Más de 50 figuras del fútbol internacional atendieron la convocatoria del papa Francisco
Diego Armando Maradona fue la estrella del partido por la paz, inspirado por el papa Francisco y jugado el lunes pasado en el Estadio Olímpico de Roma.
Antes del encuentro, el pontífice bendijo a más de 50 estrellas del mundo del fútbol de varias nacionalidades y credos religiosos, que participaron en el juego como un llamado para terminar con las guerras y la violencia en el mundo.
“Les agradezco que se hayan adherido a mi deseo de ver a campeones de diversos países y de diversas religiones, como testimonios de amistad y fraternidad”, expresó Francisco en una solemne ceremonia realizada en el aula Pablo VI del Vaticano.
Maradona fue el único que jugó los 90 minutos de un encuentro en el que abundaron los cambios para que pudieran participar los 50 jugadores que recibieron el llamado del pontífice.
Cada vez que tocaba el balón, que era a menudo porque todos lo buscaban, el “Pibe de Oro” recibía el aplauso de todo el estadio.
Asistieron unos 20 jugadores latinoamericanos (actuales y retirados), entre ellos Maradona, Freddy Guarín, Maxi Rodríguez, Diego Alfredo Lugano, Ricky Álvarez, Arturo Vidal, Juan Iturbe, Iván Zamorano, Ronaldinho y Carlos Valderrama.
Aunque hubo expectativa por la participación de Lionel Messi, a último momento se descartó esta posibilidad por la lesión que sufrió el astro argentino.
Por la solidaridad y contra la discriminación
Ya en el estadio, se enfrentaron el equipo Pupi, la fundación del exjugador argentino Javier Zanetti, y la red mundial Scholas, que participó también en la organización de este encuentro deportivo. El equipo de Zanetti se impuso 6-3.
Maradona, que jugó con Scholas, habilitó a Juan Manuel Iturbe y a Baggio para que convirtieran las dos primeras dianas a los 32 y 39 minutos, respectivamente.
Mauro Icardi en tres oportunidades, Andrei Shevchenko en dos ocasiones y Emre anotaron los seis tantos para revertir el marcador. Roque Santa Cruz logró el tercer descuento para la Fundación Scholas.
Scholas fue dirigido por el técnico de Arsenal, Arsene Wenger, mientras que el cuadro Pupi estuvo al mando del actual entrenador de la selección Argentina, Gerardo Martino.
Unas 20.000 personas asistieron a esta fiesta del fútbol, que recaudó fondos para el proyecto “Una alternativa de vida”, dirigido a la construcción de una red de escuelas que favorezcan la cultura de la paz.
El papa recordó que el partido “es una ocasión para recoger fondos para proyectos de solidaridad, para reflexionar sobre valores universales que el fútbol y el deporte pueden favorecer”.
Se trata, dijo, de “un gesto altamente simbólico para construir la cultura del encuentro, en un mundo de paz, de religiones diversas, conservando la propia identidad, para convivir en armonía y en el reciproco respeto”.
El deporte, agregó, puede dar un aporte a la pacífica convivencia de todos los pueblos. “El partido de hoy es un no a toda discriminación”.
Francisco entregó un olivo que se plantó antes del partido.
El atacante argentino David Trezeguet, que juega en India, dijo que estaba muy feliz de haber conocido al papa y “de estar presente en este partido por la paz”.
El arquero del Galatasaray, el uruguayo Fernando Muslera, también se declaró feliz y recordó que el pontífice es un seguidor del fútbol, lo que motiva más a los participantes.
Iván Ramiro Córdoba, exjugador colombiano y dirigente del Inter, destacó que se trató de un “partido benéfico, para ayudar a la gente que está en dificultad. Es un gran motivo para venir”.
Con información de AP
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