“Érase un país cuya capital era Belgrado” dice una película del cineasta, músico y futbolero Emir Kusturica. En ella se muestra cómicamente la idiosincrasia serbia y la historia yugoslava. En esas tierras, el querido camarada Tito, después de liderar la resistencia partisana contra los invasores nazifascistas, conformó una república federativa socialista en la que por cuatro décadas convivieron pacíficamente seis pueblos. Hoy están fragmentados en Bosnia Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia, Montenegro y Serbia. Luego de la muerte de Tito y el desmonte del socialismo, se reavivaron los nacionalismos que desembocaron en una serie de sangrientos conflictos. El país empezó a desmoronarse, tal como en la película de Kusturica. Y la República de Serbia quedó como la heredera de la tradición yugoslava.
Desde 2004, Serbia es presidida por Boris Tadić, del Partido Demócrata, fundado por intelectuales y de orientación socialdemócrata. Tadić ha buscado la paz y la amistad con los países vecinos, pidiendo perdón a las víctimas bosnias, y colaborando con la justicia internacional para esclarecer los crímenes de guerra de la década del ‘90.
La selección herederaLa selección de fútbol de Serbia es considerada de forma oficial como la sucesora de Yugoslavia, que siempre se caracterizó por su buen fútbol y sus distinguidas participaciones en diferentes torneos. A nivel de clubes, el Estrella Roja y el Partizán son los más laureados. El Partizán nació como el equipo del ejército, mientras el Estrella Roja fue fundado por los jóvenes antifascistas. Su estadio es llamado el “pequeño maracaná”, y es el único club balcánico en ganar la Copa de Europa y la Copa Intercontinental (en 1991).
Los serbios jugaron en Alemania 2006 bajo la denominación de Serbia y Montenegro, aunque ese mismo año los montenegrinos se habían independizado. Usando su nueva denominación, Serbia llega al Mundial 2010 luego de conseguir el primer lugar de su grupo eliminatorio, por encima de Francia, con 22 puntos de 30 posibles. Su principal figura es Dejan Stanković, volante del Inter de Milán, con 88 partidos disputados con la selección y 14 goles.
2 comentarios:
Me llama la atención lo de Serbia, es un cambio para bien obviamente, pero hace no mucho tiempo atrás era un país dominado por el odio racial y el nacionalismo paneslavista. Hasta la propia barra del Estrella Roja eran milicianos asesinos que masacraban bosnios musulmanes en nombre de la limpieza étnica y que se enriquecían con el botín de sus víctimas como si fuera la edad media, todo con el guiño político del carnicero de Milosevic. Muy interesante... me cuesta pensar a Serbia como un país pacifista y de izquierda, pero basta repasar equipos con nombres como "Partizan" o "Estrella Roja", para darse cuenta de un pasado diferente...
Muy interesante la pagina, te dejo la mia: www.elpaisanoerosario.blogspot.com
no es estrictamente sobre futbol, pero si se trata a menudo.
Hasta la victoria siempre!!!
Interesante tema ojala pudieras conseguir el link para uno descargarse la peli de KUSTURIKA
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