miércoles, 13 de noviembre de 2024

El racismo de hinchas del Maccabi desata una noche de violencia en Ámsterdam

Cánticos antiárabes y ataques a símbolos palestinos de hinchas israelíes desencadenan enfrentamientos callejeros, con saldo de 62 detenidos y varios heridos.


Redacción
Fútbol Rebelde

Graves incidentes se reportaron en Ámsterdam este 7 de noviembre en Ámsterdam con motivo de la visita del club israelí Maccabi Tel Aviv al Ajax por la Liga Europa. La Policía holandesa informó que había realizado 62 detenciones y que al menos cinco personas fueron trasladadas a hospitales por heridas leves.

Los altercados culminaron con el envío, por parte del gobierno de Israel, de aviones chárter para repatriar a los aficionados del Maccabi que se habían trasladado a territorio holandés para asistir al partido y quienes originaron la confrontación.

“Los seguidores del Maccabi retiraron una bandera de la fachada del Rokin y destrozaron un taxi. También prendieron fuego a una bandera palestina”, dijo Peter Holla, jefe de la Policía de la ciudad. Además fueron grabados cantando “muerte a los árabes” y atacando las casas que exhibían banderas palestinas.

Los hinchas del Maccabi también fueron registrados en el estadio saboteando el minuto de silencio por las víctimas de las inundaciones en Valencia, España, al parecer por el reconocimiento que el gobierno de ese país otorgó al Estado palestino.

A pesar de la tensión previa, el partido transcurrió sin alteraciones y terminó con victoria por 5-0 del Ajax. El protocolo de seguridad, que siguió estándares de alto riesgo, retuvo a los cerca de 3.000 aficionados israelíes en el estadio Johan Cruyff por varios minutos.

Hacia la media noche, los seguidores del Maccabi Tel Aviv recibieron su merecido, al parecer por grupos antifascistas y ciudadanos holandeses de origen árabe. En videos publicados en redes sociales, los hinchas israelíes aparecen siendo golpeados en las calles. Uno de ellos fue obligado a decir “Palestina libre”. 

“La Policía tuvo que intervenir en varias ocasiones para proteger a los seguidores israelíes y escoltarlos hasta sus hoteles. Algunos resultaron heridos”, dijeron las autoridades locales. 

Aunque circuló la versión de que había hinchas israelíes desaparecidos, esta se desmintió por el gobierno hebreo, quien dijo que “todos los israelíes de los que no se tenían noticias han sido localizados”. 

Además, el gobierno de Netanyahu fletó aviones para repatriar inmediatamente a todos los aficionados del Maccabi, en un hecho sin precedentes en el fútbol europeo, en el que compiten los clubes y selecciones israelíes.

Tras los hechos, varias personalidades expresaron su rechazo. Sin embargo, “ningún líder europeo condenó los cánticos racistas antiárabes ni las acciones violentas de los seguidores israelíes”, registró France 24. En cambio, algunos mandatarios alegaron que se trató de “antisemitismo”.

Comunicado de la PFA

La Asociación Palestina de Fútbol (PFA) emitió un comunicado en el que acusó a los hinchas del equipo israelí de provocar los incidentes por “incitación a la violencia, el racismo antipalestino y la islamofobia”.

“LA PFA está profundamente preocupada por la serie de hechos violentos ocurridos en Ámsterdam, que comenzaron con la deplorable incitación a la violencia, el racismo antipalestino y la islamofobia expresados por los hinchas del Maccabi Tel Aviv, que también atacaron viviendas y comercios que exhibían la bandera palestina en solidaridad con las víctimas del genocidio en curso”, dijo esa entidad.

Recientemente, la PFA había pedido sanciones para el fútbol israelí y que sus equipos fueran excluidos de las competiciones internacionales, solicitud ignorada por las autoridades del fútbol, que en cambio sí tomaron medidas drásticas contra Rusia por su ataque a Ucrania.

martes, 15 de octubre de 2024

El doble rasero de la FIFA con Israel

El organismo rector del fútbol prohibió a Sudáfrica el apartheid y a Rusia invadir Ucrania, pero no hace nada con respecto a Israel.


Redacción
Fútbol Rebelde

La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), organismo rector del fútbol mundial, sigue aplazando una decisión con respecto a Israel por violaciones graves a los derechos humanos y a las infracciones del derecho internacional cometidas por su liga profesional.

Esta situación contrasta con su accionar frente a Rusia. Cuando este país atacó Ucrania en febrero del 2022, la FIFA prohibió, en tiempo récord, que sus seleccionados y clubes participaran en torneos internacionales. Tan sólo tomó cuatro días para que la FIFA y la UEFA tomaran esta drástica determinación, mientras que lleva más de un año eludiendo una decisión sobre la demanda de la Asociación Palestina de Fútbol para que suspenda a Israel.

“Hasta la fecha, los jefes del fútbol no han expresado esos sentimientos de solidaridad con la población de Gaza, donde más de 41.000 personas han sido asesinadas por las Fuerzas de Defensa de Israel”, dicen los periodistas Jules Boykoff y Dave Zirin en un reportaje sobre el tema publicado en la revista The Nation.

Según la Asociación Palestina de Fútbol, con corte a julio del 2024 iban 343 deportistas palestinos asesinados por Israel desde la ofensiva del 7 de octubre del 2023. Entre ellos, sobresalen los jugadores de fútbol, con 242 víctimas.

La inacción de la FIFA es similar a la actitud del Comité Olímpico Internacional frente a la participación de Israel en los Juegos Olímpicos de París. Mientras los atletas rusos fueron obligados a participar como “atletas neutrales” (con la prohibición de exhibir símbolos nacionales), los deportistas israelíes tuvieron libertad para competir bajo su bandera y con su himno nacional. No importaron las protestas.

“Israel debería ser excluido de los deportes debido a sus extremas violaciones de los derechos humanos. Para mí no es una cuestión política. Es una cuestión moral. Es una cuestión legal. Es una cuestión ética”, dijo Jibril Rajoub, presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, para el reportaje de Boykoff y Zirin.

A las graves violaciones de los derechos humanos y a las infracciones al Derecho Internacional Humanitario cometidas por Israel en Gaza, Cisjordania y el Líbano se suman irregularidades de la liga de fútbol hebrea. Expertos de las Naciones Unidas señalaron a la FIFA que se estaba violando el derecho internacional, pues al menos ocho clubes de fútbol israelíes vienen jugando en asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada.

Esta denuncia la replica Human Rights Watch, quien ha documentado cómo los clubes de Israel vienen organizando partidos en asentamientos ilegales. “Al celebrar partidos en tierras robadas, la FIFA está empañando el hermoso juego del fútbol”, afirmó esa organización.

“Ni siquiera las enormes muertes de civiles en Palestina han hecho que Infantino y la FIFA actúen de otro modo. Pensar que la FIFA cumpliría con los principios fundamentales consagrados en sus propias reglas es vivir en un mundo de fantasía”, concluyen los periodistas de The Nation.

Mientras que Sudáfrica fue prohibida en 1961 por el apartheid, Yugoslavia no pudo jugar la Eurocopa de 1992 por la Guerra de los Balcanes y Rusia está marginada de toda competición desde la guerra con Ucrania, Israel se mantiene impune en su sangrienta ofensiva contra el pueblo palestino.

domingo, 13 de octubre de 2024

El falso centenario de la Federación Colombiana de Fútbol

La mayor autoridad del balompié colombiano nació realmente en 1971. Sus actuales dirigentes se adjudican una historia que no es suya.


Por Camilo Rueda Navarro 

No fue hasta el 15 de junio de 1971 que nació la Federación Colombiana de Fútbol (FCF). Sin embargo, sus actuales dirigentes se adjudican una historia que no es propia, pues decidieron celebrar su “centenario” este 12 de octubre. Esta fecha es, en realidad, el aniversario de la Liga de Fútbol del Atlántico, surgida en 1924 como la primera liga departamental constituida formalmente.

Presidida por Eduardo Silva Illera, la Liga de Fútbol del Atlántico adoptó estatutos y reglamentos propios, y logró el reconocimiento legal en 1927. Por esta razón, los clubes que existían en ese momento en el país la reconocieron como la autoridad del fútbol nacional, explica Alberto Galvis en su libro “Crónicas de goles y autogoles”.

En 1936, la Liga de Fútbol del Atlántico se reconvirtió en Asociación Colombiana de Fútbol (Adefútbol), entidad hoy inexistente. Con ese cambio, la Adefútbol obtuvo el reconocimiento de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) como afiliado en representación de Colombia.

En 1945, la Adefútbol, que seguía funcionando en Barranquilla, organizó la participación colombiana en el Campeonato Sudamericano de Fútbol (hoy Copa América), para lo cual convocó únicamente a jugadores de la capital del Atlántico (que militaban en el Junior), lo que originó un conflicto con las ligas del resto del país, que esperaban verse representadas en aquella "Selección Colombia".

Las diferencias se escalaron en 1948, cuando los principales clubes del país fundaron la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y organizaron un campeonato profesional que sigue hoy vigente. A partir de ese año, el balompié colombiano quedó dividido en dos ramas con dos organismos diferentes y en conflicto entre sí.

La ruptura se prolongó hasta los años 60, cuando la FIFA intervino y suspendió a Colombia. “La Asociación Colombiana de Fútbol continuó trabajando como máximo organismo colombiano hasta su desafiliación, decretada en 1966 por la FIFA”, agrega Galvis.

Con la desafiliación, culminó una etapa del fútbol colombiano dirigida desde Barranquilla y en la que primó el amateurismo. Si bien tuvo el reconocimiento de la FIFA, no fue el reflejo del fútbol nacional en su conjunto.

Finalmente, la Dimayor, como representante de la rama profesional, se unificó a la rama aficionada el 15 de junio de 1971, cuando se constituyó la Federación Colombiana de Fútbol, según registra Galvis. Sólo desde entonces la FCF es el máximo organismo del fútbol nacional.

miércoles, 9 de octubre de 2024

El Coloso de Villa Ingenio, el temido escenario que ideó Evo Morales

El estadio de El Alto, nueva sede de la Selección Bolivia, está a 4.085 metros sobre el nivel del mar, lo que lo hace el escenario internacional a mayor altura del mundo.


Por Camilo Rueda Navarro

El Estadio Municipal de Villa Ingenio, ubicado en el municipio de El Alto, es la nueva casa de la Selección Bolivia. Su origen se remonta a una promesa que en el 2013 hiciera el entonces presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales.

“La ciudad de El Alto merece un nuevo estadio y quiero decirles, hermanos y hermanas, que será un estadio para 22.000 personas”, dijo el mandatario, el primero de origen indígena en gobernar la República boliviana.

“Están garantizados los recursos económicos, está el proyecto final, y quiero decirle al alcalde y a los concejales que quiero que lo más antes posible me garanticen cuatro hectáreas mínimo para construir nuestro estadio”, pidió Morales a Edgar Patana, su copartidario del Movimiento Al Socialismo, que tiene en El Alto a uno de sus principales fortines políticos.


Cuatro años después, y con una inversión aproximada de ocho millones de dólares, sería inaugurado el Estadio Municipal de Villa Ingenio. Fue el 16 de julio del 2017, con un encuentro amistoso entre Bolívar y The Strongest, los clubes más tradicionales del fútbol boliviano, incluyendo un saque de honor de Evo.

Según un reportaje de la Conmebol, el estadio de El Alto fue dotado con cancha de césped natural, con un innovador sistema de drenaje que incluye seis capas de arena especial para un flujo de agua de manera interna, graderías de hormigón armado, cuatro camerinos y cabinas para prensa.

El gobierno de Evo Morales lo entregó a la municipalidad de El Alto, que desde el 2018 acogió al club Always Ready, quien lo tomó como sede principal. En el 2023 fue remodelado con una pantalla gigante, sonido y luminarias.

Ese año, el Always Ready logró clasificar a la Copa Libertadores, tras lo cual pidió autorización para utilizar Villa Ingenio, pues hasta entonces jugaba sus partidos internacionales en La Paz. Con el visto bueno de la Conmebol, otorgado en febrero del 2024, se convirtió en el estadio a mayor altura del mundo dispuesto para competiciones internacionales.

Los triunfos internacionales de Always Ready (dos en la Copa Libertadores y cuatro en la Copa Suramericana) abrieron la puerta para que la Selección de Bolivia también se mudara allí. El conjunto del altiplano también fue autorizado para oficiar de local en El Alto. Con ello, incrementó en 500 metros el reto de la altura a sus rivales de eliminatoria, algunos de los cuales critican esta condición, dada la falta de oxígeno que se presenta en estos niveles.

En su primer juego en El Alto, Bolivia superó 4-0 a Venezuela, un triunfo que lo remontó en la tabla de posiciones y que ahora lo hace ilusionar con clasificar a un Mundial tras 30 años de ausencia.

lunes, 7 de octubre de 2024

In a Glaring Double Standard, FIFA Fails to Suspend Israel

FIFA banned apartheid South Africa. It banned Russia for invading Ukraine. But about Israel, FIFA does nothing.


Jules Boykoff and Dave Zirin 
The Nation

On October 1, fans of the Scottish soccer club Celtic FC waved Palestinian flags and released green smoke during their Champions League match against Borussia Dortmund in Germany. Celtic’s Green Brigade supporters group, long champions of the Palestinian cause, orchestrated a mini-protest for Gaza: Fourteen people, wearing keffiyeh balaclavas and white shirts that spelled out “Free Palestine,” lit flares in unison.

Two days later, FIFA, the world’s governing body for soccer, took the opposite approach: It refused to act on the Palestinian Football Association’s request to suspend Israel for violating international law in its ongoing attacks on Gaza, for discriminating against Arab players, and for including in its domestic league clubs that are located in Palestinian territory. Instead, FIFA issued an evasive statement in bureaucratese: “The FIFA Disciplinary Committee will be mandated to initiate an investigation into the alleged offense of discrimination raised by the Palestine Football Association.” Fully committing to the stonewalling, the group stated, “The FIFA Governance, Audit and Compliance Committee will be entrusted with the mission to investigate—and subsequently advise the FIFA Council on—the participation in Israeli competitions of Israeli football teams allegedly based in the territory of Palestine.”

In other words, FIFA kicked the can of ethics down the road.

Let’s be clear: FIFA’s double standard is glaring. In 2022, FIFA banned Russia just four days after the invasion of Ukraine. FIFA issued an unequivocal joint statement with UEFA, the overseers of European football: “Football is fully united here and in full solidarity with all the people affected in Ukraine.” And yet, to date, the soccer honchos have extended no such sentiments of solidarity to the people of Gaza, where more than 41,000 people have been killed by the Israel Defense Forces. According to a statement by the Palestinian Football Association in July, 343 athletes have been killed since October 7, 2023, including 242 soccer players.

The statutes guiding FIFA are straightforward: “FIFA is committed to respecting all internationally recognised human rights and shall strive to promote the protection of these rights.” The group’s governing regulations also state, “Discrimination of any kind” is “strictly prohibited and punishable by suspension or expulsion.”

FIFA’s conspicuous inaction is similar to the International Olympic Committee’s approach to Israel’s participation in the Paris Olympics last summer. Russian athletes were forced to participate as “individual neutral athletes,” while Israeli Olympians were free to compete under their flag and with their national anthem.

In August, Palestinian Football Association President Jibril Rajoub told us that Israel should be barred from sports due to its extreme human rights violations. “It’s not a political issue for me. It’s a moral issue. It’s a legal issue. It’s an ethical issue,” he said.

Rajoub has long fought to exclude Israel from the World Cup and Olympics—or, as he phrased it, to issue them “a red card”—because of the country’s clear violations of both FIFA Statutes and the Olympic Charter. In May, Rajoub said, “FIFA cannot afford to remain indifferent to these violations or to the ongoing genocide in Palestine, just as it did not remain indifferent to numerous precedents.”

Rajoub is not alone. Human rights experts from the United Nations issued a statement demanding that FIFA respect international law, noting, “Over the years, at least eight [Israeli] football clubs have developed or have been identified as playing in Israeli colonial settlements of the occupied West Bank.” The experts added, “A ninth club, based inside Israel, plays some home games in a settlement.”

The human rights group Ekō carried out a detailed investigation that concluded that Israel should be banned from international football. It pinpointed specific historical moments when FIFA banned countries because of gross human rights violations: South Africa was banned in 1961 over apartheid, and Yugoslavia was not allowed to play after violence it meted out in the Balkans. For years Human Rights Watch has been documenting how Israeli soccer clubs have been staging matches in West Bank settlements, thereby contributing to human rights violations. “By holding games on stolen land, FIFA is tarnishing the beautiful game of football,” HRW asserted, way back in 2016.

In 2023, UEFA fined Celtic FC $19,000 after its justice-minded fans brandished Palestinian flags during a Champions League match, categorizing the flags as “provocative messages of an offensive nature.” And yet Celtic diehards have not relented, demonstrating more courage and commitment to principle than either FIFA or UEFA.

Katarina Pijetlovic, the head of the Palestinian Football Association legal department, said to us, “This decision, while frustrating, was expected because it’s FIFA, and this is how they operate. There is a reason that when [FIFA President Gianni] Infantino was elected in 2016, Israel supported the decision. Now we know why they were so thrilled. Because of moments like this.”

It is precisely “moments like this” that make efforts to extract justice for Palestine through FIFA such a difficult road. The fight for a free Palestine is a fight ultimately for social justice against an apartheid settler state backed by the West. FIFA presents itself as a global, all-encompassing organization with room in its arms for all nations. But the reality is that wealthy, Western nations play the tune and Infantino dances.

Not even the mass civilian casualties in Palestine have caused Infantino and FIFA to act differently. To think that FIFA would live up to fundamental principles enshrined in its own rules is to live in a global fantasyland. In reality, these Western institutions—like FIFA—see life as cheap.