Por Camilo Rueda Navarro
La selección venezolana de fútbol, en su categoría Sub-20, acaba de disputar su primer partido en un campeonato mundial en toda la historia. Se impuso 1-0 a su similar de Nigeria en la primera jornada de su grupo, éste viernes 25 de septiembre.
La vinotinto sorprendió a los nigerianos con un tanto de Yonathan del Valle al final del primer tiempo y obtuvo un triunfo meritorio en el estadio El Salam de la ciudad de El Cairo (Egipto), por la primera fecha del grupo B. Una victoria el lunes 28 contra la débil Tahití, en su segunda salida, dejaría a los patriotas con seis puntos y clasificados a octavos de final.
Apenas unas horas antes, las palabras del presidente venezolano, Hugo Chávez, estremecían al pleno de la asamblea de las Naciones Unidas. El mandatario llamó a las grandes potencias a reconocer la revolución que tiene lugar en América Latina, y dijo que el mundo necesita una forma nueva de sociedad, un mundo nuevo.
“En el sur de América, tenemos una gran voluntad política para el cambio verdadero”, expresó, mientras que reivindicaba el socialismo como modelo para salvar al planeta y poner la economía al servicio de la gente.
Chávez condenó el bloqueo estadounidense sobre Cuba, el golpe militar en Honduras y la instalación de militares estadounidenses en siete bases en Colombia. Al mismo tiempo, ratificaba su compromiso con la búsqueda de la paz. “Busquemos la paz en Colombia. En Colombia hay una guerra civil, hay un conflicto interno que Naciones Unidas debe reconocer”, sostuvo.
Para el dignatario, el logro del equipo Sub-20 de acceder al Mundial “nos reafirma como Patria, como pueblo y como juventud que se abre al horizonte nuevo. Cuando en un país lo extraordinario se va volviendo ordinario, entonces podemos hablar de una revolución. Acá hay una revolución social, cultural y deportiva, y son ustedes los protagonistas de esa revolución”. Palabras de Chávez cuando le impuso la Orden del Libertador al onceno Sub-20. En las canchas, los héroes nacionales han ratificado que al sur de la frontera se engendra una revolución.
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