Barristas, jóvenes, mujeres, niños, líderes, estudiantes, deportistas, organizaciones, expresiones sociales y políticas…
Para algunos sectores de la sociedad y las instituciones de la administración pública, los jóvenes que nos gusta el futbol e integramos barras, no somos nada más que un grupo de vándalos y desadaptados, que servimos para producir en los medios de comunicación, noticias de tipo negativo, "fue detenido , asesinó, atacó…" Para ellos somos las “barras bravas” a las que hay que reprimir y judicializar, ya que representamos un mal para “nuestra patria”.
Pero nosotros y nosotras, que vivimos y nos apasionamos por el deporte rey, sabemos que esto no es tan simple, que las expresiones negativas, de violencia, de falta de oportunidades, son consecuencia de un sistema que funciona mal, son las mafias, es el modelo homogenizante de corte neoliberal, el Estado del constreñimiento de la noción de lo ciudadano, que prioriza la rentabilidad económica por encima del sentimiento, la pasión y las condiciones humanas; paradójicamente quienes pertenecemos a las barras de fútbol, tenemos mucho para aportar, para cambiar esta realidad desde nuestra condición como jóvenes, como ciudadanos, en el marco del Estado Social de Derecho que promulga la constitución colombiana.
Esta no es una tarea fácil, sin embargo es la que nos toca y la que ya iniciamos desde hace seis años, cuando decidimos impulsar un barrismo con contenido social, con una postura prospectiva para avanzar en la consolidación de un movimiento desde el fútbol; por eso es necesario empezar a generar reconocimiento en otros campos sociales y políticos, es necesario ganar otros espacios y hacer otras apuestas, entendiendo que es este un proceso para fortalecer cada día.
Ya hemos abierto muchas oportunidades, pero solamente lograremos consolidar las apuestas, haciendo el trabajo desde abajo, fortaleciendo la organización, viviendo la pasión por el fútbol y con altos niveles de participación, como lo hemos venido realizando en el ámbito cultural, económico, social, ambiental y político. En este último, ya contamos con algunas experiencias como las presentes en Bucaramanga, Pasto, Ibagué, Armenia, Manizales, Cali y Bogotá; ciudades en donde los líderes de las barras han participado durante los procesos electorales como representantes de diversos partidos políticos, siempre con el mismo pensamiento crítico sobre las condiciones desigualdad de los jóvenes e impulsando una concepción del fútbol desde su dimensión social.
En este sentido, nuestra iniciativa es participar en el Congreso interno del Polo Democrático Alternativo (PDA), con el firme propósito de construir una propuesta conjunta, que nos permita encontrarnos en el escenario del debate de los argumentos; por ello no nos interesa ganar, nos interesa hacer parte del proyecto político.
El llamado es a encontrarnos, a compartir nuestras voluntades y propuestas, se hace necesario unir las fuerzas y articular las intenciones, comprendiendo y aceptando la pluralidad y la autonomía de cada uno de los parches, de los grupos, es decir el llamado es a la unidad en la diversidad.
Lista nacional No. 15; lista de jóvenes (Bogotá) No. 72
Más información en Barras pensando país
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