La península de Crimea, luego de declarar su independencia de Ucrania y de anexarse a Rusia por decisión de un referendo popular, inició su propia liga de fútbol profesional el 22 de agosto pasado.
Aunque en un primer momento los clubes de Crimea (incorporada a la Federación Rusa desde marzo del 2014) habían determinado su vinculación al campeonato nacional ruso, la oposición de la UEFA bloqueó esa posibilidad.
De este modo, ocho equipos de ese territorio organizaron su propio campeonato, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Deportes de Rusia y de la propia UEFA.
Los clubes que integran la nueva liga son el Bajchisarái, el Berkut, el Evpatoria, el Kafa, el Okeán, el Rubín, el Sebastopol, y el TSK de Simferópol (antiguo Tavria).
Las autoridades deportivas de Crimea esperan que el campeón de la nueva liga pueda participar en torneos europeos la próxima temporada, para lo cual ya adelantan negociaciones con la UEFA.
Rusia había aprobado la incorporación de los equipos de Crimea a sus campeonatos. Incluso tres cuadros alcanzaron a debutar en la Copa de Rusia (torneo alterno a la liga).
El conflicto
Ucrania padece una confrontación originada tras un golpe de Estado que generó que algunos territorios con estrechos lazos étnicos y políticos con Rusia reclamaran su soberanía y desconocieran a Kiev.
En el caso de Crimea, en el 2014 declaró su independencia y después aprobó su anexión a la Federación Rusa, luego de lo cual se tramitaba la vinculación de los clubes de Crimea a los torneos rusos.
Algunos directivos y futbolistas ucranianos pidieron a la FIFA sancionar a Rusia y retirarle la sede del Mundial del 2018, pero el organismo respondió que el conflicto es jurisdicción de la UEFA y de las federaciones implicadas.
La UEFA, por su parte, impidió que los clubes de Crimea se vincularan al fútbol ruso, aunque avaló la creación de un nuevo campeonato.
Con información de EFE