¿Está Israel en Europa? Poco a poco, nos hemos ido acostumbrado a que Israel participe en campeonatos europeos de fútbol, baloncesto o en Eurovisión, sin muchas veces plantearnos qué hace aquí.
Hasta los años 70s, Israel perteneció a la Unión Asiática de Fútbol, tal como le corresponde. Tras severas disputas con los países vecinos, Israel fue expulsado de esta asociación. Sin embargo, en 1994 y de forma incomprensible, la UEFA aceptó a Israel como miembro de pleno derecho.
Hay varias razones para que Israel deje inmediatamente de ser miembro de la UEFA. En primer lugar, la ya citada de que se trata de un país asiático, no europeo. Otra de las razones para nosotras la más importante y sangrante es que no podemos tolerar que jueguen en nuestras competiciones estados que mantienen desde hace más de 60 años una ocupación inmoral e inhumana contra todo un pueblo, como lo hace Israel contra el pueblo palestino.
¿Cómo podemos tolerar que los jugadores Hapoel Kiryat Shmona, algunos de ellos que provienen o incluso viven en colonias ilegales, se paseen a sus anchas por los estadios de toda Europa? ¿Y cómo esas mismas personas que hace unos meses hacían el servicio militar obligatorio y tanto sufrimiento causaban a la población palestina, pueden ahora viajar por un territorio que presume de ser “La Europa de los Derechos y las Libertades? ¿Qué pasará el día que un equipo establecido en una colonia ilegal, como el F.C. Ariel, se clasifique para competiciones europeas? ¿Irían nuestros equipos a jugar a una colonia ilegal?
Además,hay que recordar que Israel viene dificultando reiteradamente la práctica del fútbol a otro país miembro de la FIFA, como es La Federación Palestina de Fútbol. Lo hizo en la clasificación para el Mundial de Alemania en 2006 y en Sudáfrica en 2007.
Al igual que la FIFA excluyó a Sudáfrica de la organización desde 1963 se prohibió a este país participar en competiciones de todo tipo de deportes hasta que no cesara el apartheid, y que se sancionó a Nueva Zelanda por romper el boicot a Sudáfrica, es hora de que la opinión pública internacional exija la expulsión de Israel, no sólo de la FIFA, sino sobre todo de la UEFA, hasta que no cese la ocupación de Palestina. No podemos privilegiar a Israel aceptándole en competiciones europeas mientras no cesen sus políticas de sangre y violencia.
Desde el año 2000 las políticas coloniales y racistas de Israel contra los palestinos se han agudizado, manifestándose en el uso sistemático del castigo colectivo, la colonización y la construcción del Muro de Apartheid en tierra ocupada; el saqueo de los recursos naturales palestinos; la fragmentación de la sociedad, la demolición de hogares, la negación de libertades fundamentales mediante el asedio y las continuas incursiones militares; el encarcelamiento de miles de presos políticos, la denegación de acceso a los servicios educativos y sanitarios básicos, el asesinato indiscriminado de civiles, siendo un tercio de ellos, niños, la destrucción sistemática de las infraestructuras sociales y una devastación sustancial de las tierras agrícolas y el medioambiente palestinos.
El boicot es un medio cívico para cambiar situaciones de injusticia y violencia institucional y avanzar hacia la justicia y la paz. Y dada la pasividad política internacional ante los crímenes israelíes y el fracaso continuado de las “negociaciones de paz”, el 9 de julio de 2005 más de 160 organizaciones palestinas lanzaron el Llamamiento de la Sociedad Civil Palestina al Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra el Estado de Israel hasta que éste cumpla con el Derecho Internacional y respete los principios universales de los Derechos Humanos.
El Llamamiento se inspiró en la lucha de los Sudafricanos contra el apartheid, y tomó como referencia la exitosa campaña internacional de BDS que se llevó a cabo contra ese régimen racista.El boicot a Israel es una campaña internacional organizada, impulsada por redes y plataformas europeas de organizaciones de solidaridad con Palestina y apoyada también tanto por grupos israelíes no sionistas como por palestinos. Los ciudadanos y ciudadanas de este país tenemos la capacidad de incidir políticamente como consumidores. Esto es poder y también responsabilidad.
Hoy desde aquí, y como parte de esta exitosa campaña queremos hacer un llamamiento a cualquier persona directa o indirectamente implicada en el mundo del deporte -desde deportistas a espectadores pasando por árbitros y entrenadores- a manifestar su disconformidad con la participación israelí en las competiciones europeas y mundiales hasta que no cumpla con la legalidad internacional.
Euskal Herria-Palestina Sarea - BDZ Taldea
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