"Chile paró en 'pits'", columna de Jorge Barraza
En el momento cumbre de la Selección Chilena como fuerza futbolística regional, después de una Eliminatoria espectacular y un Mundial en el que enorgulleció a su gente, con un estilo consolidado, agresivo y cada vez mejores perspectivas a futuro, cuando aparecía como candidato firme a Brasil 2014, una situación inesperada amenaza regresarlo a tiempos menos felices.
El joven y activo presidente de la asociación, Harold Mayne-Nicholls, que en apenas cuatro años revolucionó el fútbol chileno, perdió sorpresivamente las elecciones y se desató otro terremoto: político. Los temblores sacudieron con virulencia todos los estratos de su fútbol, incluso de la sociedad, que reaccionó indignada, diríase enfurecida. La noticia causó un impacto colosal, como la de los mineros rescatados. Ocupó todas las portadas y las páginas de Internet, involucró al Presidente de la Nación (al que le ha restado popularidad) y al país todo, reflejando como nunca que el fútbol es un tema central en la vida de un país y está estrechamente vinculado a la felicidad de la gente.
El público que rebalsó el estadio Nacional en cada presentación de la Roja, el que nunca se había visto tan bien representado por su Selección, manifestó masivamente su apoyo al dirigente derrotado y desató su ira contra el candidato triunfante. Que podrá ser muy bueno, pero, está visto, no entra con los mejores auspicios. Harold fue quien contrató al técnico Marcelo Bielsa y Bielsa quien le dio un vuelco al seleccionado chileno y lo tornó altivo, ganador.
Juntos formaron un tándem dinámico, perfecto, una simbiosis muy nítida de organización, capacidad y trabajo, de apasionamiento y energía en la tarea que alegró a millones de chilenos. "Nunca Chile jugó así, al frente en todas las canchas, sin temores ni complejos", dicen miles de hinchas, que abarrotaron los foros.
Veinticuatro horas antes de la ya histórica votación, Marcelo Bielsa hizo una conferencia de prensa para anunciar que, por una cuestión de principios, dejaba el cargo en caso de perder Mayne-Nicholls. "El 95% del público apoya a Harold y quiere que continúe Bielsa", comentaban los periodistas chilenos. "Pero el público no vota", respondió Jorge Segovia, el ganador de los comicios, un empresario español ligado al negocio de la educación. Aprovechó para describir como "patético" a Bielsa en su cuenta de Twitter.
Nadie imaginó que alguien se presentaría a hacerle contra a Mayne-Nicholls debido a sus éxitos y sus obras. Más increíble aún fue que Segovia, su opositor, triunfara. "Solamente en Chile puede pasar algo así", dicen, descorazonados, muchos aficionados.
Segovia es un hombre con pasado cero en el fútbol. Declaró haber sido hincha de Barcelona y Real Madrid (de los dos al mismo tiempo...) Gracias a la nueva ley de sociedades anónimas deportivas, compró al club Unión Española en mayo de 2008 por 5 millones de dólares. Ahora, en un movimiento fulminante, se quedó con la presidencia de la asociación. Su impopularidad es casi absoluta. El próximo 17 Chile juega con Uruguay y los hinchas se autoconvocan en los foros. "A llenar el estadio Nacional para despedir a Bielsa y repudiar a Segovia", es la consigna.
Los clubes, convertidos casi todos en compañías comerciales, lo respaldaron en procura de tener el control de los recursos del fútbol. Harold, dicen, priorizaba el fútbol de selecciones, y eso no agradaba a los directorios clubistas.
Nunca una elección de una asociación local había adquirido semejante trascendencia ni tal dimensión mediática y nacional. Esta situación excede los límites de Chile y plantea un nuevo escenario regional.
Así como en agosto de 2007 opinamos que Bielsa sólo podía mejorar el fútbol de Chile -nunca empeorarlo-, estamos seguros que su alejamiento no puede ser saludable para la Roja de Todos. Vaya quien vaya como entrenador encontrará un clima enrarecido y con más para perder que para ganar. Todos lo mirarán con lupa y serán extremadamente exigentes con él. Los futbolistas estaban muy consustanciados con Harold y, sobre todo, con Bielsa.
El avance de Chile se había dado más por una cuestión organizativa, de trabajo y de táctica que por grandes jugadores. Si a alguien le piden que nombre a cuatro estrellas chilenas, va a tener algún problemita con la respuesta. La mano de Bielsa había resultado decisiva. Es un caso a la inversa de la Selección Argentina. Se supone que ésta, con el universo de futbolistas del que dispone, sin Maradona deberá mejorar ostensiblemente.
Brasil está clasificado como anfitrión para el Mundial 2014 en calidad de anfitrión. Argentina tiene tal material que es de suponer que un lugar se asegurará. Chile se había situado al nivel de Uruguay y Paraguay. Los demás la tenían muy complicada. Sobre todo Bolivia, Perú y Venezuela, en ese orden de dificultad. Ecuador está organizado y trabaja bien. Y Colombia es, de todos estos, quien más genera jugadores, el más cercano a los cinco de arriba.
Pero hay novedades en la carrera. Chile paró en boxes. Y los de atrás aceleran ilusionados.
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