El equipo antifascista venció en su segundo juego del año a su archirrival Hansa Rostock, esta vez como visitante, por dos goles a cero.
Los disturbios, que se registraron en la noche del pasado 2 de noviembre, acabaron con 27 policías antimotines heridos y 23 aficionados arrestados, informó AFP.
Los disturbios, que se registraron en la noche del pasado 2 de noviembre, acabaron con 27 policías antimotines heridos y 23 aficionados arrestados, informó AFP.
Los 23 hinchas detenidos, todos simpatizantes del St. Pauli, fueron arrestados por perturbación del orden público, según indicaron las autoridades locales.
Los incidentes estallaron después del partido de la segunda división de la Bundesliga entre el Hansa Rostock y el FC St. Pauli, que acabó 0-2 a favor del equipo marrón.
El anotador del segundo tanto visitante, el juvenil Denis Naki Jubel, criado en las entrañas del St. Pauli, celebró el triunfo clavando la bandera de su equipo en la cancha de su rival. (La bundesliga sancionó a Naki por cuatro fechas por su gesto de "cortar el cuello" que lanzó contra la hinchada rival).
La policía intentaba evitar un nuevo enfrentamiento entre los aficionados de los dos clubes rivales. Pero los exaltados hinchas lanzaron piedras y arrojaron fuegos artificiales contra la policía, que respondió con cañones de agua.
Los agentes de seguridad buscaban evitar los sucesos del pasado 6 de marzo, fecha en la que, con motivo del mismo partido, ocho personas acabaron hospitalizadas, cinco de ellas agentes antidisturbios.
La rivalidad entre estas dos hinchadas existe desde hace varios años a causa de que el Hansa Rostock cuenta con un gran número de seguidores nazifascistas, mientras que el St. Pauli es de marcada filiación izquierdista y antifascista.
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