El Livorno juega en la Serie A del Calcio. No es famoso por sus victorias ni por sus títulos, sino por su militancia política: es el equipo de la izquierda. Cristiano Lucarelli, su futbolista-símbolo, es una de las caras del comunismo en Italia.
Por Waldemar Iglesias
Clarín
Cuando el estadio Armando Picchi, con capacidad para 19.238 espectadores, luce repleto, la impresión sorprende: el evento en cuestión se parece más a un acto político del comunismo italiano que a un partido de fútbol disputado por el equipo local. Sucede que AS Livorno Calcio es el club que reúne a militantes de izquierda y a muchos simpatizantes con ideas afines. Es frecuente ver en sus tribunas toda la iconografía que los identifica: la hoz y el martillo, que dominaba en la bandera soviética; la figura del Che Guevara; retratos de Lenin; banderas rojas; y expresiones en defensa de las ideas que abrazan.
Fundado en 1915, el Livorno regresó en la temporada 2008/09 a la máxima categoría del Calcio, al finalizar tercero en la Serie B. Ahora, en total, acumula 17 temporadas en la elite del fútbol italiano. Sin embargo, nunca pudo ganar el Scudetto. Sus mejores campañas fueron en las temporada de 1919/20 y de 1942/43, cuando resultó subcampeón. Su clásico también tiene que ver con cuestiones políticas: más allá de que el Pisa es el archirrival de la región de Toscana, Lazio -asociado a la ultra derecha italiana- aparece como el equipo al que cada uno de los hinchas del Amaranto -su apodo- quieren ver de rodillas. Cada partido con el equipo romano es considerado de "alto riesgo". Ayer se enfrentaron en el Olímpico y el gol de Bergvold a los 7 minutos alimentó las ilusiones del Livorno. Pero en el segundo tiempo llegó el aluvión de goles celestes y el final fue un 4-1 de esos que duelen mucho.
En el sitio Notas de Fútbol, Santi Plaza cuenta una anécdota vinculada a los hinchas del Livorno, que sirve de preciso retrato: "(...) el personal de seguridad se esmera en revisar las pancartas que los hinchas llevan al estadio en procesión, cual revolución cultural de Mao. Un amigo italiano me contó que, en una ocasión, un guardia interceptó una pancarta enorme con el lema '¡Viva Postalino!' Intrigado, interrogó a los portadores sobre qué significaba. Estos le explicaron que Postalino era un amigo suyo, hincha acérrimo del Livorno, que había fallecido recientemente en un accidente de tráfico y que de esta forma querían rendirle un homenaje póstumo. Conmovido, el guardia los dejó pasar sin más. Los muchachos desplegaron la pancarta, que ocupaba casi todo el fondo norte. Despegaron cuidadosamente los caracteres 'Po' y la 'o' final, que estaban superpuestos y dejaron ver el auténtico mensaje: "Viva Stalin!"
Los ultras del Livorno tienen también hinchadas afines. En primer lugar están el Olympique de Marsella (conocidos como Comando Ultras 84) y el AEK Atenas (los Original 21). A los tres juntos se los conoce como "El Triángulo de la Hermandad". Hay otros tres clubes afines, en términos ideológicos: el Adana Demirspor, de Turquía; el St. Pauli, de Alemania; y el Omonia Nicosia, de Chipre. Y también hay rivales considerados en las antípodas: por ejemplo, en la temporada 2006/07 de la Copa de la UEFA, el partido frente al Espanyol de Barcelona se debió disputar sin público por temor a incidentes. Había una razón: las Brigadas Blanquiazules, una suerte de barra brava del club catalán, se manifiestan de extrema derecha.
En cuanto a su actualidad futbolística, el Livorno comenzó esta temporada 2009/10 con el claro objetivo de evitar el descenso. Dirigido por el histriónico Serse Cosmi, cuenta en su plantel con el colombiano Nelson Rivas (ex River; a préstamo de Inter), el uruguayo Leonardo Migliónico (en Argentina jugó para Justo José de Urquiza y para Estudiantes de Buenos Aires) y el lituano Tomás Danilevicius, una de las figuras históricas de su seleccionado. También hay un argentino en el plantel: Gastón Andrés Javier Cellerino, un delantero de 23 años, nacido en Viedma, quien jamás jugó profesionalmente en nuestro país.
De todos modos, la gran figura del equipo es Cristiano Lucarelli. A los 34 años, está cumpliendo su segundo ciclo en el club. En el primero se ganó el reconocimiento a fuerza de goles: hizo 92 en 146 encuentros y resultó el máximo anotador de la Serie A en la temporada 2004/05, delante de -por ejemplo- el ucraniano Andriy Shevchenko. También jugó para el seleccionado italiano, en el que debutó a los 29 años. Sin embargo, la idolatría de los hinchas se la ganó con sus ideas. Admirador del Che Guevara, llegó a decir: "Los árbitros nos cobran en contra porque somos comunistas". Cada vez que sale al campo de juego del Armando Picchi, un puñado de banderas con su número (el 99) le rinde tributo.
Futbolista africano del año
Hace 1 semana
1 comentario:
Buenísima nota.
¡Salud, Livorno!
(De parte de un yorugua Bolso).
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