Por Sputnik
El nombre de Megan Rapinoe comenzó a sonar con fuerza durante la Copa del Mundo de fútbol femenino que se disputó en Francia. No solo su cabello color púrpura llamó la atención de los fanáticos; también su talento: fue la goleadora del torneo con seis goles y se llevó el trofeo a la mejor jugadora del campeonato.
Por supuesto, Rapinoe no es nueva en la selección de Estados Unidos. Debutó en 2006 y, si bien se perdió la Copa del Mundo de 2007 por una lesión, participó en el equipo que obtuvo el segundo puesto en Alemania 2011, que se quedó con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y que ganó los mundiales de 2015 y 2019.
Poco a poco, la figura de Rapinoe fue haciéndose más conocida también fuera del campo. En 2012 informó públicamente que era lesbiana durante una entrevista con la revista Out. En ese mismo artículo, la futbolista ya reclamaba que el fútbol femenino lograra la misma atención que el masculino.
Desde entonces, Rapinoe ha sido protagonista de varias campañas en favor de los derechos de gays y lesbianas y en contra de la discriminación. El 8 de marzo de 2019, por ejemplo, Rapinoe fue una de las 28 futbolistas que presentaron una denuncia contra la Federación de Fútbol de los Estados Unidos por inequidad en los pagos con respecto al seleccionado masculino.
La Copa del Mundo de 2019 volvió a convertirla en protagonista fuera de las canchas. En junio, antes de ganar el mundial, Rapinoe dijo en una entrevista con la revista 'Eight by eight' que no tenía intenciones de ser recibida por el presidente Donald Trump, en caso de que ganara el torneo.
"No voy a ir a la puta Casa Blanca. No vamos a ser invitadas. Lo dudo", declaró.
El propio Trump respondió a la capitana estadounidense, asegurando que Rapinoe "debería ganar primero antes de hablar". "¡Termina el trabajo!", le dijo, a través de su cuenta de Twitter.
"Aún no hemos invitado a Megan o al equipo, pero ahora estoy invitando al equipo, gane o pierda. Megan nunca debería faltarle el respeto a nuestro país, a la Casa Blanca o a nuestra bandera, especialmente porque se ha hecho mucho por ella y por el equipo. Siéntete orgullosa de la bandera que llevas", escribió el mandatario.
Efectivamente, Rapinoe terminó el trabajo y se consagró campeona del mundo. Por eso, a la llegada del equipo a EE. UU., lideró los festejos en Nueva York (el equipo evitó ir a Washington) y dio un aclamado discurso en el que lanzó una "petición" a los fanáticos del fútbol femenino y a todos los estadounidenses.
"Nosotras hacemos deporte, jugamos fútbol y somos mujeres atletas pero somos mucho más que eso. Ustedes son mucho más que aficionados que apoyan un deporte y sintonizan el mundial cada cuatro años. Ustedes son gente que camina por la calle e interactúa con la comunidad cada día", inició.
La futbolista preguntó: "¿Cómo hacen a su comunidad mejor? ¿Cómo hacen que las personas a su alrededor sean mejores? Es la responsabilidad de cada uno".
Como era de esperar, el mensaje de Rapinoe tuvo repercusión mundial y fue celebrado por muchos estadounidenses. La futbolista no se quedó tranquila y continuó su cruzada contra las políticas de Trump en una reciente entrevista con CNN en la que le preguntaron qué le diría a Trump si lo tuviera frente a frente.
"Su mensaje excluye a las personas. Usted me excluye a mí, excluye a las personas que se parecen a mí, excluye a las personas de color, excluye a los estadounidenses que quizás lo apoyan", sostuvo.
Su discurso contra Trump parece tener apoyo entre los estadounidenses. La organización 'Public Policy Polling' difundió recientemente una encuesta en la que comparó la intención de voto de Trump con una hipotética candidatura de la futbolista.
La encuesta arrojó que Rapinoe recoge el 42% de la intención de voto y se ubica por encima del actual presidente, que se queda en 41%. Incluso, la capitana de la selección se ubica por encima del resto de los posibles candidatos del Partido Demócrata, por lo que sería incluso la líder de la oposición.
En su discurso en Nueva York, la propia Rapinoe demostró que es consciente de su apoyo popular pero prefiere seguir al lado de sus compañeras de equipo.
"No hay un mejor lugar en el que quiera estar. Ni siquiera en la carrera presidencial. Estoy ocupada, lo siento", aclaró.
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