Por Gerardo Lissardy
BBC Mundo
El entrenador de la selección francesa de fútbol, Laurent Blanc, fue absuelto en un caso de discriminación racial, pero el escándalo que lo involucraba abrió nuevas dudas sobre la idea de que ese deporte es un ejemplo integrador para la sociedad gala.
"Ningún hecho permite decir que Laurent Blanc avale orientaciones discriminatorias", declaró la ministra francesa de Deportes, Chantal Jouanno, este martes.
Esta declaración eximió al entrenador de los "bleus" en la investigación que el gobierno francés lanzó sobre presuntas cuotas para el número de jugadores árabes o negros en las selecciones juveniles de fútbol.
La Federación Francesa de Fútbol (FFF) tampoco encontró faltas de Blanc en una investigación interna paralela.
Pero el caso sorprendió a muchos y dividió a los miembros del combinado multirracial que en 1998 ganó la Copa del Mundo para Francia, lo que había alentado la noción de una sociedad unida por el fútbol.
Lejos de aquella idea, la polémica en torno a Blanc "muestra que hoy en Francia hay una verdadera crispación sobre la cuestión de la identidad", dijo el director de la organización SOS Racismo, Guillaume Ayne, a BBC Mundo.
"Fuera de lugar"
El escándalo surgió cuando el sitio de información en internet Mediapart reveló que Blanc y otros analizaron la idea de poner cuotas a la cantidad de futbolistas de doble nacionalidad en centros franceses de formación.
El objetivo sería evitar que jugadores entrenados en esos centros de alto nivel luego decidan defender las selecciones nacionales de otros países.
La ministra Jouanno indicó que el modo de limitar los jugadores de doble nacionalidad fue efectivamente discutido en una reunión, que a su juicio estuvo "fuera de lugar", pero negó que se hubiera un sistema de cuotas establecido.
A su juicio, esto último descarta que una ley francesa contra la discriminación racial haya sido violada.
"Blanc asistía a este tipo de reunión por primera vez. No era ni el organizador ni el conductor. Las audiciones muestran que él descubría el debate y que no tenía ningún proyecto ni opinión", dijo Jouanno.
"Lamentables"
Sin embargo, la situación de otros miembros de la FFF implicados en el escándalo parece más delicada.
Uno de ellos es el director técnico nacional, François Blanquart, que ha sido señalado como el que lanzó la idea de establecer cuotas secretas en la reunión de noviembre.
Blanquart está suspendido desde que estalló la polémica y se espera que la FFF decida el jueves si continúa en el cargo o es relevado.
La ministra Jouanno calificó como "lamentables" sus palabras, aunque negó que hubiera una filosofía racista o discriminatoria en la FFF.
Además, un miembro de la comisión de investigación interna de la FFF, Patrick Braouezec, también descartó que se pueda "demostrar una política de cuota"dentro de la organización.
"No acepto"
Aunque fue eximido de culpas, Blanc ha quedado en una posición incómoda debido a este escándalo.
Inicialmente, el entrenador había negado que conociera una propuesta de instaurar cuotas en el fútbol francés.
Pero después que Mediapart publicó una transcripción de la reunión de noviembre se disculpó y admitió que algunas cosas que dijo en ese encuentro "pueden ser malinterpretadas" si se sacan de contexto.
"Pero yo, que estoy en contra de cualquier forma de discriminación, no acepto ser acusado de racismo o xenofobia", declaró Blanc, un ex futbolista que defendió la casaca de su país, en un comunicado.
De todos modos, Blanc, que asumió el cargo tras el gran fiasco de la selección francesa en el Mundial de Sudáfrica, parece contar con el apoyo de sus compatriotas.
Una encuesta de la firma BVA divulgada esta semana indicó que apenas 7% de los franceses desea la renuncia del entrenador, contra 71% que quiere que siga en el cargo.
Del ’98 a hoy
Algunos excompañeros de Blanc en el equipo campeón del mundo de 1998 han criticado su actitud, entre ellos Lilian Thuram y Patrick Vieira.
En cambio, otros como el antiguo astro Zinedine Zidane han apoyado al actual seleccionador francés.
Esto ha planteado nuevos cuestionamientos a la noción de que aquel equipo francés, denominado "black-blanc-beur" (negro-blanco-árabe), era un símbolo de una sociedad diversa pero bien integrada.
Pero esa idea comenzó a mostrar fisuras con los disturbios que estallaron en 2005 en los suburbios franceses con una fuerte presencia de jóvenes de origen inmigrante, donde el desempleo supera la media nacional.
Ayne, de SOS Racismo, sostuvo que el escándalo actual de la selección francesa de fútbol parece una "venganza" de quienes antes se molestaban por el mito de una sociedad unida por un deporte.
Recordó, por ejemplo, comentarios del líder de la extrema derecha francesa Jean-Marie Le Pen negando que los jugadores de la selección francesa de fútbol representaran a su país.
El sociólogo francés Michel Wieviorka dijo a BBC Mundo que "el debate no es únicamente en el fútbol; hay mucha gente racista en Francia".
"Este problema es parte de un debate nacional más amplio, pero tiene sus especificidades porque no hay muchos lugares en la sociedad francesa donde hay tantos negros que tienen una importancia tan grande", concluyó.
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