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viernes, 4 de mayo de 2018

Conmebol prohíbe homenaje a un movimiento opositor de la última dictadura brasileña

Ante Independiente, por la Copa Libertadores, Corinthians quiso usar una camiseta en tributo a la Democracia Corinthiana, pero no se lo permitieron por considerarlo un "mensaje político"


Por Nicolás Zuberman
Tiempo Argentino

La derrota por 2-1 como local ante Independiente por el grupo 7 de la Copa Libertadores terminó de arruinar la noche para Corinthians. Pero la historia ya había arrancado mal: el Timao había preparado un homenaje para el mítico futbolista Sócrates y su Democracia Corinthiana. La Conmebol le prohibió que usara ese lema en la casaca por contener un "mensaje político", tal como figura en el artículo 67 de la presente edición de la Liberadores. La estatua de Sócrates, con el puño derecho en alto en las afueras del estadio Itaquerao, sí fue inaugurada.

¿Qué fue la Democracia Corinthiana? "Una sociedad en donde el trabajador más simple tenía el mismo peso que su patrón en las votaciones colectivas. Ni en la familia existe eso", explicó alguna vez el propio Sócrates a la revista El Gráfico. En años de dictaduras militares en toda América Latina, el club paulista generó una estructura en la que dirigentes, cuerpo técnico, plantel y empleados del club decidían cuándo entrenar, qué comer, dónde concentrar y cómo jugar. De esa organización horizontal y futbolera también salió la consigna "Directas já", que aparecía en letras grandes en la camiseta del Corinthians en 1984.

Casi 25 años después, en un año electoral para Brasil, un país que tiene su democracia cuestionada luego de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff y de la arbitraria detención de Lula, el político brasileño más popular, la Conmebol prohibió que el Timao saliera a la cancha con esa leyenda en la espalda que decía únicamente Democracia Corinthiana.

¿Quién fue Sócrates? Mediocampista talentoso, espigado y estético, jugó en Botafogo, Corinthians, Flamengo y Fiorentina, entre otros. Su padre lo bautizó así mientras leía La República, de Platón. Con su Selección participó del Mundial de España 82 y México 86, donde lució una vincha que pedía "Paz" y otra que decía "Reagan es un asesino". Además era médico y fue el emblema de la Democracia Corinthiana.

"A mi me parece muy simbólico que la Conmebol haya vetado una manifestación en referencia a la Democracia Corinthiana en este momento político de Brasil, en el que se despierta incluso una ola de gente que pide la vuelta de la dictadura militar. El fútbol brasileño, igual que parte significativa de nuestra sociedad, hace casi nada para valorar las memorias del período militar, como sí se hace en las canchas argentinas", explica el periodista brasilero Breiller Pires, de ESPN y El País. Y da un ejemplo claro: Vasco da Gama, por caso, antes de jugar con Racing por la Libertadores, le realizó un homenaje a Coronel Nunes, actual presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y un defensor de la dictadura militar.

El 9 de abril pasado, dos días después de entregarse a la cárcel, el expresidente Lula publicó en su cuenta de Twitter algunas fotos con banderas que pedían su libertad en las canchas de fútbol. "Por las tribunas de Brasil", agregaba el mensaje. La violencia creciente en el país, con el asesinato a la concejala Marielle Franco y la balacera que sufrió el campamento que se instaló en Curitiba para pedir la liberación de Lula como exponentes, también se puede sentir en los estadios de fútbol, donde también creció la represión policial contra los hinchas. Otra prueba de que, más allá de los reglamentos de la Conmebol, la política y el fútbol siempre juegan en la misma cancha.

domingo, 24 de diciembre de 2017

Lula inaugura campo de fútbol del MST en Sao Paulo, Brasil

La cancha se estrena con un partido amistoso con artistas, políticos, sindicalistas y exjugadores, que respaldaron la candidatura presidencial de Lula para el 2018


Por Telesur

El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, participó este sábado en la inauguración del campo de fútbol Dr. Sócrates Brasileiro para la Escuela Nacional Florestan Fernandes, del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en Guararema, estado de Sao Paulo.

La celebración fue propicia para realizar un acto de desagravio a Lula, donde acudieron más de 1.500 personas. “Los compañeros latinoamericanos van a compararme con Pelé, Maradona, Rivelino o Messi porque me preparé mucho para este partido”, expresó el exjefe de Estado.

Entre los asistentes estuvo el cantante Chico Buarque, quien recibió el premio Democracia y Libertad Siempre, entregado por la Central Única de Trabajadores (CUT), en la categoría Personalidad Destacada en la lucha por Democracia, Ciudadanía y Derechos Humanos.

Por su parte, el coordinador nacional del MST, João Pedro Stedile, afirmó que el evento forma parte de la iniciativa para rescatar el fútbol como patrimonio cultural de todos los brasileños.

“El fútbol es una parte de nuestras vidas, de la política, de nuestras familias y siempre nos quedamos muy entusiasmados con nuestros clubes, nos ponemos tristes y contentos y es por eso que el fútbol es parte de nuestra escuela”, aseveró.

Los asistentes se unieron para jugar un partido amistoso, donde Lula cobró un penal sin marcar gol. En una segunda oportunidad, el líder popular logró su objetivo y festejó con los espectadores.

Este encuentro se produjo semanas antes de efectuarse el juicio del exmandatario en segunda instancia, parte de la nueva etapa judicial que debe enfrentar para presentarse en los próximos comicios presidenciales de 2018.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Em dezembro, MST inaugura Campo Dr. Sócrates Brasileiro

Chico Buarque e Lula participarão de jogo de futebol de lançamento na Escola Nacional Florestan Fernandes


Júlia Dolce
Brasil de Fato

O Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) inaugura, no dia 23 de dezembro, o Campo Dr. Sócrates Brasileiro, na Escola Nacional Florestan Fernandes (ENFF), espaço de formação política do movimento.

O evento contará com a presença do cantor Chico Buarque e do ex-presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que participarão de uma partida de futebol.

David Martins, integrante da Coordenação Pedagógica da escola, diz que a inauguração do campo tem como objetivo divulgar a importância do esporte para o MST.

"Para a escola e para o movimento, o esporte é uma dimensão da formação humana, e é importante a gente rememorar esportistas que foram comprometidos com as causas populares e tiveram solidariedade com as lutas populares no Brasil”, disse.

O nome do campo é uma homenagem ao jogador de futebol e médico Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, falecido em 2011, e considerado um dos maiores ídolos do futebol no país.

Martins também lembra que Sócrates foi um grande apoiador da luta pela reforma agrária no Brasil. "O Sócrates, dentre os jogadores do Brasil, talvez tenha sido o mais importante que a gente tem, da história recente, que além de representar o Brasil e o esporte através de uma visão crítica, se envolveu em um momento muito importante da história do Brasil, que foi a luta pela redemocratização, pelos direitos do povo, além de ser solidário ao MST", pontuou.

Além de partidas de futebol, o evento de inauguração contará com uma cerimônia de abertura, com falas de integrantes do movimento e de familiares de Sócrates.

O campo foi construído por meio da colaboração de centenas de pessoas em uma campanha de financiamento realizada no ano passado. A campanha, divulgada por personalidades como o jornalista Juca Kfouri, superou a meta de arrecadação.

Já a construção do campo foi feita aos moldes da construção da ENFF, ou seja, por um mutirão de militantes do MST, que se reuniram, de diferentes partes do país, em Guararema, cidade no interior de São Paulo onde se localiza a escola.

Martins explica que a construção coletiva faz parte do espírito de luta do movimento nas suas diversas formas. "A gente quer mostrar o que o MST mais faz, porque os meios hegemônicos têm uma postura de combate e criminalização do movimento. Por outro lado, a inauguração evidencia que a reforma agrária popular passa pela luta pela terra e também pelo direito ao esporte e à saúde", afirmou.

As inscrições para a participação da inauguração do campo podem ser realizadas através do email da Associação dos Amigos da ENFF: camposocrates@amigosenff.org.br.

sábado, 9 de abril de 2016

Torcida do Liverpool protesta contra o golpe em Brasil

Manifestação em prol da legalidade no Brasil



Por Bruno Hoffmann
Agência PT de Notícias

A comunidade internacional continua atenta ao golpe democrático no Brasil. Nessa quinta-feira (7), a torcida do Liverpool estendeu uma faixa em favor da legalidade no estádio Signal Iduna Park, na Alemanha, onde o clube inglês enfrentou o Borussia Dortmund pela Liga Europa.

Na peça, de cor vermelha, havia o rosto de Sócrates, ex-jogador do Corinthians e da seleção brasileira, com uma faixa na cabeça na qual se lia a palavra “democracia”. Logo abaixo, a inscrição, em inglês: “Não vai ter golpe no Brasil”.

Pelas redes sociais, Peter Hooton, o torcedor que levou a faixa ao estádio, resumiu o motivo da manifestação: “Apoiamos a democracia no Brasil”.

Futebol pela democracia

Na mesma semana em que a torcida do Liverpool lembrou de Sócrates, personalidades históricas da Democracia Corintiana se reuniram na Universidade de São Paulo (USP) para defender a legalidade do mandato da presidenta Dilma Rousseff. Entre os participantes, o ex-lateral Wladimir, o ex-diretor de futebol e sociólogo Adilson Monteiro Alves e o jornalista Juca Kfouri.

No fim de março, em jogo válido pelo Campeonato Brasileiro, os arquirrivais Vasco e Flamengo se uniram pelo Estado Democrático de Direito. Em jogo no estádio Mané Garrincha, em Brasília, as torcidas estenderam uma faixa: “Não vai ter golpe… vai ter luta! Torcedores unidos pela democracia”.

Máfia da Merenda

A Gaviões da Fiel, principal torcida organizada do Corinthians, protestou na Assembleia Legislativa de São Paulo (Alesp), no fim de março, contra a Máfia da Merenda, escândalo ocorrido na gestão do governador Geraldo Alckmin (PSDB) de desvio de recursos para a merenda de crianças de escolas paulistas. A Gaviões já havia feito outros protestos contra a Máfia da Merenda, o presidente da Alesp, Fernando Capez (PSDB), a Confederação Brasileira de Futebol (CBF) e a Rede Globo.

A Torcida Jovem, do Santos, se manifestou no início de março contra a Rede Globo e a Federação Paulista de Futebol (FPF). A Torcida Independente, do São Paulo, também exibiu faixas exigindo investigação em relação à Máfia da Merenda. Em uma delas, se lia: “Bandido é quem rouba merenda”.

viernes, 8 de abril de 2016

Brasil: El fútbol contra el golpe

Figuras de la Democracia corintiana, contra el derrocamiento de Dilma


Por Revista Un Caño

En el momento más delicado para la democracia brasileña en las últimas décadas, se necesitaba la voz de aquellos hombres que en los ochenta formaron parte de una verdadera revolución. Simples jugadores de fútbol que trascendieron el juego y se convirtieron en líderes un movimiento que sirvió para acercar los fundamentos de las conducciones colectivas a ojos que muchas veces ignoran la trascendencia del concepto “democracia”. Hace pocos días, algunas figuras históricas de la Democracia corintiana se unieron en contra del golpe que se cocina contra la presidenta Dilma Rousseff.

Para quienes no conozcan lo que ocurrió en Corinthians en plena dictadura militar, es indispensable que lean esta nota. Con Sócrates como guía espiritual, el plantel del club más popular de Sao Paulo decidió que cada decisión que afectara al grupo debía tomarse con la aprobación de la mayoría de sus miembros. Democracia plena. Por eso, estos futbolistas y dirigentes saben de qué hablan cuando hablan de gobiernos populares.

El exlateral Wladimir Rodrigues dos Santos, el exdirector de fútbol y sociólogo Adilson Monteiro Alves y el periodista y amigo del planel Juca Kfouri participaron de un debate abierto en la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias Humanas (FFLCH) de la Universidad de Sao Paulo, con el objetivo de expresarse en contra del golpe.



El auditorio se llenó de camisetas y banderas de Corinthians, pero también de otros equipos paulistas. Un hincha de Sao Paulo expresó de este modo la importancia del movimiento en diálogo con la Agencia PT: “Soy são-paulino, pero admiro a la Democracia Corintiana, que luchó por las libertades en un momento complicado del país. Es muy importante estar aquí para retomar esa historia”.

Adilson Monteiro Alves, desde su rol de director de fútbol, fue uno de los hombres clave para hacer posible la Democracia Corintiana. Por eso, fue uno de los primeros en exponer. “Não vai ter golpe (no van a tener golpe)”, gritó y la multitud estalló para reafirmar ese deseo popular. “En aquella época nosotros intentamos que el fútbol vaya al lado del pueblo y en contra de la dictadura. Ahora, estamos enfrentanto a quienes quieren darle un golpe a nuestra joven democracia”.


Por su parte, Juca Kfouri, ideólogo de las frases que lucía la camiseta del Timao, afirmó: “Estamos viendo que quienes perdieron no aceptan el juego democrático. ¿Creen que el gobierno está mal? Ganen en las urnas, que es donde está la verdad. El sentido de estar aquí supera a la Democracia Corintiana. Es la Democracia nacional. Todos son bienvenidos en esta lucha. No va a haber golpe”.

Por supuesto, el más aplaudido fue Wladimir, ídolo histórico del club y compinche de Sócrates. “Aquel movimiento marcó un antes y después en mi vida: yo soy uno antes y otro después de la Democracia Corintiana”, afirmó ante el aplauso de la multitud.

Quien terminó el debate fue Katia Bagnarelli, la viuda de Sócrates, el hombre imprescindible de esta historia. “Él sin dudas estaría aquí”, dijo. Y no hubo que agregar nada más. Puño arriba y el grito que hoy es un clamor popular en Brasil: “Não vai ter golpe”.

domingo, 6 de julio de 2014

Rebeldes con causa: Sócrates

Por De Zurda

  

Recordamos a Sócrates, exfutbolista de Brasil, que no sólo se destacó adentro de la cancha. Desde su ideología progresista contribuyó a combatir a la dictadura que gobernó a Brasil entre 1964 y mediados de los ´80 y fue el ideólogo de la "Democracia Corinthiana".

lunes, 19 de mayo de 2014

"Rebeldes del fútbol" se estrenó en la TV pública colombiana

Señal Colombia presenta por entregas el documental de Cantona sobre cinco grandes figuras del fútbol y la lucha social.


Desde el lunes y hasta el viernes de esta semana, el canal Señal Colombia presenta "Rebeldes del fútbol", documental de Éric Cantona, exfutbolista francés y actor.

Se trata de un trabajo audiovisual de 150 minutos sobre cinco grandes figuras del balompié mundial que brillaron dentro y fuera de la cancha. El documental se presentará por capítulos, todos los días a la 1:30 pm, con repetición a las 8:30 pm.

"Rebeldes del fútbol" hace un recorrido por las vidas de Carlos Cazsely, exfutbolista chileno que se opuso a la dictadura de Pinochet; el brasileño Sócrates, quien lideró el movimiento conocido como la "Democracia Corinthiana"; y el marfileño Drogba, quien en el 2006 intercedió por un cese al fuego desde de una guerra civil de cinco años en su país.

También habla sobre Rachid Mekloufi, quien escapó de una concentración con Francia previa al Mundial de Suecia '58 para unirse a un combinado que defendía la independencia de Argelia; y Predrag Pasic, un bosnio que se negó a abandonar su país en plena guerra para dedicarse a entrenar a niños.

Éric Cantona, exfutbolista francés, ahora es entrenador de fútbol playa, actor y director de documentales.

Con información de Señal Colombia

martes, 7 de enero de 2014

“Fue el Che Guevara del fútbol”: Brasil no olvida a Sócrates

Por Marco Mathieu*
Sinpermiso.info


«Era mucho más que un derby, mucho más que el partido decisivo para ganar la Liga: celebrábamos a un hombre especial, un símbolo. Y a un  futbolista fenomenal». Leandro Castan, 27 años, defensa de la Roma y exCorinthians, se emociona al recordar ese domingo: el desafío contra el Palmeiras, el 4 de diciembre de 2011, en el estadio Pacaembù, a las pocas horas de la muerte de Socrates, comenzó con totos –hinchas y jugadores – saludándolo con el puño cerrado. «Ese gesto lo decidimos en el vestuario», cuenta Castan. «Y ganamos el título brasileño, cumpliendo su deseo: morir el día en que el Corinthians volviera a ser campeón».

Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira se fue, a causa de una cirrosis hepática, a los 57 años de una vida en la que había conseguido mezclar fútbol y política, medicina y escritura, compromiso social y música. Jugador del Corinthians y la Fiorentina, del Flamengo y el Santos, pero sobre todo de Brasil, selección con la que disputó dos mundiales (1982, 1986). Goles, cervezas, cigarrillos y golpes de tacón. «Un libertario, el más original de los futbolistas brasileños», resume sonriendo en su casa de Sâo Paulo Juca Kfouri, 63 años, escritor y  amigo de Magrao, como llamaban también al "doctor" Socrates cuando los excesos alcohólicos habían hinchado ya su físico enjuto. Hoy, en las gradas del viejo Pacaembù, los aficionados del Corinthians dicen de él que «fue el Che Guevara del fútbol». Paolo Marconi, 33 años, líder de la torcida "Gavioes da Fiel": «En su nombre nos manifestamos el verano pasado contra despilfarros e injusticias con ocasión de la Copa Confederaciones».

La herencia de Sócrates es también ésta. «Abrió las puertas del fútbol al arte y a la política, a la filosofía y a la sociedad, dejando una huella que aún hoy es reconocida por los chicos», dice Washington Olivetto, 62 años, en su oficina de director de la más importante agencia publicitaria de Brasil. Mérito de la Democracia corinthiana (1982-83): concepto, o mejor dicho, reivindicación a la que contribuyó Olivetto: «Con Casagrande, Wladimir y los demás compañeros acompañó al pueblo a pedir elecciones libres, acelerando efectivamente el final de la dictadura militar». Junto a Lula, que muchos años después le habría ofrecido el cargo de ministro del Deporte a Sócrates, recibiendo una amable negativa: «No estoy hecho para andar en las instituciones, sigo siendo un rebelde». Y rebelde es la imagen transmitida en el tiempo de la democracia corinthiana. «Todo se discutía y se votaba en el vestuario: desde los horarios de los entrenamientos a las opciones del club. Yo en aquella época no lo entendía, pensaba que bastaba con jugar al balón», reflexiona Antônio José da Silva Filho, 54 años, que para todos sigue siendo Biro-Biro. Una pequeña multitud le asedia pidiéndole un autógrafo, en las calles de Brooklyn, como llaman a este barrio de la periferia sur de Sâo Paulo. «Si me he hecho famoso, se lo debo a Sócrates».

A cuatro horas en coche de la megalópolis paulista, otro excompañero de equipo (en el Corinthians y en la selección), explica en cambio el  "tacón de Dios". «Era su gesto técnico preferido, le permitía pasar velozmente aunque tuviera más de 1’90 de altura: no es el físico ideal para un centrocampista». Juninho Fonseca tiene 55 años y el puesto de coordinador de los juveniles Botafogo de Riberao Preto, el club en el que Sócrates inició su carrera de futbolista, la ciudad en la que estudió para médico. «En realidad, jugaba pocos minutos de partido, decía que le bastaba: un gol, un pase para desmarcarse. Después, largas pausas. Pero era un líder, en el campo y fuera de él». También en el Mundial de 1982, cuando «el mejor Brasil de siempre» perdió contra los “azzurri”. «En los vestuarios había quien nos pedía jugar de modo más especulativo contra Italia, pero Sócrates puso fin a la discusión como capitán: "Somos Brasil y jugamos al ataque"».

Al ataque también en la vida, acabado el fútbol, Sócrates se dividió entre televisiones, periódicos, bares y proyectos nunca realizados: de la clínica ortopédica para atletas al teatro. Hasta el libro que acaso se convierta en autobiografía póstuma, al cuidado de su tercera y última mujer,  Katia Bagnarelli. Para publicarla se precisa de la autorización de los seis hijos, todavía por conseguir. Queda en cambio el recuerdo de los hermanos: Sóstenes, que trabaja con el más  "pequeño" de la familia, Rai, exjugador del San Paolo y el PSG, en la fundación Gol de Letra. «Tenía una personalidad fuera de lo común y siguió igual a sí mismo hasta el final. Hasta en los excesos de su carácter, vicios incluidos. Siempre sonriente, alegre: le gustaba perderse entre las palabras, ideas, amigos y locales de esta ciudad».

Como la "Mercearia", bar travestido de librería en el corazón del barrio de Vila Madalena que lleva Marcos Benuthe, 56 años: «Venía por aquí para encontrarse con los escritores: no es un sitio de futbolistas, pero, por otra parte, él no era sólo un futbolista». E indica con una sonrisa la portadilla del disco grabado por Socrates, colgada del mostrador. Un poco más allá, Michelli Provensi, 23 años, modelo y escritora, añade: «¿Sócrates? Un artista prestado al fútbol y un símbolo de libertad que perdura en el tiempo. Nunca le vi jugar, pero estaba en el estadio el día que murió. Con el puño en alto».

*Marco Mathieu es un periodista nacido en Turín que colabora habitualmente con La Repubblica tanto en radio como televisión.

**Traducción para Sinpermiso: Lucas Antón

martes, 3 de diciembre de 2013

Sócrates, Doctor Honoris Causa

Por Emmanuel Ramiro


Hay profecías hermosas. Pinceladas que redondean una vida. Guiños del destino que parecen sacados de algún cuento de Fontanarrosa. Morir el día que tu equipo se proclama campeón del Brasileirao por quinta vez en su historia puede ser el más bello de los epílogos. Más aún cuando nuestro personaje, un futbolista irrepetible, respondió algo así una lejana mañana de 1983: “Quiero morir un domingo y con Corinthians Campeón”. El círculo se cerró hace un año, el 4 de diciembre de 2011. Ese día Corinthians levantaba el Brasileirao, horas después de la muerte de su mayor ídolo. Era domingo.

Aquel día no pudo regatear al destino, aunque la victoria nunca fue el único objetivo de su vida. “Ganar o perder, pero siempre en democracia”. Así saltó, bandera en mano, Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieria de Oliveira (Belém, Brasil, 1954), en la final del Torneo Paulista, en 1983, en el encuentro que enfrentaba a su equipo, el Corinthians, contra el Sao Paulo, en el estadio de Pacaembú. Pero algo impresionó más que su fútbol de seda y su liderazgo sobre el terreno de juego. Fue su filosofía de vida, su manual político valiente, su ilustrado carácter más allá de los terrenos de juegos.

Sus eternos 193 centímetros se sustentaban sobre un pie diminuto, un 37 con el que acariciaba la pelota como pocos. Luego estaba su cambio de ritmo, su golpeo de tacón (con el que llegó a marcar algún penalti) y su disparo de media distancia. Pero su esencia residía más arriba, en la cabeza. Ese coco privilegiado le ayudaba a driblar sus debilidades, a sacar el máximo rendimiento a su visión de juego panorámica y a leer los partidos para descerrajar con sutileza cualquier defensa.

Así, El Doctor se convirtió en el ídolo de la torcida de O Timao, la hinchada del Corinthians, uno de los clubes más grandes de Brasil. Con apenas 23 años Sócrates, doctor y futbolista, era un adelantado a su tiempo; fuera de él, un rebelde con causa. Con el fútbol como altavoz supo conducir la pelota para marcar más de un gol al régimen militar de Figuereido. Convertido en el líder del pueblo denunció las injusticias del poder, lanzó su mensaje esperanzador y convenció a todos de que la democracia era el camino más sencillo para ganar aquel partido.

Otro Brasil era posible y Sócrates se encargó de recordarlo con cada uno de sus goles: “Regalo mis goles a un país mejor”. Uno de esos tantos lo marcó antes del pitido inicial. Fue el 15 de noviembre de 1982. Ese día los militares convocaron elecciones en Sao Paulo y el 8 del Corinthians entró en acción. Todo el equipo salió ese día al terreno de juego con una camiseta en la que se podía leer: “Día 15, vote”. Las autoridades militares intentaron censurar el mensaje, que aquella imagen no llegara a la prensa. Fue imposible, más aún tras el recital de juego y goles con el que deleitaron a su parroquia Sócrates, Vladimir y Casagrande, los tres tenores del Timao.

Después de aquello tampoco dudaron en posicionarse a favor del cambio político. Había nacido la Democracia Corinthiana. Un movimiento que contagió a toda la entidad hasta el punto que todas las decisiones en el club se tomaban por sufragio directo. Todas, desde las concentraciones hasta los horarios, pasando por el reparto de primas o los días libres. Aquel mensaje traspasó las puertas del club, conquistó a una hinchada de 25 millones de aficionados y fue piedra de toque de lo que estaba por venir.

Héroe social de su país, al que defendió en los mundiales de España’82 y México’86, Sócrates formó parte de una de las mejores selecciones verde amarela de la historia, pero nunca pudo levantar la Copa del Mundo. Junto a Zico, Falcao, Tohinho Cerezo, Junior o Eder vivió la tragedia de Sarriá, la tarde en la que Paolo Rossi truncó los sueños de orden y progreso. España se quedó sin samba y el mundo perdió la oportunidad de contagiarse de aquella fiebre amarilla. Sócrates lo resumió así: “¿Perdimos? Mala suerte y peor para el fútbol”.

En México’86, con Sócrates como capitán, la fantasía se agotó en una tanda de penaltis. Frente a la Francia de Platini, ni el astro galo ni el revolucionario brasileño acertaron a marcar en la especialidad de ambos. Fue el crepúsculo triste de una generación brasileña huérfana de títulos y suerte, pero inagotable en recursos y reconocimientos. Nuevamente, Sócrates inmortalizó los sentimientos que desprendía aquel conjunto con su verbo fácil: “No jugamos para ganar, sino para que nos recuerden”.


Hablaba un hombre que de niño tuvo más libros que balones de fútbol. Sócrates nació en una familia acomodada que le facilitó su acceso a los estudios, para terminar decantándose por la medicina. Con los años se convirtió en un seguidor de Karl Marx y socialista por convicción. Su padre –admirador de los filósofos griegos– también jugó un papel muy importante a lo largo de su vida. Don Raimundo decidió su nombre mientras leía La República de Platón. Estaba a punto de nacer un jugador diferente. ¿Cómo no recordar ese nombre? Sócrates. El resto lo hizo el fútbol.

Publicado originalmente el 4 diciembre de 2012 en Perarnau Magazine

lunes, 28 de enero de 2013

Cantona presentará en Colombia "Los rebeldes del fútbol"


El futbolista francés presentará en el Festival Internacional de Cine de Cartagena el documental de Gilles Perez y Gilles Rof, que se proyectará en la sección “Cine bajo las estrellas”.

Con el apoyo de Petrobras y las Embajadas de Brasil y Francia en Colombia, la edición número 53 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Ficci) contará con la presencia de la leyenda futbolística Eric Cantona, quien se destacó en la década de los noventa como delantero titular de clubes europeos como el Manchester United y el Montpellier.

El deportista, que actualmente es director técnico de la selección francesa de fútbol playa, conduce el documental de Gilles Perez  y Gilles Rolf, Los rebeldes del fútbol, que relata las historias fuera de la cancha de los jugadores Didier Drogba (Costa de Marfil), Rachid Mekloufi (Argelia), Predrag Pasic (Bosnia), Sócrates (Brasil) y Carlos Caszely (Chile), personajes contestatarios a los regímenes de sus respectivos países, que protagonizan esta pieza que se presentará en la sección del festival, Cine bajo las estrellas el lunes 25 de febrero a las 7:00 p.m. en la Plaza de Banderas.

Junto a Cantona estarán en Cartagena el futbolista chileno Carlos Caszely, el periodista brasilero Juka Kfouri (en representación del legendario Sócrates) y el co-director de la película Gilles Perez. Todos ellos, además de presentar el documental, serán parte, el martes 26 de un panel en el que se tratarán las implicaciones socio – políticas del fútbol y su función como algo “más allá del deporte”.

Los rebeldes del fútbol retrata la manera como el fútbol es un laboratorio de cómo debería ser la vida, evidenciando que un juego individual no funciona tan bien como un juego en equipo. Esta metáfora se reitera en cada uno de estos personajes, quienes deciden abandonarlo todo para unirse a la revolución a través del deporte, porque para ellos, ser un hombre es más importante que ser un campeón. Drogba, Mekloufi, Pasic, Sócrates y Caszely representan cada uno historias más o menos recientes de oposición a las dictaduras de sus países y son un ejemplo y un llamado a la convergencia y a la lucha por los derechos y por la democracia.

Tras abandonar el fútbol profesional, Cantona incursionó en el cine, donde ha trabajado con artistas como Cate Blanchett, en la película ganadora a un Premio Óscar, Elizabeth (1998), y directores como Ken Loach en el filme Buscando a Eric (2009), donde Cantona se interpreta a sí mismo. Además, ha hecho parte del reparto de La fortuna de vivir (1998) de Jean Becker y la película para televisión Papillon noir (2008) de Christian Faure.

Haber hecho parte de este proyecto fue una experiencia importante para el deportista, quien afirma que "el fútbol es el deporte más popular, es un juego que une a diferentes personas y atrae los unos a los otros. Cuando se piensa de esa manera y cuando así se educa a los niños para que sean de mirada abierta, entonces eso es brillante”.

Ficci News

sábado, 6 de octubre de 2012

Reviva a Democracia Corinthiana 30 anos depois


Agência Corinthians

“Ganhar ou perder, mas sempre com democracia”. Tal lema se destacou como um dos produtos do pensamento de uma geração das mais importantes do Timão. Trata-se do movimento construído no contexto da redemocratização brasileira, na primeira metade da década de 80. Sob a ótica da abertura política, descentralização do poder, modernização da administração e renovação do modelo de direção, o Presidente Waldemar Pires esteve à frente de todo o processo vivido no Parque São Jorge. Reviva a Democracia Corinthiana, em especial preparado em parceria com a Placar.


Com a eleição de Waldemar Pires à Presidência, o Corinthians viveria novos tempos. Somando-se os maus resultados da temporada de 1981, a saída do Presidente Vicente Matheus e o anseio pela liberdade no período da redemocratização da política brasileira, o cenário era mais do que favorável. Sob o slogan de Democracia Corinthiana, criado pelo publicitário Washington Olivetto, o Clube entrava de vez numa experiência revolucionária para o meio futebolístico.

Idealizada pelo sociólogo Adilson Monteiro Alves – chamado para integrar o novo Departamento de Futebol do Clube –, a proposta inédita reunia dirigentes, conselheiros, funcionários, técnico e jogadores sob o princípio da autogestão. Em outras palavras, todos teriam o direito a opinar nas decisões internas e o voto de cada um, independente do cargo, possuiria o mesmo valor. Além da contribuição positiva com uma ideologia de resistência ao regime militar, o grupo de atletas era reconhecidamente talentoso, contando com grandes ídolos como Doutor Sócrates, Casagrande, Zenon, Biro-Biro, Zé Maria e Wladimir.

Em plena Ditadura Militar, as mudanças sócio-políticas foram profundas dentro do Parque São Jorge. Desde a discussão acerca do autoritarismo nas relações sociais de trabalho até a necessidade real das conhecidas “concentrações” pré-jogo, que afastavam os jogadores da vida social. No que diz respeito às atitudes dos próprios atletas, o movimento provou a importância do engajamento de ídolos das grandes massas. Além de combater o conservadorismo que regia os clubes brasileiros, os líderes da Democracia se tornaram porta-vozes da liberdade de expressão no país, direito corrompido e buscado no momento efervescente da década de 80.

Recentemente, no dia 4 de dezembro de 2011, o Corinthians se sagrava Pentacampeão Brasileiro. Feliz pela conquista, a Fiel, por outro lado, sentia a perda da grande figura da Democracia, o eterno Doutor Sócrates. Fantástico com a bola nos pés, o inesquecível camisa 8 também exercia o papel de contestador. O ponto alto foi o envolvimento nos comícios e movimentos pelas Diretas Já. Ao lado do povo, ele, Wladimir, Casagrande e outros jogadores reforçaram o coro pela aprovação da emenda Dante de Oliveira, que previa a realização da eleição direta para a presidência. Mas os craques alvinegros não estavam sozinhos. Além deles, pessoas relevantes para a opinião pública, como Osmar Santos, Rita Lee e Juca Kfouri, legitimaram o movimento.

Dentro de campo, a equipe alvinegra também não decepcionou. Após um 1981 abaixo das expectativas os títulos reapareceriam. Nas finais contra o São Paulo, em 1982 e 1983, a Fiel pôde comemorar o bicampeonato estadual. A primeira conquista veio com as atuações brilhantes de três jogadores: Casagrande, Biro-Biro e Sócrates. Ainda no início da carreira, com apenas 19 anos, Casão, como também era chamado, já havia impressionado em sua estreia contra o Guará-DF, ao marcar quatro dos cinco gols da partida. No dia 1º de agosto, em clássico contra o Palmeiras, o centroavante caiu de vez nas graças da Fiel, com três gols. Biro-Biro e Sócrates fizeram os outros dois tentos e fecharam o inesquecível placar de 5 a 1. Já na fase final, o Timão enfrentou o São Paulo em três oportunidades, perdendo a primeira de 3 a 2 e vencendo as outras duas decisivas por 1 a 0 e 3 a 1.

No ano seguinte, o time do Parque São Jorge teve clássicos para decidir o seu bicampeonato. Na semifinal, o Palmeiras, e na final, o São Paulo, outra vez. Sócrates foi a grande estrela, marcando quatro gols, um em cada confronto. Contra a equipe alviverde, no primeiro jogo da semifinal, o Doutor sofreu com a marcação individual e apenas fez de pênalti no empate em 1 a 1. Já na segunda, bastou uma jogada para definir o 1 a 0 e a classificação. Após a vitória por 1 a 0 na primeira final, o Timão podia apenas empatar para ficar com o Bi. E foi o que aconteceu: 1 a 1. Corinthians 19 vezes campeão Paulista e a Democracia coroada.

Com a abertura política ainda que tardia, anos depois da emenda Dante de Oliveira, e a saída de Sócrates em 1984, o movimento foi aos poucos cumprindo seu papel e chegando ao seu final. Como legado ficou o bicampeonato paulista, uma galeria de ídolos e figuras representativas para a identidade corinthiana e o orgulho da Fiel em contar que viu o seu Clube escrever uma das mais belas histórias do futebol brasileiro e mundial.

Confira a entrevista concedida por um dos líderes da Democracia Corinthiana, o lateral esquerdo Wladimir:

Qual o legado que a Democracia Corinthiana deixou para o Brasil e o Mundo?

Foi um momento histórico em que pudemos honrar nossa condição de cidadãos brasileiros. Creio que os atletas não podem se sentir a margem do processo político brasileiro em nenhuma época. Não somos alienígenas. A Democracia trouxe uma nova consciência de que mesmo que sejamos jogadores e figuras conhecidas das massas, devemos nos portar de maneira a combater o autoritarismo nas relações de trabalho e políticas.

Como é para você ter participado do movimento de maior importância sócio-política da história do Corinthians?

Na verdade, eu sempre estive envolvido em questões políticas. Costumava frequentar e apoiar o Sindicato dos Atletas. Os jogadores também têm direitos e deveres naturais que naquela época não estavam sendo respeitados, assim como todos os cidadãos. Diria que o movimento foi a consagração da grande ansiedade que tínhamos em poder ajudar na redemocratização brasileira. Foi um momento oportuno.

E qual era a sensação em subir no palanque dos comícios pelas Diretas Já?

Era incrível olhar de cima mais de um milhão de pessoas unidas pela mesma causa. Senti que estava tendo um papel nobre e uma postura de cidadão mesmo. É difícil não se lembrar do Sócrates e da máxima que ele deu naquele comício. Para ele, caso a emenda Dante de Oliveira fosse aprovada ele não abandonaria o país.

Qual a emoção de ver toda a revolução feita por vocês coroada pelo bicampeonato paulista?

Tudo começou com a escolha do treinador feita por nós mesmos. Resolvemos dar uma chance ao Zé Maria, mas não era a dele. Após definir o Mario Travaglini no cargo, decidimos a melhor forma de jogar, assumindo a responsabilidade e uma possível culpa caso algo não desse certo. Naquelas finais contra o São Paulo não tinha como dar errado, a gente sempre prevalecia nos momentos decisivos. Para jogar futebol é necessário o estado de espírito feliz para criar e vencer, e isso nós tínhamos.

Mande um recado à República Popular do Corinthians que buscará o Bi Mundial no final do ano.

Eu diria que o espírito daquele grupo da Democracia Corinthiana era da mais nobre representatividade e nível de consciência política. É claro que os tempos mudaram, o futebol mudou. Mas acredito plenamente que os jogadores atuais cumprirão a sua missão assim como nós, conquistando o Bi Mundial e a consagração desse projeto. Vai, Corinthians!

sábado, 21 de julio de 2012

"Rebeldes del fútbol", nuevo documental de Eric Cantoná

La leyenda futbolística Eric Cantoná presentó en Sarajevo su documental “Football Rebels”, "Rebeldes del fútbol".


Cantoná afirmó que “el fútbol acerca a las personas” y enseña a los jóvenes a estar abiertos al mundo.

“Creo que el fútbol puede ser una educación extraordinaria para la gente”, declaró Cantoná.

“El fútbol es el deporte más popular en el mundo entero, es un juego que une a diferentes personas y atrae los unos a los otros. Cuando pensáis de esa manera, cuando así educáis a los niños, para que sean de mirada abierta, entonces eso es brillante”, indicó.

Cantoná presentó su película en la 18 edición del Festival de Cine de Sarajevo, dentro del programa “Open Air”.

El exfutbolista llegó a Sarajevo en compañía de Gilles Rof, quien dirigió el documental, y del fotógrafo Gilles Perez.


El filme trata de las historias de la vida de cinco futbolistas y sus pugnas fuera de la cancha.

Uno de ellos es el exjugador del FK Sarajevo Predrag Pasic, quien durante la guerra Bosnia (1992-1995) no quiso abandonar el país, sino se dedicó al entrenamiento de los niños en pleno asedio de Sarajevo.

“Es una gran satisfacción estar aquí, en el lugar en que rodamos el documental, en compañía con uno de los ‘rebeldes del fútbol’”, dijo Cantoná durante su visita a la escuela de fútbol de Pasic.

El marfileño Didier Drogba, el chileno Carlos Caszely, el argelino Rachild Mekhloufi y el brasileño Sócrates son los otros “rebeldes” que aparecen en el filme ideado y escrito por la antigua estrella del Manchester United, que en 2001 lo declaró como futbolista del siglo.

Tras abandonar el fútbol profesional, “el rey Cantoná”, como aún le conocen en su antiguo equipo, inició una carrera cinematográfica que le ha llevado a trabajar con actrices como Cate Blanchett y directores como Ken Loach.

En la actualidad es el técnico de la selección francesa de fútbol playa.

El Festival de Cine de Sarajevo surgió en 1995, durante la guerra de Bosnia, y es uno de los mayores y más visitados eventos culturales del país balcánico.

Con información de EFE

viernes, 6 de julio de 2012

Corinthians inaugura busto em homenagem a Sócrates

Agência Corinthians

No próximo dia 28 de julho de 2012, às 11h, o Corinthians realizará a inauguração do busto em homenagem ao ex-jogador Sócrates. A celebração acontecerá no Parque São Jorge.

Sócrates jogou no Corinthians de 1978 à 1983 e além dos campeonatos Paulistas de 79, 82 e 83, entrou para a história do Timão ao ser líder da Democracia Corinthiana, movimento que dava aos jogadores maior autonomia nas decisões do Clube.

O ex-jogador faleceu na manhã do dia 4 de dezembro de 2011, data em que o Corinthians consagrou-se pentacampeão Brasileiro.

www.corinthians.com.br

jueves, 26 de enero de 2012

La última visita a Sócrates

Sócrates será recordado como uno de los futbolistas más grandes de la historia y también como un rebelde mítico que desafió la dictadura militar brasileña. Un par de semanas antes de morir alcoholizado, el inolvidable crack de España '82 recibió al periodista Rodrigo Cavalheiro, quien escribió esta crónica en exclusiva para Soho.


Por Rodrigo Cavalheiro

Empecé otro partido”, contestó Sócrates.

El termómetro marcaba 14 grados centígrados aquella noche de martes en la sede del canal TV Cultura, en São Paulo, y el futbolista que asombró al mundo a punta de taquitos en España '82 soltaba humaradas con aires de desafío. Amigos suyos y comentaristas deportivos —como él durante sus últimos años— podían leer el humo de su cigarrillo como si fuera la burbuja de un cómic: “Sí, fumo unos días después de regatear la muerte, ¿a quién le importa?”.

El exfutbolista brasileño solo trataba de responder a la pregunta que le había hecho Soho aquel día de noviembre. ¿Si todo esto fuera un juego, en qué minuto del partido estaría usted?

Era claro: estaba en la prórroga.

En los meses anteriores, el crack había sido ingresado dos veces al hospital muy grave. Los médicos decían entonces que había estado a punto de morir por hemorragias en el estómago y en el esófago a causa de una “hipertensión en una vena que lleva la sangre del intestino al hígado”. Él mismo admitía la explicación callejera: el alcohol.

El pasado 4 de diciembre, un par de semanas después de nuestro encuentro, murió a los 57 años el gran Sócrates: ese brasileño que inmortalizó como nadie en la cancha los puntos más extremos del cuerpo: el tacón y la cabeza. Una ironía, pues “extremista” era como lo llamaban los militares de principios de los años ochenta.

Líder del Corinthians, el equipo con más afición en São Paulo (unos treinta millones de hinchas), Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira ayudó a pensar lo impensable durante una dictadura militar que duró dos décadas en Brasil. ‘Magrão’, como le gustaba ser llamado (algo como ‘Flacuchentón’), lideró el movimiento que llevó a aquel equipo a hacer solo lo que decidiera la mayoría del grupo: la concentración antes de los partidos, los pagos extras por las victorias, las rutas para tomar en los viajes largos… todo se decidía una vez a la semana a través de algo más que pintoresco en el Brasil de entonces: el voto.

En un clásico, el equipo de Sócrates causó revuelo al entrar a la cancha con una pancarta en la que se leía “Ganar o perder, pero siempre con democracia”. Era la llamada Democracia Corinthiana, donde el voto era igualitario: la opinión de un suplente valía igual que la del entrenador o la del presidente.

Valía igual, incluso, que la de Sócrates, estrella de la mejor selección de aquellos tiempos. Sí, Brasil tenía la mejor selección del mundo, así la irrespetuosa Italia de Paolo Rossi la derrotara 3 a 2 en los cuartos de final del Mundial de España '82. Para muchos aficionados brasileños es la derrota más dura de la historia; más, incluso, que el inolvidable Maracanazo del '50.

“Es difícil decir en qué influyó la Democracia Corinthiana para acabar con la dictadura. Lo cierto es que hablábamos de usar el voto en el fútbol, un terreno con un alcance popular inmenso. Y eso es muchísimo en Brasil”, dijo Sócrates antes de apagar el cigarrillo y entrar al estudio para grabar uno de sus últimos capítulos de Cartão verde (programa deportivo cuyo nombre en español sería Tarjeta verde).

En 1984, la presión en las calles por el fin de la dictadura que había empezado en 1964 era tremenda. Una sola protesta —hasta hoy la manifestación pública más grande de la historia de Brasil— reunió en São Paulo a un millón y medio de personas. Vestido de amarillo, el pueblo pedía en abril de aquel año “elecciones directas ya”. Las caras de ese movimiento eran artistas y deportistas pensantes y fácilmente reconocibles por las masas: Chico Buarque, Gilberto Gil, Sócrates...

Luchando contra su timidez natural, en uno de esos mítines agarró el micrófono y prometió que si una ley del Congreso aprobaba la elección popular de presidente, él se quedaba a jugar en Brasil y no aceptaba ninguna de las ofertas de varios equipos extranjeros que intentaban ficharlo desde 1982.

Para suerte de la Fiorentina, el Congreso no aprobó la ley. Sócrates se fue a taconear a Italia, más como una forma de protesta que por dinero o fama, mientras los militares gobernaban un último año (dejaron el poder en 1985).

En Europa, su vida de futbolista tampoco fue común y corriente.

“Los presidentes de los equipos italianos ya eran entonces unos fachos. Y yo quería saber cómo funcionaban los sindicatos de izquierda y todo eso”, contó el padre de seis hijos (el último bautizado Fidel), antes de sentarse finalmente en el estudio con sus tres compañeros.

Su entrenador en la ‘Fiore’, Giancarlo de Sista, cuenta haberle preguntado a Sócrates si no le atormentaban las críticas que le hacían los diarios deportivos italianos. “No sé, solo leo la parte de política”, le contestó el jugador.

Sócrates medía un metro con 93 centímetros y sus pies eran talla 37. Era contradictorio hasta en su físico y no le hacía falta la coherencia para ser un genio. Al revés: sus contradicciones y la manera como las explicaba, más que su desempeño en la cancha, lo elevaron a la categoría de mito en Brasil.


En el libro que escribió sobre la Democracia Corinthiana, Sócrates criticó a la prensa deportiva en general. Le molestaba que los grandes medios de Brasil solo hubieran alabado el sistema de voto en un club después del fin de la dictadura. “Separo la página de deportes y se la doy a los demás. Me parece demasiado superficial”, escribió el Doutor o Doctor, apodo que se ganó por haberse graduado de Medicina. Sin embargo, años después de tildar de frívolos a los periodistas deportivos, hizo parte de esa prensa que despreciaba.

Pero su contradicción más clara no tiene que ver con el fútbol, sino con su enfermedad. Él no era un Garrincha (genial analfabeto que se bebió toda su fama sin darse cuenta de lo que pasaba); cuando Sócrates hablaba de “hipertensión en una vena que lleva la sangre del intestino al hígado” entendía cada palabra. Siempre supo los riesgos de jugar con el alcohol.

“¿Entonces por qué lo permitió?”, le pregunté aquel martes. Su mujer, Katia, que estaba a algunos metros de distancia, se acercó. Ella tampoco lo comprendía y le interesaba la respuesta. Sócrates respiró profundo y miró a los ojos para contestar, algo raro en él. “Son los conflictos internos que uno tiene. No sabría explicarlo”, dijo, como quien admite que se hace la misma pregunta todos los días.

Es difícil apuntar cuándo se le salió de las manos la relación con la bebida. Es cierto que entre los “derechos básicos” de los jugadores defendidos por Sócrates durante la Democracia Corinthiana estaba el de beberse una cervejinha después del entrenamiento “sin ocultarlo de los reporteros”. De hecho, posaba para la prensa con vasos llenos y vacíos. “Mejor eso que beber muchísimo más a escondidas en la casa”, explicaba, exhibiendo unas estadísticas que probaban que el equipo había mejorado con tragos y sin concentración.

Él mismo nunca negó algunas anécdotas sobre el tema. Mazinho, compañero y amigo que lo acompañó hasta su último día, cuenta que una vez quería comprar un apartamento que pertenecía a Sócrates en Ribeirão Preto, ciudad en el interior del estado de São Paulo donde el Doutor había empezado a jugar. Este puso precio al inmueble y Mazinho se percató de que los ahorros no le alcanzaban.

“Mira, Magrão, al final no tengo lo que vale tu apartamento”, dijo Mazinho. “Oye, eres mi amigo, te lo vendo por el dinero que tengas, pero con una condición —contestó Sócrates—: me pagarás la diferencia en cervezas… en cualquier bar, de aquí en adelante, siempre pagarás tú por mis cervezas”. Y así Sócrates se ‘bebió’ parte del inmueble durante años.

Cuando dejó el hospital por última vez, claudicante, la balaca en su cabeza parecía sostener los cabellos de un viejito. La enfermedad le había comido 30 kilos. Mucho para cualquiera, más para alguien apodado Magrão.

En sus últimos días, Sócrates llevaba siempre balacas con eslóganes que lo hicieron famoso en los ochenta. “No al racismo” fue la más conocida. Usaba solamente las de color blanco. Tenía unas diez en su armario, contó su mujer. El hecho de comunicarse a través de las cintas para el pelo tenía una razón: Sócrates nunca usó la boca a la misma velocidad de los charlatanes de Maradona o de Romario (hoy un diputado federal despistado sin un técnico a quien criticar). Lo suyo era tener ideas y dejarlas caer cuando hacía falta.

En una semifinal del Campeonato Paulista de 1983, el Corinthians enfrentaba a su archirrival, el Palmeiras. Partido en el estadio de Morumbi. Lleno total. Tan lleno estaba que los trancones atraparon el bus que llevaba al Timão, apodo del Corinthians. Sócrates se percató de que el equipo no llegaría a tiempo y, en un hecho inédito, instó a sus compañeros a bajarse y caminar unas cuadras hasta la cancha. De paso calentaron en el camino y recibieron el apoyo de los hinchas enloquecidos, que no podían creer lo que veían. “Ganamos ese partido antes de llegar al estadio”, solía decir Sócrates.

En otra ocasión, durante un encuentro en una de esas canchas terribles del interior de Brasil, Sócrates no podía jugar por la cantidad de patadas que le pegaba un defensa contrario. Molesto, se acercó a la línea lateral del campo y, junto a las gradas, apuntó con el dedo al incómodo defensor que estaba a menos de dos metros. La escena llamó la atención de todo el estadio, que dejó de seguir la pelota. Minutos después, el entrenador del equipo rival se sintió obligado a sacar al jugador que había sido humillado por el Doutor.

En sus últimos días de comentarista, pocas cosas molestaban más a Sócrates que las encuestas con dos alternativas que tiene el programa Cartão verde. “Para él, nada podía ser tan simple como para resumirse en dos respuestas”, declaró su colega Vladir Lemos días después de su muerte. “Él parecía a veces incómodo con la fama de ser un jugador mítico. Quería que las personas lo escucharan, que se acordaran más de él por lo que hacía fuera de la cancha, que se convirtieran en mejores ciudadanos”, completó otro compañero, Vitor Birner.

Sócrates era también un provocador. Durante los programas, defendía la tesis de que los equipos debían tener simplemente a los mejores. No importaba si los mediocampistas Zico y Falcão, por ejemplo, estuvieran de lateral y de delantero respectivamente.

No era un tipo de chistes o sonrisas fáciles, pero le gustaba la ironía y reírse de sí mismo. Antes de entrar al estudio donde me recibió, una maquilladora intentó ocultar parte de las arrugas que lo hacían parecer de 80 años y no de 57: “Me van a dejar igualito a Raí”, bromeó. Su hermano Raí, centrocampista de la selección brasileña de la Copa del Mundo del '94, tiene fama de galán y de buen chico en Brasil. La antítesis de Sócrates.

El tema inicial del programa ese día era “Neymar o Messi”. O, mejor dicho, ¿cuándo Neymar será Messi? A Sócrates le molestaba la pregunta. Defendía sencillamente que el chico de 19 años debía quedarse en Brasil hasta el Mundial del que será anfitrión en 2014. “Ser el mejor del mundo es una felicidad relativa. Importa más estar contento y Neymar no será más feliz en ningún lugar que acá”, decía el Doutor.

La relación de Sócrates con la medicina dio origen a una de sus historias más legendarias. Era su primer entrenamiento en el Botafogo de Ribeirão Preto, el equipo donde empezó. Sócrates entró desde el banco y, al final del partido, el zaguero titular se le acercó. Quería saber dónde trabajaba, qué hacía aparte del fútbol. El joven le comentó que estudiaba Medicina y el defensa contestó: “Una lástima: si usted fuera pobre sería el mejor futbolista del mundo”.

Su jugada característica, el taconazo, resultó de la conexión de un físico que no era de atleta —siempre dijo que nunca lo fue— con una cabeza que tampoco era de un deportista corriente. La conjunción entre su altura y su piecito ponía en el campo a un tipo como mínimo raro. “Era muy lento y no podía equilibrarme bien —contaba—. Los taquitos eran una forma de darle velocidad a mi juego”. Hizo pases de gol imposibles con el taco, con este se inventó también regates mágicos y, como si fuera poco, hasta cobraba penales de taquito en entrenamientos y partidos amistosos. Ya retirado, mostraba orgulloso un callo que tenía en la parte posterior del pie.

Pero increíblemente su penalti más famoso no lo cobró de tacón. Ni le dio la gloria. Todo lo contrario. Brasil definía por penaltis contra Francia el paso a la semifinal de México '86. Dicen que no tomó impulso suficiente, que no cobró con seriedad, que pateó sin ganas. Sócrates falló y la selección se quedó sin Mundial. Y, aunque Zico había perdido otro penal en el tiempo regular, muchos acusaron al Doutor de la eliminación, otra vez en cuartos. Él quedó muy molesto. Repitió hasta su muerte que ya había pateado así, “sin espacio”, y le había salido bien.

Solía decir que el fútbol le había permitido ver dos mundos: el de la pobreza extrema y el del lujo. Él nunca fue pobre. Vivió sus últimos días en un condominio de mansiones a 30 kilómetros del centro de São Paulo. Solía escribir sus columnas bebiendo vino y fumando, siempre con música sofisticada (hizo canciones y escribió obras teatrales, pero no tuvo éxito).

Se casó en enero de 2011 y el primer viaje con su última compañera fue a Cuba, en agosto. Se publicó incluso que una cerveza cubana había sido la causa de la enfermedad. Él lo negaba. “He visto cosas cambiando para mejor en Cuba. Creo que se están haciendo las cosas bien”, decía ya después de la grabación del programa, con otro cigarrillo entre los dientes, antes de confesarse admirador de otro lento e inteligente en la cancha, el Pibe Valderrama, y de la selección colombiana que este capitaneó en los noventa.

Sócrates era el indiscutible fiscal moral del Mundial de Brasil 2014. Cuando dejó el hospital tras su primer ingreso, dijo que su plan era visitar las doce sedes de los partidos. Quería criticar, sin que esto significara echarle en cara los errores al gobierno de Dilma Rousseff, de quien era abiertamente seguidor. “Seguro vamos a tener problemas. No sé si podremos albergar a tanta gente”, dijo a Soho, para luego rematar: “El gobierno está haciendo lo que era tarea de inversionistas privados. Si no hubiera intervenido, habría sido mucho peor”.

En sus últimos días, docenas de periodistas buscaron la versión de Sócrates sobre su resurrección. “No tengo adicción, pero sí me gustaba chupar”, repetía acerca del tema más incómodo. Murió algunas horas antes de que el Corinthians se hiciera pentacampeão brasileño. Fue como si Pelé muriera en la final de un Mundial con Brasil en el campo.

A uno de los cien elegidos por la Fifa como uno de los jugadores inolvidables del siglo XX lo enterraron a las cinco y media de la tarde de aquel domingo, cuando terminaba el primer tiempo del partido. Miles de hinchas corinthianos dejaron de ver el juego para despedir en vivo con canciones al ídolo, el primer futbolista de la selección del '82 en morirse. En las páginas de internet, centenares de mensajes hablaban de él y docenas recordaban el hecho que llevaba la palabra ‘Brasileiro’ en el nombre. Alababan primero al ciudadano, después al futbolista, como si fuera posible separar los dos del Sócrates soñador que los unía: ese que creía tanto en la utopía que se volvió la imagen de ella en Brasil. Un hincha anónimo escribió en la web sobre este Sócrates: “Lástima que te fuiste tan pronto. Ya nunca podremos ganarle a Italia en 1982”.

martes, 27 de diciembre de 2011

Once hechos del 2011

Especial de fin de año

El comité editorial de Fútbol Rebelde seleccionó los once hechos más significativos del año que termina. Fue un 2011 marcado por revueltas y movimientos populares en todo el mundo, de los que no estuvieron ausentes los hinchas. Recordamos a continuación sucesos, personajes y equipos que mantuvieron vigentes las banderas del fútbol rebelde.

Destacamos once episodios, número simbólico que además de ser el actual año del presente siglo, es el de cada escuadra de este bello deporte. Entre ellos está la lamentable pérdida del gran Sócrates, inspirador de esta tribuna bloguera (y personaje del año para los lectores del blog). Otros acontecimientos pueden haber quedado arbitrariamente por fuera. Sólo es una selección de hechos significativos para nuestro espacio, ordenados cronológicamente, que esperamos que nuestro público lector disfrute:

1. El fútbol egipcio con la rebelión

El Cairo, 25 de enero

El fútbol no fue ajeno a las protestas populares que se desarrollaron en Egipto. Entre los que lucharon contra el régimen, estuvieron grupos de hinchas de algunos equipos de fútbol, en especial los del Al Ahly de El Cairo, que lucharon en la primera línea de la rebelión popular. Varios aficionados murieron en las revueltas. El club Al Ahly se caracteriza por tener arraigo en los sectores populares. Sus jugadores también se sumaron a la causa: abrieron un fondo para ayudar a las víctimas del levantamiento del 25 de enero y donaron sangre para los heridos. Hinchas de otros equipos también participaron en el levantamiento que derrocó a Mubarak.

2. St. Pauli gana el clásico

Hamburgo, 16 de febrero

El rebelde y antifascista FC St. Pauli jugó la temporada 2010-2011 en primera división. Aunque no logró mantener la categoría, como en 1977, nos dejó un glorioso triunfo en el clásico de Hamburgo, el segundo de su historia. El duelo se jugó en el estadio del rival de plaza, el Hamburgo SV, que tiene un pequeño pero notorio grupo de hinchas neofascistas. Los piratas ganaron 1-0 con gol de Asamoah.

3. Los piratas vencieron a los millonarios

Buenos Aires, 26 de junio

El Belgrano de Córdoba hizo historia en el Estadio Monumental al ganar la promoción y mandar al presuntuoso River Plate a segunda división. River, conocido como “los millonarios”, es el equipo con más títulos locales de Argentina, y es uno de los clubes más grandes y poderosos de Suramérica. Pero perdió el duelo ante “los piratas” (2-0 y 1-1) y cayó a la B.

4. Primer partido de Palestina en casa

Ramala, 3 de julio

La selección mayor de Palestina jugó su primer partido oficial en casa. Se disputó ante Afganistán con motivo de las eliminatorias al Mundial Brasil 2014 y quedó igualado a un gol. El histórico encuentro se jugó en el estadio Al-Ram, de Ramala, Cisjordania. Antes, los palestinos debían celebrar sus partidos como local en otros países debido al bloqueo israelí sobre sus territorios. En el 2011 también se inauguró la liga femenina de fútbol, y la Autoridad Nacional Palestina pidió oficialmente a la ONU su reconocimiento como estado.

5. Hinchas chilenos por la educación

San Juan, 4 de julio

“Educación libre, digna, gratuita” fue la consigna que acompañó una bandera gigante de la hinchada chilena durante la Copa América Argentina 2011. Los estudiantes chilenos protagonizaron en el 2011 un gran movimiento para cambiar la estructura neoliberal de la educación, que tiene su origen en la Constitución de la dictadura de Augusto Pinochet. “Los de abajo”, barra popular de la Universidad de Chile, caracterizada por su orientación antifascista, tuvo destacada participación en esta y otras movilizaciones populares. Los estudiantes-hinchas organizaron encuentros y cantaron consignas. Uno de ellos se vistió como un futbolista chileno de la década del ochenta: Carlos Caszely, opositor a la dictadura y simpatizante de Salvador Allende.

6. Habla Menotti

Buenos Aires, 11 de julio

Luis Martín entrevistó para El País a César Luis Menotti, uno de los grandes oráculos del fútbol. “El Flaco” fue contundente: “después de lo que he vivido, me siento un marxista hormonal, sin más explicación ideológica. Durante 70 años de mi vida he comprobado el desastre que ha hecho el capitalismo en todo lo que me rodea, incluido el futbol”. También contó que intenta escribir un libro, se quejó de lo difícil que le ha resultado dejar el cigarrillo, y dio opiniones sobre el balompié de la actualidad.

Consultar la entrevista completa en este enlace.

7. Javi Poves, indignado, renuncia al fútbol

Gijón, 6 de agosto

Javi Poves, de 25 años, renunció a su sueño de ser jugador profesional por sus convicciones. Poves, bautizado como el “futbolista indignado”, militaba en el Sporting en la primera división española. Ya había dado muestra de sus opiniones cuando pidió evitar transacciones bancarias con su sueldo y al devolver un carro que el club le había regalado porque no lo necesitaba. “El fútbol profesional sólo es dinero y corrupción. Es capitalismo, y el capitalismo es muerte. No quiero estar en un sistema que se basa en que la gente gana dinero gracias la muerte de otros en Suramérica, África, Asia. Simplemente, mi yo interior me impide seguir en esto”, explicó. Luego de su retiro, Poves viajó al África como voluntario.

8. Gol de Camilo Vargas

Bogotá, 23 de noviembre


El portero, solitario e ingrato rol del fútbol, a veces pasa a ser el héroe. Camilo Vargas, bogotano de 22 años, surgido de la cantera de Independiente Santa Fe, pasó a la historia nada menos que en el clásico capitalino. A Los Millonarios les bastaba un empate; Santa Fe debía ganar para seguir con vida en el torneo. El marcador estaba en ceros y corría el último minuto. Tiro de esquina para los rojos. Camilo cruzó la cancha, rebelde y temerario. Ómar Pérez cobró majestuosamente, y el arquero se levantó en medio de cuatro jugadores azules. Cabeceó impecablemente y mandó el balón a la red. ¡Gol! Gol histórico. El primer tanto de cabeza de un portero en el fútbol colombiano, y el primero con pelota en movimiento por un arquero santafereño. Además, en el último minuto y en un clásico. De película.

9. Muere Sócrates

Sao Paulo, 4 de diciembre

Sócrates, “El Doctor”, principal figura de la democracia corinthiana, falleció a los 57 años por complicaciones en su salud. Se nos fue un domingo, el día futbolero, el mismo en que el club de sus amores, el Corinthians, el equipo del pueblo, jugaba el clásico paulista frente a Palmeiras, por la última fecha del torneo brasilero. Hinchas y jugadores lo homenajearon con puño levantado, símbolo de lucha y forma en que el ídolo celebraba los goles. El partido quedó empatado, lo que le bastó al "Timao" para ganar el título. Se cumplió así el deseo de Sócrates: morir un domingo y con Corinthians campeón.

10. Cien años de fútbol cubano

La Habana, 11 de diciembre

El béisbol es el deporte nacional en Cuba. Pero el fútbol también tiene su lugar en la isla socialista. El 11 de diciembre de 1911 fue la fecha del primer partido oficial de fútbol en el país, disputado entre el Sport Club Hatuey (formado por cubanos y españoles) y el Rovers Athletic Club (integrado por británicos). El festejo por el centenario incluyó un amplio programa, como la inauguración del Museo del Fútbol Cubano y partidos amistosos. “No habrá un solo municipio del país en el que falte un balón para que sobre todo los más pequeños puedan disfrutar de la práctica de este deporte en un festival balompédico de la calle sin precedentes”, escribió el periódico Granma. En 1926 Cuba se afilió a la FIFA. En 1938 asistió a su único Mundial. Tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959, el fútbol se expandió a toda la isla y surgió el campeonato nacional.

11. Los patriotas vencieron al diablo

Cali, 17 de diciembre

Repitiendo la historia del River Plate argentino, el América de Cali perdió la promoción y se fue a la B. El modesto Patriotas de Tunja, equipo con apenas ocho años de historia, lo venció por penales en su estadio y se ganó su lugar en primera. América, uno de los equipos más populares de Colombia, con trece estrellas en su palmarés, vive la resaca de tres décadas de influencia del narcotráfico, en las que logró muchos capítulos de gloria, pero también líos judiciales y económicos que hoy lo tienen en el peor momento de su historia. El encargado de consumar el descenso fue el portero de Patriotas, paradójicamente hincha y exjugador de los diablos. Carlos Chávez no sólo salvó a su escuadra de la derrota, sino que anotó el cobro definitivo que selló el descenso del diablo.

*Mención de honor a la Selección Venezuela por su destacada participación en la Copa América y su sostenido ascenso futbolístico.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Andalucía: Juventud Comunista organiza torneo solidario de fútbol 7

La Juventud Comunista en El Puerto, en colaboración con el Racing Club Portuense, organizan un torneo deportivo solidario, que se disputará los días 27 y 28 de diciembre.

La organización Juvenil presenta el Primer Torneo Solidario de Fútbol 7 que tendrá lugar el próximo martes 27 y miércoles 28 de diciembre en el estadio José del Cuvillo. El plazo de inscripción quedó cerrado el pasado martes 20 de diciembre, llegando a un total de 24 equipos inscritos, con más de 250 participantes en total.

La particularidad de este torneo es que cada jugador deberá aportar un kilo de alimentos que se donará con fines solidarios. Desde la organización juvenil agradecen la colaboración mostrada en todo momento por el Racing Club Portuense, al ceder las instalaciones de forma gratuita para la celebración de esta cita deportiva. Además, el club habilitará el bar del estadio para el público asistente.

La entrada al torneo será gratuita para todos los portuenses que quieran acercarse. Desde la UJCE animan a los ciudadanos a que participen en esta cita y animan a que aporten también un kilo de alimentos para contribuir en esta causa solidaria.

Para José Rodríguez Lupiañez, actual responsable local de las Juventudes Comunistas, “esta iniciativa pretende mostrar que la juventud es capaz de disfrutar de un ocio sano y saludable, como es la práctica del deporte, a la vez que se comprometen con la sociedad a través de este torneo solidario”.

martes, 6 de diciembre de 2011

Sócrates: democracia corinthiana


Por Ángel Cappa
Crónica Popular

Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza de Oliveira fue un futbolista fino, elegante, sutil, talentoso y carismático. No sólo fabricó ilusiones por todo el mundo con una pelota sino que contribuyó, desde su ideologia progresista, a combatir a la dictadura militar que se habia instalado en Brasil en 1964 a raiz de un golpe de Estado contra Joao Goulart y se mantuvo hasta mediados de los '80.

Fue también uno de los principales ideólogos de una experiencia singular y única con su segundo equipo, el Corinthians, donde jugó desde 1978. Se habia iniciado en el Botafogo como profesional en 1974. Impulsado por un jóven dirigente de aquél entonces, Adilson Monteiro, estableció en el Corinthians lo que se conoce como la “democracia corinthiana” que fue nada menos que el cambio radical de normas y costumbres que imperaban en el futbol brasileño de la época, dominado también por militares. Cambio que mejoró las relaciones laborales de los futbolistas con sus clubes.

“Jugué los mundiales del 82 y 86 en una maravillosa selección. Conocí el calcio en la Fiorentina. Fuí técnico. Sigo siendo médico. Escribo crónicas para un diario deportivo y poemas que ponemos en canciones con amigos músicos. Pero esa época fue la mas exaltante de mi vida. Dos años y medio que valen por cuarenta años de felicidad”, declaró Sócrates refiriéndose a la experiencia vivida con el Corinthians.


Adilson, cuando se presentó ante el plantel del Corinthians, les había dicho: “El país lucha por la democracia. Si lo logra, el fútbol quedaria al márgen porque aún en los países democráticos el fútbol es conservador. Tenemos que cambiar eso”. Los jugadores al principio se miraron perplejos pero Sócrates recogió el guante y con otros compañeros iniciaron la “revolución” que necesitaban el fútbol y la sociedad.

“Abolimos el proceso que existía en el fútbol, donde los dirigentes impedian que los jugadores se hicieran adultos”, reveló Sócrates. “Al inicio hubo ansiedad en mis compañeros”, agregó, “no estaban acostumbrados a expresarse, a decidir. Pero fueron aprendiendo y se prepararon para enfrentar su profesión y su vida”. Se reunían, conversaban y resolvian por mayoria casi todos los asuntos. Por ejemplo, en vez de recibir premios por victorias, propusieron participar con un porcentaje de las recaudaciones y otro de la sponsorización y televisión. Ese dinero lo repartian por igual tanto entre los jugadores como con los utileros, los médicos o el chofer del autobus que los conducía.

Los dirigentes se opusieron pero no tuvieron otra salida que aceptar la propuesta ante la fortaleza del movimiento que encabezaba Sócrates. Poco a poco fueron ganando poder y hasta determinaron el horario, el método y la intensidad de los entrenamientos, la fecha y el medio de transporte para los partidos fuera de casa, los refuerzos e incluso el entrenador. Apostaron por la naturalidad y era habitual verlos fumando o tomando una cerveza. Destruyeron el mito de las concentraciones antes de los partidos.

Fue idea de Sócrates la incorporación de un psicólogo y eligieron a Flavio Gikovate, una de las eminencias de la psiquiatria en Brasil. Los acompañó el éxito deportivo: ganaron dos campeonatos y, antes de una de las finales que jugaron, salieron con una bandera que decía: Ganar o perder pero siempre en democracia. Porque temían que una derrota anulara o disminuyera la influencia del movimiento. Ganaron con un gol de Sócrates, que ese año hizo 28 en 31 partidos. “Cuando entrábamos a la cancha”, explica Sócrates, “invertíamos en mucho mas que en un simple partido. Luchábamos por la libertad en nuestro país”. Por eso los buenos resultados eran tan necesarios.

A los 30 años y después de haber rechazado una oferta de la Roma, decide aceptar la propuesta de la Fiorentina e incorporarse al fútbol italiano. Los conservadores aprovecharon la marcha de Sócrates para retomar el poder en el club y terminar con el movimiento. No obstante la experiencia no fue en vano. “Estoy seguro de que todos los jugadores que vivieron esta aventura están mejor adaptados socialmente que los futbolistas de otros clubes”, aseguró Sócrates.

Cuando dejó de jugar y después de algunas experiencias como entrenador, siguió ejerciendo la medicina, escribiendo canciones y obras de teatro, y fue consejero pedagógico de una escuela que abrió su hermano Rai en una favela de San Pablo.

Sin bien se destacó como futbolista por su calidad, lo hizo también por su negativa a aceptar las reglas del juego donde prima el resultado sobre todo lo demás. Sócrates no resignó jamás el placer de jugar ni el gusto por hacerlo de la mejor manera posible. A tal punto que, según la leyenda, después de perder aquél famoso partido con Italia en el mundial 82 donde Brasil brindó un espectáculo maravilloso, y al ver a sus compañeros muy dolidos en el vestuario, les dijo: “No pasa nada. Perdimos nada más. Pero del baile que les dimos no se olvidarán nunca”.

Como si fuera poco, murió como lo habia soñado: un domingo y con el Corinthians consagrándose campeón.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Corinthians homenajea a Sócrates con el campeonato

El "Timao" empató sin goles en el clásico ante Palmeiras y se proclamó campeón brasilero. Jugadores e hinchas homenajearon al ídolo Sócrates con puño levantado, símbolo de lucha.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Top 5: Les icônes qui ont réussi à faire aimer le foot à la gauche française

Le décès de Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira a fait pleurer les réseaux sociaux, tous les défenseurs d’un foot élégiaque, toujours nostalgique. Pour une fois, dans les hommages en boucle, les tonalités politiques s’avéraient presque aussi, voire plus importantes, que le souvenir du splendide milieu de terrain brésilien qui terrassa l’URSS en 1982, et dont la malédiction fut de n’avoir jamais remporté de coupe du monde. Donc voici la triste occasion de rappeler que si la gauche française, surtout dans ses extrêmes et ses marges, voua généralement une haine tenace au ballon rond, quelques étoiles réussirent à briller dans l’obscurité de la critique révolutionnaire. Petite typologie croisée en 5 héros du peuple peut-être immortels…

Sofoot


1-Socrates / Libertaire

Au début des années 80, le foot français commence enfin à relever la tête. Mais dans l’hexagone quelques exégètes de la dialectique (et de la diagonale) nord/sud répandent déjà la légende d’un club brésilien, les Corinthians, qui défie l’ordre établi en remettant au goût du jour une autogestion que chez nous l’alternance de 1981 vient de passer en perte et profit du déjà vieux rêve soixante-huitard. Semblable aux mythes antiques de la cause anarchiste, tel Alexandre Jacob qui volait au riche pour sa gloire et rendre un peu aux pauvres (et à ce titre inspirateur d’Arsène Lupin), Socrates dérobait le football à la dictature militaire pour le restituer à la démocratie. Un nom de philosophe grec, un diplôme de docteur et un démarche de gentleman, le foot libertaire avait enfin trouvé son héraut comme le punk son dandy en la personne de Paul Simonon, bassiste des Clash. L’élégance peut combattre le fascisme aussi surement qu’une balle. RIP

2-Maradona / Altermondialiste

Comment aimer le foot quand on porte des vestes kaki et qu’on lit les discours de Chavez dans le Texte. De Porto Alegre à Marseille, Maradona, avec son tatouage de Che Guevara aussi bien que sa défense douteuse du régime iranien, offrait quasiment le reflet parfait de l’immense fourre-tout de l’alter-mondialisme et de ses succédanés indignés. Et à l’instar de Manu Chao, tout le monde le connaît. Plus facile d’aimer un lieu commun dans la culture et le sport quand on n’y percute rien. Désolé maestro, mais on te préfère à Naples avec la Camorra et au coté des péronistes en Argentine, cela sonne presque plus vrai.

3-Cantona / Communiste

Alors que la France bascule à droite dans les années 90 et que le foot tricolore débute sa longue mue libérale (après le paternalisme tranquille des notables bourguignons), un homme se dresse seul face à Bernard Tapie et Henri Michel. Depuis il appelle à ruiner les banques et fustige les embardés sur l’identité nationale de Sarkozy devant portrait de l’Abbé Pierre. Mécontent pour rien, c’est toujours mieux que de se faire coincer au Carlton en essayant de refourguer la gauche « économiquement réaliste » (ou de servir la soupe au Qatari). Combien de demande d’interview de l’Humanité ou de rendez-vous ratés avec Mélenchon ?

4-Rocheteau / Trotskiste

Au sein de la LCR, qui connaît dans les années soixante-dix son heure de gloire, quelques uns (dont un certain Michel Field) fustige le sport, non seulement opium du peuple, mais également matrice de tous les totalitarismes. En particulier le foot. Seulement parmi les Verts qui règne sur la première division et quasiment le foot européen, se cache un rouge, ou du moins telle est la rumeur. Un prototype. Guelle d’ange, cheveux long et rock progressiste. Sa bascule vers le PSG fut-il la première révélation du jeune Besancenot pour la cause du successeur de Lénine? Depuis il vient au secours de la marseillaise dans les stades. Comme tous les ex de la Ligue passés au PS ?

5-Garrincha / Situationniste

Déglingué et génial, démon boiteux à l’ombre du consensuel Pelé, comme Debord croupit à l’ombre (de ses montagnes de bouteilles de vin) de Sartre, Garrincha usa jusqu’à la corde sa flamboyance individualiste, qui oubliait si souvent le collectif. Il fut à lui tout seul le « Socialisme ou Barbarie » du football. Oxymore iconoclaste à l’aile droite, on lui écrivit des poèmes et des chansons. Indispensable référence pour tout ceux qui pensent autre chose de la chose ronde que les intellos de plateaux télés, l’aimer s’apparente un peu à citer le « Panégyrique » de l’ex de l’International Lettriste plutôt que « La société du spectacle ». Il faut savoir briller en société pour mieux l’abattre.