El fútbol en el Norte de Irlanda desde una perspectiva internacional.
George Best en un partido ante Inglaterra en 1971.
Artículo sobre la situación de las dos selecciones nacionales de fútbol de la isla de Irlanda, actualmente divida en dos estados: Irlanda del Norte (parte del Reino Unido) y la República de Irlanda. En él se muestra cómo ambas selecciones son un fiel reflejo de la compleja realidad sociopolítica del país.
Por Martín Méndez
Desde hace tiempo que en el Norte de Irlanda se viene dando un caso cuanto menos curioso que afecta al fútbol internacional y que es un gran reflejo de la división socio-política que todavía existe en este territorio. Básicamente la problemática del fútbol en el Norte proviene del hecho de que, a diferencia de otros deportes como el rugby, el cricket o los deportes de la GAA, existen dos asociaciones de fútbol en la isla: la Irish Football Association, IFA, que es la asociación original que representaba a Irlanda en tiempos de dominio británico desde 1880 –de hecho, es la cuarta asociación de fútbol más antigua del mundo, tras la inglesa, la escocesa y la galesa– y la Football Association of Ireland, FAI, creada en 1921 cuando nació el Estado Libre Irlandés.
La IFA (escudo original a la izquierda) desde siempre tuvo su sede en Belfast ya que a finales del siglo XIX en la isla de Irlanda el fútbol se practicaba mayoritariamente en el Úlster, mientras que en otras regiones era visto como un deporte “extranjero” en contraposición con el autóctono fútbol gaélico. De esta forma, durante 41 años la IFA fue la única asociación de la isla y su selección competía internacionalmente bajo el nombre de “Irlanda”. Sin embargo, en 1921, y a raíz de la aparición del Estado Libre Irlandés, se creó en Dublín otra asociación llamada Football Association of the Irish Free State (FAIFS), básicamente porque en esa región se creía que desde Belfast no se promocionaba adecuadamente el fútbol fuera del Úlster: tan sólo dos equipos de la Irish League de por aquel entonces pertenecían al Estado Libre Irlandés, los cuales además sentían que eran tratados de forma discriminatoria por la IFA en cuanto a facilidades para entrenar, viajar, etc., a diferencia de los clubes del Norte. La FAIFS cambiaría posteriormente su nombre por FAI (Football Association of Ireland) en 1936 y organizaría su campeonato propio: la Liga de Irlanda (League of Ireland), en contraste con la Liga Irlandesa (Irish League) de la IFA, cuyo ámbito se redujo a los seis condados del Norte que continuaron bajo dominio británico.
Aun así, se creó mucha confusión a nivel internacional porque las selecciones de ambas federaciones se hacían llamar “Irlanda” cuando disputaban sus partidos e incluso los dos equipos coincidían en uniforme –camiseta verde y pantalón blanco, algo que aún sucede actualmente– y al no estar afiliadas a la FIFA ambas convocaban a jugadores de toda la isla, dando lugar a situaciones curiosas como el hecho de que durante aquella época un gran número de futbolistas jugaron para ambas selecciones indistintamente. Pero en 1953 la FIFA tomó cartas en el asunto y decidió que ninguna de ellas llevaría el nombre de “Irlanda”, sino que el equipo de la IFA pasaría a llamarse “Irlanda del Norte” y representaría a los Seis Condados, mientras que el equipo de la FAI se llamaría “República de Irlanda”, representando de esta manera a los Veintiséis Condados.
A partir de aquí cada equipo pasó a competir internacionalmente con mayor o menor fortuna: la selección de Irlanda del Norte logró la clasificación para tres fases finales de un Mundial en 1958, 1982 y 1986, llegando a cuartos de final en Suecia ’58 y España ’82, unos resultados muy meritorios teniendo en cuenta que representa a un territorio muy pequeño; mientras que los éxitos de la República de Irlanda llegarían más tarde, en concreto con su clasificación para las fases finales de los Mundiales de 1990, 1994 y 2002, así como para la Eurocopa de 1988, siempre con papeles destacables si consideramos que el fútbol nunca ha sido un “deporte nacional” en Irlanda.
2.La simbología de la selección de Irlanda del Norte
La IFA siempre ha sido muy criticada por parte de la comunidad republicana del Norte a causa de la simbología escogida para su selección. Para empezar, Irlanda del Norte disputa sus partidos como local en el estadio de Windsor Park (foto de la izquierda), situado en una zona de South Belfast de mayoría unionista, siendo además sede del Linfield FC, el equipo con más éxitos en la liga norirlandesa y tradicionalmente protestante, de forma similar al Glasgow Rangers en Escocia. Este emplazamiento dificulta a la comunidad católica republicana el acceso el estadio ya que estas personas suelen sentirse “alienadas” por el entorno en el que se encuentran.
Además, desde que la IFA pasara a representar solamente a los Seis Condados, la bandera elegida para su selección fue el Estandarte del Úlster (Ulster Banner), la que fuera bandera oficial del Parlamento de Irlanda del Norte hasta 1972, cuando dicha bandera dejó de tener carácter oficial en el Norte, siendo solamente válida la Union Jack. Como es sabido, esta bandera sólo es utilizada por la comunidad unionista y es vista como un símbolo provocador dentro de la comunidad republicana, entre otros motivos por considerarla una versión “inglesizada” de la bandera de la histórica provincia del Úlster. En los últimos años ha crecido la idea de que Irlanda del Norte debería contar con una bandera oficial representativa de ambas comunidades, lo cual podría solucionar dicho conflicto, amén de evitar que su selección de fútbol continúe siendo uno de las pocas en el mundo –sino la única– que está representada en la FIFA y la UEFA por una bandera que carece de carácter oficial.
Pero no acaban ahí las críticas, otro factor que ha contribuido a que la selección de Irlanda del Norte sólo sea seguida por una parte de la comunidad del Norte es su himno: la IFA escogió nada más y nada menos que el “God Save The Queen”, el himno británico, el cual se escucha antes de cada partido de la selección norirlandesa para alegría de sus aficionados más unionistas, pero que es otro motivo más para que un aficionado republicano cualquiera le dé la espalda al equipo. Este himno ha provocado situaciones curiosas que no vienen sino a indicar lo desacertado de su elección, por ejemplo, en los enfrentamientos de Irlanda del Norte contra Inglaterra el himno sólo se escucha una vez, pues es el mismo para los dos equipos. De nuevo la polémica surge porque Irlanda del Norte carece de himno oficial, y aunque las demás Home Nations que conforman el Reino Unido junto a Inglaterra –Escocia y Gales– tampoco tienen himno oficial, sí que cuentan con himnos reconocidos “de facto” y que utilizan para sus selecciones nacionales (Flower of Scotland y Hen Wlad Fy Nhadau, respectivamente). Una posible solución sería el uso del tema tradicional irlandés “Danny Boy” como himno para la selección de Irlanda del Norte, tal y como sucede en los Juegos de la Commonwealth, además de que es un tema que no representa a ninguna de las dos comunidades del Norte en concreto y que, por lo tanto, no crearía ningún tipo de división entre los aficionados.
También han sido objeto de fuertes críticas los aficionados de Irlanda del Norte por inundar las gradas con Union Jacks y demás parafernalia unionista, que han acabado por alejar completamente a los aficionados republicanos de Windsor Park. Además, una minoría de aficionados suelen cantar canciones sectarias, a menudo con estrofas que desprenden anticatolicismo o contra mártires del movimiento republicano, aunque estos comportamientos actualmente están siendo perseguidos y castigados por parte de la IFA. Aun así, y más en los últimos años, los aficionados de la “Green and White Army” han recibido premios por su entusiasmo en las gradas y su gran fidelidad al equipo aun en los malos momentos. Asimismo, cabe mencionar que Irlanda del Norte ha contado en muchas ocasiones con jugadores de procedencia católica en sus filas, siendo algunos de ellos grandes ídolos para la afición, como es el caso de Gerry Amstrong tras el gran papel del equipo en el Mundial de España ’82.
3. Neil Lennon y las amenazas de muerte
Para entender mejor la polémica actual entre la IFA y la FAI es necesario conocer un incidente que trascendió a la opinión pública irlandesa y británica en el año 2002. Se trata del caso del por entonces jugador del Celtic de Glasgow –equipo fundado por emigrantes irlandeses católicos y de tradición republicana– Neil Lennon, internacional por Irlanda del Norte y que a pocas horas de un encuentro ante Chipre en el que iba a capitanear por primera vez a su selección recibió una amenaza de muerte en caso de que el futbolista saltase al campo con la camiseta de Irlanda del Norte aquella noche. Esta amenaza fue atribuida a la Loyalist Volunteer Force, aunque dicha organización paramilitar siempre negó estar detrás de semejantes amenazas.
Sea como fuere, el caso es que Lennon decidió abandonar el fútbol internacional para siempre por temor a que le pudiera suceder algo a su familia y no llegó a disputar el partido contra Chipre. Cabe mencionar que todo esto sucedió poco después de que Lennon –de origen católico– comentara en una entrevista que le gustaría jugar algún día para una selección de fútbol que representase a toda la isla de Irlanda. A raíz de estos comentarios algunos aficionados de Irlanda del Norte le abucheaban cada vez que tocaba el balón a pesar de ser un jugador de su propio equipo, y se cree que la ideología republicana de Lennon fue lo que motivó la amenaza de muerte, algo que por desgracia se ha seguido repitiendo por parte de organizaciones lealistas hasta nuestros días, en los que Lennon es el actual entrenador del Celtic.
4. Del caso Gibson a la actualidad
Darron Gibson es un futbolista nacido en la localidad de Derry, muy cerca de la frontera con la República de Irlanda y de mayoría nacionalista. En el plano futbolístico, esto queda reflejado en el equipo de fútbol de la ciudad: el Derry City FC, que juega de forma anómala en la Liga de Irlanda (de la FAI) en lugar de en la Liga Irlandesa (de la IFA), tal y como le correspondería por el emplazamiento de la ciudad. Las peculiares características de Derry unidas a los recientes éxitos de la selección de la República de Irlanda han hecho que muchos futbolistas nacidos allí opten por jugar con dicha selección con base en su pasaporte irlandés, que pueden obtener como consecuencia del Acuerdo de Viernes Santo de 1998. Cabe mencionar, sin embargo, que a diferencia de lo que se cita a menudo –erróneamente– en la prensa británica, antes de 1998 muchos futbolistas nacidos en el Norte ya habían optado por jugar con la República mediante la adquisición de la nacionalidad irlandesa con base en alguno de sus antepasados nacidos en los Veintiséis Condados, algo que está permitido por las reglas de la FIFA.
En el año 2007, Gibson fue objeto de una fuerte polémica tras su decisión de jugar con la República de Irlanda luego de unos entrenamientos con el primer equipo del Manchester United, a pesar de que previamente había representado a Irlanda del Norte en categorías inferiores. La IFA culpó a la FAI por la situación –según la IFA, discriminatoria para su selección– y llevó el caso a la FIFA, pero el Tribunal Arbitral del Deporte finalmente le acabó dando la razón al futbolista y a la FAI. Todo el proceso causó una gran controversia fomentada por los medios irlandeses y británicos, e incluso llegó a tratarse en la Asamblea de Irlanda del Norte.
Pero el caso de Darron Gibson no fue más que una mecha para que muchos otros futbolistas de Derry y el resto de los Seis Condados optasen por jugar con la República de Irlanda. De hecho, se podría hacer fácilmente un once inicial del equipo de la República solamente con futbolistas del Norte que han decidido realizar ese “cambio” a lo largo de la última década.
5. La opinión popular y el futuro: ¿un All-Ireland football team?
La tendencia de los futbolistas nacidos en localidades o barrios de los Seis Condados de tradición republicana a optar por la selección de los Veintiséis Condados no parece que se vaya a detener en los próximos años, sino más bien todo lo contrario, en vista de la facilidad con la que un futbolista puede realizar dicha elección. No es descabellado pensar, por tanto, que dentro de unos años la selección de Irlanda del Norte estará compuesta de forma casi exclusiva por futbolistas con ideología o sentimientos unionistas, o bien con algún tipo de parentesco en la isla de Gran Bretaña.
Precisamente esto último ha dado pie a una de las opiniones expresadas más a menudo por los aficionados de Irlanda del Norte sobre el tema: según estas personas, es “una pena” que su equipo pase a representar de forma progresiva solamente a una parte de la comunidad del Norte, ahora que por fin la violencia ha cesado de forma oficial y se han relajado las tensiones entre ambos sectores con la presencia de cada vez más eventos “cross-community” (integradores y anti-sectarios), tal y como se les conoce popularmente en los medios del Norte. Además, otro argumento que suelen utilizar estos aficionados es que la IFA emplea recursos y dinero para entrenar a estos futbolistas cuando son jóvenes, y luego al “cambiarse” al equipo de la República, esta asociación no recibe ningún tipo de compensación económica por parte de la FAI.
Sin embargo, hay que recalcar que tradicionalmente la selección de la IFA sólo ha contado con el apoyo de la comunidad unionista, y en menor grado (aunque cada vez menos) de una pequeña parte de la comunidad republicana, por los motivos ya mencionados de las diferentes simbologías de las dos selecciones de la isla. Por su parte, la comunidad nacionalista en general siempre se ha identificado más con la selección de la República de Irlanda, algo que es fácil de entender. De hecho, esta selección se está convirtiendo en los últimos años en una selección representativa de facto de todos los condados de la isla de Irlanda, mientras que la selección de la IFA cada vez más representa solamente a la comunidad unionista del Norte, una minoría muy pequeña en el conjunto de Irlanda.
En vista de estos sucesos, no han tardado en salir voces clamando por una selección de fútbol representativa de toda la isla como una posible solución para el conflicto actual. Las ventajas serían, desde luego, innumerables: mejoraría notablemente la competitividad internacional del equipo, por lo que tendría más posibilidades de asistir a fases finales de Eurocopas y Mundiales y se equipararía el fútbol a la gran mayoría de deportes de la isla, que cuentan con una sola selección internacional representativa.
A cambio, los aficionados de ambas selecciones tendrían que hacer un esfuerzo por reducir la simbología del equipo para pasar a utilizar solamente banderas o himnos antisectarios. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en la selección irlandesa de rugby, que utiliza como única bandera oficial una composición con el escudo de la federación y las banderas de las cuatro provincias tradicionales de Irlanda –Leinster, Munster, Connacht y Ulster– sobre un fondo verde. En cuanto al himno, se optó por crear uno nuevo –también con el objetivo de eliminar el sectarismo–, el popular Ireland’s Call, y que es el único himno oficial de la federación irlandesa de rugby. Aun así, no está de más mencionar que en los partidos en los que la selección de rugby actúa como local en Dublín también se escucha el Amhrán na bhFiann (himno de la República de Irlanda) y se iza la bandera tricolor irlandesa junto a la de la federación de rugby, en palabras de esta última “como agradecimiento al país que acoge a la federación y al equipo”. Esta medida ha sido desde siempre muy criticada por la clase política unionista del Norte, aunque nunca ha evitado que la mayor parte de la comunidad unionista se sienta identificada con el equipo, dado que siempre hay centenares de aficionados de los Seis Condados que viajan a Dublín a ver los partidos.
Cierto es que también habría otros problemas, como que una de las dos asociaciones de fútbol actuales tendría que desaparecer para beneficio de la otra. En mi humilde opinión, creo que debería mantenerse la IFA puesto que es la más antigua de las dos y la que representaba originalmente a Irlanda antes de la división política de la isla, aunque es evidente que la mayoría de aficionados republicanos preferirían que la FAI absorbiese a la IFA. Otra posible solución sería el crear una nueva asociación partiendo desde cero.
Sea como sea, no cabe duda que los efectos de esta fusión serían muy positivos para el fútbol irlandés en su conjunto: recordemos que a nivel de clubes habría una sola liga de fútbol, lo que le daría también más competitividad al campeonato irlandés, ya que actualmente ambas competiciones cuentan con un prestigio menor incluso entre los aficionados locales, que prefieren seguir al Celtic, el Rangers o algún conjunto inglés en lugar del equipo de su ciudad.
En palabras de George Best (1946-2005), el mejor futbolista irlandés de todos los tiempos –nacido en Belfast–, sobre este tema en 2005: “Simplemente creo en probar algo, sino funciona, al menos lo habremos intentado. Sólo espero que suceda algún día en lo que me queda de vida”, en un claro posicionamiento a favor de un All-Ireland football team. Lamentablemente, Best nunca pudo ver jugar a este hipotético equipo, pero, desde luego, sería el mejor homenaje que el fútbol irlandés podría hacer al mayor de sus héroes. Tanto Best como Irlanda se lo merecen.
1 comentario:
el mas grande best,come on reds,glory best,glory manutd un saludo de uno del united en madri,buen blog seguir asi.casuals a way of life......
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