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domingo, 10 de agosto de 2025

Sergio Blanco: Antifascista militante

Fundador del Frente Antifascista de Suba y parte de una generación redskin que entendió que la lucha contra el fascismo se libra en los barrios, en las canchas y en la organización popular.


Por Revuelta Radio

Las calles de Bogotá están más frías hoy, el 6 de agosto de 2025, la música y el caos se mezclaron en el Movistar Arena de Bogotá. Lo que debía ser una noche de cumbia villera con Damas Gratis terminó en una batalla campal organizada por unos pocos. Sergio Blanco, compañero, militante antifascista y luchador incansable por la justicia social, fue arrebatado por la violencia que tanto combatió. Su nombre no es solo una línea en las noticias: es símbolo de resistencia, de coherencia y de entrega a la clase obrera.

Según testimonios de su hermana Mónica y sus compañeras, Sergio ni siquiera alcanzó a entrar al concierto. Grupos de barras bravas, armados con cuchillos y palos, iniciaron una cacería contra hinchas de equipos contrarios. En medio del pánico, Sergio y sus amigas intentaron defenderse con lo que tenían—piedras contra armas—pero la desproporción era brutal. En el intento por escapar de las brutales agresiones falleció Sergio, arrollado por un vehículo en las calles aledañas al recinto (hecho que no debe quedar impune por un conductor que huyó después de arrollarlo).

Militante de hechos, no de palabras, Sergio, conocido como Blanco o Blanquito, fue miembro fundador del Frente Antifascista Suba (FAS) y parte de una generación de redskins que entendió que la lucha contra el fascismo no se libra solo en consignas, sino en las aceras, en los barrios, en las canchas y en la organización popular. No era un idealista de escritorio: era un hombre de acción.

Desde la Localidad Z-11 en Bogotá, trabajó incansablemente para tejer redes de solidaridad, demostrando que su compromiso con los oprimidos iba más allá de lo discursivo. Creía en el pueblo organizado, y por eso dedicó su vida a construir poder desde abajo.

Fútbol, punk y resistencia

Para Sergio, el fútbol no era solo un juego: era un espacio de lucha de clases. Como hincha de Santa Fe, vivió la pasión del estadio como un territorio más donde el fascismo intenta avanzar, y donde la resistencia obrera debe plantarse firme. Sabía que en las gradas, como en las calles, la organización y la solidaridad son el único antídoto contra el odio.

Dentro de La Guardia Albi-Roja Sur y como integrante del Parche 10 siempre promovió el barrismo social y se caracterizó porque impulsaba actividades para hinchas en condición de discapacidad. Además también estuvo vinculado al programa Aguante Popular por la Vida del Ministerio de la Igualdad, donde trabajaba para transformar el fútbol en herramienta de inclusión. Promovía el diálogo entre barras, demostrando que el respeto y la organización popular son posibles incluso en las canchas.

Su militancia también estuvo ligada a la contracultura. Seguidor de la escena punk y skinhead antifascista, entendió que la música no es solo ruido: es un arma para despertar conciencias. La música no sonaba solo en sus audífonos, sino en su corazón combativo.

La mejor forma de frenar al enemigo es con el ejemplo

Blanco no predicaba lo que no practicaba. Era humilde, sencillo y leal, un hombre que jamás dio la espalda a sus compañeros ni a sus principios. Como padre, hijo, hermano y amigo, dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron. Su coherencia era su escudo.

Hoy, mientras el poder intenta reducir su muerte a un “incidente”, los que lo conocen saben que Sergio Blanco cayó luchando. No fue una víctima pasiva: fue un militante que enfrentó al sistema hasta el final.

Memoria, dignidad y justicia

El mejor homenaje que podemos hacerle no es solo recordarlo, sino seguir su ejemplo:

– Organizándonos en nuestros territorios.

– Confrontando al fascismo en todas sus formas.

– Defendiendo los espacios populares, desde las canchas hasta los barrios.

La mejor forma de frenar a los enemigos de la clase obrera es con el ejemplo y la militancia activa.

¡Hasta la victoria siempre, compañero!

martes, 1 de julio de 2025

Fútbol samario y lucha obrera: el primer campeonato nacional y la reivindicación de los huelguistas bananeros de 1928

La victoria de los Samarios en los primeros Juegos Nacionales permitió el pedido de liberación de los trabajadores detenidos durante la represión de la huelga bananera en el Magdalena.
 
 
 
Por Camilo Rueda Navarro
Revista Memoria 

En 1928, en el marco de los primeros Juegos Olímpicos Nacionales de Colombia, Santa Marta conformó un equipo de fútbol conocido como los Samarios, integrado por jugadores de clubes locales. Su participación en el certamen no solo marcó un hito en la historia deportiva del país, sino que también se vio entrelazada con un suceso trascendental en la historia social y política de Colombia: la huelga de los trabajadores de la United Fruit Company, en la que ocurrió la Masacre de las Bananeras, el 6 de diciembre de 1928.

A pesar de enfrentar dificultades logísticas, los samarios lograron coronarse campeones invictos, un logro que les otorgó reconocimiento nacional. Su desempeño en el torneo no solo evidenció la consolidación del fútbol en Santa Marta, sino también su potencial como herramienta de cohesión social. El regreso de los campeones estuvo marcado por el fervor popular y un gesto que trascendió lo deportivo: en Ciénaga, los jugadores solicitaron la liberación de los trabajadores detenidos durante la represión de la huelga bananera.

El presente artículo aborda cómo este acto simbolizó la intersección entre el deporte y la lucha social, demostrando cómo los logros en el campo de juego pueden convertirse en plataformas de reivindicación y justicia.

El caso de los Samarios también ilustra el proceso de expansión del fútbol en Colombia. Desde los albores del siglo XX, este deporte se había popularizado en el país, especialmente en las ciudades costeras, donde marineros y obreros extranjeros introdujeron su práctica. En Santa Marta, los trabajadores de la United Fruit Company fueron pioneros en la difusión del balompié, organizando equipos locales.

La victoria de los Samarios en los Juegos Nacionales de 1928 no solo fue un logro deportivo, sino un testimonio del papel del fútbol en la construcción de identidad y resistencia social.

En un país donde el deporte comenzaba a consolidarse como un fenómeno de masas, este episodio reflejó la capacidad del fútbol para unir comunidades y servir como un espacio de expresión política y social.

Origen del fútbol y su llegada a Colombia

El fútbol es uno de los deportes más populares del mundo y su historia se remonta a la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XIX. Su reglamentación en 1863, marcó un hito en su consolidación como disciplina deportiva organizada, lo que facilitó su difusión a nivel global. Desde entonces, este deporte fue adoptado por diferentes países y clases sociales, y evolucionó hasta convertirse en una manifestación cultural de gran relevancia. El fútbol moderno surgió de la diferencia con el rugby. Ambas disciplinas provienen de un juego común que se practicaba al aire libre y en el que dos equipos debían llevar una pelota de cuero hasta la meta contraria. No obstante, mientras que el fútbol emplea una pelota redonda y prohíbe el uso de las manos, el rugby utiliza una pelota elíptica que debe ser llevada en las manos (Elias, 1992, p. 157).

A finales del siglo XIX, el fútbol comenzó a expandirse por Europa y América, donde surgieron las primeras escuadras y competiciones oficiales, algunas de las cuales subsisten en la actualidad. Su incorporación a los Juegos Olímpicos en 1908 ratificó su creciente importancia y popularidad en el ámbito deportivo internacional. Por su parte, los primeros registros de su práctica en Colombia datan de 1892, según Ruiz (2008). No obstante, no existe un consenso absoluto sobre su origen en el país. Una de las teorías más aceptadas señala que Henry Rown Lemly, un estadounidense que dirigía la Escuela Militar, promovió el fútbol entre sus estudiantes al divulgar su reglamento y organizar partidos informales. Sin embargo, no fue hasta 1902 cuando se documentaron los primeros equipos y crónicas de partidos en Bogotá.

A pesar de los indicios de la presencia del fútbol en la capital, Barranquilla reclama ser la “cuna” del fútbol colombiano, al argumentar que fueron ingenieros y obreros ingleses, trabajadores de la empresa The Colombia Railways Company, que estaban construyendo el ferrocarril hacia Puerto Colombia, quienes introdujeron este deporte en la región. Lo que sí es un hecho es que el primer partido registrado en Barranquilla fue el 6 de agosto de 1904, en el que participaron trabajadores ingleses y jóvenes de la ciudad. Ese fue el inicio de la popularidad del futbol en la Costa Atlántica (Ruiz, 2008, p. 9).

Su buena acogida llevó a la creación de los primeros clubes y campeonatos, que inicialmente tuvieron alcance departamental. En 1924, en el Atlántico, se fundó la primera Liga de Fútbol en el país, un precedente en la institucionalización del deporte. Este hecho es considerado un hito en la historia del fútbol colombiano, ya que permitió la consolidación de equipos, la celebración de competiciones formales y el reconocimiento oficial.

Sin embargo, durante muchos años el fútbol se limitó a dinámicas regionales y tuvo un carácter aficionado. Habría que esperar hasta 1948 para encontrar el paso al profesionalismo, con la creación del primer torneo de clubes de fútbol de alcance nacional.

El fútbol en Santa Marta

Según Ruiz (2008), en Santa Marta fueron los trabajadores del cultivo y recolección de banano de la United Fruit Company los primeros que se pusieron de cortos para jugar fútbol en las playas de la ciudad.

La práctica del fútbol en el puerto samario se remonta, al menos, a 1909, cuando se registró la constitución de los primeros clubes, como el Deportivo Santa Marta, surgido en la Sociedad Samacois, integrada por marineros ingleses a quienes se les atribuye la introducción del balompié en el Magdalena. La primera cancha del Deportivo Santa Marta estaba ubicada en El Playón, pero fue reemplazada debido a su superficie rocosa. El equipo se trasladó entonces a la Plaza Castellana, donde se adecuó un campo de juego en el que competían cada viernes.

Posteriormente, surgieron equipos en la Escuela Normal para varones y en el Liceo Celedón, instituciones donde se popularizó el deporte. Además, se formaron otros cuatro clubes: el Nariño Fútbol Club, la Sociedad Unión, el Boyacá y el Santander Fútbol Club (Galvis, 2023).

Los Primeros Juegos Nacionales

La expedición de la ley 80 de 1925 legisló por primera vez la práctica del deporte en Colombia. Con ella se comenzó a promover el fútbol como una práctica que aportaba al desarrollo de la sociedad. En aquellos años surgieron, además, las primeras agremiaciones deportivas y se habilitaron los primeros escenarios para la práctica de diversas disciplinas, hasta entonces reservadas para las élites.

Durante el gobierno de Miguel Abadía Méndez (1926-1930) se convocaron los Primeros Juegos Olímpicos Nacionales —hoy Juegos Deportivos Nacionales—, que fueron programados para diciembre de 1928 en Cali. Entre las distintas disciplinas del certamen — como competencias atléticas, ajedrez, béisbol y ciclismo, entre otras— se incluyó el fútbol, que para entonces irrumpía con fuerza e interés en diferentes ciudades del país.

Las delegaciones asistentes no solo fueron departamentales, sino también municipales y colegiales. En el caso del fútbol, compitieron doce escuadras: Barranquilla, Bucaramanga, Buenaventura, Cali —A y B—, Cúcuta, Medellín, Neiva, Santa Marta, el Técnico y la Facultad de Medicina de Bogotá. Los equipos que participaron en los juegos eran principalmente combinados que representaban a sus municipalidades, a excepción de las dos escuadras bogotanas.

La selección que representó a Santa Marta se conformó en agosto de 1928. La escuadra fue integrada por miembros del Deportivo Santa Marta, el Nariño Fútbol Club y el Liceo Celedón, y sería conocida popularmente como los Samarios.

El 6 de diciembre, a las seis de la tarde, en el muelle de Santa Marta, una multitud de la ciudad salió a despedir a su selección, que iniciaba un largo viaje rumbo a los juegos, a bordo de la nave Metappan. Su itinerario incluyó navegar el mar Caribe hasta Colón (Panamá), para conectar vía terrestre con Ciudad de Panamá, y desde allí tomar otro barco hasta Buenaventura. Desde este puerto finalmente arribarían por vía terrestre a Cali.

Por otro lado, los juegos sirvieron como plataforma para la exhibición del talento local y contribuyeron a la creciente afición por el fútbol. Además, la regulación del deporte a través de la ley 80 de 1925 permitió que se establecieran las bases para su organización y expansión. Desde entonces el fútbol continuó creciendo y se consolidó en 1948 con la creación de la División Mayor del Fútbol Colombiano —Dimayor— organizadora del campeonato profesional de clubes, que se disputa hasta la actualidad.

La huelga

Mientras la delegación de fútbol de Santa Marta partía rumbo a Cali para participar en los juegos, se gestaba uno de los episodios más trágicos de la historia colombiana: la Masacre de las Bananeras. Este suceso, que marcó a la región Caribe y tuvo repercusiones a nivel nacional, fue inmortalizada en la obra cumbre de Gabriel García Márquez Cien años de soledad.

En la década de 1920 la United Fruit Company controlaba la explotación del banano en el Magdalena. Los trabajadores, sometidos a condiciones laborales precarias, comenzaron a organizarse para exigir mejoras en sus derechos. Entre sus principales demandas figuraban la contratación directa —pues eran subcontratados a través de terceros para evadir obligaciones laborales—, la eliminación del pago con vales —que los obligaba a comprar los productos en los comisariatos de la empresa a precios elevados— y mejores condiciones higiénicas en sus lugares de trabajo (Centro de Estudios Sociales, 1974, p. 107).

A lo largo de la década, las peticiones de los trabajadores fueron ignoradas por la empresa, lo que llevó a la creación de la Unión Sindical de Trabajadores del Magdalena. En 1928, esta organización convocó una huelga con un pliego de peticiones más amplio, que incluía el reconocimiento de los obreros como empleados directos, el cumplimiento de la legislación laboral y un aumento salarial. Se estima que alrededor de 18 000 trabajadores participaron en la huelga, aunque algunos reportes de prensa elevaron la cifra hasta 30 000 (Urrutia, 1969).

Ante la negativa de la United Fruit Company a negociar, el Gobierno intervino militarizando la región e ilegalizando la huelga. Un inspector de trabajo que la había declarado legal fue destituido y alrededor de 400 huelguistas fueron arrestados (CES, 1974, p. 108).

El 5 de diciembre de 1928 decenas de trabajadores se congregaron en la plaza de Ciénaga, donde esperaban la llegada del gobernador y de representantes de la empresa para negociar un pacto que permitiera levantar la huelga. Sin embargo, en su lugar arribaron tropas bajo el mando del general Carlos Cortés Vargas, quien había sido designado jefe civil y militar de la zona bajo el estado de sitio, decretado por el presidente Miguel Abadía Méndez ese mismo día.

El 6 de diciembre las tropas abrieron fuego contra los huelguistas, provocando lo que se conocería como la Masacre de las Bananeras. Incluso al día de hoy, el número exacto de víctimas es incierto. De acuerdo con el propio Cortés Vargas hubo trece muertos y diecinueve heridos, mientras que el diario El Espectador estimó en cien los muertos y 238 los heridos. Además, se iniciaron consejos verbales de guerra en los que cincuenta y cuatro obreros fueron juzgados, y de ellos treinta y uno fueron condenados a venticinco años de prisión (CES, 1974, p. 112).

El entonces parlamentario Jorge Eliércer Gaitán recorrió la zona de los hechos, donde recabó testimonios y documentos que luego utilizaría en sus debates en el Congreso de la República. En sus intervenciones, Gaitán denunció las precarias condiciones laborales de los trabajadores de la United Fruit Company, la muerte de decenas de ellos a manos de los militares, y los abusos de las tropas contra la población a raíz del estado de sitio.

Gaitán no refirió una cifra concreta de muertos, aunque aludió a “cientos de vidas caídas bajo la metralla” (s. f., p. 117) y que los muertos “fueron transportados en camiones para arrojarlos al mar”, mientras otros fueron “enterrados en fosas” (s. f., p. 118). El suceso causó el repudio nacional y generó la movilización social en solidaridad con los trabajadores bananeros.

El equipo

Mientras ocurrían estos trágicos hechos, el seleccionado de fútbol de Santa Marta viajaba rumbo a Cali para representar a la ciudad en los Olímpicos. El equipo estaba conformado por veintidós jugadores, acompañados por un masajista y un entrenador.

Integraron la escuadra: Efraín Arregocés; Eduardo Barliza; Jorge Díaz; Oswaldo Díaz; Ricardo Granados; Heriberto Guerrero; Aníbal Llanes; Adriano López; Guillermo López; Andrés Martínez; Carlos Martínez; Tomás Mier; Carlos Nery; Aníbal Ortiz; José María Pacheco; Nicolás Pimienta; Jacobo Pineda; Enrique Ponce; Ildefonso Rada; Juan Salas, Jorge Valencia y Jacobo Welman. La dirección técnica estuvo a cargo de Moisés Ponce, mientras que Lorenzo Medina se desempeñó como masajista y utilero (Galvis, 1998, pp. 72-73).

El equipo arribó a Cali sin uniformes, por lo que entre sus integrantes se colectó el dinero para hacerlos. El entrenador Moisés Ponce fue el encargado de comprarlos, pero solo consiguió doce unidades, hechas en tela y de manga larga, poco aptas para el clima de la sede del torneo, no obstante, debieron competir con ellas.

El torneo no estuvo ajeno a incidentes, pues en el partido entre Técnico de Bogotá y Cali, la afición local invadió el terreno de juego para agredir al árbitro y a los jugadores rivales, en momentos en que los capitalinos vencían 1-0. A pesar de la intervención policial, el encuentro fue suspendido a raíz de los desórdenes, y causó que el Técnico de Bogotá, otro de los cuadros favoritos, se retirara de la competición y finalmente fuera eliminado por los organizadores (Galvis, 2023).

Los samarios disputaron cinco partidos y se mantuvieron invictos: un empate 0-0 ante Cali, que obligó a una revancha —ganada 3-1—; victorias 1-0 sobre Medellín y Cúcuta, y un triunfo 2-0 ante Barranquilla, que les dio el título, pese al favoritismo del cuadro rival, con mayor tradición en la disciplina.
 
El gobernador del Valle, Carlos Holguín Lloreda, invitó al equipo campeón a las instalaciones del Club Unión, donde se les rindió un homenaje que se prolongó hasta la medianoche. Al día siguiente los jugadores visitaron la Hacienda El Paraíso, escenario de la novela María de Jorge Isaacs, donde recibieron el trofeo en una ceremonia que concluyó en un almuerzo.

Libertad para los obreros: el pedido del campeón

El regreso de los Samarios tuvo el mismo itinerario que la ida: recorrido terrestre hasta Buenaventura, para luego navegar por el Pacífico hasta Ciudad de Panamá, de allí conectar con Colón, para abordar de nuevo la vía marítima hasta el Caribe colombiano.

En el último trayecto, al pasar por Ciénaga, el equipo recibió un homenaje con un banquete en el hotel de la localidad y condecoraciones con medallas de oro. El 4 de febrero, aún en esta localidad, el equipo recibió una nueva distinción, en la que participó el general Cortés.

Según Galvis (1998), “los futbolistas samarios solicitaron como un homenaje a su brillante gesta en Cali, que se concediera la libertad a un grupo de huelguistas que se encontraban detenidos en la cárcel de Ciénaga” (p. 76). El hecho fue referenciado por el entonces congresista Jorge Eliécer Gaitán, quien, en sus debates ante el Congreso, relató:

En Bogotá se encuentra el equipo de futbolistas samarios y ellos no me dejarán mentir. Cuando estos bravos muchachos llegaron, después de haber vencido en Cali, el señor Cortés hizo festonar la ciudad (…) Este señor le dijo entonces a los futbolistas ‘‘pedid una gracia’’. Los generosos muchachos comprendieron que podían salvar algunas de las víctimas y demandaron la libertad de los prisioneros, la cual les fue concedida (Gaitán, s. f., p. 52).

Finalmente, el 5 de febrero, los jugadores completaron su periplo hasta Santa Marta. Desde la estación ferroviaria, el pueblo samario los recibió con un desfile multitudinario. En el Palacio Municipal, las autoridades les dieron la bienvenida, y en el Centro Social — hoy Casa Museo— se les rindió un último homenaje, que incluyó la lectura de poemas a cargo de José Gnecco (Galvis, 1998).

La fama deportiva lograda por el equipo samario hizo que autoridades de diversos puntos del país cursaran invitaciones para poder conocer a los campeones olímpicos colombianos, así como para promover el fútbol en sus regiones. Así se jugaron amistosos en Bogotá, Cali y Medellín, y en la propia Santa Marta, incluyendo dos juegos internacionales ante el Santiago Wanderers de Chile.

Los Samarios contribuyeron de esta forma al auge del fútbol que se vivió en la década de 1920, y que cristalizaría con el profesionalismo a partir de 1948. Su proeza, calificada de heroica, se enriqueció con el gesto de solidaridad que brindaron hacia los huelguistas encarcelados en las jornadas de Ciénaga en diciembre de 1928.
 
Conclusiones

La victoria de los Samarios en los Primeros Juegos Olímpicos Nacionales trascendió lo deportivo y se convirtió en un símbolo de identidad regional y reivindicación popular en un contexto de conflicto social, dada la huelga bananera de 1928.

La participación del equipo samario en el certamen de Cali coincidió con la Masacre de las Bananeras, un evento crucial en la historia de Colombia. La solicitud de libertad para los huelguistas apresados evidencia cómo el deporte no es necesariamente ajeno a la realidad social.

La introducción y consolidación del fútbol en el país, especialmente en el Caribe, se empalmó con las clases trabajadoras, y coincidió con el surgimiento y ascenso del movimiento obrero.

Bibliografía

Centro de Estudios Sociales, CES. (1974). La lucha obrera ante la legislación laboral.
Editorial Muisca.

Congreso de la República de Colombia. (1925). Ley 80 del 18 de noviembre de 1925, sobre educación física, plazas de deportes y precio de las becas nacionales.

Elías, N. y During, E. (1992). Deporte y ocio en el proceso de la civilización. Fondo de Cultura Económica.

Gaitán, J. (s. f.). La masacre en las bananeras. Ediciones Pepe. Galvis, A. (1998). Crónicas de goles y autogoles. Libros & Letras.

Galvis, A. (2023) Génesis II. El fútbol atrapó la atención de los I Juegos. Comité Olímpico Colombiano. https://olimpicocol.co/web/genesis-ii-el-futbol-atrapo-la-atencion-de- los-i-juegos/

Urrutia, M. (1969). Historia del sindicalismo en Colombia. Universidad de los Andes.

*Publicado originalmente en la revista Memoria, No. 25, julio 2025.

viernes, 14 de marzo de 2025

Futbolistas colombianos votan por ir a huelga

Con el 87 por ciento de apoyo, el gremio de futbolistas decide convocar a cese de actividades para pedir el cumplimiento de su pliego.


La Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) anunció este 12 de marzo que convocará a huelga ante la falta de acuerdo en las negociaciones con la Federación Colombiana de Fútbol y la Dimayor. 

Esa entidad, que aglutina al gremio de futbolistas profesionales, en sus ramas tanto masculina como femenina, agotó el diálogo directo de su pliego de negociaciones sin llegar a un arreglo global.

El 87 por ciento de afiliados de Acolfutpro votaron por ir a huelga, mientras que el resto apoyó la opción de acudir a un tribunal de arbitramento.

Las demandas de los jugadores son nueve: Estatuto del jugador; código disciplinario; minuta única; pólizas de salud; partido anual de la selección Colombia; participación sobre derechos de televisión; reuniones con los futbolistas de la selección Colombia; entradas para partidos; y protocolo contra discriminación, acoso y violencia de género.

Acolfutpro cuenta actualmente con 1.221 afiliados de los 36 clubes del fútbol colombiano.

A continuación, el comunicado íntegro:

ACOLFUTPRO informa que, tras la finalización de la etapa de arreglo directo con la FCF y la Dimayor, en el proceso de negociación colectiva de las peticiones, con la mediación del Ministerio del Trabajo, se lograron acuerdos parciales. Sin embargo, no se consiguieron acuerdos en otros puntos sensibles para el mejoramiento de las condiciones laborales de los futbolistas profesionales, tanto hombres como mujeres.

Los nueve puntos en los que no hubo acuerdo fueron: estatuto del jugador, código disciplinario, minuta única, pólizas de salud, partido anual de la selección Colombia, participación sobre derechos de televisión, reuniones con los futbolistas de la selección Colombia, entradas para partidos y protocolo contra discriminación, acoso y violencia de género.

En consecuencia, de acuerdo con el artículo 444 del CST, ACOLFUTPRO llevó a cabo asambleas con los futbolistas profesionales afiliados de los planteles del fútbol colombiano de primera división, del torneo de ascenso y de la liga femenina, quienes por abrumadora mayoría, decidieron la declaratoria de su derecho fundamental a la huelga.

Del total de 1.221 futbolistas que votaron, 1.067 (87,4%) optaron por la huelga, mientras que 154 (12,6%) eligieron el tribunal de arbitramento.

La decisión ya fue puesta en conocimiento del Ministerio del Trabajo e instamos a que, en el marco de sus competencias legales y constitucionales, garanticen nuestro derecho fundamental a la huelga y conminen a los empleadores a no ejercer presiones indebidas como quiera que, eventualmente, pueden incurrir en la violación de la libertad sindical, conforme al artículo 200 del Código Penal.

El inicio del cese de actividades se informará oportunamente y dentro de los términos de ley.

domingo, 13 de octubre de 2024

El falso centenario de la Federación Colombiana de Fútbol

La mayor autoridad del balompié colombiano nació realmente en 1971. Sus actuales dirigentes se adjudican una historia que no es suya.


Por Camilo Rueda Navarro 

No fue hasta el 15 de junio de 1971 que nació la Federación Colombiana de Fútbol (FCF). Sin embargo, sus actuales dirigentes se adjudican una historia que no es propia, pues decidieron celebrar su “centenario” este 12 de octubre. Esta fecha es, en realidad, el aniversario de la Liga de Fútbol del Atlántico, surgida en 1924 como la primera liga departamental constituida formalmente.

Presidida por Eduardo Silva Illera, la Liga de Fútbol del Atlántico adoptó estatutos y reglamentos propios, y logró el reconocimiento legal en 1927. Por esta razón, los clubes que existían en ese momento en el país la reconocieron como la autoridad del fútbol nacional, explica Alberto Galvis en su libro “Crónicas de goles y autogoles”.

En 1936, la Liga de Fútbol del Atlántico se reconvirtió en Asociación Colombiana de Fútbol (Adefútbol), entidad hoy inexistente. Con ese cambio, la Adefútbol obtuvo el reconocimiento de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) como afiliado en representación de Colombia.

En 1945, la Adefútbol, que seguía funcionando en Barranquilla, organizó la participación colombiana en el Campeonato Sudamericano de Fútbol (hoy Copa América), para lo cual convocó únicamente a jugadores de la capital del Atlántico (que militaban en el Junior), lo que originó un conflicto con las ligas del resto del país, que esperaban verse representadas en aquella "Selección Colombia".

Las diferencias se escalaron en 1948, cuando los principales clubes del país fundaron la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y organizaron un campeonato profesional que sigue hoy vigente. A partir de ese año, el balompié colombiano quedó dividido en dos ramas con dos organismos diferentes y en conflicto entre sí.

La ruptura se prolongó hasta los años 60, cuando la FIFA intervino y suspendió a Colombia. “La Asociación Colombiana de Fútbol continuó trabajando como máximo organismo colombiano hasta su desafiliación, decretada en 1966 por la FIFA”, agrega Galvis.

Con la desafiliación, culminó una etapa del fútbol colombiano dirigida desde Barranquilla y en la que primó el amateurismo. Si bien tuvo el reconocimiento de la FIFA, no fue el reflejo del fútbol nacional en su conjunto.

Finalmente, la Dimayor, como representante de la rama profesional, se unificó a la rama aficionada el 15 de junio de 1971, cuando se constituyó la Federación Colombiana de Fútbol, según registra Galvis. Sólo desde entonces la FCF es el máximo organismo del fútbol nacional.

lunes, 23 de septiembre de 2024

Con triunfo norcoreano y abucheos a la FIFA, culmina el Mundial Colombia 2024

Ante unos 33 mil espectadores en Bogotá, el seleccionado de Corea del Norte obtuvo su tercera Copa Mundial Femenina Sub 20.


Redacción
Fútbol Rebelde

Tras vencer 1-0 a Japón, la selección de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) ganó la Copa Mundial Femenina Sub 20, celebrada este año en Colombia. Es el tercer título que obtiene la escuadra Chollima en la categoría, igualando la marca de Estados Unidos y Alemania, las potencias de la rama.

La RPDC logró el campeonato de forma invicta, venciendo a Argentina, Costa Rica y Holanda en la fase de grupos, y a Austria, Brasil y Estados Unidos en la fase eliminatoria. También conquistó la bota de oro, gracias a los seis goles de Choe Il Son, también condecorada como la mejor jugadora de la competición.

El partido final y la ceremonia de premiación se efectuaron en el estadio Nemesio Camacho El Campín, de Bogotá, ante más de 32.900 aficionados, quienes vitorearon a las dos selecciones finalistas, a la vez que abuchearon a los dirigentes del fútbol que asistieron a la premiación. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, Alejandro Domínguez, de la Conmebol, y Ramón Jesurún, de la Federación Colombiana de Fútbol, fueron recibidos con chiflidos de la tribuna.


Durante el Mundial Colombia 2024, se batió el récord de asistencia de la categoría, registrado en 37.382 espectadores, gracias al creciente interés en el fútbol femenino en el país cafetero. Paradójicamente, se le cuestiona a la dirigencia del fútbol colombiano el escaso apoyo a la Liga Profesional Femenina, que se juega desde el 2017 con un solo torneo anual acotado y sin las condiciones dignas para sus jugadoras.


jueves, 4 de julio de 2024

Cuando Maturana fue elegido para armar la Constitución del 91

Antonio Navarro Wolff lo convenció de hacer parte de la lista del M-19 y terminó elegido como uno más de los 70 constituyentes.


Por Gustavo Márquez

El 9 de diciembre de 1990, en medio de las elecciones de los 70 representantes ante la Asamblea Nacional Constituyente, el nombre de Francisco Maturana, que ya había sonado en triunfos tan importantes como el del título de Nacional en la Copa Libertadores o el de la clasificación de la selección Colombia al Mundial de Italia 90, hizo eco en el mundo de la política al ser seleccionado como constituyente por la partido Alianza Democrática M-19. La incursión del entrenador más famoso del país en ese entonces fue sorpresiva y prometió bastante; pero, después de “ganar” tuvo que retirarse para volver a lo que amaba realmente.

El llamado de Navarro Wolff a Francisco Maturana

Meses antes de que las elecciones se realizaran, Antonio Navarro Wolff, quien era uno de los representantes más importantes del recién formado grupo político, decidió llamar a Francisco Maturana: “Usted puede servir de ejemplo ante el país. Tiene una credibilidad de la que muchos políticos no gozan” le dijo, y se dispuso a ofrecerle un puesto en la lista para hacer parte de la Asamblea Nacional Constituyente, que buscaba hacer una nueva Constitución que modernizara la de 1886. Tal vez, pensando que nunca iba a ser elegido, el entonces entrenador aceptó hacer parte de un momento histórico en la política colombiana y le dio el “sí” al pastuso. 

Aun así, convencido del poder mediático del que gozaba el entrenador chocoano, Navarro Wolff inició una campaña política en donde combinó el cambio que merecía el país, con la pasión por el fútbol, que en ese entonces estaba desbordada. Con el eslogan “El equipo ganador” empezó a convencer a los votantes de decantarse por el partido y por el entrenador y, finalmente, mientras Pacho Maturana dirigía las filas del Real Valladolid, donde estaban el Pibe Valderrama, Leonel Álvarez y René Higuita, fue elegido constituyente en la última casilla de las listas de la Alianza Democrática M-19. 

¿Qué hizo del técnico en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991?

Inmediatamente se supo la noticia de la elección de Francisco Maturana a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, los cuestionamientos no se hicieron esperar y las burlas al “seleccionador constituyente”, como empezaron a llamarlo, aparecieron en periódicos y emisoras de radio. Sin embargo, firme a su compromiso, el chocoano continuó con su carrera política y terminó haciendo parte de la comisión primera. Como lo había imaginado Navarro Wolff, la presencia del técnico era respetada por los seguidores del fútbol; pero los conocedores del poder se resistían a ver a un entrenador en un lugar que definiría el destino del país. 

Francisco Maturana alcanzó a hacer dos propuestas para la nueva Constitución. La primera, un poco alejada de los ideales liberales del partido Alianza Democrática M-19, buscaba rescatar los “principios morales perdidos”, donde se exponían temas como respetar a los mayores, rezar y tener control sobre los hijos. La segunda propuesta, un poco más acorde al partido que representaba, proponía el desarrollo de la dignidad humana por medio del derecho al trabajo, la igualdad, la recreación y el deporte. Aun así, estas propuestas se dieron mientras el técnico aún pertenecía al mundo del fútbol, por lo que faltó a varias sesiones. 

La renuncia

Después de haber sido objeto de mofas, haber incumplido a las reuniones programadas e, incluso, después de que la Contraloría General de la Nación le anulara el pago de dos cheques por sus “fallas” sin justificación, el 1. ° de mayo de 1991 Francisco Maturana decidió quitarse el traje de político y enviar una carta a quien lo había convencido de hacer parte de la Constituyente: Antonio Navarro Wolff. En el escrito afirmó que daba un paso al costado por la protección de la credibilidad de la Asamblea, y por la protección de la imagen del partido y de él como persona. 

Sin embargo, por ese entonces también se conoció que el técnico chocoano tenía un acuerdo para convertirse en el entrenador del Real Madrid, un hito que ningún otro colombiano había logrado hasta entonces. Y, si bien, esa no fue la razón para renunciar a su curul, lo cierto es que para muchos fue un detonante importante. Lamentablemente esa puerta también se le cerró a ‘Pacho’ quien nunca pudo estar en el banco merengue; pero, alejado de la política, una profesión que jamás volvió a ejercer, siguió dedicándose a lo que sabía: el fútbol, llevando a la selección Colombia a ganar su única Copa América 10 años después.

Publicado originalmente en Las 2 Orillas

domingo, 19 de mayo de 2024

Exhiben imagen de Gustavo Petro en la final de la Champions League de África

Los hinchas locales expusieron imágenes gigantes en mosaico con figuras a favor de Palestina.



En el duelo de ida de la final de la Champions League de África, los aficionados locales del equipo ES Tunis expresaron su apoyo a los palestinos, exhibiendo imágenes gigantes de dirigentes políticos que se han pronunciado en contra del genocidio en Gaza.

En el mosaico gigante que se expuso en las graderías del estadio donde el ES Tunis se medía al Al-Ahly de Egipto, se alcanzó a reconocer entre los personajes al presidente Gustavo Petro.


Los hinchas le rindieron homenaje a los periodistas que han perdido la vida en su labor en Gaza, como también a rehenes que han sido asesinados en la guerra entre Israel y el movimiento islamita Hamás, que empezó en octubre del año pasado y ya ajusta 6 meses dejando miles de víctimas.

La imagen de Petro aparece en el mosaico que tiene la frase “en el lado correcto de la historia”, junto a estudiantes de Estados Unidos que también se han pronunciado para que paren el genocidio.

Otro mosaico también mostró imágenes de víctimas de la guerra y mensajes para que se dé un alto al fuego en el conflicto palestino-israelí, que ha dejado destrucción y muerte, con afectación para la población civil.

Petro, quien es bastante activo en redes, de inmediato respondió en su cuenta de X. “Cuando en lugares tan remotos para Colombia como Túnez, las hinchadas populares de fútbol levantan las banderas palestinas y entre ellas el rostro del presidente de Colombia, es porque algo bueno hemos hecho. Estar del lado de la justicia y contra el oprobio”.

La semana pasada, el presidente le había pedido a la Comisión Distrital que le dejaran ingresar una bandera gigante de Palestina al estadio El Campín, en el duelo entre Millonarios y Palestino de Chile, por la Copa Libertadores, petición que fue denegada por la Conmebol.

Al final, la bandera gigante fue exhibida en las afueras del estadio por un grupo de manifestantes.

*Tomado de El Colombiano

viernes, 22 de septiembre de 2023

Gobierno colombiano investiga irregularidades en la liga femenina

La Superintendencia de Industria y Comercio denuncia la existencia de un sistema “cartelizado” para limitar la libre competencia de la Liga Profesional Femenina.


El gobierno colombiano, a través de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió un proceso contra la Federación Colombiana de Fútbol, la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y 29 clubes de fútbol profesional por irregularidades en el manejo de la liga femenina.

La SIC investiga un entramado en el que los clubes de fútbol y la Dimayor habrían llegado a acuerdos secretos que afectan a las jugadoras. En primer lugar, los contratos de las futbolistas no tienen una duración mayor al periodo de la liga profesional, que nunca ha superado los cuatro meses al año. Esto significa que las jugadoras solo tienen remuneración durante ese breve período. Además, se les exige participar en campañas publicitarias sin recibir una compensación adicional.

Además, los clubes habrían fijado un tope salarial de 4.5 millones de pesos, aunque en la mayoría de los casos se les otorga un salario mínimo. Esto genera que la mayoría de las futbolistas tengan que buscar otras fuentes de ingresos para sobrevivir y no puedan dedicarse por completo a la liga, lo que amenaza su desarrollo profesional.

Sumado a esto, si bien las autoridades del fútbol argumentan que la falta de patrocinio y presupuesto es uno de los principales obstáculos para el crecimiento de la liga femenina, son reacias a recibir fondos estatales. Las pruebas que maneja la SIC sugieren que esta resistencia se debe a que aceptar fondos públicos implicaría una mayor supervisión y auditoría, algo que quieren evitar.

Otra arbitrariedad encontrada es que la Dimayor firmó un contrato con el canal Win Sports para transmitir los torneos del fútbol profesional con un desequilibrio en detrimento de la rama femenina. Mientras que regularmente se transmiten los 10 partidos de fútbol masculino, sólo se transmite uno de la liga femenina.

Las implicaciones de estas conductas son graves, ya que amenazan el crecimiento del fútbol femenino en Colombia. Las jugadoras se ven atrapadas en contratos desfavorables, con salarios mínimos y limitadas oportunidades para dedicarse al deporte. 

La SIC dijo que está decidida a tomar medidas y, de ser comprobadas estas conductas, impondrá multas sustanciales tanto a las instituciones como a las personas involucradas. Estas prácticas obstaculizan el desarrollo del fútbol femenino en Colombia, por lo que la SIC manifestó su decisión de esclarecer estas prácticas y tomar medidas para proteger los derechos de las jugadoras profesionales en el marco de la libre competencia.

La Liga Profesional Femenina nació en el 2017 y desde entonces sólo se ha disputado una edición anual, con una duración máxima de cuatro meses.

viernes, 1 de septiembre de 2023

“Jaime Bateman”, el nombre del nuevo estadio de Turbaco

El escenario deportivo, construido por la alcaldía del exguerrillero Julián Conrado, es bautizado con el nombre del fundador del Movimiento 19 de Abril (M-19).


El alcalde Guillermo Torres, mandatario del municipio de Turbaco (Bolívar), anunció que el nuevo estadio de fútbol de esa localidad llevará el nombre de Jaime Bateman Cayón.

Torres, más conocido por su seudónimo de Julián Conrado, es el primer excombatiente de las antiguas FARC-EP en llegar a un cargo ejecutivo de elección popular. Tras el acuerdo de La Habana, fue electo alcalde de su pueblo natal con el aval de la coalición Colombia Humana – Unión Patriótica para el periodo 2020-2023.

Durante su administración, el municipio construyó varias obras de infraestructura, entre ellas, un estadio de fútbol. En su cuenta @alzadoencanto, Conrado anunció que el escenario será inaugurado este 2 de septiembre y que llevará el nombre de Jaime Bateman Cayón.

“Otra obra del amor que vamos a inaugurar en Turbaco este 2 de septiembre: estadio de fútbol Jaime Bateman Cayón”, publicó.

Bateman fue uno de los fundadores del Movimiento 19 de Abril (M-19), grupo insurgente que operó en Colombia entre 1974 y 1990, y al que perteneció el hoy presidente, Gustavo Petro. Bateman fue el máximo comandante de esa organización, hasta 1983, cuando falleció en un accidente aéreo en la frontera con Panamá.

Conrado, por su parte, militó en las FARC entre 1983 y su dejación en armas en el 2016, tras el acuerdo de La Habana. También se le reconoce por ser cantante y compositor de música vallenata.

En el 2019 compitió por la Alcaldía de Turbaco, una localidad de unos 75.000 habitantes cercana a Cartagena de Indias. Ganó la elección con el apoyo de Colombia Humana, el partido del hoy presidente Petro, y de otras fuerzas de izquierda. Su gestión se ha caracterizado por la oportuna y eficaz construcción de obras sociales.

Con Bateman y Petro, Conrado comparte también el ser oriundos del Caribe colombiano: Bateman era de Santa Marta (Magdalena), mientras que Petro nació en Ciénaga de Oro (Córdoba).

martes, 8 de agosto de 2023

“El presidente lo está haciendo bien”: Iván Mejía sobre Petro

“Volvería a votar por Petro”, dice el retirado periodista deportivo. Sostiene que hay una “infame” campaña mediática contra el mandatario colombiano.


Iván Mejía, una de las principales figuras del periodismo deportivo colombiano, elogió al actual presidente, Gustavo Petro. “A mí me parece que el presidente lo está haciendo bien” (…) “Me parece un hombre sano, correcto, bien intencionado. Si mañana hubiera que votar de nuevo, volvería a votar por Petro”, dijo en una entrevista con el programa Tribuna Deportiva.

Después de 50 años de carrera, Mejía se retiró de los medios, pero sigue opinando sobre la actualidad política y deportiva. Señaló, por ejemplo, que existe una campaña mediática contra Petro, el primer mandatario en llegar a la presidencia por una coalición de izquierda.

“Me causa repugnación absoluta la manera en que la extrema derecha está intentando acabar con un designio democrático de 11.700.000 (votantes) inventando chismes, en que la prensa se ha dedicado todos los días a preguntarse más si los zapatos de Petro son Ferragamo, que si Verónica Alcocer (la primera dama) baila o no baila… Me parece que la campaña contra el presidente ha sido infame, vergonzosa, inicua”, afirmó.

El retirado reportero, quien trabajó para diferentes medios del país y condujo varios espacios de análisis deportivo, también criticó a quienes se oponen a las reformas impulsadas por el gobierno, como la reforma a la salud y la laboral:

“Hay gente que no quiere el cambio. Gente que es reacia al cambio, a las reformas, que quiere seguir con las EPS con la gente muriéndose en las puertas, gente que no quiere que la estabilidad laboral, que se oponen a las reformas, no quieren que nada cambie. Quieren que vuelvan los paracos, las muertes, que el país siga estando en guerra permanente, ese es el negocio de ellos, quieren seguir robándose el petróleo, los bienes, la plata, el internet a los niños”, dijo.

Mejía también se refirió al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), a quien calificó como “una porquería”.

sábado, 29 de julio de 2023

El exarquero Leandro Castellanos aspirará al Concejo de Bogotá

Tras retirarse del fútbol profesional, el exguardameta de Independiente Santa Fe buscará una curul en el Concejo capitalino.



Leandro Castellanos, exarquero de Independiente Santa Fe, será candidato al Concejo de Bogotá en las elecciones regionales del 29 de octubre.

Castellanos, quien también vistió la camiseta de la Selección Colombia y de otros clubes del país, ocupará el renglón 22 de la lista de la Alianza Verde.

El exjugador, oriundo de Toledo (Norte de Santander), se había retirado del fútbol profesional en enero pasado. En Santa Fe, donde jugó por ocho años, ganó seis títulos: una liga, tres superligas, la Copa Suramericana y la Copa Suruga. Además, dejó el máximo registro de valla invicta en la historia del club, con 922 minutos, marca conseguida en el 2019.

Debutó en el Cúcuta Deportivo y luego pasó por clubes como Pumas de Casanare, Deportivo Pereira, América, Deportivo Cali e Independiente Medellín. También fue convocado a la Selección Colombia de mayores en varias oportunidades.

Tras su retiro del fútbol, expresó su deseo de impulsar proyectos sociales. Su hermano, Jairo Alberto Castellanos, es militante de la Alianza Verde y actualmente es senador de la República por ese movimiento.

En junio pasado, la Cámara de Representantes le otorgó la Orden al Mérito en reconocimiento a su "liderazgo dentro y fuera de las canchas".

viernes, 21 de julio de 2023

"Sin nosotras, nunca más" (documental íntegro)

Hinchadas feministas en Colombia


Documental de Juliana Ruíz Marín, ganadora del Premio No Es Hora De Callar a las Mujeres Periodistas.

domingo, 5 de diciembre de 2021

El prontuario de Eduardo Dávila, presidente del Unión Magdalena

Narcotráfico, homicidio y ahora el polémico ascenso en el FPC: los escándalos del dueño de Unión Magdalena.


Redacción Marca Claro

Este sábado 4 de diciembre fue un día oscuro para el fútbol profesional colombiano por cuenta de Unión Magdalena y un polémico ascenso que consiguió ante Llaneros en la última fecha del cuadrangular. Un escándalo de tantos en el fútbol colombiano, que además también ponen bajo la lupa (otra vez) al controvertido dueño del Unión Magdalena: Eduardo Dávila.

Dávila es un hombre con mucha historia en Santa Marta y los municipios del Magdalena, empezó como un empresario de alta influencia en la zona bananera de la región y posteriormente adquirió otras empresas, además del equipo de fútbol Unión Magdalena donde ha sido presidente y ha ocupado varios cargos administrativos, pero realmente es el dueño desde los años 80's junto a su familia.

Acusado de dos asesinatos

La justicia colombiana determinó en enero de 2007 que Eduardo Dávila asesinó a su esposa Carmen Vergara Díaz por medio de unos sicarios que la interceptaron en una vía que une a Santa Marta con el sector del Rodadero.

Vergara manejaba las finanzas de María del Pilar Espinosa, viuda de su exsocio Jorge Gnecco Cerchar y más adelante Dávila sostuvo una relación con Espinosa, al parecer para obtener parte de su fortuna.

Otro asesinato puso bajo la lupa al polémico directivo. En abril de este año fue acusado por el asesinato de Javier Alfredo Cotes Laurens, juez que lo condenó por narcotráfico en los años 90. Hasta ahora no se ha determinado su culpabilidad, puesto que está pagando condena por el asesinato de su esposa mientras familiares y allegados siguen al pie de sus negocios en el fútbol y fuera de él.

Narcotráfico y paramilitarismo

Desde los años 70, Eduardo Dávila y su familia han estado inmersos en numerosos negocios de la región y con la posesión de varias tierras en la zona bananera y cerca a la Sierra Nevada. Siempre hubo rumores sobre la siembra de coca y marihuana en sus propiedades hasta que en 1993 fue hallado culpable y posteriormente condenado a 10 años de prisión por narcotráfico.

Después de que le encontraran varios nexos con paramilitares, Dávila tuvo extinción de dominio en numerosas propiedades durante el año 1997 y en 2003 perdió el 25% de las acciones del Unión Magdalena a manos de la justicia.

Polémico directivo

Eduardo Dávila posee al Unión Magdalena desde los años 80 y es reconocido por darle oportunidades a varios jugadores como el papá de Radamel Falcao y Carlos 'El Pibe' Valderrama. Sin embargo, con el correr del tiempo el club fue perdiendo peso deportivo a causa de los problemas legales y económicos de la familia Dávila.

Siempre han sido dueños del club y los hinchas los acusan de la profunda crisis que los tiene sumidos en el descenso durante casi todo el siglo XXI con fugaces pasos intrascendentes por la máxima categoría. Incluso lo acusan de perder a propósito para no ascender y así recibir gran dinero de TV sin invertir en un equipo de categoría para la Liga; además de vetos de jugadores.

Ahora lo salpica el escándalo de un posible amaño de partido este sábado 4 de diciembre en Villavicencio luego que su equipo remontara un partido con goles en el minuto 95 y 96 donde los defensores de Llaneros ni siquiera se movieron para defender el esférico ni evitar el avance rival. La prensa y los hinchas del FPC han expresado total indignación y el nombre de Eduardo Dávila es inevitable por su evidente pasado de delitos y controversias dentro y fuera del fútbol.

sábado, 18 de septiembre de 2021

¡Falcao sí, Presa no!

Un ruidoso abucheo al presidente del Rayo Vallecano le amargó su presentación de Falcao García.


El repudio a Martín Presa se hizo sentir en la presentación oficial del goleador colombiano Radamel Falcao García como jugador del Rayo Vallecano, este 16 de septiembre en Madrid.

Los gritos "¡Presa vete ya!" y "Falcao sí, Presa no!" aturdieron la bienvenida del nuevo delantero al club del barrio obrero de Vallecas.

El empresario y actual presidente de la institución intentó hablar en la ceremonia, pero fue interrumpido por silbidos y abucheos de la parcial vallecana, en especial de la barra Bukaneros, reconocida por su postura antifascista y reivindicativa.


Presa lleva una década en el club y, durante su gestión, los precios de boletería han aumentado considerablemente, a la par que se han reducido los beneficios para los aficionados.

También se le critica no contar con un plan deportivo para el equipo, por lo cual se han debilitado sus divisiones inferiores y no ha logrado mantenerse en la primera división (a la que regresa esta temporada).

Bukaneros denunció, además, que varias ocasiones se ha retrasado con el pago de nómina del club y que no ha reembolsado el valor de los abonos no disfrutados por la pandemia.

El rechazo llegó a los peores niveles en abril pasado, cuando invitó a políticos de Vox, un partido de extrema derecha, al estadio del club, reconocido por su arraigo en un barrio tradicionalmente obrero y antifascista. Por el hecho, Bukaneros organizó una protesta.

Falcao García debutó este 18 de septiembre en el triunfo por 3-0 ante el Getafe. El delantero samario ingresó en el segundo tiempo y marcó el tercer gol.

martes, 4 de mayo de 2021

Futbolistas colombianos se pronuncian por situación social del país

Varias figuras de la Selección Colombia se expresan sobre la situación humanitaria el país, afectada por una violenta represión policial, que ha causado decenas de muertos, heridos y desaparecidos.



Luego de una semana de Paro Nacional en Colombia, destacados futbolistas del país se expresaron ante la crisis humanitaria causada por la represión oficial. Hasta el momento se reportan al menos 20 manifestantes asesinados por fuerzas policiales, así como decenas de heridos y desaparecidos.

En sus redes sociales, los jugadores pidieron el respeto por la vida y los derechos humanos: “Ante la situación en Colombia rechazo todo acto que viole los derechos humanos. Hago un llamado a la no violencia y pido se valore y se respete el derecho a la manifestación pacífica”, fue uno de los mensajes de Radamel Falcao García, delantero del Galatasaray.

“Expreso mi preocupación y conmoción por los hechos que han venido sucediendo durante la última semana, mi solidaridad con los que han perdido la vida, los heridos y sus familias. Clamo para que se escuche a la gente en sus peticiones”, agregó el goleador.

“Me duele mi tierra tanto como a todos. Siento que no puedo callar por tantas imágenes que he visto, no soy político soy solo un simple colombiano que quiere lo mejor para mi país, todo comienza por la paz, por el respeto, la comprensión y por el derecho que tenemos todos a expresarnos”, dijo, por su parte, Juan Fernando Quintero, hoy en las filas del Shenzhen chino.

Dávinson Sánchez y David Ospina, entre otros jugadores del fútbol local y exterior, publicaron mensajes referidos a la coyuntura nacional, lo que rompe con su hasta ahora tradición de abstenerse de opinar de política.

Este martes, 4 de mayo, se completaron siete jornadas de protesta contra las políticas del gobierno de Iván Duque, que respondió con despliegue policial y militarización de las ciudades. No obstante, las manifestaciones prosiguieron y causaron el hundimiento de un proyecto de reforma tributaria que ampliaba los impuestos a los sectores populares. También renunció su principal promotor, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

Los abusos policiales contra las manifestaciones han sido reportados en las redes sociales, ante lo cual se multiplicaron los mensajes con etiquetas como "#SOSColombia" y la imagen de la bandera nacional manchada de sangre o con sus colores invertidos.

miércoles, 22 de enero de 2020

Los barristas le ponen pasión al paro

Se sumaron al 21N por tres razones: la desfinanciación de la educación superior y por las posibles reformas pensional y laboral.


Por LaSillaVacia.com

Las movilizaciones sociales que reiniciaron ayer tienen como motor un descontento múltiple y difuso, y se han movido gracias a diferentes grupos organizados, que van más allá de los sindicatos u organizaciones sociales que tradicionalmente impulsan la movilización. Uno de los más visibles, y también más sorprendentes, son los barristas de fútbol.

Es sorprendente porque la percepción usual es que las barras de fútbol tienen que ver con violencia e ilegalidad (luchando contra eso, sus líderes rechazan el apelativo "barras bravas"), y no con activismo político ni posturas ideológicas, una asociación que quizás pueden cambiar imágenes como las que se han visto estas semanas.

Por ejemplo, en Bogotá el 21N salieron unos 400 barristas de Santa Fe.



Y también hubo de Millonarios; en Medellín lo hicieron hinchas del Nacional y el DIM. Y en Santa Marta los del Unión. En Cali, incluso, las barras del América y el Cali, usualmente rivales, se sumaron para apoyar la marcha.

Eso, por no contar la de barristas de Millonarios evitando saqueos en un supermercado al sur de Bogotá durante la escalada de violencia del 22 de noviembre, que junto con las manifestaciones anteriores pueden ayudar a que ser barrista gane legitimidad, y que lo mismo ocurra con el poder que ya han mostrado esos grupos.

¿Por qué salen?

El principal motivo para que los barristas se hayan sumado al paro es uno muy sencillo: la edad.

“Nosotros siempre hemos apoyado los paros, aunque no en masa como lo hemos hecho desde el 21N. Eso se debe sobre todo a que tenemos estudiantes en la barra.” dice Jhon Solano, uno de los líderes de Comandos Azules, la principal barra de Millonarios.

Según explica Diego González, ‘Piojo’, uno de los siete coordinadores de la Guardia Albi Roja Sur, de Santa Fe, la decisión sí incluye la juventud, pero no solamente: dice que se sumaron al 21N “por tres razones: la desfinanciación de la educación superior, porque tenemos muchos estudiantes; y por las posibles reformas pensional y laboral, porque eso afecta a familias como las nuestras”.

Salieron por esos y muchos otros motivos, como nos dijeron varios al preguntarles durante las marchas, pero no salieron solo como jóvenes, sino como barristas. Eso porque ser miembro de una barra da un pegante social fuerte, una sensación de pertenecer a una comunidad, y cuando ella decide salir, algunos que podrían tener menos inclinación a hacerlos se suman.

Como dice un integrante de la barra Frente Radical del Cali (que pidió no citarlo con su nombre para hablar con libertad), “En las barras hay de todo desde droga hasta movimientos culturales, hay delincuencia, gente estudiada, de movimientos sociales, estudiantes, desempleados... hay un encuentro social de gente de estrato 0 hasta el 6. Esa diversidad es lo que le da la potencia, la fuerza y que hace que no se acabe, porque es mucha gente con un mismo ideal y pasión”.

Como tiene esa diversidad y la motivación de la pasión, una barra puede fomentar la inquietud política entre sus miembros.

Así lo explica Maicol Giraldo, miembro de Rexixtenxia Norte, barra del Independendiente Medellín, “las barras europeas han sido un ejemplo en la medida en que nos han hecho “cuestionar y repensar el rol del futbol en la sociedad (...) el fútbol es un lugar transformador de cultura”.

Esa idea de que el fútbol puede transformar la sociedad se concreta en el llamado barrismo social, que ha ido creciendo y las ha llevado a hacer trabajo social en sus ciudades, en los barrios. Por ejemplo, en Rexixtenxia hacen charlas en colegios y barrios marginales para hablar contra la violencia y Fortaleza Leoparda Sur, en Bucaramanga, tiene una fundación desde 2016 para canalizar donaciones para eventos como donar regalos o cuadernos a niños pobres.

Como dice Giraldo, la idea es “utilizar el fútbol como un medio y una excusa para que las personas reaccionen y nos unamos como grupo social organizado”. De hecho, las mismas barras se han organizado y la mayoría de ellas son parte de 'Barras colombianas por la convivencia', un colectivo que busca justamente incentivar esa forma de barrismo, que puede incentivar la sensibilidad social e incluso política.

Eso se nota en cómo terminó la Guardia Albi Roja en el paro, según ‘Piojo’:

“Cuando ya comenzaba a hablarse del paro del 21 de noviembre líderes de parches, por ejemplo de Bosa y Engativá,comenzaron a cuestionar que la barra no se involucrara. Así que dimos el debate y terminamos decidiendo salir, además porque sabíamos que otras barras en otras ciudades iban a salir”.

También se debe a que en otros lados las barras también han ganado liderazgo, como dice David Pombo, líder de la Garra Samaria Norte: “Las barras colombianas tomamos como referencia lo que hacen las barras chilenas, que participan activamente en los eventos sociales del país y fueron claves en las protestas de finales del año pasado”.

Aunque Gustavo Petro les pidió que se sumaran al paro, el liderazgo no viene de él.

“En la barra sí se nota una mayoría antiuribista, pero eso no quiere decir que seamos petristas. Yo, por ejemplo, trabajé en la Alcaldía de Petro como parte del programa Goles en paz, pero ese man me parece un ególatra al que nos tocó decirle en la Alcaldía que así estuviera acompañando nuestros procesos no íbamos a ser un brazo político de él.”, cuenta ‘Piojo’.

Con todo eso, los barristas son un poder nuevo y que puede estar en ascenso, sobre todo en la medida en que el barrismo social sume más miembros y revierta su mala imagen.

Un poder nuevo y creciente

Algunos barristas ya se sienten poderosos. No en el estadio amilanando a un rival, sino en la calle.

“Somos un nuevo poder social que estaba despierto: masas del deporte que estaban siendo mal utilizadas”. dice Giraldo, de Rexixtenxia. Otros barristas suman números.

“El 21N sacamos 1.500 personas oficiales de la barra en Medellín y 10.000 en todo el país, con camisetas, banderas y trapos (pancartas). Un grupo que solo superan los sindicatos y los estudiantes”, dice Felipe Muñoz, de Los del Sur.

Los de Fortaleza Leoparda Sur calculan que llegaron 2 mil personas al punto al que convocaron ellos solos, sin apoyo de otras organizaciones, el 21N; los Comandos Azules calculan haber sumado unas 800 personas en Bogotá; y Luis García, de Barón Rojo Sur del América, cuenta unas 100.

Ese poder ya ha tenido impacto político.

Por ejemplo, Fortaleza Leopardo Sur hizo pedagogía del Acuerdo de La Habana en 2016 y siempre participa en las marchas por el páramo de Santurbán y en 2019 incluso participó como movimiento en elecciones al concejo en cuatro municipios del área metropolitana y apoyaron al hoy alcalde Juan Carlos Cárdenas.

En Bogotá, la Guardia Albi Roja calcula que le puso unos 3 mil votos a Claudia López, tras haberse acercado a tres de las cuatro campañas a la alcaldía de Bogotá y haber logrado mayor conexión con ella (Hollman Morris no los recibió, Carlos Fernando Galán sí y no buscaron a Miguel Uribe porque tuvieron mala relación con Peñalosa).

Y no siempre se mueven hacia los alternativos: en Santa Marta, la Garra Samaria Norte apoyó a Luis Miguel ‘Mello’ Cotes a la Gobernación y no al ganador, el cuestionado Carlos Caicedo, después de que la exsecretaria de Seguridad de Santa Marta, Priscila Zuñiga, se cambió de bando (desde la Alcaldía de Santa Marta Zuñiga los acompañó en varios proyectos sociales e hizo una relación tan cercana que la nombraron “gestora institucional”).

Con esas relaciones más el poder de su activismo y sus números, ya han empezado a presionar cambios.

“A Luis Ernesto Gómez (secretario de Gobierno de Bogotá) lo conocemos desde que era viceministro. Le pedimos cita, dijo que nos recibía y los líderes de las seis barras que hay en Bogotá nos reunimos antes para definir qué propuesta le íbamos a presentar: un programa que quede en el Plan de Desarrollo y por lo tanto que le metan plata, con la idea de llevar a los barrios la paz que ya se vive en los estadios. Ya nos dijeron que sí lo meterán.“, cuenta ‘Piojo’.

Falta ver si eso ocurre y si también logran reivindicaciones como aterrizar el Plan Decenal del Fútbol que hizo el Gobierno Santos, y que pide Jhon Solano, de Comandos Azules, o evitar que los partidos salgan por el nuevo canal premuim Win+ (que cobrará 30 mil pesos mensuales), como pide Edson Rivaldo, líder del Frente Rojiblanco Sur, del Junior de Barranquilla.

Incluso si no lo logran, todo indica que su poder llegó para quedarse.

sábado, 12 de octubre de 2019

Dimayor y Win censuran protesta de futbolistas

Para la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales, se está vetando un derecho legítimo. Ante la negativa de diálogo, podría haber huelga de jugadores.


“Win Sports veta la protesta legitima y solidaria de los futbolistas", denunció la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), luego de que en las transmisiones de los partidos se dejara de mostrar la protesta de los deportistas. Esta situación se presentó en todos los encuentros del Fútbol Profesional Colombiano que se disputaron las últimas semanas, en los que las cámaras enfocaron a las tribunas.

El canal deportivo, que tiene los derechos exclusivos para las transmisiones por televisión paga, evadió toda imagen de la protesta, lo que para la asociación es un hecho de censura. Al iniciar cada partido, los jugadores se quedaban quietos y se enviaban la pelota de lado a lado. Si bien la protesta no se pudo apreciar en la televisión, los hinchas y periodistas la divulgaron ampliamente en redes sociales.

“Solicitamos al Gobierno Nacional su intervención para que garantice y proteja el derecho de asociación, protesta y negociación colectiva de todos los futbolistas profesionales en Colombia”, ha expresado la agremiación.

Los jugadores han recurrido a la protesta ante la negativa de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y de la Federación Colombiana de Fútbol de dialogar sobre su pliego de peticiones.

La Dimayor no sólo niega un espacio de diálogo sino que amenaza con tomar medidas contra los jugadores que participen de las acciones de protesta.

“El presidente de la Dimayor, Jorge Enrique Vélez, se permite informar a la opinión pública que pondrá en conocimiento del Comité Disciplinario del Campeonato los hechos irregulares ocurridos durante la jornada, que interrumpieron el desarrollo normal de los partidos”, dijo la entidad en un comunicado.

lunes, 12 de agosto de 2019

Jugadora colombiana cuestiona "agradecimiento" de Faryd Mondragón

Melissa Ortiz, una de las líderes del fútbol femenino nacional, recordó todos los sacrificios que pasaron ella y sus compañeras para llegar a donde están.


Después del polémico agradecimiento que le hizo Faryd Mondragón a la vicepresidente de la República, Marta Lucía Ramírez, por la medalla de oro que logró Colombia en los Juegos Panamericanos, se pronunció Melissa Ortiz, quien ha hecho parte de la Selección Colombia y lideró, junto con Isabella Echeverri, las denuncias contra los directivos colombianos por la situación del fútbol femenino.

Al ver que el exjugador alagaba a Ramírez, a quien llamó “madrina” de las jugadoras de la Selección Colombia y a quien atribuyó el logro continental, Melissa expresó su malestar en su cuenta de Twitter.

Ortiz empezó recordándole a Mondragón que el triunfo en los Panamericanos fue posible “gracias a generaciones que con mucho trabajo, sacrificio, y perseverancia lograron superar todas las desigualdades y transformar el fútbol femenino”.

"La medalla de oro fue una victoria para las jugadoras y para todo el país", agregó.

La futbolista no pasó por alto la oportunidad para agradecer el apoyo que el Gobierno Nacional les brindó en los últimos meses, a lo que añadió: "Espero con ansias ver cómo los lideres de nuestro país van a continuar ayudando a la evolución de el fútbol femenino y al deporte en general".

miércoles, 3 de julio de 2019

La toma del edificio Miraflores: el golazo guerrillero en plena Copa América

Mientras el gobierno de Andrés Pastrana sacaba pecho por organizar la Copa América en Colombia, un comando de las FARC asaltaba un lujoso edificio en el centro de Neiva, en el momento en que se celebraba el paso de la Selección a la final del torneo. Una toma “de película”.



Por Camilo Rueda Navarro

El 26 de julio del 2001, en Manizales, la Selección Colombia de fútbol derrotó 2-0 a Honduras y clasificó a la final de la Copa América, que por primera vez en la historia se celebraba en territorio colombiano. Pero esa noche, el otro “gol” que se registró fue el que le metió la entonces guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) al Estado colombiano.

A la misma hora en que se disputaba el partido, un comando de las FARC incursionaba en el centro de Neiva, una de las principales capitales del sur del país, y asaltaba el edificio Miraflores, de donde se llevó secuestrado a un grupo de 15 personas.

En ese momento, el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) se enorgullecía por la realización de la Copa América, que en algún momento estuvo en vilo por otro caso de secuestro. El cambio de sede llegó a ser contemplado ante la situación de conflicto que vivía el país y, con ese mismo pretexto, dos selecciones desistieron de participar a última hora.

Pero la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) confirmó a Colombia como anfitriona del certamen, que fue bautizado como la “Copa de la Paz”. En ese momento se adelantaban negociaciones con la insurgencia en un área desmilitarizada, la “zona de despeje”, y la celebración del torneo de selecciones más antiguo del mundo podría alentar la búsqueda de la paz. Al menos esa fue la idea que se sugirió.

En todo caso, mientras se adelantaban los diálogos con las FARC en “El Caguán”, como se le conoció al área despejada, en el resto del territorio nacional continuaba la confrontación, según los términos en los que las partes pactaron la negociación. El Estado daba inicio al Plan Colombia, un multimillonario programa de cooperación militar con Estados Unidos; previsto inicialmente para la lucha antidrogas, luego fue ampliado a la guerra contrainsurgente. Por su parte, las FARC proyectaban su fortalecimiento político y militar en el marco de la negociación, y mantenían vigente su plan estratégico para disputar el poder central.

Esa situación generó un incremento de la confrontación armada en todo el territorio nacional, exceptuando los cinco municipios que servían de sede para los diálogos. Arrecieron los golpes militares de bando y bando. Las cárceles se llenaron de combatientes farianos, a la vez que los campamentos guerrilleros se atiborraban de soldados y policías capturados en combate.

En ese marco, desde la insurgencia se planteó en la mesa de negociaciones un “canje de prisioneros” en el que se permitiera que la guerrillerada en las cárceles pudiera volver a sus filas, a cambio de que los militares hicieran lo propio. Esta propuesta tuvo el rechazo de múltiples sectores de poder, y el gobierno solo accedió a gestionar un “intercambio humanitario”, en el que se excarcelaría a los guerrilleros enfermos si las FARC hacían lo mismo con sus prisioneros en esa condición.

Al final, solo una docena de los cientos de combatientes encarcelados salieron de prisión. Las FARC entregaron a policías y militares enfermos, y también liberó a un significativo grupo de uniformados rasos que tenía en su custodia. Sin embargo, adoptó una fórmula para seguir insistiendo en el canje: si los poderes del Estado eran indolentes por la suerte de los miembros de su Fuerza Pública, había que incluir a integrantes de esos poderes en la negociación de un intercambio.

Como el Congreso y el gobierno no accedieron a tramitar una normativa sobre las personas consideradas “prisioneros de guerra”, había que proceder sobre congresistas y dirigentes políticos. Según ese razonamiento, la retención de civiles con responsabilidades en el Estado iba a presionar la concreción de un canje. En la práctica, esta lógica se expresó en el incremento del secuestro con fines políticos, diferente al que con fines extorsivos ya practicaba la insurgencia.

El camino a la semifinal

Sin Argentina y Canadá, la Copa América Colombia 2001 se completó con la invitación de Honduras y Costa Rica, que aceptaron a última hora acudir a la competición. Los dos conjuntos centroamericanos recibieron elogios de la prensa deportiva y la afición local, que exaltó su gesto a la vez que se reprochaba la negativa de los combinados ausentes.

Las dos selecciones substitutas quedaron ubicadas en el grupo C, asentado en Medellín. Ambas, a pesar de su improvisada participación, sorprendieron al quedar en los dos primeros lugares del grupo. Honduras, en particular, sorprendió en la última fecha al vencer 1-0 a Uruguay, dos veces campeón mundial y múltiple campeón americano. Los “catrachos” se ganaron así las simpatías del público colombiano y accedieron a los cuartos de final.

Aunque ya era más que sobresaliente el rendimiento hondureño, ese conjunto dio una nueva sorpresa al superar 2-0 a Brasil en la siguiente fase. Todo un hito en la historia de ambas selecciones. Los auriverdes, candidatos sólidos al título ante la ausencia del otro grande de la región (Argentina), quedaban fuera ante una Honduras invitada de relleno y confeccionada en pocas horas.

Por la misma llave avanzaba la anfitriona Colombia, que marchaba invicta, clasificada líder de su grupo, sin recibir goles en contra y que ya había superado 3-0 a Perú. El torneo ahora le evitaba un duelo ante Brasil, en el que las victorias colombianas se pueden contar con los dedos de una mano.

Así las cosas, arribaron a Manizales el 26 de julio una apabullante Colombia y la sorpresa del torneo, la Honduras vencedora de Uruguay y Brasil, y que jugaba por su propia gloria.

El asalto al Miraflores

Eran aproximadamente las 9:30 de la noche y Colombia estaba en la final de la Copa América, título que nunca había ganado y cuya instancia final solo había disputado una vez: en 1975 cuando cayó ante Perú. Gracias a un contundente 2-0 contra Honduras, sacaba tiquete para enfrentar a México, con el que rivalizaría en Bogotá con un público a su favor.

Esta nueva victoria tricolor (la quinta de la copa) se celebraba bullosamente en todas las ciudades del país, incluida Neiva, la capital huilense, a donde había arribado un comando guerrillero que iba a meter el otro gol de la noche.

“–Somos del Gaula”, le dijo un hombre con prendas militares al portero del nuevo edificio Torres de Miraflores, recientemente inaugurado en el centro de Neiva y donde vivían algunas de las familias más adineradas de la ciudad, incluida la del senador Jaime Lozada y su esposa, Gloria Polanco.

El vigilante del edificio cayó en el engaño y permitió el acceso de los supuestos integrantes del Gaula, una unidad antisecuestro de la Policía, que en realidad se trataba de un comando guerrillero perteneciente a la Columna Móvil Teófilo Forero de las FARC, en un operativo planeado minuciosamente.

Los guerrilleros, vestidos de agentes de la fuerza pública, incursionaron al Miraflores piso por piso. Todo les había salido según lo planeado hasta que llegaron hasta el apartamento 801, la vivienda de la familia Lozada. El senador –el principal objetivo del operativo, y que regresaba de Bogotá a su apartamento todos los jueves– aplazó su viaje y no se encontraba allí. Entonces se llevaron a su esposa y a dos de sus tres hijos. En total, 15 personas fueron secuestradas en el asalto.

Fueron llevadas en camionetas dispuestas para el operativo, que partieron en caravana, tal como a esa hora algunas personas celebraban el triunfo colombiano, con pitos y gritería. La victoria de la Selección fue el complemento perfecto para concretar el asalto al Edificio Miraflores, uno de los operativos urbanos más significativos de una guerrilla que hasta entonces se había circunscrito a los escenarios rurales.

Si bien el senador Lozada se libró del secuestro por encontrarse en otro lugar, su esposa y dos hijos fueron raptados por la Teófilo Forero. Gloria Polanco se convirtió en “canjeable” al ser inscrita a las elecciones parlamentarias del 2002 y al resultar electa representante a la Cámara. Gracias a las gestiones humanitarias de Piedad Córdoba y el presidente venezolano Hugo Chávez, en febrero del 2008 las FARC liberaron como gesto de buena voluntad a Polanco y otros tres parlamentarios que tenía en su poder.

El gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) mantuvo contactos para establecer los términos de una negociación para el intercambio humanitario con las FARC. Para ello requirió la colaboración de Piedad y del presidente Chávez, contradictores políticos que sin embargo apoyaron las gestiones con las que algunos canjeables recuperaron su libertad.

Finalmente no se concretó ningún canje o intercambio de prisioneros, aunque las FARC liberaron la totalidad de las personas que tenía retenidas como preámbulo a las negociaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos, sucesor de Uribe, que culminaron con el acuerdo de paz de La Habana.

“Yo prefiero ver al Paisa echando discursos y no bala”, dijo entonces Jaime Lozada Polanco, una de las víctimas de este episodio, sobre Hernán Darío Velásquez, el líder de la toma del Edificio Miraflores, a propósito de aquel acuerdo que puso fin a un doloroso conflicto de 52 años y que convirtió a las FARC en partido político legal.

Publicado originalmente en "2001 Odisea Colombia Copa América". Tomado de In-Correcto.com.

martes, 25 de junio de 2019

En la Copa América, una hincha se puso la camiseta de los líderes sociales asesinados


Angie Catalina llegó desde Colombia para apoyar a la selección en la Copa América de Brasil 2019.



En los tres partidos de la fase de grupos estuvo en los estadios con un letrero con el que recuerda la muerte de los líderes sociales del país. Quiere hablarle al continente sobre lo que está pasando.

Tomado de El Espectador