Football club facing fine by Uefa after fans displayed Palestinian flags during match against Israel’s Hapoel Be’er Sheva
The Guardian
Celtic fans have raised more than £100,000 for Palestinian charities in an attempt to match an impending Uefa fine for displaying Palestinian flags at a match against an Israeli team.
European football’s governing body began disciplinary proceedings against the Glasgow club last week after a number of fans displayed the flags during their 5-2 home victory against Hapoel Be’er Sheva in a Champions League qualifier.
The return leg is due to be played in Israel on Tuesday night.
The Green Brigade group of supporters set up an appeal on the gofundme website on Sunday to match the anticipated fine, and donations passed £80,000 on Tuesday morning.
The fans are raising money for Medical Aid Palestine, which delivers health and medical care to those “worst affected by conflict, occupation and displacement”, and the Lajee Centre, a cultural and sports project for children in Aida refugee camp, in Bethlehem.
The appeal read: “At the Champions League match with Hapoel Be’er Sheva on 17 August 2016, the Green Brigade and fans throughout Celtic Park flew the flag for Palestine. This act of solidarity has earned Celtic respect and acclaim throughout the world. It has also attracted a disciplinary charge from Uefa, which deems the Palestinian flag to be an ‘illicit banner’.
“In response to this petty and politically partisan act by European football’s governing body, we are determined to make a positive contribution to the game and today launch a campaign to #matchthefineforpalestine.”
The statement said the money raised would help buy football kit and equipment to enable the refugee camp to have a team, which would be called Aida Celtic, in the Bethlehem youth league.
Celtic face their ninth Uefa punishment for supporter behaviour in five years when the case is heard on 22 September. Two years ago the club was fined more than £15,000 after a Palestinian flag was displayed at a Champions League qualifier against KR Reykjavik.
Uefa rules forbid the use of “gestures, words, objects or any other means to transmit any message that is not fit for a sports event, particularly messages that are of a political, ideological, religious, offensive or provocative nature”.
martes, 23 de agosto de 2016
jueves, 18 de agosto de 2016
Celtic fans for Palestine
Inmenso respaldo a Palestina en las tribunas del Celtic Glasgow
Aunque la UEFA ha prohibido la exhibición de banderas de Palestina en las competiciones europeas de fútbol, en el estadio del Celtic de Glasgow esta injusta medida recibió una respuesta contundente.
En el partido contra el Hapoel Beer Sheva de Israel, por la Liga de Campeones, la hinchada del Celtic portó cientos de banderas palestinas en apoyo a su pueblo. El club escocés podría ser sancionado.
Aunque la UEFA ha prohibido la exhibición de banderas de Palestina en las competiciones europeas de fútbol, en el estadio del Celtic de Glasgow esta injusta medida recibió una respuesta contundente.
En el partido contra el Hapoel Beer Sheva de Israel, por la Liga de Campeones, la hinchada del Celtic portó cientos de banderas palestinas en apoyo a su pueblo. El club escocés podría ser sancionado.
martes, 16 de agosto de 2016
Havelange, el padrino del fútbol negocio
A los cien años de edad murió marginado el dirigente deportivo João Havelange, el responsable de convertir el fútbol en un lucrativo espectáculo planetario. Fue también el iniciador del linaje de directivos corruptos que en la FIFA sacaron su tajada
Por Manuel Pérez Bella
Agencia Efe
João Havelange, fallecido este martes a los cien años, fue responsable directo de convertir el fútbol en un espectáculo planetario y también inauguró el linaje de directivos corruptos de la FIFA que sacaron tajada de este lucrativo negocio.
Con una personalidad fuerte, un carácter hosco y conocido como todo un maestro de las relaciones públicas, Havelange cumplió un siglo de vida el pasado 8 de mayo y lo hizo marginado, sin fastos ni agasajos por parte del mundo del balón.
El brasileño alardeaba de haber encontrado la FIFA con 20 dólares en caja cuando llegó a la presidencia en 1974 y haberla transformado en una multinacional con 209 países afiliados y un patrimonio financiero de 4.000 millones de dólares cuando le cedió el cetro a su sucesor, Joseph Blatter, en 1998.
Bajo su mandato, la Copa del Mundo pasó de 16 a 32 selecciones y dio un mayor protagonismo a América, África y Asia, extendiendo la fiebre por el fútbol a todos los rincones del planeta.
Además, introdujo nuevos torneos como los mundiales sub 17 y sub 20, el Mundial de Clubes, la Copa Confederaciones y la Copa Mundial Femenina, con los que la FIFA se convirtió en una máquina de hacer dinero.
En los 24 años que ocupó la presidencia de la FIFA, se empeñó en que el fútbol se transformara en un espectáculo que consigue que los millones de personas que no caben en el estadio estén presentes a través de la pantalla.
Pero de forma paralela, aprovechó los millonarios ingresos que aportó la televisión para llenarse los bolsillos de sus elegantes trajes, con lo que inauguró la infame saga de dirigentes de la FIFA cuyo nombre se ha visto manchado por la corrupción.
El escándalo, el único que se le ha demostrado, sólo le salpicó en el 2012, catorce años después de haber cedido el poder a Blatter, cuando vio la luz un informe que desveló que tanto él como su exyerno, el entonces presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Ricardo Teixeira, recibieron sobornos millonarios.
Las coimas fueron pagadas sistemáticamente entre 1992 y 2000 por la empresa ISL, dueña de los derechos audiovisuales del Mundial hasta que la compañía quebró en 2001.
Estas denuncias le forzaron a presentar su renuncia como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) para evitar ser sancionado y también a abandonar su puesto de presidente honorario de la FIFA, cargos desde los que continuó gozando de una gran cuota de influencia y de respeto en el mundo del deporte.
Esa influencia la usó para persuadir a sus compañeros del COI para que designasen a su ciudad natal, Río de Janeiro, como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, por delante de Madrid, Chicago o Tokio.
El gran artífice de la designación de Río de Janeiro como sede olímpica, fue, sin embargo, el gran ausente en la ceremonia de inauguración celebrada el pasado 5 de agosto en el estadio Maracaná.
Río de Janeiro ha escondido su nombre en los Juegos Olímpicos y lo retiró del Estadio Olímpico, que fue denominado "João Havelange" en 2007, cuando el dirigente era uno de los miembros más respetados del COI.
Sus amistades
Havelange también fue polémico por su trato cercano con las dictaduras que sometieron a varios países suramericanos durante sus años en la FIFA, en especial con Argentina, donde ratificó la celebración del Mundial de 1978 dos años después del golpe de Estado de los militares.
En una entrevista, Havelange confesó que intercedió con éxito ante el dictador argentino Jorge Rafael Videla para que pusiera en libertad a un preso político brasileño, Paulo Paranaguá.
Además tuvo buenas relaciones con la dictadura brasileña, que se prolongó hasta 1985, y con el Chile de Augusto Pinochet, al que le concedió el Mundial Sub 20 de 1987.
Una larga carrera
Antes de llegar a la FIFA, el currículo de Havelange ya estaba vinculado al deporte, aunque no siempre al fútbol, sino también a la piscina.
Nacido el 8 de mayo de 1916 en Río, Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange, de ascendencia belga, llegó a jugar al fútbol en las categorías juveniles del Fluminense y luego representó a Brasil como nadador en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 y en el equipo de waterpolo en Helsinki en 1952.
Al abandonar las piscinas, se dedicó a la abogacía y se hizo empresario. Presidió durante 58 años la compañía de autobuses Cometa, que convirtió en una de las más importantes del sureste de Brasil.
Comenzó su carrera de dirigente deportivo en 1958 como presidente de la Confederación Brasileña de Deportes, precursora de la CBF, aunque delegó las responsabilidades del departamento de fútbol a Paulo Machado de Carvalho, quien sí procedía de ese deporte y se implicó de forma directa en dar apoyo a la selección.
No obstante, se benefició de los éxitos de la Canarinha, que durante su gestión ganó tres mundiales con Pelé a la cabeza, puesto que estos triunfos le abrieron de par en par las puertas de la FIFA en 1974.
Desde entonces, gracias a su labor, cosechó incontables honores y reconocimientos en su país y en el extranjero, pero en los últimos años se alejó de los focos a raíz de la constatación de su implicación en casos de corrupción.
Por Manuel Pérez Bella
Agencia Efe
João Havelange, fallecido este martes a los cien años, fue responsable directo de convertir el fútbol en un espectáculo planetario y también inauguró el linaje de directivos corruptos de la FIFA que sacaron tajada de este lucrativo negocio.
Con una personalidad fuerte, un carácter hosco y conocido como todo un maestro de las relaciones públicas, Havelange cumplió un siglo de vida el pasado 8 de mayo y lo hizo marginado, sin fastos ni agasajos por parte del mundo del balón.
El brasileño alardeaba de haber encontrado la FIFA con 20 dólares en caja cuando llegó a la presidencia en 1974 y haberla transformado en una multinacional con 209 países afiliados y un patrimonio financiero de 4.000 millones de dólares cuando le cedió el cetro a su sucesor, Joseph Blatter, en 1998.
Bajo su mandato, la Copa del Mundo pasó de 16 a 32 selecciones y dio un mayor protagonismo a América, África y Asia, extendiendo la fiebre por el fútbol a todos los rincones del planeta.
Además, introdujo nuevos torneos como los mundiales sub 17 y sub 20, el Mundial de Clubes, la Copa Confederaciones y la Copa Mundial Femenina, con los que la FIFA se convirtió en una máquina de hacer dinero.
En los 24 años que ocupó la presidencia de la FIFA, se empeñó en que el fútbol se transformara en un espectáculo que consigue que los millones de personas que no caben en el estadio estén presentes a través de la pantalla.
Pero de forma paralela, aprovechó los millonarios ingresos que aportó la televisión para llenarse los bolsillos de sus elegantes trajes, con lo que inauguró la infame saga de dirigentes de la FIFA cuyo nombre se ha visto manchado por la corrupción.
El escándalo, el único que se le ha demostrado, sólo le salpicó en el 2012, catorce años después de haber cedido el poder a Blatter, cuando vio la luz un informe que desveló que tanto él como su exyerno, el entonces presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Ricardo Teixeira, recibieron sobornos millonarios.
Las coimas fueron pagadas sistemáticamente entre 1992 y 2000 por la empresa ISL, dueña de los derechos audiovisuales del Mundial hasta que la compañía quebró en 2001.
Estas denuncias le forzaron a presentar su renuncia como miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) para evitar ser sancionado y también a abandonar su puesto de presidente honorario de la FIFA, cargos desde los que continuó gozando de una gran cuota de influencia y de respeto en el mundo del deporte.
Esa influencia la usó para persuadir a sus compañeros del COI para que designasen a su ciudad natal, Río de Janeiro, como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, por delante de Madrid, Chicago o Tokio.
El gran artífice de la designación de Río de Janeiro como sede olímpica, fue, sin embargo, el gran ausente en la ceremonia de inauguración celebrada el pasado 5 de agosto en el estadio Maracaná.
Río de Janeiro ha escondido su nombre en los Juegos Olímpicos y lo retiró del Estadio Olímpico, que fue denominado "João Havelange" en 2007, cuando el dirigente era uno de los miembros más respetados del COI.
Sus amistades
Havelange también fue polémico por su trato cercano con las dictaduras que sometieron a varios países suramericanos durante sus años en la FIFA, en especial con Argentina, donde ratificó la celebración del Mundial de 1978 dos años después del golpe de Estado de los militares.
En una entrevista, Havelange confesó que intercedió con éxito ante el dictador argentino Jorge Rafael Videla para que pusiera en libertad a un preso político brasileño, Paulo Paranaguá.
Además tuvo buenas relaciones con la dictadura brasileña, que se prolongó hasta 1985, y con el Chile de Augusto Pinochet, al que le concedió el Mundial Sub 20 de 1987.
Una larga carrera
Antes de llegar a la FIFA, el currículo de Havelange ya estaba vinculado al deporte, aunque no siempre al fútbol, sino también a la piscina.
Nacido el 8 de mayo de 1916 en Río, Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange, de ascendencia belga, llegó a jugar al fútbol en las categorías juveniles del Fluminense y luego representó a Brasil como nadador en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 y en el equipo de waterpolo en Helsinki en 1952.
Al abandonar las piscinas, se dedicó a la abogacía y se hizo empresario. Presidió durante 58 años la compañía de autobuses Cometa, que convirtió en una de las más importantes del sureste de Brasil.
Comenzó su carrera de dirigente deportivo en 1958 como presidente de la Confederación Brasileña de Deportes, precursora de la CBF, aunque delegó las responsabilidades del departamento de fútbol a Paulo Machado de Carvalho, quien sí procedía de ese deporte y se implicó de forma directa en dar apoyo a la selección.
No obstante, se benefició de los éxitos de la Canarinha, que durante su gestión ganó tres mundiales con Pelé a la cabeza, puesto que estos triunfos le abrieron de par en par las puertas de la FIFA en 1974.
Desde entonces, gracias a su labor, cosechó incontables honores y reconocimientos en su país y en el extranjero, pero en los últimos años se alejó de los focos a raíz de la constatación de su implicación en casos de corrupción.
viernes, 12 de agosto de 2016
Los juegos olímpicos del “Fora Temer”
Ese grito del pueblo brasileño marcará los Juegos Olímpicos de Río
Por Emir Sader
Se veía venir. El mismo presidente golpista Michel Temer había dicho que “estaba preparado para la silbatina”. Pero no estaba. Todos estaban, menos él.
Tuvo que vivir, durante todo el día hubo alegres manifestaciones en Copacabana y en otros lugares de Rio de Janeiro, grandes expresiones populares de gente llegada de varias partes del país, pero también de extranjeros que se habían unido a los brasileños en el unísono: ¡Fora Temer!
Se intentó blindar de todas maneras las manifestaciones en la ceremonia de apertura en el Maracaná. Hasta poner el sonido alto hasta que Temer pronunciara sus 10 segundos de palabras de apertura de los Juegos Olímpicos (JJOO). Incluso se llegó a la grotesca retirada de cualquier mención a Temer que, como se dice aquí, ya prácticamente llama Michel Fora Temer.
Un presidente que tuvo que pasar anónimo, en toda la ceremonia, sin ninguna mención en los discursos, nada. Pero bastó que pronunciara sus breves palabras, burocráticamente, para que la más grande silbatina del mundo se abatiera sobre él.
Ya no bastaba que la más grande concentración de los medios internacionales que Brasil haya conocido registrara todas las manifestaciones de calle – incluso las intervenciones represivas de las fuerzas policiales en contra de ellas – y testimoniara frente al mundo el rechazo masivo al golpe de Temer. Luego vino lo de Maracaná. Que maravilló al mundo como espectáculo, porque es cierto que fue muy bello, como resultado de una organización que viene desde hace varios años. Pero que a la vez consolidó no solo para los medios sino directamente para los millones de espectadores de todo el mundo, lo que los brasileños piensan de su presidente interino.
Una vez concluida la ceremonia el grito "Fora Temer" copó todo el espacio y será lo más oído por todos durante los JJOO. Si el oso panda marcó, con su lágrima, los JJOO de Moscú, ese grito del pueblo brasileño marcará, a lo largo de todos los Juegos, en todas las competiciones y ceremonias, los JJOO de Rio de Janeiro y de Brasil.
El contraste con la votación – 14 votos a 5 – de la Comisión del Senado, el día anterior, para dar secuencia al impeachment de Dilma Rousseff, no podía ser más elocuente. En las calles, el rechazo de Temer es unánime.
Las nuevas encuestas demuestran que el 79% de los brasileños no quiere que Temer siga como presidente. Rechaza, por abrumadora mayoría, todas las medidas fundamentales que su gobierno ha enunciado o ha comenzado ya a poner en práctica. El abismo entre el Congreso y el gobierno golpista que se ha instalado y las manifestaciones masivas del pueblo ha sido constatado por todos los medios del mundo.
El anonimato de Temer corresponde a su rol de muñeco de un monstruoso proyecto de restauración conservadora vengativa en contra del pueblo, de sus conquistas, de la votación popular por otro tipo de gobierno. La no mención de su nombre, sea por su pedido o por decisión del Comité Olímpico Internacional, corresponde exactamente al rol de Temer que, sea cumpliendo los siniestros designios de su gobierno o siendo borrado en poco tiempo y expulsado de la presidencia, pasará a la historia como lo más insignificante y despreciado por todos: tanto de los que lo rechazan e incluso de los que lo apoyan, que se sienten nerviosos con la intranscendencia del personaje de turno.
Serán semanas de competencias, con manifestaciones festivas en las calles, con el "Fora Temer" presente en todas las competencias y manifestaciones, con el "Fora Temer" pintado en todos lados, gritado por todos. En caso de que aparezca en la ceremonia de cierre, será un hombre aun todavía menor, en estatura personal y política, confirmando que el golpe se hace como un proyecto radicalmente antipopular y con la conciencia del rechazo de la gran mayoría de los brasileños, como gobierno del 1%.
En contraste también con las grandes manifestaciones de cariño que recibe Dilma por todo el país, así como en los grande viajes por todo el país que ha recomenzado a hacer y que resucitan, para las elites dominantes, el fantasma del más grande líder popular de la historia brasileña, que reafirma que volverá a ser candidato a la presidencia del país y que no le asustan, para nada, las amenazas sin fundamento que a diario los medios y sectores del Poder Judicial difunden. Aquellas mismas encuestas reafirman su amplio favoritismo para reelegirse.
Apenas han comenzado los JJOO del "Fora Temer", este último grito se populariza por todo el mundo. La imagen de los JJOO tendrá ese eco y esa expresión política bellísima de la voluntad democrática del pueblo brasileño.
Por Emir Sader
Tuvo que vivir, durante todo el día hubo alegres manifestaciones en Copacabana y en otros lugares de Rio de Janeiro, grandes expresiones populares de gente llegada de varias partes del país, pero también de extranjeros que se habían unido a los brasileños en el unísono: ¡Fora Temer!
Se intentó blindar de todas maneras las manifestaciones en la ceremonia de apertura en el Maracaná. Hasta poner el sonido alto hasta que Temer pronunciara sus 10 segundos de palabras de apertura de los Juegos Olímpicos (JJOO). Incluso se llegó a la grotesca retirada de cualquier mención a Temer que, como se dice aquí, ya prácticamente llama Michel Fora Temer.
Un presidente que tuvo que pasar anónimo, en toda la ceremonia, sin ninguna mención en los discursos, nada. Pero bastó que pronunciara sus breves palabras, burocráticamente, para que la más grande silbatina del mundo se abatiera sobre él.
Ya no bastaba que la más grande concentración de los medios internacionales que Brasil haya conocido registrara todas las manifestaciones de calle – incluso las intervenciones represivas de las fuerzas policiales en contra de ellas – y testimoniara frente al mundo el rechazo masivo al golpe de Temer. Luego vino lo de Maracaná. Que maravilló al mundo como espectáculo, porque es cierto que fue muy bello, como resultado de una organización que viene desde hace varios años. Pero que a la vez consolidó no solo para los medios sino directamente para los millones de espectadores de todo el mundo, lo que los brasileños piensan de su presidente interino.
Una vez concluida la ceremonia el grito "Fora Temer" copó todo el espacio y será lo más oído por todos durante los JJOO. Si el oso panda marcó, con su lágrima, los JJOO de Moscú, ese grito del pueblo brasileño marcará, a lo largo de todos los Juegos, en todas las competiciones y ceremonias, los JJOO de Rio de Janeiro y de Brasil.
El contraste con la votación – 14 votos a 5 – de la Comisión del Senado, el día anterior, para dar secuencia al impeachment de Dilma Rousseff, no podía ser más elocuente. En las calles, el rechazo de Temer es unánime.
Las nuevas encuestas demuestran que el 79% de los brasileños no quiere que Temer siga como presidente. Rechaza, por abrumadora mayoría, todas las medidas fundamentales que su gobierno ha enunciado o ha comenzado ya a poner en práctica. El abismo entre el Congreso y el gobierno golpista que se ha instalado y las manifestaciones masivas del pueblo ha sido constatado por todos los medios del mundo.
El anonimato de Temer corresponde a su rol de muñeco de un monstruoso proyecto de restauración conservadora vengativa en contra del pueblo, de sus conquistas, de la votación popular por otro tipo de gobierno. La no mención de su nombre, sea por su pedido o por decisión del Comité Olímpico Internacional, corresponde exactamente al rol de Temer que, sea cumpliendo los siniestros designios de su gobierno o siendo borrado en poco tiempo y expulsado de la presidencia, pasará a la historia como lo más insignificante y despreciado por todos: tanto de los que lo rechazan e incluso de los que lo apoyan, que se sienten nerviosos con la intranscendencia del personaje de turno.
Serán semanas de competencias, con manifestaciones festivas en las calles, con el "Fora Temer" presente en todas las competencias y manifestaciones, con el "Fora Temer" pintado en todos lados, gritado por todos. En caso de que aparezca en la ceremonia de cierre, será un hombre aun todavía menor, en estatura personal y política, confirmando que el golpe se hace como un proyecto radicalmente antipopular y con la conciencia del rechazo de la gran mayoría de los brasileños, como gobierno del 1%.
En contraste también con las grandes manifestaciones de cariño que recibe Dilma por todo el país, así como en los grande viajes por todo el país que ha recomenzado a hacer y que resucitan, para las elites dominantes, el fantasma del más grande líder popular de la historia brasileña, que reafirma que volverá a ser candidato a la presidencia del país y que no le asustan, para nada, las amenazas sin fundamento que a diario los medios y sectores del Poder Judicial difunden. Aquellas mismas encuestas reafirman su amplio favoritismo para reelegirse.
Apenas han comenzado los JJOO del "Fora Temer", este último grito se populariza por todo el mundo. La imagen de los JJOO tendrá ese eco y esa expresión política bellísima de la voluntad democrática del pueblo brasileño.
miércoles, 3 de agosto de 2016
Pia Sundhage, la comunista sueca que le dio el oro a los Estados Unidos
Por primera vez en 104 años, Suecia resultó sin medalla de oro en las Olimpiadas de Pekin. Sin embargo, una sueca defendió sus colores: Pia Sundhage, entrenadora del equipo femenino de fútbol de Estados Unidos, que revalidó su titulo de campeonas olímpicas obtenido en 2004 en Atenas
Por Bruno Matapay
Pia Sundhagen, de 48 años, ha sido citada frecuentemente por la prensa, no sólo por el hecho de haber contribuido a la victoria de Estados Unidos en el fútbol femenino olímpico, sino también porque se niega a aceptar la invitación de George Bush a la Casa Blanca.
Sundhage asumió la responsabilidad del equipo el 13 de noviembre de 2007, cuando sustituyó a Greg Ryan, después de que la selección de Estados Unidos terminara en un decepcionante tercer lugar en la Copa Mundo 2007. El peor momento para las estadounidenses fue la goleada (4-0) sufrida ante Brasil en las semifinales. Después de eso, los Estados Unidos promovieron una revolución en el trabajo del equipo. Así, el equipo de Sundhage se volvió invencible, incluyendo un 1-0 ante su patria, la poderosa Suecia; tres victorias consecutivas, también 1-0 ante Brasil; y los sucesivos triunfos en la Copa de Algarve, en marzo de 2008, en Portugal, y en el preolímpico continental en abril.
Por Bruno Matapay
Pia Sundhagen, de 48 años, ha sido citada frecuentemente por la prensa, no sólo por el hecho de haber contribuido a la victoria de Estados Unidos en el fútbol femenino olímpico, sino también porque se niega a aceptar la invitación de George Bush a la Casa Blanca.
Sundhage asumió la responsabilidad del equipo el 13 de noviembre de 2007, cuando sustituyó a Greg Ryan, después de que la selección de Estados Unidos terminara en un decepcionante tercer lugar en la Copa Mundo 2007. El peor momento para las estadounidenses fue la goleada (4-0) sufrida ante Brasil en las semifinales. Después de eso, los Estados Unidos promovieron una revolución en el trabajo del equipo. Así, el equipo de Sundhage se volvió invencible, incluyendo un 1-0 ante su patria, la poderosa Suecia; tres victorias consecutivas, también 1-0 ante Brasil; y los sucesivos triunfos en la Copa de Algarve, en marzo de 2008, en Portugal, y en el preolímpico continental en abril.
Pia Sundhage es una de las más respetadas entrenadoras en el fútbol femenino y fue una de las mejores futbolistas del mundo durante 22 años. La mayor goleadora en la historia de la selección sueca: 71 goles en 146 partidos. Ganó cuatro veces cada uno de los torneos de su país: el campeonato y la copa. Hizo parte de la selección Suecia que terminó tercera en la Copa Mundo 1995, campeona de Europa 1984, además de ser subcampeona de Europa dos veces y tercera en una ocasión. En el 2000, Sundhage quedó de sexta en la votación de la Mejor Jugadora del Siglo de la FIFA. Su imagen apareció en una estampilla sueca en 1988.
Sundhage empezó su carrera de entrenadora cuando aún jugaba. Combinó ambas actividades en el club Hammarby entre 1992 y 1994. También dirigió los seleccionados juveniles suecos (sub 16, sub 19 y sub 21) durante 11 años, desde 1990. Tras su retiro como futbolista en 1996, trabajó en el equipo técnico de Suecia en el Campeonato Europeo de 1997, la Copa Mundo Femenina 1999 y 2003, y las Olimpiadas de 2000.
En 2001 inició su carrera como entrenadora en Estados Unidos con el Philadelphia Charge y los Boston Breakers. En 2003 fue escogida como entrenadora del año en ese país. También dirigió clubes suecos y fue asistente técnica de la selección China en la Copa Mundo Femenina 2007.
En 2001 inició su carrera como entrenadora en Estados Unidos con el Philadelphia Charge y los Boston Breakers. En 2003 fue escogida como entrenadora del año en ese país. También dirigió clubes suecos y fue asistente técnica de la selección China en la Copa Mundo Femenina 2007.
Por estos días, Pia Sundhagen, de 48 años, ha sido citada frecuentemente por la prensa sueca, no solo por el hecho de haber contribuido a la victoria de las americanas, sino también por negarse a aceptar la invitación de George Bush el 6 de octubre a la Casa Blanca. Ese día, los ganadores olímpicos se encontrarán con el presidente gringo, pero tendrán que prescindir de la presencia de la entrenadora sueca.
“¿Que voy a ir a hacer yo allá?”, preguntó a los medios la entrenadora, y agregó que: “Es una decisión fácil, no estoy interesada, y no opino que sea algo entretenido”. La decisión se basa en los principios de la entrenadora, quien nunca ha escondido sus preferencias por la izquierda. En una entrevista hace unos años comentó: “Fue un poco especial, para una vieja comunista como yo, ir a Estados Unidos”.
En Suecia, Pia Sundhage es conocida por su cercanía al Partido Comunista y a su periódico Proletären, del cual es lectora asidua. Incluso se sabe que donó 30 mil coronas (unos $3.500 euros, más de ocho millones de pesos colombianos) al equipo de fútbol de los comunistas de Gotemburgo, Proletären FF.
A pesar de su gesto contra el jefe del imperio, quien protagonizó un escándalo en las Olimpiadas de Pekín al presentarse completamente ebrio en las tribunas (ver video 1 y video 2), los americanos la tratan como a una heroína y no piensan desprenderse de ella. Sunik K Gulati, jefe de la delegación americana de fútbol, le ofreció el mismo día del triunfo de la selección en Pekin un contrato de cuatro años, con miras a los próximos Juegos Olímpicos, al que Sundhagen aceptó con emoción. Ante la pregunta del vespertino Aftonbladet de que los lectores querían que la sueca se hiciera cargo de la selección de su país, Gulati contestó:
-“¿Ah sí? Pero nosotros le gustamos a ella, y a nosotros nos gusta ella. Suecia deberá buscarse otro coach, ¡porque nosotros nos quedamos con ella!”
*Artículo publicado originalmente en septiembre del 2008
*Artículo publicado originalmente en septiembre del 2008
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