visitaba con frecuencia la Asistencia Pública. Cuando fui a verlo, a La Moneda, fue porque él llamó a la Posta para decir que le mandaran un médico porque se había torcido una rodilla y estaba con mucho dolor. Y el médico jefe de la posta, el doctor Raúl Zapata, que era un DC parece o algo así, me llamó a mí y me dice: ‘Anda tú a ver’. Sabían cómo yo pensaba.
Ahí conocí a la Payita, la secretaria que tenía él. Ella me recibió. Atendí al presidente, le coloqué una rodillera de yeso, porque tenía un esguince de ligamento medial y después la Paya me invitó a almorzar. Yo iba con un paramédico. Almorcé en La Moneda.
¿Qué tal Salvador Allende?
Un hombre de una tremenda personalidad, muy sencillo, muy corriente, pero se notaba su peso intelectual y su personalidad, fuerte. Cuando llegamos a La Moneda, me llamaron cerca de la 1 de la tarde. Él había almorzado y sagradamente dormía una siesta de 20 a 30 minutos todos los días. Y no se podía hablar nada porque estaba durmiendo la siesta el compañero. Así que tuve que esperar a que se recuperara de la siesta para atenderlo. Y lo vi durmiendo… ¡si dormía en un sillón, en cualquier parte! No se retiraba para eso. El resto se retiraba para que él durmiera (risas).
¿Lo sorprendió el golpe militar?
No. Se veía venir. Había conflictos dentro del sector de la UP porque había gente que decía que había que avanzar sin transar y otros que pensaban que tenía que ser una cosa gradual.
¿Usted que pensaba?
Cuando salió Allende pensé que podía ser una cosa gradual. Y de hecho defendí ese planteamiento siempre. En la Asistencia Pública donde yo trabajaba había socialistas, había gente del MIR, el FTR tenía bastante gente. Conversaba con Abel Sepúlveda (hoy también en Colo-Colo), que era del FTR, le decía cuando conversábamos en la Posta: ‘Mira Abel: Lo más importante es que tú debes saber hacia qué lado disparas’. Empleé esa terminología porque él era de los partidarios de las armas. ‘Debes saber para qué lado disparas’. Y ellos estaban disparando contra el gobierno popular en ese momento.
El MIR estaba contra Allende y estaba traicionando al gobierno popular. Y el mismo Altamirano se restó del trabajo de apoyo a Allende. Si Allende era apoyado por el Partido Comunista al final solamente. Y con el Partido Comunista se conversó la posibilidad de pedir la alianza de la Democracia Cristiana para defender la democracia.
Usted estaba a cargo del Comité Empresa de la Posta. Era probable el golpe ¿Se había tocado el tema en la mesa, había algún instructivo?
Había un instructivo que había que prepararse para un enfrentamiento posible pero nosotros no teníamos armas. Teníamos instrucción de proveernos de elementos artesanales de defensa.
Tampoco era que usted y su gente iban a ir a La Moneda el día que ocurriera el golpe… No había nada preparado en ese sentido. Eso surgió espontáneamente para El Tanquetazo. Pero fue una reacción popular. No hubo nada preparado.
¿Cómo recuerda el 11?
Cuando iba para la posta, en el auto, escuché el discurso de Salvador Allende. Esa mañana partí poco antes de las 8 desde la casa. Deben haber sido las 8:10 cuando llegué a la posta. En el auto escuché la radio Magallanes. Escuché la declaración de los cuatro generales.
De inmediato captó que no era como el Tanquetazo
Nooooooo. Llegué a la posta y estaban los compañeros en la puerta, esperándome. ‘¡Compañero qué hacemos!’, me dicen. Y yo les dije: ‘Compañeros, esto es demasiado grande, así que hagamos cuenta de que viene un vendaval y nosotros nos agarramos de una rama, de un árbol, de lo que sea y esperemos que pase, a ver qué hacemos después. Por el momento cada uno en sus puestos, trabajando, ayudando en lo que se pueda’.
En la Posta, ese día, usted recibe y ayuda a la Payita
Entre las instrucciones que le di a la gente nuestra de la Posta, gente de la UP, era que salieran las ambulancias hacia el centro con gente de confianza. Salían las ambulancias sin que las llamaran. Va pasando una ambulancia por Morandé y, según ella contó, un Oficial le dice: ‘Y tú aquí Payita’. Justo pasa la ambulancia y dice: ‘Ella está herida’. Y se la llevan.
Llegó a la Posta en shock, con crisis de pánico, abrumada… Le puse una rodillera de yeso y justifiqué que quedara arriba en el 4° piso y no en Urgencias, en primer piso. Eso nos permitió sacarla en ambulancia.
La persona que la atendió, una auxiliar de enfermería, le ofreció llevarla a un departamento. Al personal de la ambulancia se le dio la dirección, ella les dio las llaves y ahí se fue la Payita.
Sospechaba que en algún momento llegarían a buscarlo los militares
Sí, sabía que era posible. Tuve un alivio cuando vi en la prensa que la Payita se asiló… Cuando me detuvieron, en el interrogatorio lo orientaron a saber de la Payita. Me torturaron sabiendo que la Payita estaba asilada.
¿Dónde lo toman detenido?
En la misma Posta. A mí me echaron de la Posta a los 6 días del Golpe. Mi exoneración aparece en marzo. Estuve sin ingresos todos esos meses…
Me llama un médico que había trabajado en la Asistencia Pública y que lo nombran director del Hospital Barros Luco. Me dice: ‘Vente para acá’. Me fui a la Posta a buscar los papeles. Entro y una enfermera conocida me ve y le noto una cara de pánico… No alcanzó a decirme nada porque un Oficial de Carabineros me toma por la espalda. Me dicen: ‘Sígame’. Me sacan al patio y me suben a un furgón de Carabineros. Un tipo alto, que yo había visto antes, me sube con un par de patadas al furgón.
Me llevaron a una comisaría, estuve una hora u hora y media y me trasladaron a la Escuela de Especialidades de la FACh. Esto fue el 17 de diciembre del 73. Ahí pasé la Pascua. Y me sometieron a interrogatorios y torturas. Me vendaron la vista, custodiado por dos conscriptos me llevaron al lugar de interrogatorio. Me preguntaron detalles de la Payita y gente de la UP de la Asistencia Pública. Fueron por lo menos unas dos, tres horas sometido a interrogatorio.
Lo primero que me hicieron para debilitarme fue hacer flexiones de rodillas. No era un chiquillo, tenía 44 años, pero buen estado físico. Me hicieron hacer unas 100 flexiones. Al día siguiente no podía caminar. Me trataba de parar y se me doblaban las rodillas.
Ese fue el inicio de la tortura. Después me zambulleron de cabeza en un tonel con agua, el submarino que le llaman, varias veces.
Luego me aplicaron corriente. Primero me hicieron tomar unos cables y luego me enrollaron en los genitales un cable eléctrico. Pensé: ‘Voy a gritar’.
Me tenían amarrado en una silla metálica, vendado. .. Gritaba. Por debajo de la venda veo un pie que se levanta y me dan una patada en el pecho.
De repente un tipo me pone una pistola en la cabeza, me pide que no haga ruido, ni una palabra... Entra una persona y era la jefa de personal de la Asistencia Pública. Yo estaba desnudo, vendado. Ella –se notaba- también entró vendada.
No sabía que estaba yo… Por eso el gallo me dijo que me callara. Le preguntaron sobre mí. Ella respondió. Debe haber estado más asustada que yo.
¿Logró verle las caras a los que lo torturaron?
Nooooo. Todo el tiempo yo estaba vendado. Ninguna noción de quién fue.
Luego, mientras estaba detenido, lo van a visitar los jugadores de la Selección Chilena
Yo pasé por el Estadio Chile como dos semanas y luego me trasladaron a la Penitenciaría. Inmediatamente me comenzaron a visitar amigos. Pedro García se portó estupendo conmigo. Debe haber sido en abril del 74 cuando fueron a verme los dirigentes de Unión Española, me regalaron un televisor Antú para ver el Mundial. Fue Abel Alonso. Incluso Fluxá (Presidente de la Asociación Central de Fútbol) y los capos grandes trataron de interceder ante el Gobierno Militar.
Luego, los seleccionados –me contaron después- iban hacia el aeropuerto y le pidieron al chofer del bus que pasaran al Penitenciaría y se bajó un grupo grande a saludarme. Y me regalaron un banderín firmado. Dentro de lo triste, esas cosas eran súper alentadoras.
¿Después no pensó salir del país?
Me lo ofrecieron pero decidí quedarme. Por mis principios y mis ideas decidí ayudar a luchar contra la dictadura. En la clandestinidad. Una vez me detuvieron los Carabineros por un control rutinario y yo llevaba una pila de propaganda dentro del auto. Me podrían haber eliminado.
Siempre pensé que, cuando estuve preso, no me eliminaron porque yo era una persona conocida. En una clínica donde trabajé a fines de los 70 e inicios de los 80 atendí a gente clandestina del Partido Comunista. Incluso gente del Frente Patriótico. En la clínica nunca se dieron cuenta.
lunes, 30 de octubre de 2017
Esteladas y gritos de independencia en victoria del Girona sobre el Real Madrid
El partido de la liga española entre el Girona y Real Madrid en el estadio de Montilivi estuvo impactado por los hechos políticos ocurridos en Cataluña, y en concreto por la reciente declaración de independencia.
El minuto 17 del juego sirvió de reivindicación de los hinchas locales, que expresaron la voluntad independentista de Cataluña. En las tribunas se coreó el grito de “libertad, libertad”.
También se escucharon gritos de independencia y se exhibieron banderas “esteladas” y otros símbolos catalanes.
Los medios destacaron que la jornada transcurrió sin incidentes, pese a que la afición local compartió con la madridista en las tribunas, y a que ésta portó símbolos nacionales españoles.
En lo deportivo, se destacó el triunfo 2-1 del Girona, club que viene de las divisiones menores pero que con una destaca actuación venció al poderoso Real Madrid, identificado además con los valores españolistas.
Tras el partido, Carles Puigdemont, presidente del gobierno catalán, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter diciendo que “la victoria del Girona sobre uno de los grandes equipos del mundo es todo un ejemplo y un referente para muchas situaciones”.
El pasado 27 de octubre, el Parlamento catalán declaró la independencia de España, acto que fue respondido por el gobierno central con militarización y la destitución de las autoridades autonómicas.