Se inaugura en Buenos Aires un proyecto que integra los deportes y los derechos humanos desde la perspectiva de la memoria histórica
Por Rodolfo Chisleanschi
El País
Tiene los parámetros de diseño y montaje propios de la museística moderna, pero no es exactamente un museo. Expone ante los ojos elementos y objetos que atrapan la atención del visitante, pero no podría calificarse como una exposición. ¿Qué es entonces el
Espacio Deportes y Derechos Humanos, inaugurado el lunes en el predio de la exESMA, el mayor centro clandestino de detención y tortura que funcionó en Buenos Aires durante la dictadura militar 1976-83? Precisamente eso, un espacio. Conmovedor e histórico, con la mirada puesta en el pasado y enormes ventanas abiertas hacia un porvenir más venturoso.
La exESMA (Escuela Superior de Mecánica de la Armada) es un gigantesco predio en el ángulo noreste de la ciudad, a algunos cientos de metros del estadio Monumental, donde se disputaron varios de los partidos del Mundial de Fútbol de 1978, incluida la final.
Desde 1924 fue una academia militar pero alcanzó su trágica y nefasta fama en tiempos de la última dictadura argentina. Se calcula que por sus múltiples edificios pasaron alrededor de 5.000 detenidos-desaparecidos, muchísimos de ellos más tarde pasajeros de “los vuelos de la muerte”, que practicaba aquel régimen del terror contra quienes calificaba de adversarios políticos. En 2004, el lugar dejó de ser un instituto militar para convertirse en el Espacio Memoria y Derechos Humanos, que alberga varios museos y donde tienen su sede los organismos que se ocupan de investigar lo ocurrido entre 1976 y 1983, pero también de mantener vivo el recuerdo de quienes sufrieron aquella barbarie.
Es en ese contexto y en el edificio donde tiene su lugar de trabajo la
Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas donde surgió este espacio innovador, que conjuga dos conceptos habitualmente disociados.
El hermano mayor de Claudio Morresi, exfutbolista de Huracán y River y Secretario de Deportes de la Nación durante el gobierno de Cristina F. de Kirchner, se llamaba Norberto e integra la lista de desaparecidos en aquellos años. Hoy, Claudio es el coordinador y responsable de la muestra que se acaba de inaugurar: “Los derechos humanos atraviesan todo el espacio”, señala, “y esto no abarca solo lo ocurrido durante la dictadura”.
Diseñado por el arquitecto Hernán Bisman y los curadores Alejandra Naftal y Roberto Busnelli, el espacio principal consiste en 14 octógonos -“Una manera de remedar los gajos de las pelotas de fútbol”, explica Naftal- que encierran una minipista de atletismo en donde varias pantallas repiten escenas de acontecimientos del deporte argentino, cada uno de ellos representando alguno de los valores que se pretenden rescatar.
“Los mensajes centrales son la defensa de la lucha por los derechos humanos, el recuerdo de la memoria de los desaparecidos, la apelación al juego limpio y a la importancia del deporte como factor social”, indica el periodista Juan José Panno, quien se ocupó de delinear los contenidos de esos octógonos junto a sus colegas Roberto Fernández y Christian Rémoli.
Deportes y Derechos Humanos es el primer espacio museístico de la Argentina que nuclea los grandes hitos de algo que enciende la pasión nacional quizás como ninguna otra actividad, y el corazón del mismo se encuentra en el interior de cada uno de esos octógonos. “En el dedicado al programa de los Juegos Evita se habla de lo que significa la posibilidad de acceder a la práctica deportiva para cualquier persona, tenga la condición social que tenga y viva donde viva”, ejemplifica Morresi, “y lo mismo sucede con el octógono dedicado a los libros, a la radio, al juego limpio o al acceso de la mujer al deporte”.
Entre espacio y espacio, una pared traslúcida refleja los ojos de alguno de los más de 50 deportistas y exdeportistas desaparecidos durante la dictadura militar de los años 70, quienes por supuesto tienen su propio octógono. “Una cosa son las cifras frías, otra son los rostros de los que ya no están, y otra muy diferente es introducirse en la vida de cada joven que desapareció”, dice el coordinador de la muestra.
En las pantallas y en las fotos desfilan Los Pumas del rugby, las Leonas del hockey sobre césped, la Generación Dorada del básquetbol, Maradona, Messi y Mascherano… “Pero todo deportista federado tiene que ver con la historia del deporte argentino”, subraya Claudio Morresi. Por eso en Deportes y Derechos Humanos están representados todos. Los de ayer y los de hoy, los que están y a quienes la barbarie les impidió seguir estando. Porque es un espacio de memoria y homenaje, pero también un mensaje de amor y de esperanza futura que va más allá de colores y fronteras.