Afrontan, ante la justicia estadounidense, cargos como lavado de dinero y crimen organizado
Por BBC Mundo
La policía suiza detuvo a primera hora del miércoles (27 de mayo) a siete ejecutivos de la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, para enfrentar cargos de corrupción ante la justicia estadounidense.
Entre los detenidos hay cinco latinoamericanos: Eduardo Li, de Costa Rica; Julio Rocha, de Nicaragua; Eugenio Figueredo, de Uruguay; Jose Maria Marin, de Brasil, y Rafael Esquivel de Venezuela.
A los arrestados se los vincula con una supuesta trama de corrupción generalizada en la organización, que involucra sobornos valuados en unos 150 millones de dólares, durante más de 20 años.
Los cargos que enfrentan incluyen lavado de dinero, crimen organizado y fraude electrónico.
El Ministerio de Justicia suizo informó que seis de los siete dirigentes del fútbol arrestados se oponen a ser extraditados a Estados Unidos.
En una investigación aparte, la sede principal de la FIFA en Zúrich también fue allanada, donde se incautaron documentos físicos y archivos electrónicos.
Los miembros de la FIFA se encuentran en la ciudad suiza para participar el viernes en su reunión anual, donde además se eligirá a su presidente.
El actual presidente, Joseph Blatter -que no está entre los detenidos-, busca renovar un quinto mandato. Un portavoz de la FIFA aseguró que el congreso sigue adelante y que la elección no se pospone.
Torneos latinoamericanos
Los siete arrestos en Suiza se producen como parte de una operación mayor ordenada por un tribunal de Nueva York, que incluye formulación de 47 cargos contra 14 personas.
Además de la sede de la FIFA en Zúrich también se realizó un operativo en la sede de la Concacaf en Miami.
Hablando sobre el caso en Nueya York, el Departamento de Justicia de EE.UU. indicó que el proceso se remonta a 1991.
"Dos generaciones de funcionarios de fútbol abusaron de su posición para obtener ganancias personales".
Según las autoridades estadounidenses, la mayoría de los ardides involucraban sobornos pagados por ejecutivos de mercadeo de compañías deportivas a funcionarios de la FIFA en conexión con la comercialización de derechos de eventos deportivos como las eliminatorias para la clasificación a la Copa del Mundo en la región de la Concacaf, la Copa América de la Conmebol, la Copa Libertadores y la Copa de Brasil.
A cambio de los supuestos pagos, de más de 150 millones de dólares, se cree que los sospechosos recibieron derechos de transmisión, publicidad y patrocinio vinculados a torneos de fútbol en América Latina.
Según la formulación de cargos que presenta Estados Unidos, estos delitos fueron acordados y preparados en ese país, y los pagos fueron realizados por medio de bancos estadounidenses.
Por su parte, la justicia suiza anunció que había abierto una investigación diferente por supuestos sobornos y lavado de dinero en relación con la designación de Rusia y Catar como sedes de los mundiales de fútbol de 2018 y 2022, respectivamente. Por esta investigación se allanó la sede de la FIFA en Zúrich.
Reacciones de Blatter y la Concacaf
El presidente de la FIFA, Sepp Blatter, reaccionó mediante un comunicado en el sitio de internet del organismo en el que dijo que está decidido a "erradicar cualquier mala práctica en el fútbol".
Blatter añadió que la investigación ayudará a reforzar las medidas que ya ha tomado el organismo que dirige el fútbol mundial.
"Voy a ser claro: esas malas prácticas no tienen cabida en el fútbol y me aseguraré que aquellos involucrados queden fuera de juego", escribió Blatter.
Por su parte, la Concacaf expresó su estupor ante los hechos.
"La Concacaf está consternada por los arrestos del día de hoy involucrando a ejecutivos del futbol internacional, incluyendo a los de Concacaf", declaró la Confederación en un comunicado.
"La Concacaf continuará cooperando con las autoridades en toda su capacidad. Por el momento, la Confederación no está en posición de hacer comentarios adicionales con respecto a estas alegaciones, que ya han sido tornadas a consejeros legales a través de los canales apropiados", añadió.
"Concacaf continúa con sus operaciones normales de negocios, organizando y operando sus torneos de manera eficiente, incluyendo la Copa Oro 2015 (a celebrarse del 7 al 28 de julio próximos)", concluye.
Anteriormente, en una rueda de prensa realizada cuatro horas después de los arrestos, Walter de Gregorio, portavoz de la FIFA, aseguró que la investigación era producto de una queja presentada por la organización en noviembre pasado.
Sin embargo, agregó que los operativos los tomó por sorpresa. Agregó que la FIFA recibía con complacencia las investigaciones. "Estamos contentos con lo que está ocurriendo, pero ciertamente es también un momento triste para nosotros", aseveró De Gregorio.
Clarificación
El periódico estadounidense The New York Times indica que oficiales de la policía suiza vestidos de civil tomaron las llaves de las habitaciones en la recepción del Hotel Baur au Lac, donde están hospedados los ejecutivos, y se dirigieron a sus cuartos.
Se dijo que la operación se realizó pacíficamente.
Uno de los funcionarios detenidos es Jeffrey Webb, vicepresidente de la FIFA y jefe de la Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf), informa el corresponsal de la BBC Richard Conway, quien estaba en el hotel en Zúrich.
Asimismo se dice que otro funcionario del organismo, Eduardo Li, de Costa Rica, fue sacado de su cuarto y del hotel por las autoridades suizas.
Los funcionarios de la FIFA detenidos
Eduardo Li, presidente de la federación costarricense de fútbol. Iba a unirse al comité ejecutivo de la FIFA el viernes.
Eugenio Figueredo, de Uruguay, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Jose Maria Marin, expresidente de la confederación brasileña de fútbol, miembro del comité de clubes de la FIFA.
Jeffrey Webb: vicepresidente de la FIFA, presidente de la Confederación de Fútbol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe, Concacaf.
Rafael Esquivel, presidente de la Federación Venezolana de Fútbol desde 1988. Fue suspendido este miércoles por la comisión de ética de la FIFA, por un período no mayor de 90 días.
Julio Rocha, oficial de desarrollo de fútbol en Nicaragua.
Castas Takkas, británico, en la actualidad agregado en la Concacaf.
Jack Warner, exvicepresidente de la FIFA. Pagó una fianza de 2,5 millones de dólares y debe comparecer ante un juez el próximo 12 de julio.
Se informa que otro funcionario que enfrenta cargos es Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos también reporta cargos contra al argentino Alejandro Burzaco, presidente de la empresa de medios deportivos Torneos y Competencias, y Hugo y Mariano Jinkis, de quienes dicen que son ejecutivos de la empresa Ful Play Group S.A., con sede en Argentina.
The New York Times indica que también se espera que se presenten acusaciones contra ejecutivos de publicidad deportiva, tanto en Estados Unidos como en América del Sur, incluidos Alejandro Burzaco, Aaron Davidson, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis, así como contra José Marguiles, un intermediario que supuestamente facilitó pagos ilegales.
La Oficina Federal de Justicia Suiza indicó en una declaración el miércoles que las autoridades de Estados Unidos sospechan que los funcionarios recibieron millones de dólares en sobornos durante años.
Afirma que los individuos están siendo investigados "bajo sospecha de aceptar sobornos y otros pagos entre principios de los 1990 y el día de hoy".
La BBC tiene información de que el príncipe Ali Bin al Hussein de Jordania, quien es rival de Blatter para la presidencia de la FIFA, y sus asesores se reunirán para discutir el impacto de los arrestos en la elección para la presidencia este viernes.
A principios de mes, Blatter señaló que estaba conciente de que algunos de sus excolegas estaban siendo investigados.
Rama argentina del escándalo
En la denuncia de las autoridades estadounidenses se hace referencia también a Julio Grondona, el poderoso exjefe de la Asociación del Fútbol Argentino, fallecido el año pasado en el cargo después de haber gobernado el fútbol nacional durante casi tres décadas.
Aunque no se cita explícitamente su nombre, en el informe del Departamento de Justicia se asegura que la firma Datisa (una empresa creada para defender los intereses de otras corporaciones también señaladas en la denuncia) pagó hasta 100 millones de dólares en sobornos a distintas autoridades de la Conmebol y la FIFA, entre ellos "al presidente de la AFA", que en aquel momento era Julio Grondona.
A cambio, recibirían un contrato por los derechos de comercialización de las Copas América de 2015, 2016, 2019 y 2023.
Según medios argentinos, en el documento también se habla de "un alto oficial de larga trayectoria de la FIFA y de la AFA" que pidió un "soborno de siete cifras" por la Copa América de 2011, realizada en Argentina.
Hasta el momento, la AFA no realizó ninguna declaración oficial al respecto, explicó el corresponsal de BBC Mundo en Buenos Aires, Ignacio de los Reyes.
La Conmebol, en un comunicado, dijo "repudiar todo acto de corrupción y apoyar irrestrictamente las investigaciones iniciadas y las que se iniciaren tanto a la FIFA, Conmebol, Concacaf, y otras organizaciones de fútbol respecto de supuestos actos irregulares, comprometiéndose en colaborar abierta y enfáticamente con dichas investigaciones".
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