Por Oxfam
En junio de 2014, un grupo de trabajadores y trabajadoras de Oxfam organizó en Jordania un torneo de fútbol para los jóvenes del campo de refugiados palestinos en Baqa'a y sus alrededores. En las últimas semanas, la fiebre por la Copa Mundial de Fútbol ha invadido el mundo entero. Sin embargo, para estos jugadores, hay mucho más en juego que un simple trofeo. Con este vídeo comprenderás por qué...
La crisis de refugiados provocada por el conflicto que asola Siria está teniendo un enorme impacto social en los países vecinos. En un intento de fortalecer la confianza y la amistad entre tres comunidades distintas que ahora viven muy cerca y se ven obligadas a compartir unos recursos muy limitados, Oxfam invitó a chicos de la comunidad jordana local y de las comunidades de refugiados de Siria y Palestina a participar en este torneo.
Jordania se ha convertido en el hogar de casi 600.000 refugiados que han huido del brutal conflicto de Siria y la presión que esto ha supuesto en las infraestructuras y servicios públicos del país es manifiesta.
Aunque las noticias a menudo muestran imágenes del atestado campo de Za'atari, más del 80% de las personas que han cruzado la frontera vive en comunidades de acogida, fuera del campo de refugiados. Los refugiados sirios que viven en los alrededores de las ciudades y de los pueblos no pueden trabajar y, por tanto, se ven obligados a depender de la ayuda humanitaria. En estas circunstancias, no existe un entorno tranquilo en el que los niños y las niñas puedan jugar, reír y hacer nuevas amistades.
Darles la oportunidad de conversar, correr y competir entre ellos les aleja momentáneamente de las presiones del mundo de adultos y de divisiones que les rodea. No importa qué equipo gane. Todos los niños terminan el día con una sonrisa en su rostro.
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