Mostrando entradas con la etiqueta Aro Geraldes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Aro Geraldes. Mostrar todas las entradas

lunes, 11 de septiembre de 2023

El gol más triste de Chile

En 1973, la selección trasandina tuvo que enfrentar a la Unión Soviética en un reprechaje para Alemania '74. El golpe de Pinochet, las denuncias del Kremlin y un partido que nunca se jugó.



Por Pablo Aro Geraldes



El camino al primer Mundial de Alemania, el de 1974, estuvo lleno de imprevistos para la selección chilena: el grupo eliminatorio que integraba con Perú y Venezuela quedó reducido a un simple partido y revancha tras la deserción de los venezolanos. Un 2-0 abajo en Lima y el resultado inverso en Santiago obligaron a un tercer partido de desempate, en Montevideo. En el estadio Centenario el triunfo fue para Chile, pero los pasajes para la Copa del Mundo no estaban listos aún, faltaba una escala poco conocida. El fixture preveía una instancia más para el ganador del grupo 3 sudamericano: debía enfrentar en un último repechaje al vencedor de la zona 9 europea.

Con los papeles en la mano, la amenaza tenía los colores de Francia, pero un empate inesperado de los galos ante la República de Irlanda en París dejó al equipo dirigido por Georges Boulogne en la obligación de vencer a la Unión Soviética en Moscú, pero el conjunto de la sigla CCCP en el pecho pegó fuerte y con el 2-0 hizo sonar el despertador en medio del sueño mundialista trasandino. La cita de los chilenos se programaba entonces para el 26 de septiembre de 1973, pero no en París, como imaginaban, sino en el Estadio Lenin de Moscú. Un país amigo. Con la mente puesta en el repechaje con los soviéticos, planearon una gira de preparación por Guatemala, El Salvador y México, que luego de varias escalas los llevaría a tierras rusas. La mano venía bien. Antes de partir golearon 5-0 a un combinado de Porto Alegre. La despedida se fijó para el 11 de septiembre, pero…

Chile vivía uno de los momentos más oscuros de su historia. El 11 de septiembre de aquel año la furia asesina de un general llamado Augusto Pinochet pisoteaba el mandato democrático del presidente Salvador Allende e imponía una de las dictaduras más crueles y sangrientas de la historia. Esa mañana, mientras el Palacio de la Moneda (sede del gobierno de Chile) ardía bajo los bombardeos y Allende moría intentando defender el mandato popular, la selección chilena debía presentarse en el campo de entrenamiento de Juan Pinto Durán para ultimar detalles con vistas a la visita a Moscú. Esa práctica jamás llegó a realizarse. El lateral izquierdo Eduardo Herrera jugaba en Wanderers de Valparaíso y durante sus días en Santiago se hospedaba en el Hotel Carrera, a 100 metros del escenario del golpe de Estado. Él tiene fresca la memoria de esa mañana con olor a pólvora: “Al llegar al campo de entrenamiento el técnico Luis Álamos nos ordenó que volviéramos a casa. Pero yo tenía que llegar hasta el hotel y en el trayecto me detuvieron los militares una decena de veces: Me salvé de ser detenido porque tenía el bolso con la inscripción ‘Selección Chilena de Fútbol’”.

El fútbol del mundo siguió rodando normalmente en medio de dictadores y tiranos, de reyes despóticos y megalómanos con aires mesiánicos, incluso llegó a presenciar un Mundial en plena dictadura argentina, pero en aquel 1973 la Guerra Fría disparó un misil que dio de lleno en la pelota.

Durante el gobierno socialista de Allende, Chile mantuvo estrechas relaciones con el Kremlin y todo el bloque soviético. Con la irrupción de Pinochet y su dictadura apoyada desde los Estados Unidos hubo cambios: once días después del golpe, la Unión Soviética rompió relaciones diplomáticas con Chile, le ordenó a su personal diplomático que regresara al país y decretó el cierre de la embajada chilena en Moscú.

Al márgen de la cordillera todo era dolor y desconcierto. Tres días después del golpe era asesinado el cantautor Víctor Jara, una de las voces representativas de los trabajadores chilenos. Más lágrimas siguieron cayendo cuando el 23 de septiembre el poeta Pablo Neruda se murió rodeado de otras muertes y desapariciones, víctima de un cáncer que no le dio tregua. Y lo enterraron en soledad, sin sus amigos ni sus camaradas del Partido Comunista, todos perseguidos, en una tumba del cementerio General de Santiago, lejos de su amada playa de Isla Negra y su Premio Nobel de literatura.
El fútbol era lo de menos por entonces, pero la Selección Chilena conducida por Luis Álamos debía viajar hacia Moscú para cumplir su compromiso eliminatorio en medio de un clima sumamente hostil. Jugadores como Carlos Caszely y Leonardo Véliz, puntales del equipo y muy identificados con el gobierno socialista, temían por la suerte de sus familiares mientras ellos estuvieran de viaje.

El encuentro corría riesgo de no jugarse porque la dictadura decretó que no se podía abandonar el país. La Federación de Fútbol de Chile debía acatar la medida, pero el médico de la Selección, Dr. Jacobo Helo, resultó ser una influencia decisiva para que los chilenos pudiesen jugar en terreno moscovita: era medico personal del general Gustavo Leigh, Jefe de la Fuerza Aérea, y convenció al alto mando militar de que la participación del equipo favorecería la imagen internacional del gobierno militar. Finalmente, la Junta permitió el viaje, vía Buenos Aires. El largo sufrimiento comenzaba para muchos de los jugadores, amenazados. Les advirtieron sin eufemismos: “Si hablan, sus familias sufrirán las consecuencias”. El vuelo hizo escalas en Sao Paulo, Río de Janeiro y Panamá hasta que finalmente llegó a México. Una victoria 2-1 ante los aztecas sirvió como un relax para afrontar el siguiente tramo hacia Suiza (triunfo sobre el Xamax Neuchatel) y finalmente poner rumbo a Moscú.

El clima era terriblemente hostil. Antes de subir al último avión, los jugadores chilenos sintieron el miedo en carne propia cuando les advirtieron que si ingresaban a la URSS serían tomados como rehenes para cambiarlos por presos políticos de Chile.

Ya en Rusia, todo se agravó en la víspera del match, cuando el gobierno de los Estados Unidos reconoció oficialmente a la Junta Militar chilena. Para los rusos, el enemigo estaba de visita y buscaron hacerlo notar. Apenas llegados al aeropuerto Sheremetyevo, Caszely y Figueroa fueron retenidos algunas horas “por diferencias en las fotos de sus pasaportes”. Eran sólo jugadores de fútbol, pero para los soviéticos eran los representantes del país que derrocó al gobierno socialista.

Y así fue que el 26 de septiembre, a sólo dos semanas del golpe en Chile, el Estadio Lenin presenció un pálido cero a cero en medio de un frío inusual para el otoño que recién comenzaba: 5 grados bajo cero. Las actuaciónes notables de los centrales Elías Figueroa y Alberto Quintano hicieron posible el empate 0-0, pero hubo algo más que la gran tarea defensiva: Hugo Gasc, el único periodista chileno que estuvo en Rusia, contó alguna vez: “Por suerte el árbitro era un anticomunista rabioso. Junto a Francisco Fluxá, el presidente de la delegación, lo habíamos convencido de que no nos podía dejar perder en Moscú, y la verdad es que su arbitraje nos ayudó bastante”.

Igualmente, las actuaciones defensivas hicieron posible el empate y le pintaron a los chilenos un alentador panorama para la revancha en Santiago, pactada para el 21 de noviembre, en el Estadio Nacional de Santiago. Pero...

Otra vez “pero”. En el barrio de Ñuñoa, el Estadio Nacional se había convertido en algo más que el escenario de encuentros deportivos. Aunque la mayoría de los chilenos lo ignoraba (por censura de algunos medios y complicidad de otros) en las tribunas blancas, los militares habían montado un insospechado campo de concentración. Gregorio Mena Barrales era Gobernador de la localidad de Puente Alto –vecina a Santiago– por el partido socialista cuando fue detenido y trasladado al Estadio. Años después él relató: “Todos los días dejaban libres a veinte, cincuenta personas... Los llamaban por los altavoces. Los encuestaban. Les obligaban a firmar un documento declarando ‘no haber recibido malos tratos en el Estadio’ (aunque algunos aún lucieran muestras de las torturas y los golpes). Todos firmaban, era el precio que había que pagar. Muchos volvieron a caer (nadie es libre en una dictadura y menos en una como la chilena). La mayoría de ellos se incorporaba a la lucha clandestina. Todos esperábamos oír nuestro nombre alguna vez en las ‘Listas de Libertad’, era lógico y legítimo. No éramos culpables de otra cosa que la de ser defensores de legitimidad constitucional. Sin embargo cerca de mil quinientos nunca fuimos llamados.

Con el correr de los días las graderías se fueron despoblando: muchos libres, otros asesinados en las noches y un par de suicidas...".


Y el partido no empezaba... En medio del tormento, los militares cuidaban con tanta dedicación a sus prisioneros como al campo de juego. “El match de fútbol con la Unión Soviética debía realizarse allí, por ello cuidaban el césped con más cariño que el que le daban a una ametralladora”, destacó Mena Barrales, mientras recordaba que esa comisión de la FIFA y de la Federación de Fútbol de Chile “visitó el campo, se paseó por la cancha, miró con ojos lejanos a los presos y se fue dejando un dictamen: ‘En el estadio se podía jugar’”.
Conscientes del uso que le daban los militares al Estadio Nacional, en un momento las autoridades del fútbol chileno le propusieron al gobierno de Pinochet jugar la revancha en el Sausalito, de Viña del Mar, pero la Junta insistió con que debía jugarse en el Nacional, para mostrarle al mundo una cara pacífica de Chile. Francisco Fluxá era presidente de la Asociación Central de Fútbol (ACF) desde febrero de 1973 y le contó hace unos años al diario La Tercera que “entonces, los militares nos dijeron que no teníamos que decir que el Estadio Nacional era un ‘centro de tránsito, donde se identificaba a la gente que no tenía documentos’. Y para evitar problemas, propusimos el Sausalito como alternativa. Me comuniqué con el general Leigh y me explicó que ‘por órdenes de arriba no se puede en Sausalito: se juega en el Nacional o no se juega’”.

Sí, esta comitiva (integrada por el vicepresidente Abilio D’Almeida, brasileño, y el secretario general Helmuth Kaeser, suizo) visitó Chile el 24 de octubre y se quedó 48 horas en Santiago. Los militares limpiaron con esmero todo rastro de sangre, todo vestigio de tortura,aunque es muy probable que, amparados por su impunidad, los hayan dejado algunos detenidos a la vista, sabiendo que la FIFA no sospecharía de esas personas.


Los inspectores visitaron el estadio en el que permanecían aún unos 7 mil detenidos. Finalmente, estos emisarios ofrecieron una conferencia de prensa con el ministro de defensa, almirante Patricio Carvajal, a quien le obsequiaron un traba-corbata y un prendedor de oro con el logo de FIFA: “El informe que elevaremos a nuestras autoridades será el reflejo de lo que vimos: tranquilidad total”. El emisario brasileño se permitió aconsejar a los usurpadores del poder: “No se inquieten por la campaña periodística internacional contra Chile. A Brasil le sucedió lo mismo, pronto va a pasar”.

La FIFA había dado el OK. Pero claro, les habían ocultado el horror. “Después supimos que mientras estaba la gente de la FIFA en el estadio, varias decenas de detenidos fueron encerrados en pequeños camarines, con el fin de ocultarlos. Pero lo importante para nosotros era que el Nacional pasara la revisión”,
decía casi treinta años después el ex dirigente Fluxá, quien como única autocrítica aceptó que en el afán de ir al mundial se cometieron actos “éticamente cuestionables”. “Ahora pienso que no fue ético negar que en el Estadio Nacional había detenidos, pero en ese momento lo único que pensábamos era en llegar al Mundial de Alemania”, concluyó.

Sí, a pesar de todo el dolor, y de los reclamos soviéticos ante la FIFA (inclusive Bulgaria, Polonia y la Alemania Oriental amenazaron con boicotear el Mundial, cosa que finalmente no hicieron), Ñuñoa esperaba el repechaje para la Copa del Mundo Alemania 74. Pero...

Los soviéticos se negaron a viajar a Santiago, en un manifiesto repudio al régimen de Pinochet. Uno de los integrantes de aquel equipo soviético era el ucraniano Oleg Blokhin, quien no tiene buenos recuerdos de aquella eliminatoria: “Estuve presente en el 0-0 jugado en Moscú. Pero hablamos con el plantel y decidimos no jugar la revancha. No quisimos hacerlo porque estaba Pinochet en el gobierno. Para nosotros era peligroso viajar a Chile y le llevamos nuestra preocupación a la federación de fútbol. Al final se decidió abandonar la eliminatoria”. El Kremlin apoyó la decisión. Blokhin fue hasta 2006 diputado por el partido socialdemócrata de Ucrania a la vez que dirigió a la Selección nacional en Alemania 2006. Hoy es el técnico del FC Moscú.

La Federación de Fútbol de la Unión Soviética divulgó un comunicado para explicarle al mundo que no disputarían un match allí donde miles de supuestos opositores al régimen de Pinochet habían sido torturados y asesinados: “por consideraciones morales los deportistas soviéticos no pueden en este momento jugar en el estadio de Santiago, salpicado con la sangre de los patriotas chilenos (...) La Unión Soviética hace una resuelta protesta y declara que en las actuales condiciones, cuando la FIFA, obrando contra los dictados del sentido común, permite que los reaccionarios chilenos le lleven de la mano, tiene que negarse a participar en el partido de eliminación en suelo chileno y responsabiliza por el hecho a la administración de la FIFA”, explicaba la nota difundida a través de la agencia UPI.

Ante esta negativa, un integrante del Comité Ejecutivo de la FIFA se animó a vociferar: “Si Granatkin (presidente de la federación soviética) dice que el Estadio Nacional está ocupado con detenidos, yo saco una carta en la cual el Gobierno de Chile asegura que varios días antes del 21 de noviembre ese escenario estará a disposición del fútbol”. No les importaba nada, ni la sangre, ni la tortura, ni la muerte. La farsa debía continuar.

La noticia de la suspensión del partido llegó a la selección chilena en la medianoche previa al encuentro. El delantero Carlos Caszely hoy lo recuerda: “Esperábamos en la concentración de Juan Pinto Durán cuando nos comunicaron que los soviéticos no vendrían. Todo aquello, para quienes estábamos comprometidos con la libertad era de una tristeza terrible. Los familiares de los desaparecidos se me acercaban y me pedían: ‘Chino, tu que estarás en el estadio, por favor, averíguate si está mi hijo, o mi compañero de la universidad”.


El delantero Leonardo Véliz tiene recuerdos horribles de aquella tarde del 21 de noviembre. “Fue escalofriante. Creo que aún había rastros de lo que había acontecido en los vestuarios y fue algo muy difícil de asumir”, recordó 30 años más tarde.

Desde fines de octubre ya no quedaban detenidos bajo los graderíos del estadio. A la hora señalada, Chile y el árbitro local Rafael Hormazábal salieron al campo de juego. Era puro formalismo, para obtener el paso al mundial por descalificación de los soviéticos. La parodia se completó con una banda de Carabineros tocando el himno chileno mientras se izaba la bandera nacional.

Los jugadores de rojo –qué paradoja– sacaron del medio y trotaron torpemente pasándose la pelota ante un arco vacío. Hasta que Francisco Valdés, el Chamaco, llegó a la línea y esperó a que los fotógrafos enfocasen bien para empujarla de derecha. Tremenda payasada tenía un objetivo: Chile estaría en el Mundial Alemania ’74. Para otros, se trataba de una victoria del régimen pinochetista sobre el comunismo soviético.

Después, para entretener a las 18.000 personas que habían comprado su ticket, se improvisó un amistoso ante Santos de Brasil, que estaba en Chile. En vez de festejar la clasificación a la Copa del Mundo, se volvieron a casa con la amargura de un 0-5 humillante.

Entre el público que había ido a ver Chile-Unión Soviética estaba Mena Barrales, que volvía al estadio, ahora sin cadenas ni mordazas. “Fuimos los espectadores más ‘fanáticos’. Esperamos sentados, a la fuerza, un partido que nunca se efectuó”.
Igual, Chile tuvo que esperar hasta el 5 de enero de 1974. Ese día la FIFA aprobó su participación en la Copa.

La Selección Chilena participó en el Mundial de Alemania y se despidió sin ganar ningún partido. Tampoco consiguió victorias en sus dos participaciones siguientes, España ’82 y Francia ’98. En enero de 1998, en su hogar adoptivo de Austria, Mena Barrales esperaba la Copa del Mundo de Francia. Imaginaba viajar a Saint-Etienne para ver Chile-Austria, sus tierras queridas. Pero la muerte, la misma que esquivó bajo las tribunas del Estadio Nacional, esta vez se acordó de él. Ya no existían la Unión Soviética ni la Guerra Fría. La dictadura de Augusto Pinochet se prolongó hasta el 11 de marzo de 1990.


Artículo publicado en la revista Fox Sports, en octubre de 2008. Tomado de http://arogeraldes.blogspot.com.ar/

lunes, 24 de diciembre de 2018

La tregua de Navidad

En medio de la Primera Guerra Mundial, en las trincheras de Flandes se improvisó un partido de fútbol entre soldados enemigos que constituyó una tregua no declarada.



Por Pablo Aro Geraldes

Hace un siglo, el fútbol le regalaba a la humanidad una de sus historias más conmovedoras.

Se dio en el marco de un breve alto el fuego no oficial entre el Imperio Alemán y las tropas británicas apostadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la Navidad de 1914. La tregua comenzó el 24 de diciembre cuando los alemanes empezaron a decorar sus trincheras y luego entonaron el villancico "Stille Nacht" (Noche de paz). Los británicos respondieron con otros villancicos en inglés. Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto se encontraron en la tierra de nadie, donde intercambiaron pequeños regalos: whisky, cigarrillos, etc.

La artillería en esa región permaneció en silencio toda esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su respeto.

En medio de esa tregua no pactada en las trincheras de Flandes, se improvisó un partido de fútbol entre las fuerzas enemigas. Hay cartas que reseñan que los alemanes ganaron 3-2. Claro, el resultado fue lo de menos.



Un siglo después el presidente de la UEFA, Michel Platini, inauguró el monumento en Ploegsteert cerca del antiguo frente de batalla en Bélgica. "Quiero homenajear a los soldados que hace cien años expresaron su humanidad jugando juntos al fútbol. Ellos escribieron un capítulo en la construcción de la unidad europea y que son un ejemplo a seguir por las jóvenes generaciones de hoy", señaló.

El historiador galés Mike Dash explicó en 2011 que "hay muchas evidencias de que en aquella Navidad se jugaron varios partidos -en su mayoría entre soldados de la misma nacionalidad- pero en al menos en tres o cuatro lugares se dio entre las tropas de los ejércitos enemigos". Una carta escrita por un médico adjunto a la Rifle Brigade, publicada en The Times el 1 de enero de 1915, informó: "un partido de fútbol ... jugado entre ellos y nosotros frente a la trinchera". Entre esos partidos, se incluye uno entre el 133rd Royal Saxon Regiment frente a "tropas escocesas", como los protagonistas de esta historia. Luego se sumaron muchos elementos de ficción, cuando el poeta y escritor británico Robert Graves reconstruyó los hechos y los publicó en 1962. En su versión se da como válido el resultado 3-2 a favor de los germanos.

Otro partido se jugó en el sector de Argyll y las Sutherland Highlanders. "Ese juego se dio entre las líneas y las trincheras", según una carta publicada por el Glasgow News, y los escoceses ganaron 4-1.

Albert Wynn, lugarteniente del Royal Field Artillery escribió sobre un partido entre un equipo alemán (descripto como "Prussians and Hanovers") jugado cerca de Ypres, localidad próxima a la frontera entre Bélgica y Francia. The Lancashire Fusiliers, apostados cerca de Le Touquet, en la costa norte francesa, enfrentaron a los teutones usando una lata de ración de picadillo de carne como pelota. Para conmemorar estos partidos, la Premier League planea terminar una cancha de fútbol en Ypres.

Tomado de: Periodismo de Fútbol Internacional

sábado, 10 de noviembre de 2018

Grandes rivalidades: Boca Juniors - River Plate

El superclásico argentino

[33.jpg]

Por Pablo Aro Geraldes


Se suele decir en la Argentina que los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas y los argentinos de los barcos. Y en esa broma hay algo de verdad. En el único país (junto a Uruguay) de América Latina que tiene mayor población de origen europeo que autóctono, la mezcla de italianos, españoles, árabes, rusos, ingleses, turcos, constituyó un auténtico crisol de razas de cuya fundición surgió una identidad nacional propia, una forma de ser que en el fútbol distingue al argentino en cualquier parte del planeta: la pasión. Es una manera de vivir el fútbol que nació a finales del siglo XIX, cuando los ingleses amarraban sus buques en el puerto de Buenos Aires y se aventuraban al interior del país para trazar la red ferroviaria. Sin saberlo, en sus horas de ocio contagiaron a la gente de estas tierras el deporte que practicaban con tanto entusiasmo. Y por todo el país se organizaron clubes y equipos. En el 1901 apareció River Plate, en el humilde barrio de La Boca, junto al Río de la Plata. Una zona poblada por trabajadores portuarios de origen mayoritariamente italiano. En 1908 los riverplatenses alcanzaron la Primera División pero la rivalidad más marcada iba creciendo a nivel barrial: en 1905 un grupo de vecinos genoveses había fundado Boca Juniors. Eran años de caballerosidad, propios de los tiempos románticos de una nación que forjaba su destino a un ritmo vertiginoso.

Como destino de todo país del llamado Tercer Mundo, el progreso devino en ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. Y salvando las distancias y con los riesgos y vicios de toda generalización, las clases más acomodadas se fueron identificando con River y los más necesitados tomaron los colores boquenses. Era una rivalidad que trascendía al barrio de La Boca; se había extendido ya por toda Buenos Aires y se conocía en toda la Argentina. Con el ascenso de Boca, llegó el primer choque. Fue el 24 de agosto de 1913 y el calor de la gente no podía estar ausente. Tras la victoria de River ambas hinchadas se trenzaron a golpes y el fuego consumió una bandera de Boca. Ese violento bautismo marcó para siempre la rivalidad. Quien ganara el clásico sería el “dueño” del barrio y algo más.

Pero en 1919 el fútbol nacional se partió en dos y Boca se quedó en la “Asociación Argentina” y River en la “Asociación Amateurs”. Siguieron siete años sin el derby hasta que el 4 de diciembre de 1927 volvieron a chocar. Ganó Boca, como lo seguiría haciendo sobre el final del amateurismo y al principio de la era profesional, que comenzó en 1931. La paternidad se acentuaba, pero el profesionalismo le permitió a River reforzarse y consiguió el pase de Bernabé Ferreyra, el goleador del momento. El alto costo de la transacción le impuso a los riverplatense el mote de “millonarios”. Además, el club se había mudado al elegante Barrio Norte, una zona donde se levantaron las mansiones de los acaudalados de Buenos Aires. Boca, fiel al barrio que lo vio nacer, seguía cerca del puerto, una zona que se inunda rápidamente con las crecidas del Río de la Plata. Los rivales le impusieron a Boca el apodo de “bosteros”, por los desbordes de las cloacas. Lejos de ofenderse, los boquenses lo adoptaron con orgullo y lo conservan. Igual, la broma preferida de los visitantes a La Bombonera es ir al partido con un barbijo. O como hizo durante años Ángel Labruna, quien como jugador, técnico y emblema de River ingresaba a la cancha apretándose su nariz.

El atajo a la gloria

En la historia de Boca y de River hubo jugadores geniales, únicos. Citar a Diego Maradona y Daniel Passarella es una pequeña muestra de los nombres que desfilaron por ambos clubes y se ganaron la admiración de los hinchas. Pero hay otros, cuya trayectoria no fue tan brillante, que se subieron al podio de los favoritos a fuerza de sus actuaciones en el clásico. Labruna fue el gran verdugo de Boca durante los años 40 y 50, y con sus 16 goles se convirtió en el máximo anotador de la historia del “clásico de los clásicos”, como lo bautizó un relator. Pero Boca tuvo un vengador venido del Brasil, Paulo Valentim. Cuando llegó en 1960, Alberto Armando, presidente de Boca, le pidió: “usted hágale goles a River; de los otros partidos no se preocupe”, y el hombre le hizo caso: enfrentó ocho veces a River y le metió 10 goles. Se fue en 1964, pero quedó en la memoria de todos los boquenses. La idolatría se había transformado en canción: “Tim, Tim, Tim... gol de Valentim”, entonaba La Bombonera.

Pero no sólo los goles reservan un lugar en el podio de los corazones de los aficionados de uno y otro equipo. La fidelidad a una camiseta fue siempre reconocida, como le ocurrió a Reinaldo Merlo quien en 35 ocasiones se calzó la banda roja para enfrentar a Boca (1969/84). El xeneize con más clásicos fue Silvio Marzolini con 29 partidos (1960/72). El mismo récord de clásicos lo alcanzó el genial arquero Hugo Gatti, pero repartido entre los dos clubes: 7 en River y 22 en Boca, a lo largo de sus 25 años ininterrumpidos en Primera. Curiosamente Gatti fue querido por todas las hinchadas, pero en la mayoría de los casos, los “traidores” sufren las mismas consecuencias que padeció Figo en su visita a Barcelona con los colores del Real Madrid. Otros casos de grandes jugadores que representaron a los dos clubes más poderosos de la Argentina fueron José Manuel Moreno, Alfredo Rojas, Carlos Morete, Oscar Trossero, Alberto Tarantini, Ricardo Gareca, Oscar Ruggeri, Carlos Tapia, Julio Olarticoechea, Gabriel Batistuta y Claudio Caniggia.

En el siglo XXI


Los clásicos se acumulaban por decenas y las supremacías se alternaban. Todo es motivo de discusión entre River y Boca: la cantidad de convocados a la selección, el tamaño de sus estadios, la fidelidad de sus hinchas, las pintadas de los paredones, el tamaño de las banderas... Es que Boca-River no se vive sólo en la cancha: faltando una semana para el encuentro todo el país habla del partido. Los diarios lo palpitan en sus páginas, los bohemios lo imaginan en las mesas de los bares, los chicos lo sueñan en el colegio y en cada puesto de trabajo se apuesta por el resultado. Hace décadas que este clásico trasciende a Buenos Aires, tanto como que los hinchas de uno y otro están por todo el país. Los de Boca se autodenominan “la mitad más uno”, los de River suman títulos y se autoproclaman “el campeón del siglo”. Y se juega un duelo de ingenio. Cuando River en los años '60 perdió la final de la Copa Libertadores, los de Boca comenzaron a llamarlos “gallinas”. Los de River adoptaron el sobrenombre y responden con imágenes de un cerdo vestido de azul y amarillo. Cuando en 1996 River viajó a Tokio para disputar la Copa Intercontinental, los boquenses agotaron en las tiendas deportivas todas las camisetas de Juventus, su adversario de turno. Lo mismo pasó en el 2000 con las del Real Madrid, compradas por los de River. Entre ellos no existe “el orgullo nacional”. No importa contra qué país se compita, el de Boca quiere una derrota de River y viceversa.

Y cuando llega el encuentro nadie quiere perdérselo. En el único partido argentino en el que se recauda más de un millón de dólares, no importan los vaivenes de la economía nacional y aunque el precio de las entradas se duplica, se agotan. Tampoco importa el maltrato de la policía y los hinchas harán colas desde la madrugada para reservarse su lugar. El derby también bate récords de abonos a la TV codificada (pay per view). Si las tribunas están llenas, los sectores de prensa también: no sólo estarán los medios de toda la Argentina, también habrá periodistas de Europa, Japón, los Estados Unidos y toda Suramérica.


Gol de Martín Palermo a River Plate por los cuartos de final de la Copa Libertadores del año 2000.

La pasión atrapa a todos: los técnicos hacen declaraciones victoriosas, los diputados suspenden sus sesiones, las revistas se agotan... No importa que se juegue por el campeonato local, la Copa Libertadores o un torneo veraniego, todos quieren ganar. Lamentablemente este fervor a veces se traduce en violencia, ya sea por las tristemente conocidas “barras bravas” o por los cantos xenófobos hacia los inmigrantes paraguayos y bolivianos, en su mayoría identificados con Boca.

De padres e hijos

Existe una forma argentina de bromear: la “cargada”. Tras cada partido aparecen los chistes. De regreso al trabajo o a la escuela, el perdedor debe soportar las burlas de sus amigos. Una modalidad que tomo fuerza en la última década fue la de los afiches callejeros. Cuando River sumó su 29º título local, Buenos Aires amaneció empapelada con carteles con la bandera y la leyenda “Gracias por otra alegría”. Pero el 2000 fue el año de Boca y sus hinchas disfrutaron tanto sus victorias como la impotencia de sus “primos”. Ante la avalancha de triunfos boquenses, los de River no disimulaban su malestar y un hincha anónimo mandó a imprimir afiches en los que se veía una gallina recostada en un diván de psicólogo. Nada resumía mejor los estados de ánimo. El 17 de diciembre Boca ganó un nuevo campeonato y la dedicatoria fue al histórico rival: “Ya se acerca Nochebuena / Ya se acerca Navidad / Para todas las gallinas... el regalo de Papá”. La paternidad siempre fue motivo de cargadas. Hoy, el historial dice que de alrededor de 170 partidos, Boca ganó siete más que River. Pero cada década la tendencia se revierte y todos saben que el fútbol siempre da revancha. Eso sí, lo peor que le puede pasar a un hincha de Boca es que su hijo se identifique con River, lo mismo a la inversa. Por eso es una costumbre asociar al bebé antes de que deje el hospital donde acaba de nacer. Así saldrá al mundo con su carnet para que en su adultez pueda decir con orgullo: “soy hincha desde la cuna”.

Bienvenidos a la fiesta

El estadio Munumental (donde se disputó la final del Mundial '78) es la casa de River; una obra imponente enclavada en Núñez, un barrio residencial de clase alta. A pocos kilómetros, La Bombonera es una caja de resonancia en la que se siente como en ningún otro lado la presión de los hinchas. Por las humildes y pintorescas calles de sus alrededores ya se respira el ambiente del fútbol. Cada cancha tiene su secreto. En River esa majestuosa inmensidad que intimida a los rivales, en Boca esa sensación de que el público viste la camiseta número 12.

Desde un satélite que orbite la Tierra sería muy fácil distinguir cuándo se enfrentan Boca y River: Buenos Aires, la gran capital con sus 11 millones de habitantes, va deteniendo su ritmo febril, se aletarga, se enmudece. Todo el calor, el sonido y el color queda reducido a un punto, que según el fixture estará en Núñez o La Boca. Y después de 90 minutos de juego, ese calor y ese sonido invadirán las calles de Buenos Aires y de cada pueblo y ciudad de la Argentina, pero sólo un par de colores adornarán la fiesta. Será todo azul y amarillo o todo blanco y rojo, allí se terminará el arco iris del fútbol. Hasta el próximo clásico.

Versión en español del artículo publicado en la revista FIFA Magazine, en febrero de 2001. Tomado de: http://arogeraldes.blogspot.com/

martes, 12 de mayo de 2015

El primer Alemania-España

El 12 de mayo de 1935 se enfrentaron por primera vez Alemania y España. Una historia de fútbol, nazis y republicanos



Por Pablo Aro Geraldes

Hace 80 años, 74 mil germanos abarrotaron las tribunas del Müngersdorfer Stadion, de Köln (Colonia) para ver a la Nationalmannschaft frente al seleccionado de España, que llegaba luego de una gran actuación en la Copa Mundial de 1934 y con estrellas vascas de renombre continental como Jacinto Quincoces, Leonardo Cilaurren, José Muguerza, José Iraragorri, Luis Regueiro o Isidro Lángara.

La gala de lujo tuvo también a un árbitro de renombre: el belga Jan Langenus, el mismo que en 1930 había dirigido en Montevideo la final de la primera Copa del Mundo, entre uruguayos y argentinos.

Las entradas llevaban varios días agotadas y el partido se dio en un clima de "nacionalismo desbordado", como lo describe el diario La Vanguardia. Se concedía una importancia sensacional a esta lucha. Todo el estadio estaba rematado de banderas con la cruz esvástica.

Para entenderlo, hay que retroceder 80 años: se trataba de la Alemania del III Reich contra la II República Española. La Alemania de Adolf Hitler, que ya prendía alarmas en Europa, vs. la España republicana y democrática que un año después sufriría el estallido de la Guerra Civil.


Entre las autoridades presentes estaba Bernhard Rust, ministro de Educación del III Reich, responsable de las purgas de judíos en la Universidad, junto al alcalde de Colonia, Günter Riesen, quien desplazó a Konrad Adenauer (años después canciller de la República Federal de Alemania). En representación de la visita fue el embajador en Berlín, Francisco Agramonte y Cortijo.

Cuando ingresó la selección española, los alemanes hicieron un pasillo con el brazo derecho en alto, el típico saludo nazi.

Alemania tenía un equipo poderoso y de entrada hizo sentir la presión sobre el arco de Eizaguirre. A los 11 minutos se abrió el marcador, como lo contaba el periódico La Vanguardia: "Bender pasa a Conen, éste lo cruza al ala derecha, al mismo tiempo que avanza sobre nuestra puerta. Lehner centra después de deshacerse de Zabalo. Quincoces falla al intentar el despeje y Conen se hace con la pelota y, sin pararla, envía un impotente tiro cruzado que, después de dar en el larguero, llega hasta la red en forma imparable. El entusiasmo de jugadores y público alemanes se desborda".

Los de rojo no se achicaron y aguantaron los embates germanos. De la misma crónica de La Vanguardia, el relato del empate español, a los 28 minutos: "En los terrenos de nuestra defensa, Iraragorri se hace con el balón y cede a Luis Regueiro. Este, en una de sus clásicas fintas, avanza rápido y cede excelentemente a Vantolrá. El extremo catalán recoge la pelota y, sin pararla, la cede en bien medido centro a Lángara. Cuando éste se dispone a rematar, es cargado violentamente por un defensa alemán, que produce la caída del jugador asturiano. Pero Lángara, en el suelo, en dificilísima posición, lanza un tiro rápido y bien dirigido, que se cuela por entre los palos del marco alemán sin que Buchloh pueda evitarlo".

Sobre el filo del pitazo final del primer tiempo, llegó el segundo gol visitante: "Se inicia la jugada en Lecue, que pasa a Gorostiza; éste, en gran escapada, se interna, y en lugar de enviar un tiro que hubiera sido difícilmente producido, centró la pelota con tiro largo, que recogió Vantolrá de cabeza, para ponerla al alcance de Lángara. La rapidez con la que hicieron esos cambios desconcertó a los zagueros alemanes que se descolocaron y dejaron solo a Lángara, que, a bocajarro, lanzó un enérgico y cruzado disparo fuera del alcance de guardameta alemán".

El público terminó aplaudiendo a los vencedores, a quien la prensa llamaba "los rojos", mucho antes de ser "La Roja".

El Berliner Tageblatt analizó el triunfo de Lángara y sus compañeros: "Los españoles, los cuales no hemos de olvidar que son profesionales, se revelaron como estupendos artistas en el manejo de la pelota, y lucharon con un temperamento del que sólo los meridionales son capaces".

En el sitio valenciano Plaza Deportiva, Álvaro González resumió la suerte que corrieron varios de los protagonistas de aquel primer Alemania-España cuando la sangre corrió por Europa: "El defensa Paul Janes hizo la guerra en la marina nazi, después se ganó la vida como entrenador. Ernst Lehner llegó a ser soldado, aunque se licenció en mitad de la guerra para seguir siendo futbolista. El resto del once siguió jugando durante el conflicto mundial.

De España, Gorostiza, al principio de la Guerra Civil Española estuvo a las órdenes del Gobierno de Euskadi, pero cuando cayó Bilbao, cambió de bando y se unió a los voluntarios requetés carlistas. El autor de los dos goles, Lángara, luchó en el bando republicano y se exilió en Argentina y México. Cilaurren también se exilió en América y llegó a jugar en el River Plate. Muguerza se instaló en México. También a México fue Luis Regueiro, donde su hijo llegó a jugar con la selección. Idéntico caso que el de su compañero Martín Vantolrá, cuyo hijo fue también internacional con la selección azteca y disputó el Mundial del 70".

La historia de los jugadores vascos continuó en el exilio con la Euskal Selekzioa, que recorrió Europa y América denunciando la sangrienta alianza entre Francisco Franco y Adolf Hitler, que antes de que estallara la II Guerra Mundial "ensayaron" un bombardeo aéreo sobre la población civil de Gernika. Aquel equipo se incorporó al campeonato mexicano 1938/39 y recomiendo ver el documental "Euzkadi, un equipo de hermanos", de Enrique Ballesteros, haciendo click aquí.

Alemania: Fritz Buchloh - Paul Janes, Willy Busch - Rudolf Gramlich, Reinhold Münzenberg, Jakob Bender - Ernst Lehner, Karl Hohmann, Edmun Conen, Josef Rasselnberg, Josef Fath. Entrenador: Otto Nerz

España: Guillermo Eizaguirre - Ramón Zabalo, Jacinto Quincoces - Leonardo Cilaurren, José Muguerza, Simón Lecue - Martín Vantolrá, José Iraragorri, Isidro Lángara, Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza. Entrenador: Amadeo García Salazar

A los 54 minutos España introdujo dos modificaciones: Pedro Regueiro reemplazó a Lecue y Pedro Areso a Quincoces.

Goles: Conen (11'), Lángara (28'), Lángara (45').

miércoles, 18 de junio de 2014

Rachid Mekhloufi, héroe de Argelia


Por Pablo Aro Geraldes

Argelia era una colonia francesa del norte de África cuando allí nació Rachid Mekhloufi. En la década del 50 brilló en equipos galos, principalmente en el Saint-Étienne.

Sus grandes actuaciones fueron premiadas con la convocatoria a la Selección Francesa para el Mundial de Suecia 58, en el que los galos, con Raymond Kopa y Just Fontaine llegaban como grandes favoritos junto a Brasil.

Ya entonces, su tierra natal libraba la guerra de independencia, por lo que Mekhloufi entendió que debía aprovechar su fama para llamar la atención sobre la situación de su país. Así, el 11 de abril de 1958, encontrándose concentrado con la selección, desapareció junto a su compañero, Zitouni, considerado el mejor defensor del fútbol francés. Las sospechas saltaron de inmediato: ambos eran argelinos. Dos días después se formaba el equipo del Frente Nacional de Liberación argelino, en el que Mekhloufi y Zitouni eran las principales estrellas.

Francia se interpuso ante la FIFA para que el conjunto no fuera reconocido, pero de todas formas, “Los 11 de la Independencia” (como se los llamó) recorrieron Europa, Asia y África, jugando amistosos y haciendo visible la lucha de Argelia ante Francia. Eran una selección sin país.

Pero el 5 de julio de 1962 los argelinos lograron la independencia después de 132 años de dominio francés. Al año siguiente, el equipo de Mekhloufi se convirtió en la “Selección Nacional de Argelia”.

“Me hubiera encantado jugar la Copa del Mundo, pero no era nada comparado con la independencia de mi país”, reconoció años después. Volvió a jugar en Francia donde al principio fue abucheado, pero reconquistó el cariño del Saint-Etienne con goles. Fue el artífice del ascenso a Primera y en la temporada siguiente fue campeón de Liga, para acrecentar más aun su leyenda.

Mekhloufi... un rebelde con causa.

Tomado de Periodismo de Fútbol Internacional

lunes, 4 de junio de 2012

El Mundial de los pueblos y naciones no aceptados en la FIFA

VIVA World Cup Kurdistán 2012: El "Mundial" de los pueblos y naciones no aceptados en la FIFA.


Por Pablo Aro Geraldes

Desde este lunes 4 hasta el 9 de junio se disputará en Arbil, territorio kurdo dentro de Irak, la 5ta VIVA World Cup, el campeonato creado para que los países, naciones y territorios no reconocidos por la FIFA puedan competir en un marco organizado.

La entidad promotora es la NF Board (Junta de Nuevas Federaciones, pero más conocida como No-FIFA Board), una ONG con sede en Bruselas, Bélgica, y que hoy agrupa a 32 federaciones por fuera de la gran casa del fútbol que preside Joseph Blatter.

Esta edición tendrá a nueve participantes: Kurdistán, Provence, Occitania y el debut de Chipre del Norte, Zanzíbar, el Sahara Occidental, Recia, Tamil Eelam y Darfur. Estarán ausentes Laponia, primer campeón, y Padania, que ganó las tres restantes.

La mayoría de los partidos se jugarán en el estadio Franso Hariri, con capacidad para 28.000 espectadores. Solamente habrá acción por un partido en el Ararat Stadium de la ciudad de Salahaddin (Sahara Occidental - Occitania) y en el Sulaymani Stadium de Sulaymani (Kurdistán - Occitania).

Un poco sobre estos pueblos y naciones:

KURDISTÁN: es una región sin acceso al mar situada en el occidente de Asia, al norte de Oriente Medio y al sur de Transcaucasia. El territorio reclamado históricamente por el pueblo kurdo, la etnia sin estado que lo habita, actualmente se encuentra dividido en cuatro zonas cuya soberanía corresponde a Turquía, Irak, Irán y Siria, respectivamente. La Kurdistán Football Association tiene su sede en Erbil, dentro de la región kurda de Irak.

SAHARA OCCIDENTAL: región cuya soberanía es disputada entre Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD; en árabe الجمهورية العربية الصحراوية الديمقراطية, conocida también como Sahara Occidental, aunque son conceptos distintos). Esta última es una nación sin estado formada por la antigua provincia española del Sahara Español que fue anexada en 1976 por Marruecos y Mauritania y completamente anexada por Marruecos en agosto de 1979, al retirarse Mauritania de la zona que ocupaba. La República Saharaui ha sido reconocida por 54 estados según el Parlamento Europeo. Este número sube a más de 80 para el Frente Polisario, el movimiento de liberación nacional que lucha para acabar con la ocupación de Marruecos.

OCCITANIA: presenta un equipo compuesto por jugadores que hablan la medieval lengua de Oc, en el sur de Francia. En esta región el fútbol está regido por la Associacion Occitana de Fotbòl, cuyas oficinas se ubican en Montepellier, Francia.

ZANZÍBAR: su nombre probablemente derive del persa زنگبار zangi-bar, que significa ‘Costa de los negros’. Comprende un par de islas alejadas a la costa este de África llamadas Unguja o Zanzíbar (1.554 km²) y Pemba. Ellas, junto con la isla Mafia algunas veces suelen ser llamadas las islas de las especias, aunque el término es más frecuentemente asociado a las islas Molucas. Unida a Tanganika dio forma a Tanzania (Tan, de Tanganika, y Zan, de Zanzíbar).

RAECIA: fue una provincia romana (en latín Rætia o Rhætia). Su extensión era desde el Lago de Constanza hasta el río Eno y fue dividida en dos partes desde el siglo IV: Rætia prima (parte del sur) y Rætia secunda (parte del norte). Su capital era Augusta Vindelicorum, la actual Augsburgo (Alemania).

TAMIL EELAM: es el nombre asignado por los nacionalistas tamiles al estado a constituir en el Norte y Este de la isla de Ceilán (Sri Lanka). Hasta mayo de 2009, cuando fueron derrotados por las fuerzas gubernamentales, la guerrilla tamil dominaba gran parte de estos territorios y se había organizado como un estado de facto, aunque no reconocido internacionalmente.

CHIPRE DEL NORTE: la República Turca del Norte de Chipre (RTNC) (en turco: Kuzey Kıbrıs Türk Cumhuriyeti: KKTC) es un estado de facto, que controla el tercio norte de la isla de Chipre. Su capital es Nicosia, (denominada Lefkoşa), capitalidad que comparte con la República de Chipre.

Turquía es el único país que la reconoce; todos los demás gobiernos y las Naciones Unidas reconocen la soberanía de la República de Chipre sobre toda la isla. La Organización de la Conferencia Islámica reconoce a la República Turca del Norte de Chipre como un estado constituyente, bajo el nombre de Estado Turco Chipriota. Leé la nota "Fútbol por la paz en Chipre".

DARFUR: es una región situada en el Sudán occidental, que limita con la República Centroafricana, Chad, Sudán del Sur y Libia. Está dividida en tres estados federados dentro de Sudán: Gharb Darfur (Darfur Occidental), Janub Darfur (Darfur Meridional) y Shamal Darfur (Darfur Septentrional). El conflicto de Darfur entre los Yanyauid y los africanos negros de la región ha derivado en la limpieza étnica de miles de personas y el desplazamiento forzoso de varios millones.

El 1 de agosto de 2007, Sudán y las Naciones Unidas llegaron a un acuerdo para desplegar unos 26.000 efectivos para controlar la situación en la región. Su nombre, en árabe دار فور, significa "hogar de los fur".

PROVENZA: antigua provincia del sudeste de Francia que se extiende al este del Ródano hasta la ciudad de Nice, comprende los actuales departamentos de Alpes-de-Haute-Provence, Var, Bouches-du-Rhône y partes de los departamentos de Vaucluse y Alpes-Maritimes. Provenza limita al este con Italia, al sur con el mar Mediterráneo, al oeste con el río Ródano y al norte con el monte Ventoux, las montañas de Lure y el curso alto del río Durance. En francés se llama "Provence" y en provenzal "Provença" o "Prouvènço". La Fédération Provençale de Football se encuentra en Marsella.

lunes, 23 de enero de 2012

Matthias Sindelar, la dignidad primero

Elegido ‘Futbolista Austríaco del Siglo XX’, su legado va mucho más lejos de la maravillosa selección que comandó: fue un canto a la dignidad


Por Pablo Aro Geraldes
Periodismo de fútbol internacional


Austria quedaba más lejos de Uruguay en 1930 y, como otros países europeos, decidió no acudir al primer Campeonato Mundial. Sobran crónicas que lo señalan como el mejor fútbol de entonces. La Selección guiada por Hugo Meisl era llamada Wunderteam, el equipo maravilla. En su estilo fino y coordinado, comparado con una orquesta vienesa, se destacaba un largo y desgarbado violinista: Matthias Sindelar.

Era tan flaco y alto que parecía quebrarse, su imagen débil le valió el apodo de Papierene, el hombre de papel. Pero su fragilidad no importaba cuando paseaba la pelota junto a su pie derecho.

Había nacido el 8 de febrero de 1903 en Kozlov, una aldea morava que pertenecía al Imperio Austro-Húngaro. Único hijo varón entre tres hermanas, tuvo su mejor amigo en un balón que hacía correr por las calles de Viena, donde no pasó desapercibido… A los 15 años empezó a vestir la casaca del Hertha y a los 20 ya era la figura del gran FK Austria, con el que ganó tres copas nacionales en los primeros tres años. En el club, ligado a la comunidad judía de Viena, conoció a su mujer, Camila Castagnola, hija de judíos italianos.

En 1926 debutó en la Selección, donde empezó a deslumbrar a Europa. En 1931 fue el summum: Austria humilló a Escocia 5-0 en Glasgow. Para el Mundial de 1934, el Wunderteam era candidato al título mundial, pero tuvo un escollo mayor que la gran Selección Italiana en semifinales. Varios testigos aseguraron que el régimen fascista de Roma había amenazado a los árbitros, y el gol de Guaita fue el único que figuró en el score. Los dos de Sindelar no fueron cobrados por offsides. Mal sancionados, claro.

Los sueños del equipo austríaco debían esperar cuatro años, hasta el Mundial Francia ‘38. Pero no pudo ser. En marzo de ese año, el III Reich invadió Austria y en abril hubo un referéndum entre la población: el 99,73 % de los austríacos estuvo de acuerdo con la anexión. Claro, en la papeleta se debía poner una cruz en un gran casillero que decía SÍ o en uno más pequeño el NO… ¿Manipulación? Eso no era nada, se debía votar delante de los oficiales de la SS y entregarles la boleta en la mano. Austria se convirtió en la provincia de Ostmark. Ya no era un país, no podía jugar el Mundial.

Para Hitler, tal como pretendió hacerlo con los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, una victoria germana sería una gran propaganda para su delirio de la ‘raza superior’. Como los mejores futbolistas eran los austríacos, podía echar mano a ellos. Ahora, Alemania era la favorita para el Mundial. Pero Sindelar, de 35 años, alegó una lesión para no ponerse la camiseta con la cruz swastika ni hacer el repugnante saludo nazi.

Antes de la copa, el Führer organizó un ‘amistoso’ para celebrar el Anschluß, la ‘unificación’: Alemania (con los mejores jugadores del Wunderteam) contra Austria. Sindelar se curó de golpe para vestir la casaca de su país, aun en condiciones desiguales. Sabía que si Austria ganaba ante los ojos de Hitler, estaría en problemas. Pero a veces el hombre prefiere ser leal a su corazón: el viejo Matthias jugó el mejor partido de su vida y marcó los dos goles ante la escuadra nazi.

Lo ‘invitaron’ nuevamente a jugar el Mundial para Alemania, pero se negó. Entró a las listas negras. Nausch, el capitán de Austria, logró huir a Suiza junto a su esposa judía. Sindelar y su mujer no pudieron. Ya no lo dejaron jugar, tampoco andar por la calle… Los nazis ofrecieron recompensa a quien los delatara. Tuvieron que esconderse. La persecución se hizo feroz, insoportable. Los judíos encarcelados eran llevados a campos de concentración; el futuro era negro.

Todo se hubiera 'resuelto' poniéndose la camiseta alemana, pero el deseo de ser digno fue más fuerte. El holocausto estaba por comenzar, pero él no lo iba a conocer. Era 23 de enero de 1939; sabía que girando la llave del gas no podía impedir el tremendo horror que se venía. Pero ya no iban a sufrir. Cuando la policía nazi encontró los dos cuerpos, prohibió todo tipo de manifestaciones: 40 mil vieneses desafiaron al terror y acompañaron a Sindelar y a Camila hasta el cementerio. El correo colapsó ante los miles de telegramas de condolencia que llegaron desde toda Europa.

Como pudo, de un modo triste y sin retorno, el mejor jugador del mundo le hizo una gambeta al horror y a la locura de Hitler.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Recordando el 19 de diciembre de 1971

Por Pablo Aro Geraldes
Periodismo de fútbol internacional

Hace 40 años, el 19 de diciembre de 1971, el estadio Monumental de Núñez fue protagonista de la apasionante semifinal del Torneo Nacional entre los dos grandes de Rosario: Central y Newell's. Los canallas vencieron 1-0 con un legendario gol de palomita de Aldo Pedro Poy.


Tres días después, Rosario Central vencía 2-1 a San Lorenzo en el Parque Independencia y conquistaba el primer título de AFA de su historia, pero en el corazón de los hinchas la victoria en aquella semifinal contra el clásico y eterno rival sería el momento más recordado. Inolvidable. La fecha histórica del 19 de diciembre de 1971 inspiró al genial Roberto Fontanarrosa, canalla de alma, a titular uno de sus cuentos más brillantes.

Es una ficción que gira en torno al partido real. Trata la historia del viejo Casale, quien nunca en su vida había visto perder a Central en un clásico contra Newell's Old Boys. Ante la importancia del partido, un grupo de amigos del hijo de Casale decide invitarlo a viajar a Buenos Aires con ellos. Los muchachos estaban seguros que Casale era un talismán, pero el viejo se niega a acompañarlos alegando una enfermedad del corazón. Ante esta negativa, la barra de amigos centralistas decide planear un secuestro y llevar engañado a Casale al Monumental.

Lo que sigue es tan desopilante como el comienzo. Pero ningún resumen se acercará a la narración gloriosa del Negro Fontanarrosa. En su página web se puede leer el cuento completo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Por una Eurocopa sin prostitución

Femen, movimiento feminista ucraniano, protestó en la ceremonia de inicio de la cuenta regresiva para la Eurocopa de fútbol 2012.


Por Pablo Aro Geraldes

Fotos de Sergei Supinsky (AFP)


Una activista del movimiento feminista ucraniano Femen exhibe una enorme tarjeta roja mientras posa en topless con un mensaje escrito en su espalda: "Euro 2012 sin prostitución". La protesta llamó la atención de todos los medios justamente cuando se ponía en marcha en Kiev la cuenta regresiva a un año del comienzo del torneo que organizan Ucrania y Polonia en forma conjunta.

Aunque agentes de seguridad la desalojaron de la ceremonia, ella siguió firme con su postura y desvió la atención que debía centrarse en el reloj que empezó a descontar los 365 días que faltan para el puntapié inicial, el 8 de junio de 2012.


Anteriormente, la misma agrupación ya había realizado manifestaciones con el lema "Україна не ъордель" ("Ucrania no es un burdel"). Con la Eurocopa cada vez más cerca, las chicas de Femen están empeñadas en que el país "no sea visto como un punto de acceso a la prostitución" por los miles de visitantes europeos que acudirán al máximo certamen continental de selecciones. Y desafiaron los 5 grados bajo cero del invierno de Kiev con un llamativo topless colectivo y la consigna "Una Eurocopa sin prostitución".

martes, 22 de marzo de 2011

Al Saadi Khadafi es futbolero y de Boca


Por Pablo Aro Geraldes

Al Saadi Khadafi, tercer hijo del líder libio Muhammar Khadafi, fue futbolista, presidente de la Federación de Fútbol de Libia y actualmente comanda las fuerzas especiales que resisten la rebelión en su país. Con fuertes lazos con Diego Maradona (estuvo en su casamiento en Trípoli) y Carlos Bilardo (dirigió a la Selección Libia) no oculta su amor por Boca Juniors, aunque sea con una camiseta de básquet.

Periodismo de fútbol internacional

sábado, 1 de mayo de 2010

MAREC: Una historia detrás de un nombre

Por Pablo Aro Geraldes
http://www.arogeraldes.com


Un post para saludar a todos los trabajadores en su día.

Стефан Димитров Тодоров (Stefan Dimitrov Todorov) fue un héroe del Partido Comunista Búlgaro, más conocido como Станке Димитров (Stanke Dimitrov) pero mucho más por su apodo de Марек (Marec, o Marek como suelen escribirlo).

Nacido el 5 de febrero de 1889 en Dupnitsa, su vida se distinguió por sus actividades políticas contrarias al fascismo que asoló Europa en el segundo cuarto del siglo pasado.

Su ideología se explica descifrando su sobrenombre: M.A.R.E.C. significa Marxista – Antifascista – Revolucionario – Emigrante – Comunista.

Desde 1947 el deporte le rinde homenaje a través del club MAREC de Dupnitsa, de la máxima categoría del fútbol búlgaro. Ya había sido fundado en 1919 como Slavia y había sufrido nueve cambios de nombre hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Juega en el Estadio Bonchuk, de Dupnitsa, y viste camiseta roja, pantalón blanco y medias azules.


La fidelidad de sus hinchas es reconocida en toda Bulgaria: los rivales llaman a Dupnitsa “la ciudad sobre ruedas”, ya que son miles los seguidores del MAREC que acompañan al equipo por todo el país. La ciudad, hasta el final de la época comunista se llamó, justamente, Stanke Dimitrov.

Sin un gran historial para contar, su gente se enorgullece de estar desde la temporada 2001/02 en la máxima división búlgara, o de haber participado en varias ediciones de la Copa Intertoto.

Equipo de mitad de tabla, el MAREC seguirá rindiendo un silencioso homenaje al hombre que luchó contra la entrada del nazismo en su país. Después de esta recordación, serán muchos más quienes echen un vistazo a la tabla de posiciones de Bulgaria para ver cómo marcha este cuadro o los que, a la distancia, se suban a las ruedas de Dupnitsa para hinchar por el MAREC donde quiera que juegue.

Publicado originalmente el 1ro. de mayo de 2007

lunes, 8 de marzo de 2010

Cine y fútbol: "El secreto de sus ojos"

Por Pablo Aro Geraldes

"El secreto de sus ojos", la película argentina que esta noche ganó el Oscar al mejor film en lengua no inglesa, tiene una escena memorable, rodada en el estadio de Huracán, en Buenos Aires:


La película dirigida por Juan José Campanella sobre guión de Eduardo Sacheri es una obra maestra del cine y esta escena demuestra una calidad digna de las mejores tomas de Hollywood: el plano secuencia es impecable. El detalle de las vestimentas de los jugadores (a mediados de los '70) y hasta el relato de José María Muñoz en una imitación impecable de Jorge Troiani.

"El tipo puede cambiar de todo, de cara, de casa de familia, de novia, de religión, de Dios, pero hay una cosa que no puede cambiar: no puede cambiar de pasión", le dice Sandoval, el personaje que encarna Guillermo Francella, a Benjamín Espósito (Ricardo Darín), cuando piensan la forma de dar con un asesino. Allí es cuando saben de su afición por Racing y deciden buscarlo en la tribuna, entre los hinchas en un partido entre Huracán y La Academia.

Imperdible.

lunes, 18 de enero de 2010

Haití duele

Por Pablo Aro Geraldes
http://arogeraldes.blogspot.com/

[estadioHaiti.jpg]

El fútbol puede esperar. El estadio Sylvio Cator de Port-au-Prince hoy se transformó en un campo de refugiados. El tremendo dolor del pueblo haitiano necesita de la ayuda del mundo entero. Y el mundo del fútbol también puede hacer su aporte, en medio de los millones que giran a su alrededor.

El Presidente de la FIFA, Joseph Blatter, envió una carta de apoyo al presidente la Federación de Haitiana de Fútbol, después del terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter que el 12 de enero asoló la isla caribeña de La Española, y con el epicentro a quince kilómetros de la capital, Port-au-Prince.

"Las informaciones que nos llegan dan parte de una gran desolación en Port-au-Prince y sus alrededores, sin que nos sea posible saber hasta qué punto la comunidad del fútbol haitiano que usted representa se ha visto afectada", afirma Blatter en la nota remitida a Yves Jean-Bart, presidente de la FHF.

El seleccionador nacional de Haití, el colombiano Jairo Ríos, se salvó debido a que iba a viajar un día después para empezar sus trabajos con la Federación.

El técnico está en Estados Unidos a la espera de saber qué ocurrió con los dirigentes de la FHF. En declaraciones periodísticas Ríos expresó su voluntad de ir a "ayudar" a las personas damnificadas. "Yo iba a viajar este jueves. Estábamos pendientes de los pasajes para mí y el preparador físico Gustavo Chaverra, que iba a viajar desde Medellín. Nos íbamos a encontrar en la República Dominicana", contó el entrenador.

[JairoRios.jpg]

¿Y los jugadores? El DT no tiene conocimiento sobre si sus jugadores están con vida: "No sé nada, la mayoría de los jugadores estaban de vacaciones, en sus hogares, no sé si están vivos o muertos", señaló en diálogo con el diario hondureño Diez.

"Hablé con el hijo del presidente de la FHF, que está en Miami, su mamá le comentó que el edificio donde estaban reunidos se derrumbó y que se encontraban bajo escombros, sacaron al presidente Jean-Bart y lo llevaron al hospital, pero no sabemos nada", añadió.

Judelin Aveska, el defensor haitiano que juega en Independiente Rivadavia (Mendoza, Argentina) habló con su familia y certificó que están a salvo del sismo.

"A veces no me explico cómo un país tan pobre que le falta de todo recibe tanto, pero tanto castigo de la naturaleza, tanto golpe, no sé, no lo alcanzo a comprender, lo único bueno es que han tenido el espaldarazo total de toda la comunidad internacional, ojalá los recursos se canalicen bien para ayudar a la gente que más lo necesita. Veremos qué ayuda recibimos de la FIFA también", relató el técnico Ríos.

El presidente de la FIFA asegura en su misiva que la FIFA "está, de todo corazón, con el pueblo haitiano en estos momentos de dolor". "Nuestros pensamientos giran en torno a las numerosas víctimas, muertos o heridos, así como a sus familiares", añadió Blatter. Aún no se supo de alguna ayuda económica.

[AroGeraldes.jpg]

Selección de Haití. Hoy se desconoce el paradero de sus jugadores.

En cuanto a la ayuda deportiva, la hermana República Dominicana dio el primer paso. El gobierno del presidente Leonel Fernández propondrá de manera formal a las autoridades deportivas de Haití que los atletas que irán a los venideros Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010 (Puerto Rico) se entrenen en las instalaciones deportivas de la República Dominicana. Los gastos de la concentración de los atletas haitianos correrán por cuenta del Estado Dominicano.

¿Cómo seguir el terremoto de Haití por Internet?

En Facebook la desgracia de Haití llamó a la solidaridad impera. La ONG Fonkoze promueve las donaciones con esta causa y Oxfam ya ha recaudado más de 60.000 dólares desde esta red social.

Google no quiso quedar atrás y muestra su apoyo. No en forma de dinero, sino de tecnología con una aplicación que permite preguntar por desaparecidos o aportar información de personas para que la reciban aquellos que buscan.

Las Naciones Unidas, organización que también ha sufrido daños y cuenta con víctimas mortales en la isla, creó un album con duras fotografías.

YouTube cada vez tiene más vídeos del terremoto, no sólo en canales de usuario, sino también en su plataforma dedicada al periodismo ciudadano: Citizen Tube.

[Haiti-vista-aerea.jpg]

El estadio Sylvio Cator, el principal escenario deportivo de Haití, donde la Selección juega sus partidos. Tras el violento terremoto se está transformando en refugio de decenas y decenas de personas que perdieron todo.

Haití necesita de la ayuda de todos. Ya.

lunes, 20 de julio de 2009

Chacarita Juniors campeón, 40 años después


Por Pablo Aro Geraldes
http://arogeraldes.blogspot.com/

La fiebre del sábado por la noche fue la primera gran alegría de los jóvenes funebreros que bailaron hasta el amanecer en la Plaza de San Martín. Pero quienes ya relucen algunas canas, o ven cómo sus chapas se empiezan a volar, ya supieron de un festejo parecido hace justo 30 años. Fue cuando Chacarita Juniors se quedó con el Metropolitano del ’69 venciendo a River por 4-1 en la final. El estadio de Racing estuvo repleto, igual que la cancha de Villa Diehl, testigo de este regreso a Primera. Tres de los protagonistas de aquél suceso volvieron a ponerse la camiseta de Chaca para la evocación y la fiesta presente. El arquero Eliseo Petrocelli, el marcador de punta Franco Frassoldati y el puntero Carlos María García Cambón. El tema que los une, aquel equipo brillante armado por Argentino Geronazzo, continuado por Federico Pizarro, Miguel Ángel Guerra y llevado al título por Víctor Rodríguez. Petrocelli tiene el ejemplar de la revista de esa época, encuadernado, y no deja de observarlo.

-¿Se acuerda Eliseo el título de El Gráfico? Juvenal sentenció: “Al fútbol se juega así”.

-La pauta de lo que fue ese equipo la da la cantidad de notas que nos hacen todavía, y no ahora que se cumplieron 30 años, sino a lo largo de todos estos años. Fue un muy buen plantel, algo tuvo que haber dejado, ¿no Tano?

-Es verdad, después hubo otros equipos chicos que salieron campeones, como Quilmes, Ferro o Argentinos, pero que sin embargo no son tan evocados como el Chacarita del ’69. Y no fue sólo el de ese año, siguió hasta el ‘72. En el ‘71, por ejemplo, le ganamos a Bayern con el equipo que fue la base de la Selección Alemana campeona del mundo en 1974. Fueron tres años en los que estuvimos prendidos siempre arriba y en los que mantuvimos un estilo de juego que nunca traicionamos.

-El hecho de haber salido campeón con un equipo chico fue algo especial porque hasta el año anterior, todas las temporadas jugábamos la reclasificación para no descender -agrega Gacía Cambón-. Los que estabamos en el club desde las inferiores nos habíamos acostumbrado a salvarnos a dos fechas del final. Y de buenas a primeras el equipo empezó a tomar una envergadura más importante. La primera rueda ya terminamos en el tope de la tabla. Encima ese año se había incorporado más de la mitad del equipo, como Gómez , Poncio, Puntorero, Recúpero, Orife...

Frassoldati es el mismo de siempre. Locuaz, simpático, apasionado. Hoy es dueño de una empresa de limpieza y está haciendo el curso de técnico. Petrocelli trabaja en una empresa de impermeabilizaciones y despunta el vicio del fútbol en el club Parque... “Soy algo así como el director de Deportes”. La historia de García Cambón es más conocida: desde la asunción de Mauricio Macri se desempeña en la Reserva de Boca. A su manera, todos siguieron los pasos de la campaña 1999, la que condujo hasta el reencuentro con los domingos. Y cada uno rescató una veta positiva del equipo. Para Frassoldati este Chacarita tiene una gran personalidad. “Lo fui a ver en casi todos los partidos y es un equipo contundente -aclara-, que no perdona el menor error. Tiene un temperamento increíble y, por supuesto, buenos jugadores. Si no, que lo diga Carlitos, que sigue laburando con el fútbol”.

-Pará, pará, que por mi actividad no lo pude ver mucho, pero los partidos que observé me alcanzaron par destacar la actitud de juego y la convicción para mantener su esperanza de ascender. Eso fue lo más importante.

-Sí, y da la impresión de tratarse un muy buen grupo, muy unido, lo que no es un dato menor -acota Petrocelli-.

-Y hubo algo grandioso -interrumpe el Tano-: cómo se levantó después de perder con Instituto, algo que a cualquiera lo destroza. Y Carlitos tiene razón en lo que dice de la convicción, aun con todos los problemas de lesiones y suspensiones salió a flote...

-Claro, -retoma el ex arquero- cuando lo golearon en Córdoba tuvo que arrancar de vuelta y con cuatro jugadores menos, no es fácil. Y en lo que respecta a mi puesto, a Vivaldo no le queda grande el título de mejor arquero del país. Si entre los grandes de Primera están Chilavert y Córdoba, que son extranjeros...

En San Martín, los barrenderos tuvieron que trabajar un domingo para barrer con la resaca de la fiesta. La misma que ellos supieron saborear.

Chacarita Juniors, campeón del Metropolitano 1969. Parados: Bernabé Palacios (suplente), Ángel Marcos, Juan Carlos Puntorero, Leonardo Recúpero, Rolando Orife y Horacio Neumann. Agachados: Eliseo Petrocelli, Abel Pérez, Raúl Poncio, Jorge Alberto Gómez, Franco Frassoldatti y Ángel Bargas.

Artículo publicado en la revista El Gráfico, en julio de 1999, cuando se cumplieron 30 años de la conquista.

jueves, 1 de enero de 2009

Cuba: la revolución del fútbol

Cuba es el país del deporte, se ve en cada lado de la isla. Lo que resulta novedoso es que la histórica preferencia por el béisbol y el boxeo está siendo remplazada por una enorme fiebre de fútbol.

"El revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor"
Ernesto 'Che' Guevara



Por Pablo Aro Geraldes

Ronaldinho pisa la pelota ante Ballack, la pasa para Totti y dispara ante la salida de Messi, el arco está vacío... ¡Gol! ¡Goooool! La escena no corresponde a una gala entre FIFA XI y Resto del Mundo, no, es una animada jugada en el Paseo del Prado, a metros del Malecón de La Habana, Cuba. Los protagonistas no son, claro, estas grandes estrellas mundiales, se trata de un grupo de niños que disfrutan del balón mientras relatan a viva voz sus sueños de fútbol.

Cuba es el país del deporte, se ve en cada barrio de cada ciudad de la isla. Lo que resulta novedoso es que la histórica preferencia por el béisbol y el boxeo está siendo remplazada por una enorme fiebre de fútbol. Según el Gran Censo 2006 de FIFA, más del 10% de los cubanos practica fútbol. Y no sólo lo juegan: con gran entusiasmo siguen por TV la Liga Española, la UEFA Champions League y se fanatizaron por Brasil y Argentina durante la última Copa América.

A nivel de deporte competitivo, Cuba fue el tercer país (detrás de Bahamas y Australia) en relación de medallas olímpicas por habitantes conseguidas en Atenas 2004, y desde 1972 no se baja de este podio. En los últimos Juegos Panamericanos Río de Janeiro 2007, quedó en el primer lugar en esta comparación, aun cuando a nivel de Producto Bruto Interno es varias veces inferior al resto de los países. El fútbol va en esta dirección, de ahí el crecimiento experimentado en los últimos años.

En el ámbito local, se disputa el 93º campeonato nacional, donde desde esta temporada los 15 distritos del país se reparten en 4 grupos de 4... La cuenta da 16 porque la Ciudad de La Habana tiene dos representantes, uno de ellos es Industriales, un homónimo del equipo más popular del béisbol cubano, bautizado así por el Che Guevara, cuando era ministro de Industria. Cada grupo está conformado por cercanía geográfica, para evitar largos viajes por las antiguas carreteras de la isla. Y se juega siempre en horario diurno, para paliar la crisis energética.

Antonio Díaz, miembro del Instituto Cubano de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), resalta el crecimiento del fútbol: "los estadios se llenan, algo que no ocurre con el béisbol. Es fascinante ver las canchas de Candelaria, donde juega Pinar del Río, o Morón, casa de Ciego de Ávila; son lugares calientes, donde se vive el fútbol con gran pasión. Sin olvidar el Estadio Camilo Cienfuegos, en Zulueta, el más bonito del país".

El poseedor del título es Pinar del Río, la provincia productora de los tradicionales habanos. El día de la final ante Villa Clara había 8 mil espectadores en el estadio La Bombonera de la ciudad de San Cristóbal. El gol del campeonato lo hizo Reinier Alcántara, el artillero favorito de los cubanos.

Al Caribe y más allá

En 1995 Cuba, la mayor de las Antillas, ocupaba el puesto 175 de la Clasificación Mundial FIFA. Después de haber llegado a un tope en el 46, gracias a la actuación en la Digicel Caribbean Cup, hoy está en el 64, lo que significa un enorme mérito, ya que es quinta de la zona Concacaf, por delante de grandes seleccionados con histórica tradición.


Para muchos equipos de la región, la participación en la Caribbean Cup es importantísima, y conseguir allí un pasaje para la Copa Oro de la Concacaf es como ir a una Copa Mundial. Así lo vivió Cuba, que en 2007 tuvo su cuarta participación consecutiva (record del Caribe) junto a los "gigantes" como Estados Unidos, México o Costa Rica. En virtud del amateurismo, todos los cubanos juegan en su patria y la Selección Nacional puede reunirlos cuando guste, por el tiempo necesario, una ventaja que casi ninguna federación tiene en el mundo.

Camino a los Juegos Olímpicos de Beijing, Cuba terminó primera en la ronda caribeña –por delante de Haití, Trinidad y Tobago y Granada– y se ganó un lugar en la liguilla final, algo que no conseguía desde 1984. Esta zona final de ocho países dará dos lugares para el torneo olímpico masculino... la empresa se ve difícil para los dirigidos por Raúl González Triana. De todos modos, el progreso está en marcha: "Estas competiciones nos dan la posibilidad de medirnos, de tener una parámetro de nuestro crecimiento", explica Antonio Garcés, Secretario General de la Asociación de Fútbol de Cuba (AFC). Y lo reafirma Rufino Sotolongo, entrenador de las selecciones femeninas: "Aquí tenemos pocas posibilidades de ver fútbol femenino y llegar a una ronda final nos da la posibilidad de seguir aprendiendo. El hecho de aparecer en el Ranking FIFA ya es un estímulo". Claro, las niñas son la otra cara del crecimiento. Su campeonato vivió este año su sexta edición desde 2001 (se canceló en 2002) y tuvo siempre a las mismas campeonas: Ciudad de La Habana, la base del equipo nacional. En cuanto a la Selección, es la primera experiencia, que lleva dos años y medio de trabajo, con chicas desde los 14 años. La niñas del Sub 20 buscan clasificar a la Copa Mundial Chile 2008 y a diferencia de sus compañeras de la Selección mayor, son 100% futbolistas: "Estas niñas del Sub 20 empezaron jugando al fútbol, no como las de la mayores que provienen del atletismo. Son más inteligentes y dedicadas que los hombres, sus progresos se ven día a día", cuenta orgulloso Sotolongo.

Estas jóvenes ya están en la ronda final (pasaron a Anguilla, Antigua y Barbuda y Barbados, que no se presentó). Lo mismo ocurre con la Selección Olímpica: junto a Jamaica, Puerto Rico y Trinidad y Tobago pasaron a la Segunda ronda del Caribe. De allí las dos mejores irán a la liguilla final con Canadá, Estados Unidos, México y Costa Rica. Al igual que los varones, solamente dos irán a Beijing.

Otro de los puntos de constante avance es el futsal (fútbol de salón, nota de Fútbol Rebelde). Cuba es el único país de la Concacaf que participó en las últimas tres Copas Mundiales: España, Guatemala y Chinese Taipei. "A partir de Guatemala comenzó el camino del crecimiento. Y en los Juegos Panamericanos de Río –donde por primera vez se jugó futsal– pudimos llegar más lejos que el quinto puesto logrado", opina Garcés.

Fútbol para todos

Palmeras, automóviles modelo ’58, tabaco, ron, buena música... y balones. Las pelotas de fútbol ruedan por Cuba cada vez más. Hay mayor actividad en todos los niveles. Volvieron a disputarse los torneos amistosos previos al inicio de la temporada, como la copa Radio Ciudad del Mar, en Cienfuegos, o la copa Tele Rebelde, en la capital. "Estamos decididos a que se juegue fútbol en toda la Isla y durante todo el año, como paso medular para lograr el salto cualitativo", asegura Luis Hernández, presidente de la AFC.


Juegan todos. Desde hace cinco años, el fútbol es una asignatura escolar obligatoria, para niños y niñas. Desde los 8 a los 16 años, los pequeños y jóvenes disputan el tradicional campeonato infantil Caribito. En el otro extremo está el torneo de veteranos único en el mundo. Allí participan hasta abuelos de ¡70 años!

"Hay que alcanzar el desarrollo social del fútbol en un país de béisbol, para que el fútbol sea un hecho cultural que atraiga a los jóvenes es indispensable empezar desde los niños, pero está claro que en Cuba hay enormes posibilidades formativas", expresó César Menotti (DT campeón mundial 1978 con Argentina) cuando visitó Cuba en 2005 para brindar una clínica a entrenadores.
Este crecimiento empezó a mostrarse también puertas afuera: en 2004 Vladimir Massó se convirtió en el primer árbitro cubano en pitar en un campeonato mundial de la FIFA, en este caso la Copa Mundial de Fustal. Y hay más: por primera vez después de 18 años, Cuba inscribió a su campeón en la Copa de Campeones de la Concacaf. Allí está Pinar del Río, que en noviembre se midió con Baltimore de St. Marc (Haití), Bassa SC (Antigua y Barbuda) y Jong Colombia (Antillas Holandesas).

Cuba ama al deporte y el mundo es testigo de lo que la pequeña isla puede dar, sobreponiéndose a las dificultades del embargo económico.

En 1938, el país tuvo su única asistencia a la Copa Mundial de la FIFA, en Francia, donde eliminó trabajosamente a Rumania antes de caer con un estrepitoso 0-8 ante Suecia, en cuartos de final. En junio próximo se cumplirán 70 años de esa participación. De paso por La Habana, Daniel Jordaan, presidente del Comité Organizador de Sudáfrica 2010 expresó un deseo: "Si existe un país al cual queremos ver en la Copa del Mundo, ese es Cuba". Si el progreso continúa, en algunos años los niños del Malecón dejarán de imitar a los ídolos de Brasil, Italia o Argentina para soñar y ser felices con sus propios jugadores.



Contra el bloqueo, solidaridad

En los Juegos Olímpicos de Montreal ’76 Cuba consiguió un tremendo empate 0-0 ante la Polonia de Lato, Tomaszewski, Deyna y compañía, potencia máxima del amateurismo que se pregonaba. El héroe cubano de ese partido fue el defensor Antonio Garcé, hoy Secretario General de la AFC.

En su escritorio del Estadio Pedro Marrero, analiza el futuro del fútbol en Cuba por el lado de la cooperación: "Japón y Corea antes eran beisboleros, lo mismo que Venezuela. En Venezuela en pocos años el fútbol estará por encima del béisbol. Cada país tiene que tener su estilo, y nosotros tenemos que incrementar el intercambio con Venezuela".

El estadio Pedro Marrero, de La Habana, no luce su mejor cara. En 2005 el huracán Katrina destruyó una de sus torres de iluminación y arrancó completamente la otra. Volaron también los techos de la tribuna, que se está terminando de reconstruir. Y todo cuesta dinero. Cada año la FIFA aporta 250.000 dólares para viajes y equipamiento. "Sin esa asistencia estaríamos limitados. Y a la vez, esa ayuda financiera nos obliga a participar en todos los torneos. Los directivos de FIFA nos comunicaron que están muy conformes con el uso que se le da al dinero aquí", cuenta Garcé.

Víctor Aragón, vicepresidente de la AFC, fue concreto: "Necesitamos más balones, mejores canchas y entrenadores de mayor nivel". Las respuestas están llegando. La Confederación Brasileña de Deportes hizo una donación de pelotas y luego se sumó el club español Getafe, que aportó mil balones, que se repartieron 3 en cada uno de los 169 municipios y el resto fue a las escuelas deportivas.

Por el lado de los técnicos y el intercambio de experiencias, hay un fuerte agradecimiento al argentino César Menotti: "él se viene identificando con la Revolución cubana desde los años ’70, admira al Che y hace poco posibilitó el fogueo de nuestras selecciones en Argentina para jugar partidos previos a decisivos torneos internacionales", acota Luis Hernández, presidente de la AFC. Menotti fue intermediario para que la Secretaría de Deporte argentina abonara todos los gastos de estadía en Buenos Aires.

Quizá el máximo exponente de la cooperación lo aporte un modesto club de la Bundesliga 2 alemana. El Trabajo Comunitario es uno de los pilares de la Revolución Cubana y los jugadores del Sankt Pauli entendieron que la solidaridad puede ir de la mano de la alta competencia: desde 2005 realizan su pretemporada en Cuba y, junto a un grupo de aficionados alemanes, realizan trabajos comunitarios. Ellos iniciaron la campaña ‘Viva con agua de Sankt Pauli’, con la que se reunó dinero para construir bombas de agua para escuelas de Cuba. Un golazo.

Artículo publicado en la revista FIFA Magazine, en enero de 2008.

Tomado de: Periodismo de fútbol internacional