Para un deportista profesional no hay nada como sentir el aliento de sus seguidores, oír sus gritos de ánimo, sentir esa confianza en los buenos y en los malos momentos. Pero si esos hinchas se rascan el bolsillo cuando la crisis aprieta... Eso es algo verdaderamente excepcional y que sólo puede pasar en algunos equipos cuyos aficionados se han ganado a pulso el respeto. Más ahora, pues los hinchas del St. Pauli alemán han financiado a su club con seis millones de euros. Casi nada.
Conocidos mundialmente por la ideología que consiguieron trasladar a los estatutos del club (opuestos al racismo, al fascismo, al sexismo y la homofobia) o por iniciar los encuentros en su estadio al ritmo del tema de AC/DC, Hells Bells, en St. Pauli, barrio obrero y portuario del norte de Hamburgo, la grada forma parte del club y así lo ha demostrado en su retorno a la segunda división de la Bundesliga.
La necesidad de efectivo para construir una nueva tribuna en el estadio Millerntor y emprender mejoras en el centro de entrenamiento, llevaron al club a lanzar hace menos de un mes el '
Bono St. Pauli 2011/2018' con un interés del seis por ciento hasta la fecha de su vencimiento, el 30 de junio de 2018.
Bono que 5.000 inversores han agotado en menos de cuatro semanas y que supondrá para el club una inyección económica de seis millones de euros. "Ni siquiera los más optimistas contaban con este éxito", dijo el vicepresidente Tjark H. Woydt. "Es un resultado magnífico para nuestro club y una maravillosa prueba de confianza de los inversores en el trabajo de la directiva".
Ante el éxito de la iniciativa, la dirección ya planea aumentar la emisión hasta los ocho millones de euros, aunque las iniciativas para recaudar fondos no terminan ahí. Este mismo miércoles, el St. Pauli ha anunciado que el año que viene volverá a llenar su estadio para revivir en pantalla gigante una legendaria victoria ante el Bayern de Múnich lograda hace diez años.
Fue un encuentro de la Bundesliga disputado el 6 de febrero de 2002. El St. Pauli, entonces último en la clasificación, derrotó sorpresivamente 2-1 al conjunto bávaro, que venía de coronarse campeón mundial de clubes al vencer a Boca Juniors en la final. Los hamburgueses celebraron entonces la victoria autocoronándose "vencedor del campeón mundial".
Los precios de las entradas, las salchichas y las cervezas serán los mismos de hace diez años. Los ingresos se entregarán por completo a una iniciativa de hinchas para autogestionar espacios en el estadio Millerntor.
Tomado de elmundo.es
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