miércoles, 31 de julio de 2013

Protesta de los futbolistas colombianos contra proyecto de ley

Los jugadores profesionales se oponen a una nueva iniciativa gubernamental que no ha sido concertada con ellos.


En todos los partidos de la primera fecha del torneo finalización, los jugadores agremiados en la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) manifestaron su oposición a un nuevo proyecto de ley del gobierno que no cuenta con su visto bueno y que, según ellos, va en contravía de sus intereses.

Los 22 jugadores de cada partido, en la antesala de cada encuentro, se sentaron silenciosamente por algunos segundos como protesta por esta situación. Con su acto reivindicativo, los jugadores de todos los clubes colombianos se manifestaron contra la posibilidad de que el Congreso discuta una ley sobre su actividad laboral sin que sean tenidos en cuenta sus reclamos.

La protesta fue acordada el pasado 22 de julio, en la asamblea ordinaria de Acolfutpro, evento en el que 28 delegados de 33 clubes profesionales decidieron no seguir como agentes pasivos de su situación. En representación de unos 1.200 futbolistas profesionales, la asociación acordó seguir en la lucha para que existan reglas claras en su actividad laboral.

Según el gremio, en los últimos años han tenido que recurrir a los jueces para defender sus derechos a través de demandas y tutelas, porque Coldeportes y el Ministerio de Trabajo no lo hacen. Sin embargo, sí se aplican de manera estricta los reglamentos privados de la Federación Colombiana de Fútbol y de la Dimayor, los cuales no siempre respetan los derechos que como trabajadores tienen los jugadores. Además, se denunció el veto que algunos clubes hacen sobre los jugadores que se sindicalizan o que reclaman sus derechos.

Por eso, en los estadios del país, durante algunos segundos, los futbolistas se sentaron en el centro del terreno de juego como una forma discreta de protesta.

Acolfutpro pide que no haya más vetos, a la vez que espera que la ley de los jugadores que piensa presentar el gobierno nacional en la presente legislatura se concerte directamente con ellos.

Los futbolistas piden que el gobierno asuma que se requiere seguridad social, estabilidad laboral, horarios de trabajo y jornadas de descanso. En otras palabras, reglas claras de juego para su actividad profesional, en concordancia con los códigos laborales del país, en momentos en que imperan las normas de los clubes y la complicidad de los dirigentes.

El gobierno pretende regular, a través de su proyecto de ley, la actividad profesional de los futbolistas. Pero para ello no ha discutido con ellos mismos sus necesidades y las irregularidades que actualmente existen (como retrasos en los pagos, carencia de seguridad social, despidos sin justa causa, inestabilidad laboral, entre otras).

La protesta es un mecanismo para pedir que la ley de los futbolistas se haga con ellos mismos y con la asociación que legítimamente los agremia.

martes, 23 de julio de 2013

El fútbol y el valor de la militancia

Juan Zárate, líder de la Juventud Peronista de Rosario y jugador del Bella Vista de Uruguay. Recio defensor, hijo y nieto de militantes peronistas, aprovechó el receso del fútbol uruguayo para reencontrarse con sus compañeros. “Los valores que impone el deporte se asimilan mucho a los del militante”, afirma.

Por Gustavo Veiga
Página 12
gveiga12@gmail.com

El militante inquieto dejó por un momento al futbolista en la puerta y entró a la intendencia de Montevideo. Por un volante se había enterado de que el periodista Horacio Verbitsky daba una conferencia, a 40 años del golpe de Estado en Uruguay. Lo escuchó, conversó unos minutos con él y se retiró satisfecho. Juan Zárate, el recio defensor del club Bella Vista, es también un referente de la Juventud Peronista en Rosario, su ciudad natal. ¿Cómo hizo entonces para terminar en el equipo papal de la Liga uruguaya? Lo llevó Carlos “Chiche” Lutzman, un veterano DT, el mismo que lo conocía desde las divisiones inferiores de Newell’s, donde se formó. Al otro lado del Río de la Plata, el secretario de Relaciones Institucionales de la JP también se hizo un tiempo para vincularse con integrantes del Frente Amplio del sector más cercano al presidente José Mujica. La política lo cautiva tanto como el fútbol.


Zárate se está formando para ser un cuadro del futuro. Tiempo le sobra; tiene apenas 23 años. Clase 89, es hijo de un militante kirchnerista de Santa Cruz (Amaro) y nieto de un viejo peronista (Ignacio Amaro) que, cuando hizo la colimba, juntó cadáveres después del bombardeo a la Plaza de Mayo en el ’55. Estudia Derecho en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y sólo porque el fútbol lo llevó hasta Uruguay (al fin de cuentas, su medio de vida) bajó un cambio en el trabajo territorial y su carrera en la facultad.

“Los valores que impone el deporte se asimilan mucho a los del militante: la solidaridad, el hecho de que es fundamental el equipo y no el individuo. En la política aspiramos a lo mismo”, dice el número dos de estilo raspador y estudioso del modelo deportivo de Cuba. Perón y Néstor Kirchner están en su panteón de los héroes. Le forjaron, como su padre y abuelo, la vocación por una causa que mamó de chico. Sus modelos de jugador, en cambio, no ocupan un lugar privilegiado en la liturgia futbolera: el Flaco Schiavi, Heinze y el uruguayo Lugano. Pero los elige porque, para él, son los mejores en su puesto.

Su inclinación por la política deportiva –la meta en que se proyecta a unos años– está plasmada en lo que Zárate define, de su puño y letra, como el programa Deporte, Universidad y Desarrollo de la UNR. Allí escribió: “El deporte es un bien cultural fundamental de la comunidad. El objetivo de este proyecto es ayudar al proceso de recuperación de su esencia perdida, restablecer sus valores primordiales y transmitirlo, más que como empresa privada, como una escuela formadora de hombres y mujeres libres”.

Su trabajo se divide en tres propuestas con anclaje en Rosario: el “Desarrollo integral de los clubes”, los “Congresos del Deporte Nacional y Popular” y “Decile sí al deporte”. Zárate plantea lo que no percibe en su ciudad y, más allá de su perímetro, en toda Santa Fe. “El socialismo –dice– tiene el criterio de desarrollar potreros o playones para practicar deportes, pero no fomenta el progreso de las organizaciones deportivas, de los clubes de barrio.”

En esta movida se involucró hace un par de años con los Torneos Interbarriales de fútbol Néstor Kirchner, que emulan a los Juegos Evita, ausentes en Santa Fe. Contribuyó al sostenimiento de clubes como Provincial y Nuevo Amanecer: el primero estuvo bajo un sistema de fideicomiso diez años y el segundo directamente cerrado, con los yuyos más altos que los voluntarios dispuestos a reflotarlo.

“Este club (por Nuevo Amanecer) fue reactivado sin ninguna ayuda del Estado provincial, ni municipal. Esto no es casualidad, dado que no existe un proyecto deportivo real e integrador que fortalezca a los clubes de barrio y al deporte como bien cultural de la comunidad”, dijo en julio de 2012, cuando se reabrió. Para entonces, el joven de la JP con contrato vigente en Bella Vista de Uruguay llevaba varios años ligado al fútbol y a la militancia política. “Comencé en enero de 2008, cuando fue la campaña contra Cristina y la resolución 125; arranqué en medio del fuerte conflicto con las patronales del campo”, recuerda.

Su infancia en el barrio Acindar había quedado en el pasado, como sus primeros partidos en el club homónimo. Pasó a Provincial y después a Mitre de Pérez. A los 18 años llegó a las divisiones inferiores de Newell’s, a los 20 quedó libre con edad para firmar el primer contrato, y del Parque Independencia –donde se entrenó con el plantel de Primera– pasó a Argentino de Rosario, equipo de Primera D de la AFA. Allí conoció a otro militante peronista, el volante central del equipo, Matías Sayal. “Jugué como cuarenta partidos en ese club”, cuenta. La estadística marca que en la temporada 2011-2012 también marcó dos goles.

Política y deporte convivían así hasta que se instaló en Montevideo, después de un breve paso por Sportivo Las Heras de Concordia, Entre Ríos. La temporada que finalizó, Bella Vista se fue al descenso. Lo mandó Danubio en mayo pasado. Zárate dice que tiene contrato hasta diciembre y ahora está de vacaciones por una semana en Rosario, donde volvió a tomar contacto con la militancia y a organizar actividades: una de ellas, la proyección del documental Perón y el deporte, de Marcelo Haber y Santiago Veiga, en los mismos clubes que lo desvelan por su precariedad y escasez de recursos.

“Los militantes jóvenes tenemos que mejorar a nivel cualitativo para estar a la altura de las temáticas que abordemos. Mi vocación se inclina por el deporte. Apoyo a los clubes de barrio que se vieron afectados por la lógica neoliberal, y por eso su proceso de recuperación ha sido mucho más lento que en otras instituciones”, declara Zárate, convencido de que en 2015 llegará a todos los clubes rosarinos con su proyecto de Desarrollo Integral. O sea, “lo contrario del Newell’s que presidió Eduardo López”, remata, como para que no queden dudas de qué modelo deportivo se trata.

viernes, 12 de julio de 2013

El equipo del Frente de Liberación Nacional de Argelia

En una verdadera revolución como la argelina, el movimiento del FLN creó un equipo de fútbol a su imagen y semejanza.



Por Víctor Gómez Muñiz
Calcio Romántico

En una verdadera revolución por la independencia, como fue la que llevó a Argelia a dejar de ser territorio francés en 1962, el movimiento que estaba preparando la insurrección se creó a su imagen y semejanza un gran y no convencional símbolo de lucha, equipo de futbol, a quien prestó incluso el nombre: el equipo de fútbol del Frente de Liberación Nacional, (en francés, Équipe du FLN de football).

Agosto 1956. En Soumman, corazón de Argelia que nunca se ha doblegado al domino francés, muchas de las personas que comenzaron la revolución están reunidas en congreso. Hay que ponerse de acuerde sobre como será el nuevo Estado Argelino antes de organizar el ataque definitivo que hará que los franceses abandonen el país norteafricano.  Alguien propone la idea de reunir bajo la bandera del FLN a todos los jugadores de fútbol de origen argelino que juegan en el campeonato francés y realizar una gira por el mundo para recoger ayudas y fondos para la lucha anticolonial. El Frente solo unos meses antes, en mayo, lanzó un manifiesto de boicot al Campeonato Norteafricano y vio como los equipos musulmanes argelinos se unieron inmediatamente. Así pues, conocen perfectamente la potencia del fútbol como fenómeno social y así el proyecto del equipo de una nación que no existe todavía es avalado y se lleva a cabo.

La estrella de aquel equipo, Rachid Mekhloufi, en una entrevista a France Football, señaló esto sobre el FLN:

“Al principio nadie creía que podíamos formar un equipo competitivo, pero a medida que fuimos logrando victorias, todos nos fueron viendo como militantes, como luchadores. En todo el mundo nos veían como gente luchando por la justicia, por la independencia“.

Este equipo se formo de manera clandestina y se necesitan dos años para que pueda comenzar a jugar. Mohamed Boumezrag, director de la subdivisión regional argelina de la FFF (la federación francesa), tiene la misión de seleccionar a los jugadores mas famosos de origen argelino invitándoles a reunirse en una concentración en Túnez. Francia obstaculizó continuamente la creación de esta selección intentando arrestar a los jugadores que se dirigieran a la concentración. Incluso llegó a presionar a la FIFA, quien evitó que compitieran a nivel de selección nacional ya que no les reconocían como nación, y amenazando con sancionar con la expulsión del mundial de 1958, que se disputaría en Suecia, a todas aquellas selecciones que se enfrentaran al combinado argelino.

Aún así el 13 de abril de 1958 la historia del Equipo del FLN comienza. Entre 1958 y 1962 jugaron unos 91 partidos internacionales, lo que sirvió para dar a conocer la revolución que se estaba llevando a cabo en Argelia y como recogida de fondos para su causa. En aquellos años Argelia contaba con grandes talentos, que jugaban en su mayoría en la primera división francesa. Su gran estrella era Rachid Mekhloufi. Jugaba en el Sain-Étienne campeón de Francia en 1957 y contribuyó a clasificar a Francia al Mundial de Suecia 1958. Pero cuando llegó la llamada de Boumezrag no se queda atrás. El Saint-Etienne, privado de su estrella, en solo cuatro años se encontró en segunda división.

Otros jugadores importantes fueron Mustapha Zitouni del Mónaco, Said Brahimi del Toulouse, Mokhtar Arribi del Lens y Abdelhamid Kermali del Lyon. Y como entrenador tenían a Mokthar Arribi, por aquel entonces en el Avignon.

El equipo comenzó la gira en Túnez el 9 de mayo de 1958  y de la mejor manera posible, ganando 8-0 al conjunto local. Utilizaron como colores de la camiseta el verde y el blanco de la bandera argelina y durante cuatro años dieron espectáculo a lo largo y ancho del planeta jugando desde China a Tripoli, pasando por Belgrado, Budapest, Praga, Bagdad, Pekin, Sofia e incluso en Hanoi.

El poder social y representativo de este equipo fue tal, que llegaron a ser recibidos por el propio Ho Chi Minh, líder comunista vietnamita que en poco tiempo sostendría una sangrienta guerra contra USA. En febrero de 1959 disputarían un nuevo partido en Bagdad, donde fueron recibidos como héroes. Durante el Kamassen, himno argelino, los iraquíes desplegaron una bandera verde y blanca que hizo que el embajador francés abandonara el estadio. Ganó el FLN por 3 a 0.

En total se contabilizan, 65 victorias, 13 empates y 13 derrotas. La victoria deportiva mas importante es aquella que pone el nombre del FLN en todos los periódicos deportivos europeos, el 23 de marzo de 1961 en Belgrado los argelinos ganaron 6 a1 a Yugoslavia.

Un año después llegarían los acuerdos de Evian y el general Charles de Gaulle concederá, de mala gana, la independencia a Argelia. Gracias a la experiencia del Frente de Liberación Nacional, el equipo africano del neonato estado argelino se convierte rápidamente en una de las selecciones más fuertes del continente y en uno de los países más importantes del fútbol africano.

El periodo de oro para el fútbol argelino será el decenio 1980-1990: un segundo puesto, dos terceros y una victoria en la Copa de África, pero sobre todo dos clasificaciones a los Mundiales de 1982 y 1986. La primera, Mundial de España 1982, llevará la firma del grande Mekhloufi, que cuelga las botas y se convierte entrenador de la selección. Conseguirá el billete para España batiendo a Nigeria.

Es el inicio de una gran aventura que se desarrollará en España y que verá como los argelinos ganan el primer partido por 2 a 1 a Alemania Democrática y que más tarde serían clamorosamente eliminados por un acuerdo entre Austria y Alemania.