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lunes, 24 de diciembre de 2018

La tregua de Navidad

En medio de la Primera Guerra Mundial, en las trincheras de Flandes se improvisó un partido de fútbol entre soldados enemigos que constituyó una tregua no declarada.



Por Pablo Aro Geraldes

Hace un siglo, el fútbol le regalaba a la humanidad una de sus historias más conmovedoras.

Se dio en el marco de un breve alto el fuego no oficial entre el Imperio Alemán y las tropas británicas apostadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la Navidad de 1914. La tregua comenzó el 24 de diciembre cuando los alemanes empezaron a decorar sus trincheras y luego entonaron el villancico "Stille Nacht" (Noche de paz). Los británicos respondieron con otros villancicos en inglés. Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto se encontraron en la tierra de nadie, donde intercambiaron pequeños regalos: whisky, cigarrillos, etc.

La artillería en esa región permaneció en silencio toda esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su respeto.

En medio de esa tregua no pactada en las trincheras de Flandes, se improvisó un partido de fútbol entre las fuerzas enemigas. Hay cartas que reseñan que los alemanes ganaron 3-2. Claro, el resultado fue lo de menos.



Un siglo después el presidente de la UEFA, Michel Platini, inauguró el monumento en Ploegsteert cerca del antiguo frente de batalla en Bélgica. "Quiero homenajear a los soldados que hace cien años expresaron su humanidad jugando juntos al fútbol. Ellos escribieron un capítulo en la construcción de la unidad europea y que son un ejemplo a seguir por las jóvenes generaciones de hoy", señaló.

El historiador galés Mike Dash explicó en 2011 que "hay muchas evidencias de que en aquella Navidad se jugaron varios partidos -en su mayoría entre soldados de la misma nacionalidad- pero en al menos en tres o cuatro lugares se dio entre las tropas de los ejércitos enemigos". Una carta escrita por un médico adjunto a la Rifle Brigade, publicada en The Times el 1 de enero de 1915, informó: "un partido de fútbol ... jugado entre ellos y nosotros frente a la trinchera". Entre esos partidos, se incluye uno entre el 133rd Royal Saxon Regiment frente a "tropas escocesas", como los protagonistas de esta historia. Luego se sumaron muchos elementos de ficción, cuando el poeta y escritor británico Robert Graves reconstruyó los hechos y los publicó en 1962. En su versión se da como válido el resultado 3-2 a favor de los germanos.

Otro partido se jugó en el sector de Argyll y las Sutherland Highlanders. "Ese juego se dio entre las líneas y las trincheras", según una carta publicada por el Glasgow News, y los escoceses ganaron 4-1.

Albert Wynn, lugarteniente del Royal Field Artillery escribió sobre un partido entre un equipo alemán (descripto como "Prussians and Hanovers") jugado cerca de Ypres, localidad próxima a la frontera entre Bélgica y Francia. The Lancashire Fusiliers, apostados cerca de Le Touquet, en la costa norte francesa, enfrentaron a los teutones usando una lata de ración de picadillo de carne como pelota. Para conmemorar estos partidos, la Premier League planea terminar una cancha de fútbol en Ypres.

Tomado de: Periodismo de Fútbol Internacional

martes, 12 de junio de 2018

Así será el Mundial para los maradonianos

Desde que le cortaron las piernas en Estados Unidos 94, Maradona igual estuvo presente en cada Copa del Mundo. Rusia 2018 no será la excepción: 'De la mano del diez' continuará el camino de 'De Zurda', todas las noches por Telesur



Por Nicolás Zuberman
Tiempo Argentino

Un Mundial es, entre otras cosas, la posibilidad de convivir con Diego Armando Maradona. Y en Rusia 2018, como sucedió en cada Copa del Mundo desde España 82 -a excepción del de 2002 cuando Japón le negó la visa-, eso volverá a ocurrir: Diego aparecerá 32 noches consecutivas en la pantalla de Telesur como conductor del programa De la mano del Diez junto al relator uruguayo Víctor Hugo Morales. Desde el 13 de junio, el día previo al partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudita, hasta que se juegue la final, estará al aire todas las noches por el canal con sede en Caracas que en Argentina ya no aparece en la TDA pero sí en los cableoperadores y también transmite en vivo por su sitio de Internet. Será una continuidad de De Zurda, el programa que marcó el mundial de Brasil 2014 para todos los maradonianos. Por la diferencia horaria, se grabará como un falso vivo después del último partido de la jornada y saldrá al aire a las 23 de Argentina.

A diferencia de lo que ocurrió en 2014, esta vez habrá presencia de Maradona en los estadios. La FIFA que organiza este Mundial no tiene la misma relación con el Diez que cuatro años atrás. Diego llega a Moscú no sólo como conductor televisivo sino también como embajador FIFA, lo que le abrirá más puertas que en la última Copa del Mundo. Según contaron desde la producción, están pactadas entrevistas entre el mejor jugador de todos los tiempos y Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, y Vladimir Putín, el presidente ruso.

De la mano del Diez será un programa político, social y cultural que tendrá al fútbol como excusa. Tal como fue con De Zurda el foco estará puesto en el andar de las selecciones latinoamericanas: Argentina, Uruguay, Colombia, Argentina, México, Perú y Costa Rica. Maradona estará en al menos un partido de esas selecciones. Y la impronta de la Patria Grande -como ocurrió con el hit que cantaron en 2014 Gustavo Santaolalla, Gustavo Cordera, Julieta Vengas y  los colombianos de ChocQuibTown- estará presente desde la cortina musical. En este caso, le pondrán la voz Lila Downs, Charo Bogarín, de Tolonec, y el aporte del grupo colombiano, quienes fusionarán el ritmo latinoamericano con la sinfónica rusa.



Desde que le cortaron las piernas en Estados Unidos 1994 Maradona siguió presente en cada Mundial, pero dejando su impronta del otro lado de la línea de cal. Después de despedirse de la mano de Sue Carpenter, con la 10 en la espalda y la cinta de capitán atada al bíceps izquierdo, volvió cuatro años después para Francia 98 como comentarista: salió al aire por el canal América junto a Miguel Simón, Juan Pablo Varsky y Ángel Cappa. Ya se había retirado del fútbol casi un año atrás y mantenía una enemistad con Daniel Alberto Pasarella, el entrenador de aquella Selección: luego de la eliminación contra Holanda se autopostulaba como sucesor del Kaiser.

El Mundial siguiente, en Corea-Japón, lo siguió desde Cuba, donde se recuperaba luego de haber gambeteado a la muerte en Punta del Este a comienzos del 2000. Sí participó en dos spots publicitarios memorables: uno para Quilmes, donde con voz en off se asumía como hincha de la Selección, y otro para DirecTV, en el que iba casa por casa tocando timbres para despertar a la gente: “Arriba, Argentina, que empieza el Mundial”.

En Alemania 2006, volvió a ser comentarista. Esta vez, para la Cadena Cuatro de España. Una de las condiciones fue poder ir a ver los partidos de Argentina: en una de sus mejores versiones, mientras filmaba La Noche del Diez, estuvo en todos los partidos argentinos de ese mundial menos el de la eliminación ante Alemania, porque a algunos amigos que llegaban con él no los dejaron entrar. En Sudáfrica 2010 cumplió su profecía y llegó con el buzo de entrenador puesto. Fue su última oportunidad como protagonista. Después de ese 0-4 ante Alemania –“una trompada de Tyson”, lo definió el Diez-  volvió a la televisión. En Brasil 2014 llegó De Zurda. Y ahora, en Rusia, tendrá continuidad con De la mano del Diez.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Y en eso llegó Fidel...

¡Hasta siempre, comandante!


Diego Maradona evoca en "De Zurda" a Fidel Castro y a la Revolución Cubana. ¡Hasta la victoria siempre!

viernes, 17 de julio de 2015

St. Pauli-Rayo: Una fiesta a la izquierda

Dos referentes del fútbol popular juegan un amistoso


Por Revista Un Caño

Este sábado, a las 15.30 horas, en el barrio más futbolero y popular de Hamburgo, habrá fiesta. Es que St. Pauli, el faro contestatario del fútbol mundial, recibe al Rayo Vallecano, el club español de las luchas sociales, en un amistoso de pretemporada que reúne a los dos equipos de izquierdas más importantes del planeta y, lo que es mejor, a sus hinchas, piratas y bukaneros.

El Millerntor, el remodelado estadio de St. Pauli, se estima, estará repleto, con casi 30 mil asientos ocupados. Las entradas, a precios accesibles como siempre, 20 euros las plateas y 10 euros la popular (20 euros el paquete familiar un adulto y un niño para la "popu"), se vendieron a buen ritmo durante toda la semana. La tribuna sur, la popular del equipo pirata, estará colmada con sus banderas contra el racismo, el sexismo y el fascismo. Los hinchas del Rayo, el grupo que se trasladó desde Vallecas, hará oír también sus consignas de protesta contra el fútbol-negocio.

El partido marcará la presentación de la temporada para St. Pauli, que, el sábado siguiente, comenzará a jugar un año más en Segunda división. Para Rayo, en cambio, será el tercer amistoso en su gira por Alemania. Este viernes jugarán el segundo ante Eintracht Braunschweig. El conjunto que dirige Paco Jémez viene de ganarle 1-0 a Hertha Berlín, de la Bundesliga, con un gol de Clavería. El partido, en sí, no dio para mucho más que para probar algunos juveniles y darle rodaje a los refuerzos.

La anécdota del día la dio el arquero alemán, Thomas Ktaft, cuando pidió que sacaran a los hinchas de Rayo que estaban detrás del arco, el juego se disputó en un pequeño estadio, porque le molestaba el olor a marihuana. En St. Pauli, imaginamos, los simpatizantes bukaneros no tendrán estos problemas. Como mucho, les pedirán fuego.

Si están por el norte de Alemania vayan, o, si tienen conocidos por ahí, no dejen de avisarles. El festejo comienza un rato antes del partido, cerca del mediodía. El club alemán prepara una fiesta familiar estilo kermese que incluye comidas, bebidas, juegos de feria -castillo inflable para los más chicos- y maquillaje gratis para pintarse la cara con los colores del equipo.

Después del partido, los jugadores de St. Pauli darán autógrafos y se sacarán fotos con sus hinchas. Además, se sortearán las nuevas camisetas, firmadas por los futbolistas. Y luego un cierre musical. Recital de la banda alemana Sexto Sol, el punk no podía faltar, y de Doctor Krapula, unos colombianos que le ponen ska a la vida.

Qué ganas de estar ahí.

lunes, 23 de junio de 2014

Maradona es "De Zurda"

De Zurda es televisión única, lo que pasa ahí no está en ningún otro canal


Por Ómar Rincón

El Mundial es un espectáculo televisivo. Y el mejor programa de Brasil 2014 es de Telesur y se llama De Zurda con Diego Maradona y Víctor Hugo Morales: los más grandes del fútbol, uno jugando y el otro narrando.

Caracol, RCN, Directv, Win hacen sus programas de resumen de goles y polémicas, programas decentes y correctos. Para destacar, la buena conversación del profesor Alfaro en Caracol y la poesía de Valdano en RCN, donde Chilavert no luce mucho. El mejor canal es el de Directv, con sonido ambiente y sin locutores ni comentaristas.

Hay que resaltar el trabajo que está haciendo Señal Colombia con su especial Nuestro Mundial, que logra contar en otro tono la fiesta que se vive alrededor del fútbol. Y el de los canales regionales Somos Mundial, que es en directo, divertido y cuenta con la participación de los televidentes.

Las trasmisiones radiales están en dos estilos: uno más conversado en Caracol, uno más informativo en RCN. En RCN, aunque sabe de fútbol, molesta el tonito y la arrogancia del profesor Osorio; en cambio, muy bien por De Lillo como comentarista. En la línea de lo bueno están Guillermo Arango y Óscar Restrepo, y por Caracol lo hacen muy bien Peláez (el mejor), Mejía y Diego Rueda.

Y aparece bien Blu con el Tino, Sanabria, Pucetti y un comentarista argentino. El mejor programa en la radio es el Carrusel mundial de Caracol, porque permite una visión más diversa: además tiene mujeres (Georgina y Sonia) que saben mucho y le ponen otra onda al futbol.

Un programa maradoniano

Y ahora sí al mejor: De Zurda. No solo es fútbol: es política, religión, joda. Tiene canción propia que dice que “cuando el mundo está al revés es mejor pegarle de zurda”, creación de los músicos argentinos Gustavo Santaolalla y Gustavo Cordera, los colombianos de Chocquibtown y la mexicana Julieta Venegas. Y es que eso de que el fútbol y la política no van juntos es mentira. El fútbol es lo más político que tienen nuestras sociedades.

De Zurda tiene la presencia contundente de Víctor Hugo Morales, el mejor narrador de fútbol del mundo, y una excelente realización audiovisual en forma clipsera e irónica.

De Zurda es ‘el Diego’, que es un grande: cada frase suya, cada comentario, cada irreverencia es noticia. Y lo es porque “la pelota no se mancha”, luego él dice lo que todos quisiéramos decir y escuchar. Todo lo dice en clave propia, en plante de dios: no pide permiso al poder, lo revienta en cada idea.

De Zurda es televisión única, lo que pasa ahí no está en ningún otro canal; está ‘el Diego’, Víctor Hugo e invitados: por ejemplo el Tino (el Maradona colombiano por genio en la cancha y celebrity fuera de ella) y fue un programa imperdible. Y es muy bueno porque analiza, juega a la política, celebra la fe en el 10, tiene humor, es un programa ‘maradoniano’.

De Zurda va contra la “oligarquía del fútbol”, porque “La Fifa se está comiendo la pelota” porque “el dinero es el mensaje”. De Zurda se puede ver en Canal Capital a las 10:30 pm. ¡Imperdible!

martes, 6 de mayo de 2014

La increíble historia del St. Pauli

El cuadro de Hamburgo es un emblema del antifascismo, el equipo adorado por los punks de todo el mundo y un modelo de fútbol en servicio social. 


Por Yumber Vera Rojas
Página 12

Basta sentarse en las reposeras del Hamburg del Mar para descubrir el misterio de dónde salen esos contenedores naranjas que se encuentran apilados en las dársenas de la Costanera Norte de Buenos Aires con la inscripción “Hamburg Süd”. Durante el período estival, el coqueto bar playero apostado a la orilla del puerto de Hamburgo, a partir de su armazón de madera, sus palmeras, y esas tablas de surf plantadas en la arena que reciben a los clientes, pinta de trópico a una ciudad cuyo mayor pico de calor abraza los 22 grados. No obstante, pese al placebo veraniego, en Sankt Pauli la alegría es alemana todo el año. Y es que por su tradición marinera, el barrio se transformó en el punto neurálgico no sólo de la cultura, sino también de la joda local. “El que nunca en la noche alegre haya ido de juerga a la Reeperbahn es un pobre infeliz, porque no te conoce Sankt Pauli. Mi Sankt Pauli nocturno”, canta Hans Albers en Auf der Reeperbahn nachts um halb eins (“En la Reeperbahn, a las doce y media”), tema que inmortalizó tanto al actor teutón como a la película que lo contiene: Grosse Freiheit Nr. 7, de 1944.

Además de Albers, desde Elvis Costello y Tom Waits hasta la dupla de electro house Digitalism hicieron alusión a la Reeperbahn en algunos de sus temas. Y es que la calle principal de St. Pauli (su nombre se abrevia así) es sin duda muy especial, amén de sus pocas cuadras. La calzada, en su extremo oeste, recibe a los transeúntes con la Beatles-Platz, pequeña explanada inaugurada en 2008 que conmemora la estadía de los Fab Four en el barrio, cuando aún vestían de cuero y se peinaban el jopo (aunque ahí conocieron luego a Astrid Kirchherr, quien fue influyente al momento de adoptar el corte que popularizaron), entre 1960 y 1962, período en el que actuaron en pubs como el Star Club y el Indra, que aún existe. A pocos metros, el vecindario comienza a tomar forma de gran feria porno, pues abundan los sex shops y cabarets, que tienen en las inmediaciones del callejón Herbertstraße, próximo a la estación de policía más famosa de Alemania, Davidwache (cuya fachada fue usada por un sinnúmero de películas y series de televisión), su tramo más atractivo debido a que es el corazón de la prostitución en la ciudad.

Punk Pauli

Al dejar atrás su semblante más lujurioso, por el que se convirtió aparte en una de las zonas rojas más populares de Europa, y tras soslayar teatros, salas de recitales, tiendas de souvenires (los chiches de marinero son la gran sensación) y locales exprés de comida turca, al igual que a hippies, punks, putas que se preparan para la faena y vendedores de hachís, casi al finalizar la Reeperbahn, a mano izquierda, se alza el templo por el que igualmente es conocido este barrio, cuya idiosincrasia evoca por momentos a La Boca. Se trata del Millerntor-Stadion, hogar del equipo de fútbol más singular de la historia de este deporte: el FC St. Pauli. Es que, a diferencia del Barcelona, del Manchester United, de la Juventus e incluso del Bayern Munich, el cuadro hamburgués, que actualmente forma parte de la Zweite Bundesliga (segunda categoría de la Liga alemana), no se distingue por sus récords o campeonatos. Desde la creación de la Bundesliga, en 1963, el St. Pauli, si bien jugó en la primera categoría, nunca obtuvo un título de ese tenor. No obstante, se destaca por su militancia ideológica. Lo que lo transformó en un club de culto.

Antes de que comenzara la actual temporada de la Zweite Bundesliga, en la que hasta esta semana St. Pauli se ubicaba quinto a 14 puntos del líder, el FC Köln, durante la época de preventa los hinchas del club se acercaban hasta la tienda de souvenir del Millerntor-Stadion para comprar las entradas para el partido inaugural. “¿Te interesa?”, preguntaba apenas salía del local un punk con cara de malo, aún más pronunciada por su cresta mohicana, sus tatuajes y su vestidura completamente oscura. Frente a la negativa, y sin importarle su desfachatez, guardaba sus boletos, tomaba a su chica de la mano, y seguía su procesión por las inmediaciones del estadio hasta encontrar otro posible cliente. Al igual que este chico, a partir de la década del ‘80 toda la comunidad punk, primero de Hamburgo, luego de Alemania y después del mundo, participó en la transición de la identidad del equipo, que comenzó como club de barrio para después convertirse en símbolo antifascista, antisexista, antirracista y antihooligan, al que se adhirieron anarquistas, comunistas y socialistas.

Cuando Karamelo Santo actuó en Alemania, en 2002, como parte de su primera gira por Europa, entre el público que se acercó a descubrir al grupo argentino se encontraba gente curiosa por el rock mestizo latinoamericano, que hacía muy poco había penetrado en ese país. También militantes políticos de la izquierda, arengadores del movimiento okupa, audiencia party/punk reggae e hinchas del St. Pauli. “No sabía nada sobre el equipo hasta que estuvimos allá”, reconoce Goy Ogalde, otrora frontman de la agrupación mendocina. “Recuerdo que era muy especial el ambiente que se vivía en los alrededores del Reeperbahn, con respecto al club. Luego de que terminamos un recital en Hamburgo se me acercó un líder de la barra del St. Pauli, que me explicó el nivel de compromiso ideológico que tienen sus hinchas y esa sensación de celebración cada vez que iban a la cancha a apoyarlo. Y describió algunos de los proyectos que lleva adelante la institución fuera del fútbol. Este muchacho también me comentó que varios años atrás hubo un jugador argentino que formó parte del plantel.”

Cepillën

Se llama Gustavo “Cepillo” Acosta y se convirtió en el primer futbolista latinoamericano en integrarse al St. Pauli. “Ese año y medio que viví ahí me marcó muchísimo”, afirma ante el NO el ex mediocampista marplatense, quien hoy entrena a las categorías inferiores de Ferro, donde debutó en 1985, la última gran época del cuadro de Caballito. “Lo que pasaba con ese equipo, más en ese momento, no era normal.” Después de competir entre 1988 y 1991 en la Bundesliga, los Weltpokalsiegerbesieger (o “Derrota campeones del mundo”, apodo con el que se los conoce tras vencer 2 a 1 al Bayern Munich en la temporada 2001-2002, cuando la oncena que actualmente dirige Pep le ganó la Intercontinental a Boca) regresaron a la segunda división. Por lo que en su camino de preparación para volver a la máxima categoría reclutaron refuerzos de otras latitudes. “Un empresario alemán vino al país a comprar a Juan Esnáider, pero, como no había Internet entonces, no sabía que lo habían vendido al Real Madrid. Le gustó mi estilo, y, después de seguirme un mes, me ofreció llevarme allá.”

El cambio de imagen que experimentó St. Pauli fue tan radical que para comienzos de los ‘90, luego de que una década antes apenas convocara 1600 espectadores, su asistencia en el Millerntor-Stadion superaba las 20 mil personas. “No hacía mucho que había caído el Muro de Berlín, y parte del éxito del club tuvo que ver con que supo capitalizar ese recambio en la sociedad, porque al igual que en el resto de los equipos, conmigo jugaron futbolistas de la antigua Alemania Oriental. La Liga se hizo muy competitiva”, describe Acosta, quien llegó a Hamburgo con 26 años. “Aunque en aquel momento fuéramos el club más poderoso de la segunda división, lo que me llamaba la atención era el respaldo de la gente, el folclore del estadio. Cuando entrabas a la cancha a hacer el calentamiento, no te imaginás cómo alentaban. Pero lo que no podía entender era el ímpetu de la hinchada: al terminar el partido dábamos la vuelta olímpica para saludarla, incluso si perdíamos. Una vez que empecé a manejar el idioma, les dije a mis compañeros: ‘Esto en Argentina no pasa. Perdés y te matan’”. Lo que no olvidará el futbolista argentino fue su bienvenida al club. “Cuando te dicen que te tenés que ir a Alemania, lo primero que pensás es que esa gente es muy fría y distante. Pero viví lo contrario”, afirma Cepillo. “Después de firmar mi contrato en el estadio, el presidente de St. Pauli me dijo: ‘Te voy a mostrar Hamburgo’. Me llevó al puerto, donde me mostró, a manera de atractivo turístico, sus calles, entre ellas la Herbertstraße, con todas esas chicas hermosas en las vidrieras, y terminamos en un cabaret donde me hicieron un show de sexo. Días más tarde, cuando debuté, la hinchada me recibió con una bandera de Argentina y otra del Che Guevara detrás de un arco. Siempre las pusieron mientras jugué en el equipo.” Incluso, el también ex jugador del Cádiz español e Independiente de Medellín fue la imagen de la publicidad de un amistoso. “En repudio a la violencia que había en Alemania contra los turcos, jugamos contra el Galatasaray. En ese partido participó ‘Toni’ Schumacher, que atajó para ellos medio tiempo, y la otra mitad lo hizo con nosotros.”

Somos los piratas

Al igual que ese partido contra el único combinado turco que fue campeón de Europa (en 2000), el St. Pauli, que también tiene equipos en otras disciplinas deportivas (destacan el béisbol, el rugby, el fútbol americano, el ciclismo, el balonmano y el ping pong) usó el fútbol en otras ocasiones para desplegar su brazo ideológico. Lo que puso en evidencia en 2005 al realizar un partido de pretemporada en Cuba, en el que se enfrentó a la Selección nacional de la isla para demostrar su apoyo a Fidel Casto. Además, a través de la campaña “Viva con agua Sankt Pauli”, realizada junto a algunos hinchas, recaudó dinero para construir bombas de agua para las escuelas de la nación antillana. Al año siguiente, a manera de protesta contra la FIFA, St. Pauli organizó el torneo FIFI Wild Cup, disputado por Tíbet, República Turca del Norte de Chipre, Groenlandia, Gibraltar y Zanzíbar (todos ellos países no reconocidos por el principal ente rector del deporte más popular del mundo), y en el que el cuadro alemán participó con el nombre de República de St. Pauli.

El conjunto hamburgués destaca asimismo por haberse acercado a otros clubes para establecer camaraderías. No obstante, mientras ya es conocida su relación con el Celtic escocés, el Livorno italiano o el Rayo Vallecano español (los tres antifascistas), en Argentina, al menos sus hinchas, establecieron nexos con Platense por una razón muy simple: sus uniformes comparten los mismos colores, marrón y blanco, aunque los teutones usan además el rojo y el negro. Fue por ese motivo que Mauricio Benítez Draghi y Hernán García, seguidores del Calamar, no sólo se acercaron al combinado también conocido con el apodo de Die Freibeuter der Liga (Los Piratas de la Liga), sino que crearon hace cuatro años su primera peña en Argentina: Piratas del Sur. Aunque se calcula que la que más fans moviliza en el mundo, de las 200 certificadas, es la de Valladolid, El Grano, la peña local, va creciendo. “Investigamos la historia de St. Pauli y conseguimos similitudes entre ambos equipos”, explica Benítez Draghi. “Por lo que nos empezamos a entusiasmar con el club, al punto de que cuando vemos los partidos por Internet en el barrio no entienden por qué gritamos goles.”

Piratas del Sur posee un perfil en Facebook (Piratas Del Sur - FC St. Pauli Fans En Argentina) con más de mil seguidores. Lo que deja de manifiesto que, así como sucede en el resto del planeta, el culto por St. Pauli ya se convirtió en una nueva costumbre argentina. “Nos pasó ver en la cancha de Platense a varias personas con remeras de St. Pauli”, señala Benítez Draghi, quien, a diferencia de su socio en la peña, que vive en Polonia y hace poco cumplió su sueño de presenciar un partido en el Millerntor-Stadion, hasta ahora no pudo acudir a la cancha creada en 1962, que recientemente amplió su capacidad a 30 mil espectadores. “Por eso creamos el perfil, para estrechar relación con los hinchas del club alemán. Muchos turistas que vienen de allá y gente que está acá nos contactó para que los llevemos a ver al Calamar”. Gracias a la iniciativa del tándem, ahora es posible estar al tanto los resultados de cada jornada, al igual que de las alineaciones y noticias acerca del club. Y ceremonialmente comparten los links en los que se pueden ver los partidos. El archienemigo del St. Pauli es el Hamburgo SV. En la última temporada en la que los Platense alemanes jugaron la Bundesliga, 2010-2011, empataron un partido y St. Pauli ganó el otro 1 a 0. Pero la rivalidad traspasa el terreno de juego, pues la oncena que hoy dirige Mirko Slomka (a un paso del descenso) posee una diáspora neofascista contra la que los Ultras Sankt Pauli, la barra, tienen entre y ceja, y contra la que cantan: “Amburgo, Amburgo: Vaffanculo!” (Hamburgo, Hamburgo: ¡váyanse a la mierda!). No obstante, al mismo tiempo que ostenta la hinchada antifascista más grande del fútbol (sería lindo que se cruzaran con la Lazio, cuadro facho de Italia), los “Kiezkicker”, juego de palabras que alude al apodo del barrio, Kiez, con “patear”, es el equipo con más admiradoras de todo el fútbol alemán, a tal instancia que retiró de su cancha la publicidad de la revista Maxim por considerarla sexista.

El rock en mi forma de patear

Aparte, el equipo cuyo logo oficioso (aunque no oficial) es la bandera pirata (“Es el emblema que usamos los pobres contra los conjuntos ricos como el Bayern o el Madrid”, despachó hace un tiempo Sven Brux, integrante de la barra), no sólo redime a la clase trabajadora, sino que recibió el respaldo de la cultura rock. Amén de que cada vez que sus jugadores saltan a la cancha suena Hell’s Bells de AC/DC, y de que luego de convertir un gol se escucha Song 2 de Blur, Sascha Konietzko, cacique del grupo KMFDM, es un hincha confeso del St. Pauli, al igual que Andrew Eldritch de The Sister of Mercy. Mientras que los teutones Art Brut le dedicaron un tema homónimo y los noruegos Turbonegro adaptaron en alemán la letra de su canción I Got Erection. Bad Religion jugó en 2000 un partido a beneficio con la tercera división del cuadro hamburgués, al tiempo que Asian Dub Foundation y los mexicanos Molotov usan en sus recitales remeras de la oncena. Y no vendría mal que Los Auténticos Decadentes hicieran su contribución argentina con Los piratas.

Otro de los artistas que manifestaron su admiración por el club presidido actualmente por Stefan Orth (su antecesor fue el director de teatro, abiertamente homosexual, Corny Littman) son las argentinas Kumbia Queers. “Lo descubrimos por la conexión del equipo con el antifascismo en Alemania”, dilucida Patricia Pietrafesa, bajista del grupo. “Cuando fuimos a Hamburgo por primera vez, en 2010, tocamos en el Hafenklang, un antro en el que actúan bandas de punk rock, hardcore y cumbia. Y ahí se llegó el equipo de fútbol de mujeres de St. Pauli, con su entrenador. Desde ese momento, las chicas nos van a ver a todas partes, hasta se vinieron a nuestro show en el Fusion Fest (NdR: el festival independiente más grande de Europa), en el que nos regalaron las camisetas del club. Así que ahora son grandes fans de Kumbia Queers, y las Kumbia Queers de St. Pauli. En Europa, como están las cosas, con el avance de la derecha y el neofascismo, que varios equipos de futbol estén evidenciando su oposición merece todo nuestro respeto”.

A contramano de la Argentina y de otros países donde el fútbol lo es todo, en los que además la identidad del equipo hoy gira en torno a los jugadores referentes, en St. Pauli, que en 1979 estuvo al borde de la bancarrota (lo que lo llevó a la tercera división hasta 1984) la estrella es el propio club. Sin un presupuesto ostentoso ni jugadores emblemáticos, el combinado que en mayo cumplirá 104 años de historia, dirigido por el técnico Roland Vrabec, logró, además de hacerse de una hinchada de 11 millones de seguidores en todo el planeta, cambiar los paradigmas del fútbol al poner a este deporte al servicio de la sociedad. “Cuando me recibí de entrenador, mi obsesión fue dirigir las inferiores de St. Pauli”, asegura Gustavo “Cepillo” Acosta, quien apenas jugó tres meses en esa institución debido a una lesión que lo sacó prontamente de circulación. “Pese al poco tiempo que estuve allí, me mostraron otra manera de comprender el mundo. Me lo dieron todo. Me puse en contacto con una chica que trabaja en el club para blanquearle que quiero trabajar con ellos. No tuve respuesta. Al menos me gustaría que supieran es que el sentimiento que tengo por esa experiencia todavía es muy fuerte.”

lunes, 20 de enero de 2014

El FC Sankt Pauli: los piratas indomables

El FC Sankt Pauli es uno de los clubes de fútbol más peculiares y carismáticos de toda Europa. Se trata de un equipo alemán de la 2.Bundesliga que se ha ganado el cariño de los aficionados a este deporte, hasta el punto de convertirse en un referente mundial y ser catalogado como un club de culto. Los “Piratas del Elba”, sobrenombre con el que se le conoce, navegan contra viento y marea para promover una filosofía deportiva bastante atípica, basada en la lucha contra el fútbol moderno y el capital. Además, el FC Sankt Pauli es algo más que fútbol, debido a su marcado compromiso social e ideológico.


Por Nacho Casado Chozas
Revista Indiscretos

Este singular equipo de fútbol está ubicado en Sankt Pauli. Es un barrio de la ciudad alemana de Hamburgo que se encuentra en las cercanías del Mar del Norte. Se halla en el distrito de Hamburg-Mitte, tiene una población de 27.000 habitantes y es conocido coloquialmente como el “Kiez” (barrio en alemán). Se trata de un área muy reivindicativa y rebelde, pero esta calificación no es de ahora, siempre ha sido lugar de residencia para las minorías que han vivido en Hamburgo desde su fundación en el siglo XVII. Los primeros pobladores, personas de clase baja que llegaban atraídas por la actividad portuaria, han dejado su sitio a los punks y okupas, que conviven en fraternidad con familias de clase obrera, estudiantes, inmigrantes y jóvenes que comienzan a independizarse. También es  refugio de numerosos poetas, escritores y artistas, demostrando su estilo bohemio.

St. Pauli  es uno de los barrios rojos más famosos de Europa por el que han pasado gran diversidad de artistas, músicos y escritores. Es el centro neurálgico de la vida nocturna de Hamburgo. Una de sus calles más famosas es Reeperbahn, conocida como la “die sündige Meile” (“la milla del pecado”). Las calles Hafenstraße y Herbertstraße, junto a la anteriormente mencionada, son las principales arterias del barrio que se caracterizan por la presencia de meretrices, sex-shops, discotecas, pubs y restaurantes. Herbertstraße, “la calle de las prostitutas”, tiene algunos aspectos históricos muy curiosos. Se trata de una pequeña avenida que ha pasado a la historia por ser la única en la que se ejercía la prostitución durante la Alemania de Hitler, periodo en el que se prohibió este negocio. En 1933 el ejército alemán instaló unos reflectores de luz que impedían ver con claridad lo que ocurría en esa zona, estos focos luminosos permanecen en la actualidad. Además, hay carteles en sus dos entradas que prohíben la entrada a menores de edad y mujeres que no se dediquen a la prostitución, aunque es una calle pública por la que cualquiera puede pasar.

Hamburgo tiene el puerto más importante de Alemania y uno de los más grandes del mundo. Esta ciudad es conocida como “la puerta de Alemania al mundo”. Por sus calles discurre el río Elba, navegable desde el tramo superior hasta su desembocadura. La piratería y el pillaje siempre han tenido presencia importancia en el Mar del Norte, donde fue el gran bastión de los pueblos nórdicos. Este es el motivo por el que se conoce al FC Sankt Pauli como los “Piratas del Elba”. Esta ciudad siempre ha dependido económicamente de su puerto y es un enclave típicamente costero. Muchos de los nombres de sus calles provienen de actividades relacionadas con la navegación. Además, el negocio del sexo, por el que es conocido Sankt Pauli, es una respuesta a su  actividad portuaria. Históricamente, las ciudades con puerto marítimo han estado ligadas a la prostitución y a las tascas, formándose los famosos barrios rojos. El orgullo marinero de Hamburgo llega hasta su actividad cervecera, ya que una de las dos marcas de la ciudad, llamada Astra, es conocida como la “cerveza de los marineros”. Su logotipo es un marinero que tiene un tatuaje de un ancla dentro de un corazón, también es patrocinador oficial del FC Sankt Pauli desde hace muchas temporadas.


Este barrio ha sido siempre un lugar de referencia para la cultura. Toda la zona está repleta de teatros donde se interpretan obras y musicales de gran prestigio. Cuando paseas por sus calles, puedes apreciar que el arte callejero está muy vivo. En cada contenedor, esquina o edificio puedes encontrar un mural, graffiti o una fachada redecorada.  El arte del spray es uno de los sellos de Sankt Pauli, lo que le ha convertido en un referente en Alemania. Únicamente está a la sombra de Berlín, donde en los barrios de las okupas, distritos del sur y este de la ciudad se puede apreciar el buen trabajo de grandes artistas. Por eso, este barrio hanseático tiene similitudes con  Chirstiania o Candem Town, barrios con mucha esencia artística y callejera.

En  las calles de St. Pauli se respira rock y punk, hay multitud de bares donde puedes tomar una jarra de cerveza al ritmo de grupos como Rammstein, The Adicts o The Misfits. En sus callejuelas hay multitud de librerías y tiendas relacionadas con la música, además de ser un lugar que marcó la carrera profesional de The Beatles. La banda de Liverpool se dio a conocer en Europa en el Star Club, un local de la calle Reeperbahn. La banda inglesa visitó en numerosas ocasiones el barrio de St. Pauli, en el que también actuaron en los pubs Indra Club y Top Ten, los más populares de la zona junto al mencionado anteriormente. Tanto les influyó este barrio hanseático que John Lennon afirmó: "Tal vez nací en Liverpool, pero lo que es seguro es que maduré en Hamburgo”. Las historias más desenfrenadas de la banda inglesa tuvieron lugar en las calles de Sankt Pauli, como cuando John Lennon tocó una noche en calzoncillos mientras George Harrison le seguía el ritmo con una tapa de váter como collar. En recuerdo a la banda inglesa se contruyó la Beatles-Platz.

FC Sankt Pauli: el fútbol del pueblo

El FC Sankt Pauli es un equipo muy especial que encarna la esencia que caracteriza al barrio que representa. Fue fundado en 1910 y juega como local en el Millerntor-Stadion, que se encuentra a pocos metros del muelle. Se trata de un pequeño club con una enorme masa social. Tiene 11 millones de seguidores en Alemania y alrededor de 500 clubes de aficionados por todo el mundo, entre los que podemos encontrar cuatro en España, destacando la Peña El Grano de Valladolid, una de las más activas de Europa. Además de tener su escudo propio, la institución, sus aficionados y el barrio utilizan la bandera Jolly Roger, con el cráneo y las dos tibias cruzadas, como símbolo alternativo del barrio y del equipo. Los banderines de córner están engalanados con la bandera pirata y en la tienda oficial del club hay diversas líneas de ropa con este símbolo. La peculiaridad también llega a su vestimenta, los colores del equipo son el blanco, rojo y marrón, siendo este último el principal en la mayoría de sus equipaciones. Se trata de un aspecto poco usual, ya que el marrón es un color nada deportivo y pocos clubes en el mundo lo utilizan.


Todos los aficionados que siguen al FC St. Pauli tienen una ideología muy variada donde confluyen anarquistas, comunistas y socialistas. Se convirtió en el primer club del mundo en perseguir y prohibir cualquier actividad de carácter fascista o nacionalsocialista. Tanto la directiva como la hinchada se declaran oficialmente antifascistas, antirracistas y antisexistas en sus estatutos, a pesar de encontrarse en un barrio donde el negocio de la prostitución tiene especial incidencia. Otro hecho significativo ocurrió en 2002, cuando la publicidad de la revista “Maxim” fue retirada del estadio en respuesta a las protestas de los hinchas, debido a las imágenes sexistas de mujeres en los anuncios. Un hecho que enorgullece al club es que cuenta con la mayor asistencia de mujeres a un estadio del fútbol alemán. Es una entidad que representa un liberalismo sexual muy innato en mundo del fútbol, el cual se suele caracterizar por su homofobia. Su anterior presidente, Corny Littmann, se declaró abiertamente gay y en el los partidos del St. Pauli no es difícil ver banderas del movimiento homosexual. Durante algunas temporadas, el equipo tuvo como patrocinador principal una empresa dedicada a la venta de productos eróticos, conllevando un gran revuelo en la Alemania más conservadora y tradicional.

Los hinchas piratas se caracterizan por tener un alto compromiso social. Realizan diferentes actividades y jornadas para recoger ropa, juguetes y alimentos para los más necesitados. Además, muchos aficionados y gente del entorno del FC Sankt Pauli ofertan cursos y actividades en las diversas casas okupas del barrio. Se trata de una afición muy rebelde y reivindicativa que participa en manifestaciones y actos muy variados, como por ejemplo, en apoyo a familias que van a ser desahuciadas o contra el cierre del Centro Social Rote Flora, hechos que han provocado los disturbios acontecidos hace unos días entre los manifestantes y la policía, con la consiguiente declaración del estado de excepción en los barrios de Altona, St. Pauli y Sternschanze por parte de las autoridades de Hamburgo. Por tanto, este equipo es un icono mundial para la gente de izquierdas, antifascista y revolucionaria.

El FC Sankt Pauli y sus seguidores tienen un gran sentimiento de pertenencia a su barrio. Prueba de ello fue la organización de la FIFI Wild Cup, un torneo que se disputó en el Millerntor-Stadion y que el barrio participó con la ficticia identidad de “República de Sankt Pauli” junto a cinco selecciones no reconocidas por la FIFA,como es el caso de  Zanzíbar, Groelandia, Gibraltar, Tíbet y República Turca del Norte de Chipre, esta última, campeona del torneo. La celebración de esta competición le supuso a los organizadores diversos conflictos con la FIFA, la UEFA y la embajada de China en Alemania. El homólogo de este equipo en España podría ser el Rayo Vallecano, salvando las diferencias, por su condición de equipo barrionalista, antifascista, obrero, humilde y que lucha contra el fútbol negocio y los grandes de la ciudad. Otro ejemplo similar se puede ubicar en la región de la Toscana (Italia), se trata de la AS Livorno. Este club es un referente por haberse declarado abiertamente comunista, debido a que dicha localidad fue el origen del nacimiento del Partido Comunista Italiano (PCI). En esta ciudad no es difícil encontrar símbolos comunistas, antifascistas, calles con nombres de revolucionarios o monumentos a partisanos.

Su hinchada más radical, llamada Ultra Sankt Pauli (USP), fue creada en 2002 y se localiza en uno de los fondos. Se caracterizan por acompañar al equipo allá donde juegue, convertir el campo en una caldera y ser el jugador número 12 en cada partido. No paran de ondear banderas piratas, del equipo, de Jamaica y del Che Guevara, además de realizar tifos y cánticos durante los encuentros, creando una impresionante atmósfera de animación.

El gran rival deportivo del Sankt Pauli es el HSV Hamburgo, el club grande de la ciudad. El derby hanseático es uno de los más calientes de Alemania junto al derby del Rhur, disputado entre el Borussia Dormunt y el Schalke 04. El otro gran rival del equipo es el Hansa Rostock, se trata de una entidad cuya sede se encuentra a 150 km de Hamburgo y donde se concentra gran parte del electorado de extrema derecha de Alemania, conllevando un importante conflicto ideológico en dichos encuentros que ha desencadenado graves altercados entre los aficionados. Por otro lado, los piratas están hermanados con el Celtic de Glasgow al compartir con ellos valores sociales, ideológicos y su condición de subversivos, ya que los católicos están en contra del Reino Unido, el unionismo y la monarquía británica. Por otro lado, se muestran a favor de la independencia de Escocia y la anexión de Irlanda del Norte a la República de Irlanda.

Rock, punk y romanticismo contra el fútbol negocio

El FC Sankt Pauli está muy ligado a la música, especialmente al rock y al punk. El conmovedor Hell Bells de AC/DC acompaña al once de los piratas cuando salta al campo, una forma de aventurar al rival que va a conocer el infierno durante los siguientes 90 minutos. Otro aspecto de lo más curioso es que la megafonía del estadio celebra los goles con “Song 2″ de Blur. El grupo alemán Le Fly compuso “We Love St. Pauli”. Esta canción, cuyo videoclip no deja indiferente a nadie, se ha convertido en himno oficioso del equipo. Turbonegro compuso una versión de su canción “I got erection” adaptada al idioma alemán y al club de Hamburgo. La banda de punk rock estadounidense Bad Religion disputó un partido benéfico con su filial en el año 2000. Otro referente del ska-punk italiano como Talco,  incluyó “Sankt Pauli” en su disco “Mazel Tov” de 2008 . El grupo de dub, reggae y jungle Asian Dub Foundation ha mostrado en repetidas veces su admiración hacia el St. Pauli. Muchos son las formaciones  musicales que han colaborado con el equipo o le han mostrado sus simpatías. No es sólo un referente en el mundo del deporte, sino que también lo es en el ámbito político, cultural y en el musical.


En definitiva, el FC St. Pauli es algo único, ya que se trata de un pequeño equipo de marcada orientación izquierdista, punk y underground que le ha llevado a ser adorado y odiado a partes iguales. Aunque no obtengan grandes resultados deportivos, su estadio siempre está lleno, independientemente de la categoría del rival y la división en la que se encuentre. Se ha sobrepuesto a diversos problemas económicos, a pesar de contar con un presupuesto limitado. El gran palmarés de este club es su masa social, el verdadero tesoro que  los “piratas” cuidan con mucho mimo y recelo.

El FC St.Pauli es la bandera que enarbola la insurgencia y rebeldía de lo establecido. Es un ejemplo de las voces críticas existentes en este deporte para acabar con el fútbol mercantilizado, donde priman los intereses de las federaciones y los acuerdos televisivos inciden en el juego y desvirtúan la competición. Hacen faltan más equipos como este que traten de dar otra visión al balompié y hagan que el aficionado sea el verdadero protagonista. Los deportes se están deshumanizando poco a poco, consiguiendo que los románticos del fútbol ya no tengamos cabida en este circo y tengamos que conformarnos con recortes de periódicos añejos, álbumes de cromos polvorientos y los recuerdos de clubes que hicieron historia frente a los más grandes. Siempre podremos refrescar la memoria y rememorar aquel Rayito “Matagigantes”, el “Queso Mecánico”, el “Súper Dépor” o cuando el C.F Extremadura y el CP Mérida aparecían en los FIFAs de los 90. Son equipos históricos que demostraron que el dinero no lo era todo, hazañas que son utópicas en la actualidad, era el fútbol del pueblo.

También podemos recordar la magia que tenía la Copa del Rey y que ahora ha desaparecido. Cuando Toledo, Numancia, Novelda o Figueres  fueron capaces de hacer tambalear los millonarios presupuestos de Real Madrid y FC Barcelona, demostrando que un partido no se gana únicamente con nombres.

Actualmente el Sankt Pauli se escuentra sexto a cuatro puntos del ascenso directo a la 1.Bundesliga, esperemos que los “Piratas” asciendan a la máxima categoría y con su lema de ¡¡a las armas!! sean capaces de remover conciencias por los campos de primer nivel. Su ascenso significará la presencia de una voz contestataria y disidente en la élite, además de hacer un poco más feliz al aficionado melancólico que añora ese fútbol añejo impregnado de barro, dureza, gradas sin asientos y nicotina en los banquillos. Esa época en la que los bigotes, barbas y largas melenas poblaban los terrenos de juego y la gomina no tenía sitio en el deporte.

¡¡ La vida pirata, la vida mejor!!

sábado, 27 de octubre de 2012

Carlos Tévez: el jugador del pueblo



Carlos Alberto Tévez (1984) se crió en el popular barrio Ejército de los Andes, mejor conocido como “Fuerte Apache”, catalogado como uno de los más peligrosos de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Por esta razón, Tévez es apodado “El Apache”.

Tévez se ha ganado el reconocimiento de los hinchas por su humildad y por la entrega con la que juega. Ha sido ídolo de todos los equipos en donde ha estado.

En su carrera ha vestido las camisetas de Boca Juniors, Corinthians, West Ham, Manchester United y Manchester City. En estos clubes ha ganado siete títulos nacionales y cinco internacionales, entre ellos el Mundial de Clubes 2008.

Ganó la medalla de oro con Argentina en Atenas 2004, y estuvo en los dos últimos mundiales, en los que anotó tres goles. “El Apache” ha ganado doce distinciones individuales, entre las que se destaca ser goleador de la Premier League inglesa 2010-2011, primer jugador argentino en conseguirlo.

Estuvo un tiempo por fuera de la formación titular del City por un altercado con el técnico. Pero se volvió a ganar su puesto en el primer equipo.

Carlitos también se distingue por ser un apasionado de la cumbia villera, ritmo con fuerte arraigo en sectores populares argentinos. De hecho es cantante y productor del grupo Piola Vago. El tema “El pibe de oro” habla de su carrera. También se distingue por celebrar sus goles bailando al estilo cumbiero.

viernes, 19 de octubre de 2012

Manu Chao : « Ce n'est pas facile d'être Diego Maradona »


Sofoot.com

Manu Chao aime voyager. Mais jamais sans ballon. Le temps d’une escale dans la ville de Charleville-Mézières, le plus espagnol des chanteurs français, très rare dans les médias, épingle le football sous toutes ses coutures.



Le souvenir d’un grand match ?
L’Uruguay contre le Ghana, lors de la dernière Coupe du monde (Ndlr : quart de finale 2010). Énorme match ! Le football, dans sa plus belle expression.

Tu aimes le foot sud-américain ?
Je ne suis ni nationaliste, ni régionaliste, ni « continentaliste ». Tu ne peux pas comparer l’équipe d’Argentine et celle du Brésil. Ce sont des jeux complètement différents. Tu ne peux pas dire qu’il y a une école sud-américaine. Il y a peut-être une école argentine, il y a peut-être une école brésilienne, mais pas une école sud-américaine. Je ne pense pas, en tout cas.

L’empreinte de Diego Maradona, en Argentine, omniprésente ?
Elle l’est, oui. Et pas seulement en Argentine. Tu peux aller en Afrique, Diego, c’est une référence.

Une référence pour toi aussi ?
Oui, en foot, c’est une référence, sur le terrain, mais aussi en dehors ! C’est quand même l’un des seuls qui a osé critiquer le système. Peu se permettent de critiquer ceux qui leur donnent à manger. Il a toujours dit ce qu’il pensait. Et ça, c’est salutaire. Il y a des gens qui disent que Diego est un dieu. Il y en a d’autres qui disent que Diego est un diable. Diego, c’est Diego. Et en tant que personne, c’est un mec pour qui j’ai beaucoup d’admiration.

Personnellement, tu le trouves comment ?
C’est un mec que j’aime bien, qui vit au présent, qui est à 100%, peu importe la personne avec laquelle il parle : que ce soit avec moi, toi, le directeur du stade ou le balayeur des loges, il est à 100%, là, avec toi. Il n'est ni dans le passé, ni dans le futur. Il est à 100% dans l’instant présent. C’est ça qui le fait beau !

« Ce que j’aime, c’est jouer entre quatre arbres, les blousons à terre pour faire des cages »

Une rencontre incroyable ?
Ce n’est pas parce que les gens sont connus que c’est incroyable de les rencontrer. Mais c’est une expérience. Moi, tout ce que je sais, pour l’avoir vu vivre un peu, c’est que ce n’est pas facile d’être Diego. C’est facile de le critiquer. C’est facile de l’encenser. Mais ce n’est pas forcément facile d’être Diego au jour le jour.

Tu es passé au Brésil. La Coupe du monde est bel et bien en marche ?
Ça construit plein de routes, l’argent disparaît, comme d’habitude. Apparemment, ils sont en train de refaire les stades. Je pense qu'on fera le bilan après, pour voir ce que cela aura réellement apporté. S’il y a de vraies infrastructures pour tout le monde, c’est bien. Si cela n’a apporté que la vie chère…

Tout ce qu’il y a autour du foot semble t’agacer…
Ça déclenche beaucoup de trucs : au niveau de l’argent, c’est complètement surréaliste, au niveau du nationalisme, c’est surréaliste. Moi, pendant la Coupe du monde, la Coupe d’Europe, je ne suis pas pour un pays, je suis pour l’équipe qui fait le plus beau football. Ce côté drapeau, je n’ai jamais aimé ça. Même au niveau des clubs : les mecs qui se mettent sur la gueule pour des clubs dans lesquels il n’y a pas un seul joueur qui en est originaire, je ne comprends pas très bien.

Le transit des masses d’argent te dépasse ?
Ça ne me dépasse pas, et il n’y a pas que dans le foot : c’est dans le pétrole, dans l’industrie, c’est dans la musique aussi, à d’autres niveaux. Le nationalisme, c’est aussi un truc qui ne me plaît pas, je trouve que cela ne va pas dans le sens des choses du futur.

Pour toi, le nationalisme est un truc passéiste ?
Voire rance. Ce que j’aime, c’est le beau football, à petit niveau comme à haut niveau, parce qu’il y a des artistes du football. On peut dire que certains mecs jouent artistiquement, quand les entraîneurs leur permettent…

Concrètement, qu’aimes-tu dans le football ?
Ce que j’aime, c’est jouer, trois fois par semaine, au quartier, en Catalogne, entre quatre arbres, les blousons à terre pour faire des cages. Les musiciens de rue viennent. On fait jouer les mômes du quartier, quelques anciens viennent aussi.

« Le foot, en parler c’est bien, le jouer c’est mieux »

Tu mets la pratique très en avant ?
Le foot, en parler c’est bien, le jouer c’est mieux. Le grand plaisir, il est là. Parler foot au bistrot, c’est bien, je le fais aussi. Tu finis toujours par jouer à ce jeu-là, à un moment ou à un autre. C’est un facteur d’intégration, comme dirait l’autre. C’est un sujet de conversation récurrent dans n’importe quel bar du monde. Tu viens d’où ? Tu habites où ? Je viens de Barcelone, « Ah Messi ! », et ça y est, c’est parti !

Quel est ton poste de prédilection ?
Ça dépend, quand on joue au quartier, on tourne, à la bonne franquette, comme on dit. On n’a pas vraiment de postes attitrés. Mais j’ai toujours été un peu plus milieu de terrain. Comme j’ai toujours dit : jambes courtes, mais vue longue, de temps en temps, je fais une bonne passe.

Ferais-tu un parallèle entre football et musique ?
Ce sont deux moyens d’expression différents. Comme il y en a 1000 autres. Le seul parallèle, c’est dans le côté médiatique. Un musicien connu et un footballeur connu, ce sont des gens qui ont accès aux micros et aux médias. C’est le seul parallèle que je vois, sinon, tenir une guitare ou dribbler avec un ballon, techniquement, ce n’est pas pareil, bien que l’un comme l’autre nécessite un entraînement. Il y a des petits parallèles dans ce sens-là : si tu ne travailles pas ta guitare ou ton chant, si tu n’entretiens pas la bécane au jour le jour, que ce soit dans la musique ou dans le foot, tu n’es pas au niveau nécessaire. Si tu veux être au bon niveau, il y a un facteur travail, un facteur entraînement, qui est d’ailleurs beaucoup plus physique dans le foot que dans la musique.

Jouer au foot te permet de rester en forme sur scène ?
Ah oui, bien sûr ! Ça aide à ça, le côté physique, poumons et endurance, c’est bon, bien sûr.

Qu’aurais-tu à dire aux jeunes qui débutent ?
Faites-vous plaisir, jouer, ce plaisir-là est immense, le bonheur de partager un bon moment autour d’un ballon. Nous, c’est ce que l’on fait. Les guitares sont au bord du terrain et, quand on a fini avec le ballon, on les prend et on joue un moment. C’est un point de réunion, que ce soit un match de foot ou une guitare qui commence à jouer quelque part. C’est un lieu de réunion sociale. Cette fonction sociale est importante. Surtout quand c’est fait spontanément.

Le football, vecteur d’intégration ?
Bien sûr, ça peut l’être. C’est un sport international, un passeport. Si tu regardes les trois quarts des équipes de foot au monde, il est rare que les joueurs soient originaires de la ville pour laquelle ils jouent. Il y a donc à peu près dix joueurs sur onze qui se sont intégrés !

Tu vois ce sport comme un passeport ?
À haut comme à petit niveau : tu arrives dans un quartier, tu ne connais pas, il y a des mecs qui jouent, tu commences à jouer, c’est un bon passeport pour entrer dans un groupe.

Sa dimension sociale t’interpelle ?
Se connaître, apprendre à vivre ensemble et à partager des choses... Aujourd’hui, nous vivons dans un monde où chacun reste enfermé chez soi face à son écran, à partager des trucs à moitié virtuels avec des potes qui sont à 10 000 kilomètres, ce que je ne critique pas, mais le vrai contact physique est important, aussi. Donc autour d’un ballon, à se vanner, à s’entraider, à se faire des passes, à se placer. Et puis il y a un côté éducatif : si les mômes veulent jouer, il faut qu’ils jouent, qu’ils apprennent, qu’ils se fassent avec les plus anciens, c’est important.

Jouer te rend heureux ?
C’est du bonheur. Je crois que le plus grand plaisir du foot, c’est de le jouer. Et puis, ce sport te permet de percevoir la personnalité de chacun, c’est un révélateur formidable.

Propos recueillis par Romain Lejeune

jueves, 9 de agosto de 2012

El santo zurdo

Orgullo de millones en Alemania, el Sainkt Pauli es un particular club de izquierda en ese país, y tiene como principal rival al fascismo.


Por Gerardo Sosa
Marcha.org.ar

Con las características del folclore de nuestro futbol, sería llamativo (cuando no quimérico) que un equipo local levante banderas antifascistas, antisexistas y antirracistas, cuando justamente el fundamento y el compuesto de la interpelación para con las hinchadas de otros equipos son condimentos fascistas, machistas y racistas. No obstante, aunque lejos de estos lares, existe un club que esgrime aquellas reivindicaciones que, a nuestra cotidianeidad, resultan por demás extrañas. El St Pauli, club que milita actualmente en la segunda división del futbol alemán -la Bundesliga 2-, cuenta con esos estandartes, que son su orgullo y le delimitan un singular carisma. Lejos de ser desconocido, cuenta con una afición que supera los 11 millones sólo en Alemania, fue fundado hace poco más de cien años y es una de las mayores atracciones del estado de Hamburgo, además de poseer más de 200 clubes de fans en todo el mundo.

Reconocido como el club de la clase trabajadora y con la bandera pirata como su logo (además de la del Che Guevara), el “cuadro del puerto” es mundialmente célebre por su anticapitalismo. Ícono de la izquierda a nivel global, tiene una gran amistad con otras hinchadas que se declaran antifascistas y libertarias, como las del Celtic Glasgow de Escocia, el Livorno de Italia o el Rayo Vallecano de España. Corny Littmann, ex presidente del club, se declaró abiertamente homosexual y bajo su mandato se promovieron políticas de inclusión en barrios bajos alemanes, como el proyecto que actualmente se lleva a cabo en la ciudad de Kick, con el cual el club alienta el deporte en niños -varones y mujeres por igual- de 7 a 17 años. También resultan llamativas la participación y el poder de decisión que detentan los seguidores en la cotidianeidad del St Pauli. En el año 2002, los directivos del club retiraron de su estadio, el Millerntor, los carteles con publicidad de la revista “Maxim” tomando en cuenta un planteamiento de sus hinchas, que consideraron que se trataba de un anuncio ofensivo e injurioso para con las mujeres. Por estas maneras de conducirse en materia de género es que en los partidos que el St Pauli juega de local, las tribunas tienen una abrumadora presencia femenina.

Como todo cuadro que despierta muchas pasiones, el St Pauli tiene un “superclásico”. Su antagonismo se materializa contra el Hansa Rostock, y la antinomia no es en términos deportivos sino políticos: su archirrival tiene facciones neo-nazis en su hinchada y es el equipo de una ciudad donde es fuerte la extrema derecha. En Rostock, en período de elecciones, los candidatos de esa vertiente ideológica tienen una gran cantidad de votos. En el marco de la aversión contra sus reaccionarios rivales, el St Pauli dio a luz a uno de sus ídolos máximos: Deniz Naki. Fichado a mediados del 2009, el delantero de descendencia turca logró una gran idolatría por parte de la afición cuando, en un partido jugado en casa del Hansa, hizo ante la tribuna rival la señal de cortarles el cuello, y acto seguido clavó en el césped la bandera de su club, cual guerrero clava su estandarte en territorio enemigo, secundado por la arenga de sus compañeros. El St Pauli ganó ese encuentro por 2 a 0 y Naki convirtió el segundo gol. Al año siguiente a su fichaje colaboró con siete goles para el ascenso del equipo a la máxima categoría del fútbol alemán.

Sin poseer un palmarés abultado ni ostentar participación en torneos a nivel continental, el St Pauli y sus seguidores festejan a lo grande sus contados logros. Uno de sus recuerdos imborrables es su victoria en la temporada 2001/2002 sobre el Bayern Munich por 2 a 1. En ese entonces el Bayern era campeón europeo e intercontinental (había vencido a Boca por 1 a 0 en Japón). En aquel momento, “Los piratas” divulgaron por toda Alemania la frase “Weltpokalsiegerbesieger”, traducido como “los vencedores de los campeones mundiales”, adjudicándose ese mote.

También es reconocido el tributo que le rinden al St Pauli numerosas bandas de música alternativa con compromiso político, como Bad Religion, los noruegos Turbonegro o los ingleses Art Brut, quienes le compusieron una canción e incluso asistieron a varios partidos. “Los piratas” cuentan además con un estricto ritual musical, el de salir al campo de juego cuando oficia de local con el tema de AC/DC “Hells Bells” como himno de batalla, además de introducir el enérgico estallido del tema de Blur “Song 2” cada vez que el equipo mete un gol. Todas estas particularidades hacen de este club una rara avis a nivel mundial, aunque quizás no sean pocos los que bregarían por la existencia de muchos St Pauli, en todas las latitudes.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Giggs lidera rebelión para no cantar el himno británico

Ni él ni los otros cuatro galeses del equipo, ni las escocesas de la selección femenina cantan el 'God save the Queen' por considerarlo un símbolo meramente inglés.


Ryan Giggs, capitán de la selección olímpica británica de fútbol, ha creado una polémica en el Reino Unido al negarse a cantar el himno nacional al inicio de los encuentros, al igual que otros jugadores galeses de ese equipo.

Giggs, a sus 38 años icono futbolístico de la Liga inglesa y capitán del combinado nacional en este torneo, considera que el "God save the Queen" ("Dios Salve a la Reina") es más un himno inglés que británico.

El silencio de Giggs ha sido secundado por los también galeses Craig Bellamy, Joe Allen, Aaron Ramsey y Neil Taylor, lo que ha generado en el Reino Unido un acalorado debate sobre patriotismo, nacionalismo e identidad.

No obstante, el propio Giggs ha pedido respeto. "Todo himno nacional, no importa que sea el de tu peor enemigo, dura sólo uno o dos minutos y hay que estar en silencio y demostrar respeto", dijo el delantero del Manchester United y de la selección nacional galesa.

La situación no es nueva, pues las jugadoras escocesas de la selección de fútbol tampoco lo cantan. Pero el brillo de una estrella mundial como Giggs ha magnificado el debate en un país que se dio un baño de patriotismo tras el éxito de la ceremonia inaugural de estos Juegos Olímpicos.

Al parecer, nadie reparó en que Giggs es un galés "orgulloso" de su país cuando el seleccionador nacional, Stuart Pierce, le nombró capitán del equipo porque, al final, decidió no convocar a David Beckham, un jugador inglés, londinense y muy monárquico. El veterano extremo del Manchester United se ha declarado orgulloso de poder participar en unos Juegos, pero no de representar al Reino Unido.

"La posibilidad de competir en el evento deportivo más grande del mundo era una oportunidad que no podía rechazar", ha asegurado Giggs, quien nunca ha podido disputar una fase final de un torneo futbolístico internacional con Gales. Como Escocia, Irlanda del Norte e Inglaterra, los "dragones" tienen su propia federación nacional y compiten como equipo independiente en los torneos organizados por la FIFA o la UEFA.

Con EFE

miércoles, 27 de junio de 2012

La Alemania zurda... ¡también existe!


Para todos aquellos que piensan que los alemanes "son todos nazis", nos solidarizamos con la patria del chopp y les demostramos que no es así... Cinco ejemplos:

DIE TOTEN HOSEN:


Punk-rock de izquierda, una de las bandas alemanas más reconocidas afuera (sobre todo en Argentina) y de las más populares de Alemania, tienen más de 20 años tocando... con decir que una de sus canciones se llama "Venceremos..."

F.C. SANKT PAULI:


Es el equipo obrero de Hamburgo. Abiertamente antifascistas, antiracistas, antisexistas y antihomófobos, es la máxima expresión de los marginados del portuario y prostibulario barrio de Saint Pauli.

KARL MARX:


El padre del socialismo nació en la ciudad renana de Tréveris, no lo olvidemos...

ROTTE ARMEE FRAKTION (FRACCIÓN DEL EJÉRCITO ROJO):



También conocida como la banda Baader-Meinhof, fue una activa organización guerrillera de izquierda en la República Federal Alemana durante la guerra fría.

REPÚBLICA DEMOCRÁTICA ALEMANA:


Muchos se olvidan que existió una Alemania comunista durante 41 años...

¡Hasta la victoria siempre! ¡Imme bis zum sieg!

sábado, 16 de junio de 2012

Cantos del fútbol: "The Fields of Athenry" (Irlanda)

Canción de los años 70 que se convirtió en himno popular de los hinchas irlandeses, del Celtic de Glasgow y del Liverpool.

Por Innisfree


Es relativamente reciente, pero está grabada en el corazón de los irlandeses como si fuera bicentenaria. Seguro que se canta mucho este año por San Patricio. ‘The Fields of Athenry’ es una de las canciones más populares en Irlanda y fue escrita por Pete St. John en los años 1970. En 1996 hubo una cierta polémica cuando se acusó al autor de haber plagiado la letra de una balada popular publicada en los años 1880, pero el folklorista e investigador John Moulden negó tales acusaciones y zanjó la controversia.

La letra de la canción cuenta la historia de Michael, un joven irlandés de Athenry (condado de Galway), que ha sido detenido y que está a punto de ser deportado a Botany Bay, cerca de Sydney en Australia, por robar el maíz de Trevelyan para alimentar a su familia. Se refiere a Charles Edward Trevelyan, que era el encargado de administrar las ayudas británicas a Irlanda durante la Gran Hambruna, pero no sólo no hizo lo suficiente por aliviar los problemas de los irlandeses, sino que se le acusa de empeorar su situación con medidas arbitrarias o contraproducentes.

Grabada por vez primera por Danny Doyle en 1979 y mantenida durante 72 semanas en las listas de éxitos por Paddy Reilly en 1983, esta canción cuenta con numerosas versiones, desde la folk de The Dubliners hasta la punk de Dropkick Murphys, pasando por un amplísimo abanico.

Convertida en un himno popular, The Fields of Athenry se entona no sólo en los pubs, sino también en los estadios, al ser adoptada como himno por los seguidores de las selecciones irlandesas de fútbol o rugby, del Celtic de Glasgow y del Liverpool.


Letra original:

The Fields of Athenry


By a lonely prison wall
I heard a young girl calling,
‘Michael, they are taking you away.
For you stole Trevelyan’s corn,
So the young might see the morn,
Now a prison ship lies waiting in the bay.’

(Chorus)

Low lie the fields of Athenry
Where once we watched the small free birds fly.
Our love was on the wing,
We had dreams and songs to sing
it’s so lonely ‘round the fields of Athenry

By a lonely prison wall
I heard a young man calling
‘Nothing matters, Mary when you’re free
Against the famine and the crown,
I rebelled, They ran me down,
Now you must raise our child with dignity.’

(Chorus)

By a lonely harbour wall,
As she watched the last star fall
As the prison ship sailed out against the sky
For she lived in hope and pray
For her love in Botany Bay
it’s so lonely ‘round the fields of Athenry

(Chorus)

It’s so lonely ‘round the fields of Athenry

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Traducción al español:

Los campos de Athenry

A través del muro de una prisión solitaria
oí a una chica joven gritar:
“Michael, te están enviando lejos
por robar el maíz de Trevelyan,
así el joven podría ver la mañana,
ahora un barco-prisión se encuentra esperando en la bahía”.

(Coro)

Abajo se encuentran los campos de Athenry
donde una vez vimos a los pajarillos volar libres.
Nuestro amor estaba en vuelo,
teníamos sueños y canciones que cantar.
Está tan solitario por los campos de Athenry.

A través del muro de una prisión solitaria
oí a un hombre joven gritar:
“Nada importa, Mary, cuando seas libre.
Contra el hambre y la corona
me rebelé, ellos me denigraron,
ahora debes criar a nuestros hijos con dignidad”.

(Coro)

A través del muro de un puerto solitario,
ella observó caer la última estrella
cuando el buque-prisión zarpó contra el cielo
porque ella vivía en la esperanza y la oración
por su amor en Botany Bay
Está tan solitario por los campos de Athenry.

(Coro)

Está tan solitario por los campos de Athenry.

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Existe también una versión politizada en clave republicana: Se añaden estos versos que entona el público a modo de coro en respuesta al cantante durante el estribillo:

Low lie the fields of Athenry, where once we watched the small free birds fly.

Hey, baby, let the free birds fly! (Hey, nena, deja a los pajarillos volar libres)

Our love was on the wing

Sinn Féin!

We had dreams and songs to sing

IRA!



viernes, 25 de mayo de 2012

Hinchas sabotearon himno español

Los hinchas de Athletic y del Barcelona pitaron el himno español. Ambas aficiones, presentes en el estadio Vicente Calderón para presenciar la final de la Copa del Rey, sabotearon el himno en los momentos previos al partido entre ambos equipos.


Las aficiones del Athletic Club de Bilbao y del FC Barcelona procedieron a una monumental pitada durante el himno de España en el momento previo al comienzo de la final de la Copa del Rey, que se disputó este viernes en el estadio Vicente Calderón.

Como estaba previsto, las notas del himno recibieron la ''respuesta'' de las dos hinchadas, que emitieron su protesta como hace tres años en el estadio de Mestalla, en un momento previo donde también hubo cánticos contra la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

Así, en el momento de la salida de ambos finalistas, la pitada comenzó a tomar forma e, incluso, pareció que el momento en que iba a sonar el himno se retrasaba a la espera de que el ánimo se calmara. Fueron momentos donde los aficionados azulgranas entonaron cánticos de ''Independencia''.

Poco después empezaron a sonar las notas del himno nacional, totalmente tapado por los silbidos de las dos hinchadas, que dejaron en nada el intento de la Real Federación Española de Fútbol de poner una potente megafonía de 100.000 vatios que no pudo con la protesta de ambos bandos y que había mostrado su potencia en las actuaciones musicales precedentes de Carlos Jean, Lax''n''Busto y Fito y Fitipaldis.

Hay que recordar que en la final de 2009, las dos aficiones sí lograron silenciar las notas del himno, lo que provocó que el año pasado, por la presencia en la final ante el Real Madrid de la hinchada ''culé'', se pusiese una megafonía atronadora para que prevaleciese la música.

Las protestas fueron continuas durante los momentos previos al encuentro, sobre todo cuando el locutor del Vicente Calderón decía ''la Copa de Su Majestad el Rey'', momento aprovechado para silbar de forma continuada. Igualmente, no se olvidaron de Esperanza Aguirre, que a inicios de la semana había pedido que el partido se jugase a puerta cerrada y en otro escenario si se pitaba al himno.

De todos modos, la protesta se limitó a estos momentos. La previa discurrió con el buen ambiente festivo y sin salirse de lo deportivo, y en cuanto el himno, más corto incluso de lo previsto, dejó de sonar ambas aficiones se dedicaron a animar a sus respectivos equipos.

Tomado de As.com

jueves, 17 de mayo de 2012

Ridículo en El Campín: pusieron himno español de la época franquista

El Diario 'As' de España señaló la confusión como "un gran error" de los organizadores.


Después del partido amistoso que jugaron este miércoles Millonarios y Atlético de Madrid, donde los españoles vencieron 1-2 con gol de Falcao, la prensa ibérica asegura que el himno que se cantó en los actos protocolarios era el de la España de la época de Francisco Franco y no el oficial, la Marcha Granadera o Marcha Real, que no tiene letra.

Concretamente el Diario As de Madrid asegura que "los organizadores del partido cometieron un gran error reproduciendo el himno de la España de Franco".

Si bien la confusión no generó ninguna reacción de los jugadores del Atlético o de personas en el estadio, el hecho no pasó inadvertido para los medios españoles.

El equipo 'colchonero' se encuentra en Colombia en el marco de una gira donde enfrentarán a América de Cali, el próximo sábado 19 de mayo; y a Atlético Huila, el martes 22, en Neiva.

Tomado de Eltiempo.com