martes, 10 de julio de 2012

Israel liberó al futbolista palestino Mahmud Sarsak

El jugador pasó tres años en la cárcel sin cargos. La FIFA secundó su causa y pidió a la federación israelí que intercediera en su favor.

Por Ana Carbajosa
El País


Israel ha liberado a Mahmud al Sarsak, el futbolista palestino que logró que la FIFA secundara su causa y que ha pasado tres años encerrado sin cargos. Miembro del equipo nacional palestino, Sarsak regresó a la franja de Gaza, donde sus compatriotas le recibieron como a un héroe.

Las autoridades israelíes acusan a Al Sarsak de pertenecer a la Yihad islámica. Como cientos de presos palestinos, el futbolista no cuenta sin embargo con una acusación formal ni ha sido juzgado, en virtud de la llamada detención administrativa, criticada por la Unión Europea y varias organizaciones de derechos humanos. Israel alega que no puede desvelar los cargos de los que se acusa a este tipo de detenidos porque pondría en peligro la vida de los informadores palestinos.

Al Sarkak, de 25 años, mantuvo durante meses tres meses una huelga de hambre para denunciar las condiciones de su encierro. Durante el ayuno perdió cerca de la mitad de su peso.

Su protesta se enmarca en una campaña que mantuvo a 1.600 presos palestinos sin comer durante 28 días. Un acuerdo entre Israel y los representantes de los presos el pasado mayo puso fin a la protesta, que amenazaba con incendiar los territorios palestinos. El pacto, en el que medió Egipto, concedía a los presos buena parte de sus demandas, relacionadas con las condiciones de su encierro, y estipulaba la liberación gradual de los presos en detención administrativa.

A Beit Hanun, en el norte de la franja de Gaza, llegó la ambulancia que transportó al deportista. Allí, le esperaban familiares y cientos de seguidores con banderas palestinas, según constató la agencia France Presse. De ahí fue trasladado al hospital Shifa, en la ciudad de Gaza, y después a casa de su familia.

El encierro de Al Sarsak ha movilizado a diversas personalidades del mundo del fútbol. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, pidió a la federación israelí de fútbol que intercediera en favor del jugador palestino.

viernes, 6 de julio de 2012

Corinthians inaugura busto em homenagem a Sócrates

Agência Corinthians

No próximo dia 28 de julho de 2012, às 11h, o Corinthians realizará a inauguração do busto em homenagem ao ex-jogador Sócrates. A celebração acontecerá no Parque São Jorge.

Sócrates jogou no Corinthians de 1978 à 1983 e além dos campeonatos Paulistas de 79, 82 e 83, entrou para a história do Timão ao ser líder da Democracia Corinthiana, movimento que dava aos jogadores maior autonomia nas decisões do Clube.

O ex-jogador faleceu na manhã do dia 4 de dezembro de 2011, data em que o Corinthians consagrou-se pentacampeão Brasileiro.

www.corinthians.com.br

Rueda el balón

Por Yezid Arteta Dávila

Colombia no es un país de fútbol tal como lo son Inglaterra, Brasil, Italia, España o Argentina y para la muestra un botón: los estadios vacíos y el abandono de los seguidores de un equipo cuando éste cae en desgracia. Este original y polémico comentario lo hizo un periodista deportivo colombiano de paso por Barcelona. Mientras que en España, por ejemplo, se publican diariamente cuatro tabloides deportivos que se venden como pan caliente en los kioscos de las ciudades y pueblos, en Colombia a duras penas se llena un estadio durante los cuadrangulares finales.

El cuento -levantado por gente que se nutre o malnutre de ideas delirantes- de que el fútbol es el nuevo opio del pueblo no deja de ser una historia traída de los cabellos puesto que mucho antes de la televisión, el poder mediático o la era Internet, el fútbol era entonces un asunto que iba más más allá del fútbol. En muchos lugares del mundo los oncenos fueron o continúan siendo una cuestión ligada íntimamente a la política, al poder legítimo o corrupto, a la identidad, a la marginalidad, en fin…en otros casos la divisa de un equipo se vuelve en sucedáneo de una lucha o de un contencioso que está por resolverse.

Hay teams como el Fútbol Club Barcelona que fue definido por el fallecido escritor negrocriminal Manuel Vásquez Montalbán, como el “ejército simbólico desarmado del nacionalismo catalán” o el Livorno del calcio italiano que está asociado al comunismo y cada partido que juega es un auténtico mitin y los tifosi celebran con cantos revolucionarios, más aun cuando en la plantilla del club hubo figuras como el internacionalista Cristiano Lucarelli – capocannoniere por muchos años - quien exteriorizó en la cancha y fuera de ella su origen proletario y su militancia comunista. Integrantes de las plantillas del Atlético Bilbao yla Real Sociedad, ligados al nacionalismo de Euskadi, han participado en las movilizaciones callejeras que reclaman el acercamiento de presos y la paz en el país vasco. En las antípodas está el caso de clubes como El Lazio que alinearon en su formación a jugadores como Paolo Di Canio, tatuado con emblemas fascistas y expresando su admiración por Mussolini. Más recientemente Eric Cantoná, idolatrado por la hinchada obrera del Manchester United y quien protagonizó controvertidos actos contra el racismo y la xenofobia, se ha convertido en un referente para quienes luchan contra la dictadura de los capitales financieros.

Por los clubes colombianos han pasado míticos futbolistas como Alfredo Di Stefano y Adolfo Pedernera en Millonarios; Garrincha y Dida en el Junior; Ladislao Mazurkiewicz y el tigre Gareca en América de Cali; César Cueto en el Nacional y otros etcéteras que corrieron en los estadios colombianos. Pasaron también experimentados entrenadores como Osvaldo Zubeldía quien logró revolucionar al Nacional de Medellín y Carlos Salvador Bilardo, el mismo que dirigió a Maradona en la selección Argentina que se alzó con el mundial de México 86. Futbolistas nacionales como el Pibe Valderrama, Faustino Asprilla y ahora Falcao han trascendido en otras latitudes. A pesar de estos palmarés es notable la decadencia del futbol colombiano luego de un efímero brillo en los ochenta y noventa, años en los se conjugaron una serie de factores, entre ellos el dinero del narcotráfico, que permitieron la obtención de varios galardones internacionales.

En Colombia no hay clubes de fútbol como tal sino equipos o montoneras de jugadores que marchan de acuerdo a los caprichos y recursos de sus dueños. Por tanto no hay manera de moldear el carácter y la identidad de los jugadores y sólo cuando algunos de ellos son vendidos a instituciones deportivas de Argentina, Brasil o Europa obtienen un listón de valores y se hacen futbolistas en el mejor sentido de la palabra. Cuando el sindicato de futbolistas españoles, a manera de ejemplo, convoca una reunión o rueda de prensa para anunciar una huelga en defensa de sus derechos colectivos, aparecen en la primera línea de lucha jugadores como Iker Casillas, Carles Pujol, Xavi Hernández o Fernando Llorente. En Argentina, Gareca y Ruggeri provocaron una histórica huelga indefinida del gremio de futbolistas. Manifestaciones colectivas de esta naturaleza son impensables en Colombia por la mentalidad servil a que se ven resignados los futbolistas criollos y cuya rebeldía se sublima entonces a través de la grosería o mediante acciones de mal gusto tales como la de pegarle una patada a un ave que invade una cancha durante un partido o propinarle una paliza a una mujer.

El otro tema relacionado con el fútbol tiene que ver con los analistas y comentaristas de prensa. Ante el descrédito de la mayoría de políticos la gente empieza a creer más en los futbolistas y por esta razón le otorgan más valor y credibilidad a un gol de chilena que a la demagogia de un directorio partidista. Los trabajadores y desempleados se interesan más por la contratación de un delantero centro para reforzar su equipo que por averiguar qué curso han tomado las aguas turbias que circulan por el Congreso dela República.

En el horizonte del periodismo deportivo colombiano no sé observa a un analista que pueda hacer las cosas con la elegancia y el buen juicio de Hernán Peláez puesto que los medios se encargan de reclutar por unas cuantos pesos a periodistas que gritan a tutiplén pero no son capaces de redactar una crónica atractiva acerca de lo acontecido en estadio de futbol. Periódicos como El País de España tienen en su nómina a veteranos corresponsales políticos como el periodista John Carlin, autor de Factor Humano el libro que inspiró la película sobre Nelson Mandela, escribiendo sobre fútbol o cuenta entre sus columnistas a plumas tan estilizadas como la de Ramón Besa cuyas notas sobre fútbol se pueden leer como si fueran relatos literarios. Los argentinos tampoco se quedan atrás y han demostrado talento para combinar fútbol, política y literatura en sus escritos.

Ahora que la selección absoluta de España conquistó un tercer título mundial consecutivo vuelven los grandes escritores a rendirse ante el fútbol y alaban el arte y la estética de Iniesta y compañía cuando toman un balón y lo hacen rodar sobre un césped y entonces la rueda de la historia retrocede hasta 1970 para recordar a la legendaria selección de Brasil. Así ha sido el fútbol y parece que así seguirá siendo. Albert Camus, el exportero de la Universidadde Argel y luego premio Nobel de literatura, escribió por allá en los años cincuenta un artículo para la revista France Futbol en los que decía cosas como esta: “después de muchos años en que el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”.

Tomado de arcoiris.com.co

lunes, 2 de julio de 2012

Guardiola se suma al independentismo catalán

Por A. Fernández
El Confidencial


El exentrenador del FC Barcelona, Josep Guardiola, ha sido la última cara conocida en sumarse al proyecto independentista catalán. Pep ha dado apoyo público a la Marcha hacia la Independencia que este sábado comenzó en Lleida, impulsada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Guardiola se encuentra en el extranjero, pero ha dado permiso para utilizar su nombre como reclamo en los actos soberanistas. La ANC nació el pasado mes de marzo como un intento de aglutinar a todas las corrientes independentistas que habían tenido un activo papel en la organización de los referéndums independentistas que se celebraron en distintas ciudades de la comunidad desde el 2009 hasta el año pasado.

Las últimas encuestas de la Generalitat han dado alas al independentismo, ya que, por primera vez, más de la mitad de los catalanes sostiene que votarían sí a la independencia en un hipotético referéndum, cuando hace un año este porcentaje sólo llegaba al 43%.

En este sentido, el presidente de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, matizó ayer los resultados de la encuesta oficial. En declaraciones a la emisora Onda Cero, Duran subrayó que, si bien es cierto que el 51% de los ciudadanos se muestra favorable, también lo es que sólo el 34% de los encuestados reclama un Estado propio, mientras que el 28,7% quiere ser un Estado federal dentro de España y el 25,4% quiere seguir siendo una autonomía. El político democristiano achaca el auge del independentismo a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto y al maltrato fiscal que recibe Cataluña respecto al resto de España.

Esta semana, también se hizo pública otra sentencia del Tribunal Supremo que obliga a introducir el castellano como lengua vehicular en la educación infantil, lo que generó airadas protestas desde todos los ámbitos. La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, reconoció públicamente que el gobierno catalán no variará el actual modelo de inmersión lingüística diga lo que diga el Tribunal e incluso el presidente catalán, Artur Mas, criticó el fallo.

Un balón de oxígeno para el independentismo

La sentencia del Supremo ha representado un balón de oxígeno para los grupos independentistas, que comenzarán una nueva campaña en defensa de los valores propios de Cataluña. La ACN, por ejemplo, ha apelado a este “nuevo ataque” para llamar a una asistencia masiva a la marcha que se inicia. En un comunicado colgado en su página web, señala que “las naciones son naciones porque tienen conciencia de serlo. Las conciencias son inviolables. Por esto, ni la nacionalidad ni la lengua se pueden imponer”. “Ante este nuevo intento desesperado del Estado español de conseguir acabar definitivamente con nuestra lengua, y de paso con la nación catalana, es decir, con el problema catalán, los catalanes hemos de hacer piña. Ni un paso atrás. Mantengamos la calma y la firmeza, pero que sepan que no acatamos ni acataremos sentencias injustas”. Y añade que “hagamos saber a todos que la única manera de acabar con esta persecución implacable, y con la mayoría de los problemas que en estos momentos tenemos como país, es la independencia, es decir, teniendo nuestro propio Estado que nos defienda y ampare”, termina. Por ello, llama a sumarse a la Marcha por la Independencia.

La marcha cuenta con un plantel de caras locales más o menos conocidas. Entre ellas, el cantante Lluís Llach; el actor Oriol Grau; el filósofo Xavier Rubert de Ventós (antiguo militante socialista); el alcalde de Vic, Josep Maria d’Abadal (de UDC); el actor Toni Albà; el exsecretario de Comunicación del Gobierno Tripartito Miquel Sellarès; y los filósofos Josep Maria Terricabras y Salvador Cardús, entre otros.

La elección de Lleida para comenzar esta campaña no es casual. Según Ferran Civit, miembro del secretariado de la entidad independentista, esta ciudad fue una de las primeras en caer en manos de las tropas borbónicas en 1707. Y ahora quiere ser “la primera ciudad liberada”. Simbólicamente, claro.

Hasta el momento, los independentistas tienen previstos más de 200 actos durante los dos próximos meses. Su intención es acabar con una gran manifestación por la independencia el 11 de septiembre, Diada Nacional de Cataluña, y preparar el camino para un referéndum sobre la secesión el próximo año, similar a los que se han hecho hasta ahora a nivel local, con el fin de proclamar la independencia en el 2014, cuando se cumplen 300 años de la caída de Barcelona ante Felipe V. “Para nosotros, la independencia es una cuestión de dignidad. No queremos vivir arrodillados ante España pudiendo vivir de pie en Europa”, dice la presidenta de ANC, Carme Forcadell.

domingo, 1 de julio de 2012

La maldición republicana

España-Italia en el Mundial de 1934 y la selección de la Segunda República

Por Iñigo A.R.
Los ideales del gol


Salta al campo España con su capitán a la cabeza. Al llegar a mediocampo se sitúan allí esperando la salida de su rival. Al instante salta Italia al campo, se colocan en línea junto a la selección española, y realizan el saludo fascista a la grada. Allí está Benito Mussolini presidiendo el segundo Mundial de fútbol de la historia, primero en el que participa España.


Intercambio de banderines y sorteo de campo entre los dos capitanes, Ricardo Zamora y Giampero Combi, dos de los mejores porteros del mundo. En aquella época la selección española era considerada como una de las más potentes del momento, y a día de hoy es recordada como una de las mejores selecciones españolas de la historia.

En esta ocasión el once inicial lo forman Ricardo Zamora; Errasti, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Fede; Lafuente, Iraragorri, Lángara, Regueiro y Gorostiza.

Para completar la foto, la Italia fascista viste con su tradicional camiseta azul, pantalón blanco y medias azules. Por su parte España lo hace con camiseta roja, pantalón azul oscuro y medias también oscuras con tres franjas con los colores de la bandera nacional: rojo, amarillo y… morado. Y es que la primera vez que España disputó un Mundial lo hizo luciendo la bandera tricolor republicana ya que era la Selección de la República Española.

Estamos en los Cuartos de Final de Italia’34 y empieza en Florencia el partido considerado por muchos como una final anticipada. España se dedica a tocar y tocar intentando aprovechar la velocidad de Gorostiza y Lafuente. Los italianos también cuentan con una gran selección, un conjunto muy compacto formado por Vitorio Pozzo que basa su fútbol en el balón largo y en un juego muy muy duro. Además cuentan con la ayuda de hasta cuatro argentinos inscritos muy sospechosamente, e incluso un brasileño.

En el minuto ’30 el delantero vasco del Madrid C.F., Luis Regueiro, coloca el 0-1. La selección italiana sigue con su juego duro ante la permisividad del árbitro. Zamora no para de despejar los balones que cuelgan al área los italianos, y la delantera española va en busca del segundo tanto. Sin embargo cuanto está a punto de llegar el descanso, en uno de estos centros al área visitante, el delantero italiano Schiavo se olvida del balón y harto de las paradas de Zamora le sujeta para que así el ídolo Juventino, Giovanni Ferrari, remate a placer y logre el empate. El árbitro belga Louis Baert, pese a lo surrealista de la jugada, hizo la vista gorda como durante todo el partido.

La segunda parte siguió el mismo cauce. Zamora sigue saliendo valiente a los balones aéreos aprovechando su gran altura, salidas que aprovechan los italianos para propinarle varios golpes. Continúa el juego veloz español y las ocasiones. A díez minutos para el final Lafuente conecta un disparo que bate a Combi, poniendo el 1-2. Pero el colegiado Baert sigue sin estar por la labor, y anula un gol que parece claramente legal.

Finaliza el partido con un 1-1 injusto, sin embargo no cesan ahí las malas noticias para los españoles. Su parte de lesiones incluye a siete futbolistas, entre los que como era de esperar se encuentra Ricardo Zamora, a quien alguno de los muchos golpes que le propinaron le rompió dos costillas.

Ante el empate, se decide que al día siguiente se jugará un partido para dilucidar quien pasa a la semifinal.

En la Selección de la República Española solo pueden repetir cuatro jugadores, teniendo que entrar siete nuevos al once inicial debido a la violencia con que se emplearon los italianos. En esta ocasión la alineación de circunstancias la forman Nogués; Zabalo, Quincoces; Cilaurren, Muguerza, Lecue; Vantolrá, Regueiro, Campanal, Chacho y Bosch. Ante la baja de Zamora debuta Nogués, y el brazalete tricolor pasa a Jacinto Quincoces, quizás el mejor defensa del Mundo del momento.

Saltan los equipos al Estadio Giovanni Berta (actual Artemio Franchi), saludo fascista de los italianos e incluso de los árbitros a Benito Mussolini y comienza el partido. El guión es el mismo. España jugando un fútbol atractivo y saltando en cada regate para no ser cazados por las embestidas italianas, mientras que la azzurra cuelga continuamente balones al área de Nogués, que no para de llevarse golpes. Se muestra seguro el debutante, pero llega el primer susto cuando al salir a por un balón un italiano le golpea en la nariz, perdiendo éste su boina al estilo Zamora. Se recupera el portero español, pero poco después en el minuto 12 se produce otro centro al área. Entonces el delantero “italo”argentino Dimaría suelta un codazo al cuerpo de Nogués y le propina un empujón, momento aprovechando por la gran estrella transalpina Giuseppe Meazza para lograr el 1-0. Trifulca multitudinaria entre ambos equipos en la que se desata toda la rabia acumulada de la Selección Republicana.

Los 78 minutos restantes fueron un continuo de ataques españoles saldados o bien con patadas obviadas por el árbitro suizo René Mercet o bien por pelotazos en largo de los italianos. Incluso cuando la escuadra republicana lograba sortear las patadas fascistas y anotar gol, ahí estaba el colegiado suizo para anularlo como le sucedió a Campanal en un gol claramente legal, o a Quincoces en otro más dudoso.

No había nada que hacer, el resultado del partido estaba escrito antes de jugarse, y España quedaba eliminada. El bagaje de esos Cuartos de Final fue un total de once jugadores lesionados y tres goles anulados, quedando claro en qué consistió la eliminatoria. De poco sirvió que posteriormente el árbitro suizo fuese inhabilitado de por vida por su bochornosa actuación. Comenzaba para España la maldición de Cuartos de Final, la maldición republicana.

En Semifinales la Italia Fascista eliminó a la Austria de Sindelar (años después ejecutado por negarse a jugar para los nazis), y en la final venció a Checoslovakia, completando de esta manera la farsa.

Fue un Mundial lleno de anécdotas y curiosidades: la bandera tricolor republicana como símbolo de la primera selección española mundialista, Ricardo Zamora convirtiéndose en el primer portero en detener un penalty en un Mundial, el inicio del estilo italiano de dureza y efectividad, el comienzo de la utilización del fútbol con fines políticos, propaganda y saludos fascistas por todos lados, la recepción de la Selección Española como héroes nacionales pese a la derrota, el festejo italiano con tintes militaristas…

Pero sobretodo destacó el descubrimiento por parte de los gobernantes de que como dijo Goebbels: “una victoria de la selección era más importante que la conquista de algún pueblo del Este”. El fútbol comenzó a usarse para lograr la adhesión del pueblo al líder, para distraer de determinados problemas más importantes, para hacer crecer un patriotismo acrítico que acepte todo por “el bien de la nación”. ¿Qué hubiera pasado en la Italia fascista si hubiesen sido eliminados a las primeras de cambio? ¿Y si los JJ.OO de Berlín hubiesen sido un desastre hubiera cambiado algo? Nunca lo sabremos.

Sin embargo sí sabemos que el robo a aquella España republicana por la Italia fascista generó más simpatías por la causa que mil mítines políticos. Igual que el codazo de Tassotti a Luis Enrique en el ’94 hizo que más gente se sintiera orgullosamente española y patriota que 30 años de transición. O lo mismo que la victoria en la Eurocopa de 2008 normalizó más la bandera rojigualda y el españolismo que 35 años de parlamentarismo.

Aquel partido fue el comienzo de la maldición de Cuartos de Final de España en los Mundiales, una maldición republicana que solo fue rota una vez en Brasil ‘50.

Como si del final de una película bélica se tratase, veamos qué fue de los integrantes de aquella primera selección española mundialista presente en Italia ’34.

Porteros

- Ricardo Zamora Martínez (1901 – 1978). Tras aquel Mundial continuó jugando en el Madrid C.F. hasta que estalló la Guerra en 1936, cogiéndole en Madrid. Entonces comenzó a correr el rumor en territorio franquista de que había sido asesinado por los republicanos. Sospechoso para los republicanos, fue encarcelado durante algunas semanas. Cuenta la historia que estuvo a punto de ser fusilado pero que los milicianos al reconocerle se negaron y pasaban las horas hablando de fútbol con él. Finalmente con la intervención del anarquista Melchor Rodríguez salió libre y huyó a Francia donde jugó y entrenó al Niza hasta el 38. En principio también sospechoso para los franquistas por haber jugado en la Selección Catalana y por haber recibido diversas condecoraciones republicanas, cambiaron de actitud y fue utilizado por Franco para su propaganda, mostrándole como un héroe afín a su causa. Disputó varios partidos en beneficio del bando reaccionario y posteriormente hizo carrera como entrenador de diversos equipos.

- Juan José Nogués Portalatín (1909 – 1998). Al volver del Mundial continuó jugando en el FC Barcelona hasta la Guerra Civil. Pasó la Guerra Civil en Barcelona donde siguió jugando a fútbol y ejerciendo de taxista. Tras la Guerra jugó en el Barcelona hasta 1942. Más tarde el aragonés fue entrenador de varios equipos de primera división.

Defensas

Ciriaco Errasti Siunaga (1904 – 1984). Tras el Mundial siguió jugando en el Madrid CF. Durante la Guerra Civil disputó varios partidos organizados por el bando franquista en las ciudades que iban ocupando. Al acabar la guerra deja la práctica del fútbol y vuelve a su Eibar natal donde ocupa el cargo de director de la sucursal del Banco Guipuzcoano.

Jacinto Quincoces López (1905 – 1997). Continuó jugando en el Madrid CF hasta la Guerra Civil. Durante la guerra fue conductor de ambulancias vinculado al bando franquista, y disputó algunos partidos benéficos también para este bando. Tuvo un papel similar al de Zamora aunque en menor medida como símbolo propagandístico. Al reanudarse las competiciones volvió a jugar en el entonces Real Madrid hasta 1942. Tras retirarse fue entrenador de varios equipos, incluyendo el propio Real Madrid y la Selección Española. También estuvo vinculado a la pelota mano, siendo jugador de pala y presidente de la Federación de Pelota Valenciana.

Ramón Zabalo Zubiaurre (1910 – 1967). Tras el Mundial vuelve a España para seguir jugando en el FC Barcelona. En 1937 emprende una gira por América con su club con el fin de conseguir dinero para la causa republicana. Ese mismo año se exilia en Francia ante la inminente caída de Cataluña y ficha por el Racing de París donde juega hasta 1944. En ese año decide volver a Barcelona y firma una temporada con el FC Barcelona, acabada la cual se desvincula del fútbol.

Centrocampistas

Juan Marrero Pérez “Hilario” (1905 – 1989). De vuelta de Italia continuó en el Madrid CF hasta 1936 cuando ficha por el Valencia. Sin embargo la Guerra Civil le pilla en A Coruña donde disputa algunos partidos benéficos con los conjuntos gallegos. Tras la Guerra su carrera siguió en varios clubes hasta su retiro en 1943. Posteriormente fue entrenador.

Leonardo Cilaurren Uriarte (1912 – 1969). Siguió en el Athletic Club hasta la Guerra Civil. Entonces se embarcó en la aventura de la Selección de Euskadi que le llevó finalmente a Sudamérica. Allí se exilió y jugó en River Plate, Peñarol y Real España de México, retirándose en 1945. Años después regresó a España antes de morir.

Martín Marculeta Barbería (1907 – 1984). A su vuelta del Mundial dejó la Real Sociedad para fichar por el Atlético de Madrid. Durante la Guerra Civil jugó con la Real Sociedad en partidos y torneos benéficos organizados por los carlistas. Tras la contienda fue entrenador entre otros del Real Gijón.

José Muguerza Anitúa (1911 – 1984). Finalizó su carrera en el club de toda su vida, el Athletic, retirándose con el inicio de la Guerra Civil en 1936. Se fue a vivir a México donde fue entrenador.
Simón Lecue Andrade (1912 – 1984). Tras el Mundial de Italia siguió en el Betis, fichando para la temporada 35-36 por el Madrid CF. Fue el autor del último gol de la Selección de la República de España. Al estallar la Guerra fue trasladado a Madrid por la directiva de su nuevo club con el ánimo de protegerle debido a que era una de las mayores promesas del fútbol español. A partir de él se reconstruyó el Real Madrid de la posguerra. En el 42 firmó por el Valencia y jugó su última temporada en el Zaragoza en el 49.

Federico Sáez Villegas “Fede” (1912 – ¿?). Siguió su carrera en el Sevilla FC. Durante la Guerra disputó partidos benéficos para los comedores infantiles de Falange. Tras la Guerra se retiró en el propio Sevilla en 1941.

Delanteros

Crisant Bosch y Espín (1907 – 1981). Regresado del Mundial, siguió jugando en el club de toda su vida, el Espanyol. Durante la Guerra Civil junto con otros socios del Espanyol se enfrentó a los milicianos pronunciándose en contra de la colectivización del club. Acabó su carrera en el Espanyol en 1943, aunque en 1946 disputó una temporada con el Terrassa.

Guillermo González del Río García “Campanal” (1912 – 1984). A su vuelta de Italia continuó en el Sevilla FC. Al producirse la sublevación en Sevilla escapó hacia el Norte, llegando hasta Asturias donde combatió en las filas republicanas. Fue hecho prisionero y reenviado a Sevilla donde estuvo encarcelado. Sin embargo poco después recibió el perdón de las autoridades franquistas y volvió a jugar en el Sevilla FC, siendo uno de los mejores delanteros de la posguerra. Posteriormente fue entrenador.

Eduardo González Valiño “Chacho” (1911 – 1979). Tras el Mundial fichó por el Atlético de Madrid procedente del Deportivo. Durante la Guerra Civil sirve en la artillería del ejército de Franco. Al acabar la Guerra vuelve a jugar con el Deportivo donde se retira en 1946. También entrenó a los coruñeses varias temporadas.

Guillermo Gorostiza Pareces (1909 – 1966). Acabado el Mundial vuelve a su Athletic. Al estallar la Guerra Civil se une a la gira pro-República de la Selección de Euskadi. Sin embargo abandona la gira antes de que la selección vasca ponga rumbo a América y vuelve a España a servir en las columnas carlistas, donde también se encuentran varios de sus hermanos. Terminada la Guerra Civil, bala roja continúa en el Athletic hasta 1941 que firma por el Valencia. Allí está hasta 1946, jugando dos años más en el Barakaldo y otro en el Logroñés, retirándose del fútbol de élite. El año siguiente juega en el Juvencia de Trubia asturiano. También fue entrenador de varios equipos.

Pese a servir en las filas carlistas durante la Guerra y ser un icono del NODO y del franquismo, vivió sus últimos años olvidado en una residencia de su Santurtzi natal donde finalmente falleció.
Fue el único futbolista que lució la camiseta de la Selección Española Republicana y de la Selección Española Franquista.

José “Chato” Iraragorri Ealo (1912 – 1983) Tras el Mundial continuó en el Athletic hasta la Guerra Civil. Se sumó a la expedición de la Selección de Euskadi que acabó en Sudamérica y allí se exilia. Fichó por San Lorenzo de Almagro pero tras cinco partido sufrió una lesión de gravedad que le impidió seguir jugando. En 1946 vuelve del exilio y ficha por el Athletic retirándose en 1949 para entrenar al mismo club hasta el ‘52. Posteriormente entrenó a varios equipos más.

Isidro Lángara Galarraga (1912 – 1992). A su vuelta del Mundial continuó en el Oviedo hasta la Guerra Civil. Entonces se suma a la expedición de la Selección de Euskadi que acabó su gira en México. Allí se exilia y pasa al San Lorenzo de Almagro argentino cuatro años, siendo uno de los máximos goleadores de su historia. Posteriormente vuelve a México para jugar tres años en el Real España. En 1946 interrumpe su exilio para jugar dos años para el Oviedo. Sin embargo una vez retirado vuelve a Sudamérica como entrenador.

Luis Regueiro Pagola (1908 – 1995). Tras el Mundial siguió jugando en el Madrid CF hasta la Guerra Civil. Reconocido vasquista, al estallar el conflicto se unió a la gira de la Selección de Euskadi, equipo del que fue líder y capitán. Llevó a cabo labores propagandísticas a favor del bando republicano y de difusión de la situación del pueblo vasco. Finalizada la gira se exilia en México, donde jugó tres temporadas en las filas del Asturias FC, retirándose en 1946.

Ramón de la Fuente Leal “Lafuente” (1907 – 1973). Acabado el Mundial de Italia, dejó el Athletic para fichar por el Atlético de Madrid. En un partido ante el Sevilla de la temporada 35-36 sufre una fractura en la pierna que le hace retirarse del fútbol. Finalizada la Guerra Civil fue entrenador.

Martín Ventolrá (1906 – 1976). Disputado el Mundial volvió a jugar en el FC Barcelona. Con el comienzo de la Guerra Civil participó en la gira en beneficio de la causa republicana que hizo su club por Sudamérica y finalmente se exilió en México. Allí jugó un año en el Real España y otras nueve temporadas en el Atlante. Retirado en 1949, entrenó a varios equipos. Un hijo suyo llegó a ser internacional con México.

Pedro Solé Junoy (1905 – 1982). Una vez eliminado del Mundial volvió al Espanyol hasta el comienzo de la Guerra Civil. En el ’39 fichó por el Murcia jugando dos años, y se retiró del fútbol en 1942 en el Alcoià valenciano. También fue entrenador.

Seleccionador

Amadeo García de Salazar (1886 – 1947). Continuó siendo seleccionador español hasta la Guerra Civil. Fue uno de los fundadores del partido abertzale ANV en Vitoria, además de uno de los impulsores de la Selección de fútbol de Euskadi. La Guerra Civil hizo retirarse a la selección española de la clasificación para el Mundial del ’38, y no volvió a entrenar, continuando con su profesión de doctor.

Hoy, la plaza junto a la que está el Estadio Mendizorroza del Alavés al que un día hizo grande, lleva su nombre.