La MLB (la liga de béisbol), la MLS (la de fútbol), la WNBA (la de baloncesto femenino) y el tenis se unen al histórico boicot en la NBA por el caso de brutalidad policial en Wisconsin.
Por Diego Fonseca
El País
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Primero fue la NBA, que suspendió los tres partidos de playoffs programados para la jornada del miércoles en la burbuja de Disney World después de que los Milwaukee Bucks boicotearan, en una decisión sin precedentes, el encuentro ante Orlando Magic y no comparecieran en protesta por el caso de brutalidad policial en el que un agente tiroteó por la espalda al afroamericano Jacob Blake en la ciudad de Kenosha (Wisconsin). Y después fueron la MLB (la liga de béisbol), la MLS (la de fútbol), la WNBA (la de baloncesto femenino) y el tenis, con la jornada suspendida en el Masters 1000 de Cincinnati, los que se sumaron al histórico boicot y paralizaron el deporte en Estados Unidos en protesta por la violencia racista y policial en el país.
La tenista Naomi Osaka, ganadora de dos Grand Slam y una de las jóvenes con más talento del circuito, anunció en sus redes sociales que no iba a jugar este jueves la semifinal del Masters 1000 de Cincinnati contra la belga Elise Mertens. ”Antes que una atleta soy una mujer negra. Y siento que hay asuntos mucho más importantes que necesitan atención inmediata en vez de verme jugar al tenis”, argumentó en el comunicado la japonesa, de 22 años. La tenista afirmó que estaba cansada del “continuo genocidio de gente negra a manos de la policía”. “¿Cuándo será suficiente?”, se preguntó en el mensaje, en el que incluyó el nombre de víctimas de violencia policial como Jacob Blake, Breonna Taylor, Elijah McClain y George Floyd, cuyo asesinato a manos de la policía en mayo desencadenó una ola de protestas en todo el mundo bajo el paraguas del movimiento Black Lives Matter. Tras la decisión de Osaka, la ATP y la WTA decretaron la suspensión de la jornada en Cincinnati. “Como deporte, el tenis está adoptando colectivamente una postura contra la desigualdad racial y la injusticia social que, una vez más, ha pasado a primer plano en los Estados Unidos. La USTA, el ATP Tour y la WTA han decidido reconocer este momento en el tiempo pausando el juego en el Western & Southern Open el jueves 27 de agosto. El torneo se reanudará el viernes 28”, anunciaron los organizadores en un comunicado.
Los equipos de la MLS tampoco disputaron la séptima jornada de la liga por el caso de brutalidad policial contra Blake, de 29 años, que el fin de semana recibió siete disparos en la espalda por parte de la policía. Los primeros en tomar la decisión fueron los jugadores del Inter Miami y el Atlanta United, que se enfrentaban en el Inter Miami Stadium (Fort Lauderdale, Florida) y decidieron no jugar el partido. Los deportistas de ambas formaciones posaron abrazados junto a los árbitros en el centro del campo antes de que se suspendiera el encuentro. La mecha prendió y ocurrió lo mismo en el choque entre los Dallas FC y los Rapids de Colorado en Frisco, en el Real Salt Lake-Los Ángeles FC, en el San Jose Earthquakes-Portland Timbers y en el enfrentamiento entre Los Angeles Galaxy y Seattle Sounders, que anunciaron que tampoco saldrían al terreno de juego.
La protesta se hizo extensiva en la MLB y en la WNBA. Los Milwaukee Brewers y los Cincinnati Reds no jugaron su partido de liga en el Miller Park, en Milwaukee. Tampoco se disputó el encuentro entre San Francisco Giants y Los Angeles Dodgers ni el que enfrentaba a San Diego Padres con los Mariners de Seattle, el club con la mayor cantidad de jugadores negros de la competición. En la liga femenina de baloncesto se cancelaron tres encuentros. El sindicato de las jugadoras emitió un comunicado en el que piden enfocar el problema: “Lo que hemos visto en los últimos meses, y más recientemente con el brutal tiroteo policial de Jacob Blake, es abrumador”.
El boicot emprendido por los jugadors de la NBA provocó la cancelación este miércoles de los tres partidos de los playoffs de la competición agendados para la jornada: Milwaukee-Orlando, Oklahoma-Houston y Lakers-Portland. Este jueves, después de que algunas plantillas –sobre todo los Lakers de Lebron James y los Clippers de Kawhi Leonard– pusiesen sobre la mesa la posibilidad de forzar la cancelación de lo que queda de temporada, los jugadores han decidido terminar las eliminatorias.
Muchos deportistas de la NBA habían revelado hacía tiempo su malestar por el racismo policial. Por ejemplo, algunos participaron en las manifestaciones y marchas celebradas en varias ciudades de EE UU en protesta por el asesinato de George Floyd, fallecido por asfixia el 25 de mayo en Minneapolis después de que el agente de policía blanco Dereck Chauvin le clavara la rodilla en el cuello durante 8 minutos y 46 segundos mientras protestaba porque no podía respirar.
El caso de Blake, como el de Floyd, fue grabado en vídeo. En un fragmento de 20 segundos se ve cómo el afroamericano, de 29 años, recibe siete disparos de un agente en la espalda mientras intenta entrar por la puerta del lado del conductor de su vehículo, en el que se encontraban tres de sus hijos. Antes, el propio policía, con un compañero, intentan detenerlo, pero él no les hace caso. El hombre permanece grave en un hospital y los médicos temen que se quede parapléjico. Su muerte desencadenó en Wisconsin protestas antiracistas y contra la violencia policial que en la noche del martes –la tercera consecutiva con disturbios– dejaron dos muertos y un herido.
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