Por Camilo Rueda Navarro
En cada equipo se dibujan las dos orillas del Estado español: el Real Madrid es el equipo insignia de la hispanidad, la monarquía y el franquismo. Es la España conservadora, católica, la que todavía llora la pérdida de las últimas colonias en Cuba y Filipinas y la nostálgica de la grandeza del imperio español. Por su parte, el Barcelona es la España laica, progresista, republicana, la que entiende que el Estado español está configurado por diferentes pueblos con derecho a decidir sobre su futuro.
Varios episodios históricos han acrecentado la rivalidad: en la década de 1920 el dictador Primo de Rivera clausuró por seis meses el campo del Barça por el abucheo de la marcha real y las protestas contra la dictadura. Una vez iniciada la guerra civil española (1936-1939) que enfrentó a republicanos contra franquistas, éstos últimos fusilaron al presidente del club catalán. La dictadura franquista pretendió también convertir el estadio del Barcelona en parqueadero para tanques.
Pero el Barcelona no se inmutó: en 1936 fue tomado por los trabajadores y quedó bajo control del movimiento obrero por algunos meses. Luego emprendió una gira por Europa y América para buscar apoyo y recolectar fondos para la resistencia republicana. Varios jugadores fueron a parar a otros países donde fundaron otros equipos o se enrolaron en aquellos que los acogieron.
El dictador Francisco Franco, admirador de Hitler y Mussolini, aprendió de sus mentores a valerse del fútbol como herramienta de propaganda para su régimen. En consecuencia, hizo del Real Madrid su propio equipo. El conjunto “merengue” se hizo entonces amo y señor no sólo de la liga local (es el equipo con más títulos) sino también de la recién creada Liga de Campeones de Europa, en la que aún “reina” con nueve campeonatos, cinco de ellos consecutivos (de 1956 a 1960) récord sin igualar hasta el momento.
En los últimos años, los “ultras” del Real Madrid son un grupo de corte fascista, que tiene a su interior expresiones neonazis con conexiones en todo el mundo. Disponen, por gentileza del club, de un local propio en el interior de su estadio, el Santiago Bernabéu.
Como contraparte, el Barcelona es definido por Manuel Vázquez Montalbán como “el ejército simbólico desarmado de la catalanidad”, y representa el brazo deportivo del independentismo catalán. La nacionalidad catalana ha sido reivindicada, con varios matices, en las tribunas del Camp Nou, la casa del Barça, con capacidad para 98.000 espectadores.
Hoy por hoy, el Real Madrid es el que mejor encarna el “fútbol capitalista”, al ser el club con más beneficios económicos, y acostumbrado a fichar por cifras astronómicas a los mejores jugadores del momento. En el 2009 superó el récord de la transacción más cara de un jugador al pagar cerca de 96 millones de euros por el pase de Cristiano Ronaldo.
No obstante, el festín mercantilista no resulta siempre con éxitos deportivos. El débil e incógnito Alcorcón, de la tercera división, le propinó una goleada de 4-0 en la Copa del Rey. La revancha de 1-0 para el Real Madrid no evitó la humillante eliminación.
Como contraparte, el Barcelona se ha distinguido por ser promotor de causas humanitarias. Desde 1980 colabora con Unicef y desde 2006 lleva su logo en la camiseta sin contraprestación alguna. Todo lo contrario: destina un millón y medio de euros anuales a proyectos sociales de ésa entidad. Estas iniciativas se han fortalecido gracias a la gestión del actual presidente del club, Joan Laporta, que es partidario del independentismo y simpatiza con el ERC, uno de los partidos políticos más importantes de Cataluña. Esto ha provocado más de una polémica.
Puyol, jugador insignia del Barça, besa el distintivo de capitán, con los colores de Cataluña, luego de marcar un gol en un clásico del 2009 (2-6 para los culés).
El Real Madrid fue designado por la FIFA como el mejor club del siglo XX, mientras que el Barça ha ocupado el primer lugar en la clasificación histórica del ranking mundial de clubes de la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) de la misma entidad. En la temporada 2008-2009, Barcelona logró un histórico tricampeonato, al imponerse en la liga, la copa y la Champions. Luego ganó por primera vez la Copa Mundial de Clubes.
En definitiva, el Barça-Real Madrid es el duelo de las dos Españas que fueron a la guerra en 1936 y en el que todavía hay viejas heridas sin cerrarse. Y uno de los principales clásicos del mundo del fútbol.
2 comentarios:
Buenas. Me pareció un artículo muy interesante. Aunque creo que llegáis demasiado lejos llegando a comparar la rivalidad del barça y el madrid con la guerra civil; este post me sirvió de inspiración para escribir unas líneas en mi blog www.elrunrun.es.
Un saludo!
Publicar un comentario