Dos referentes del fútbol popular juegan un amistoso
Por Revista Un Caño
Este sábado, a las 15.30 horas, en el barrio más futbolero y popular de Hamburgo, habrá fiesta. Es que St. Pauli, el faro contestatario del fútbol mundial, recibe al Rayo Vallecano, el club español de las luchas sociales, en un amistoso de pretemporada que reúne a los dos equipos de izquierdas más importantes del planeta y, lo que es mejor, a sus hinchas, piratas y bukaneros.
El Millerntor, el remodelado estadio de St. Pauli, se estima, estará repleto, con casi 30 mil asientos ocupados. Las entradas, a precios accesibles como siempre, 20 euros las plateas y 10 euros la popular (20 euros el paquete familiar un adulto y un niño para la "popu"), se vendieron a buen ritmo durante toda la semana. La tribuna sur, la popular del equipo pirata, estará colmada con sus banderas contra el racismo, el sexismo y el fascismo. Los hinchas del Rayo, el grupo que se trasladó desde Vallecas, hará oír también sus consignas de protesta contra el fútbol-negocio.
El partido marcará la presentación de la temporada para St. Pauli, que, el sábado siguiente, comenzará a jugar un año más en Segunda división. Para Rayo, en cambio, será el tercer amistoso en su gira por Alemania. Este viernes jugarán el segundo ante Eintracht Braunschweig. El conjunto que dirige Paco Jémez viene de ganarle 1-0 a Hertha Berlín, de la Bundesliga, con un gol de Clavería. El partido, en sí, no dio para mucho más que para probar algunos juveniles y darle rodaje a los refuerzos.
La anécdota del día la dio el arquero alemán, Thomas Ktaft, cuando pidió que sacaran a los hinchas de Rayo que estaban detrás del arco, el juego se disputó en un pequeño estadio, porque le molestaba el olor a marihuana. En St. Pauli, imaginamos, los simpatizantes bukaneros no tendrán estos problemas. Como mucho, les pedirán fuego.
Si están por el norte de Alemania vayan, o, si tienen conocidos por ahí, no dejen de avisarles. El festejo comienza un rato antes del partido, cerca del mediodía. El club alemán prepara una fiesta familiar estilo kermese que incluye comidas, bebidas, juegos de feria -castillo inflable para los más chicos- y maquillaje gratis para pintarse la cara con los colores del equipo.
Después del partido, los jugadores de St. Pauli darán autógrafos y se sacarán fotos con sus hinchas. Además, se sortearán las nuevas camisetas, firmadas por los futbolistas. Y luego un cierre musical. Recital de la banda alemana Sexto Sol, el punk no podía faltar, y de Doctor Krapula, unos colombianos que le ponen ska a la vida.
Qué ganas de estar ahí.